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3 x 5 ELENA KRUSCHEVA, la segunda esposa de Malenkev, cuya fama come cantante del teatro Bolshoi es anterior a la de su marido, con quien caso cuando éste era atin una figura borrosa en la alta jerarquia soviética, Esta fote de la esposa de Malenkoy ha sido publicada recientemente por periddicos y revistas Trusos. Una Mujer Manda ASTA ahora, la Rusia roja ha- bia side gobernada por un régimen de hombres. Pese a la plena equiparacién dle derechos y deberes de que goza ia mujer, ésta habia es- tado al margen de las grandes res- ponsabilidadés. La mujer de Lenin, Nadedna Kruskaya, fué una mera sombra de su marido. Stalin tuvo dos, y ninguna de ellas hizo figura en el régimen. La primera murié misteriosamente, dicese que a causa de su interés por sobresalir en la politica; la segunda, que atin vive y es hermana de Lazaro Kaganovich, se limité a ser la esposa casi ol- vidada del omnipotente jerarca Boviético. Madame Kollontai, no obstante haber figurdo en las filas de la vieja guardia bolchevique gélo tuvo participacién en las su- balternas labores diplomaticas, y la influyente esposa de Molotov ‘se enterré en el fracaso y el olvido *ouando fué obligada a renunciar al | jeargo de Ministre de la Industria de Cosméticos. Pero ahora hay en al Kremlin wage mujer que parece dispuesta @ romper la tradicién masculina del régimen soviético. Se llama lena Kruscheva, y es la esposa poderoso Georgi Malienkov. ‘Ne parece haber muchas dudas del decisivo influje que esta DOMINGO, 2 DE MA¥® DE 1934 mujer ejerce sobre su marido, y aun muchas razones para pensar que aquél no hubiera Ilegado tan arriba sin la ayuda de ella. Elena Kruscheva era ya popular en toda Rusia mucha antes de que Malenkoy escalara una _ posicién relevante en la jeraquia soviética. Destacada soprano, habia cantade ante Stalin en el teatro Bolshoi. No hacia falta mas para consagrar defininitivamente a un artista. Acturar en el coliseo moscovita, que es el Scala de Rusia, y ser aplaudido por el gran jeraca, basta- ba para situarse en la clspide de la consideracién publica. PRESENTACION Y DIVORCIO Por entonces un miembro bastante borroso de la alta burocracia soviética. Estaba ecasado con Lena Rubtsoka, una ruda mujer nada bella que habia Hegado a ocupar eminente posi- cién en la direccién del partido comunista. Lena, mas vieja que su esposo y también mejor situada en los rangos del partido logro que aquél adelantara- en su hasta en tonces oscura carrera. En realidad, Malenkov nunca ha sido un hom- bre brillante. Su virtud es el tra- bajo tenaz y silencioso, en lo cual no deja de tener alguna semejanza con Stalin, Lena Rubtsoka era amiga de la esposa de Molotov, y ésta, a su vez lo era de Elena Kruscheva, la gran cantante del teatro Bolshoi a quien Stalin se dignaba aplaudir y aun Malenkov era: elogiar encarecidamente en el es- treche y exclusivo circulo de sus relacienes. La sehora Molotov hizo un dia a Lena la presentacién de la artista, gran honor que aquélla quiso extender a su marido, pre- sentandole tambié a Elena algun tiempo después. La ruda dirigente cemunista ignoraba que en ese momento estaba proporcionando una. sustituta de si misma. Asi ocurrié que algunos meses después Malenkov solicitaba el divorcio pa- ra casarse enseguida con la famosa eantante. {Flechazo amoroso? No sabemos si por parte de Elena hubo amor a primera vista. El futuro sustituto de Stalin no era lo que se puede llamar un Adonis, pero, menos grueso y mas joven que hoy quizas con su cara de nino grande hizo impresiones en el corazon de la mimada artista. En cuante a Malenkov, es _proba- ble que el amor no fuera la prin- cipal raz6n que le impulsara a romper su antiguo lazo conyugal para anudar uno nuevo. Elena dis- taba mucho de ser una mujer bella. Alta, gruesa, de duros rasgos y mirar cejijunto, no son atracti- ves fisicos que pueden provocar en un hombre la pasion fulminea. HEMISFERIO Pero la Kruscheva tenia el brillo de su nombre famoso, brillo que podia ser comunicado ventajosa- mente a quien fuera su esposo. CASAMIENTO Y TRIUNFO Sea como fuere, Georgi Malen- kov y Elena Kruscheva se casaron un dia de 1944. La guerra se pre- sentaba vietoriosa para Rusia en aquellos instantes. Habtan pasado las drasticas jornadas en que la marea militar nazi estuvo a punto de tragarse al régimen stalinista. Comenzaba una era triunfal para los hombres del Kremlin. Malen- kov habia hecho buen papel como ejecutor de los planes para el tras- lado de la industria de guerra a los Urales cuando Moscu estaba bajo la amenaza de la invasién germana. Al mismo tiempo, la fa- ma e influencia de Elena habian ido creciendo. Pero la meta estaba lejos aun para Malenkov, y en el camino habia un escollo casi insuperable que se Hamaba Andrei Zdanov. Gran orador dialéctico notable e intelecto cultivado, Zdanoy oper- aba a todos los que formaban en el séquito aulico de Stalin. Organ- izador del Cominform, habia tra- zado la estrategia politica del Kremlin para contrarrestar los efectos del Plan Marshall, que iba a contener la resaca comunista en Europa. Zdanov cerraba a Malenkoy el paso hacia la cumbre, que era el favor exclusivo de Stalin. Los dias de 1945 fueron de lucha sorda y terrible para el futuro primer min- istro. La intriga rodaba por las inaccesibles camaras del Kremlin. Mientras tanto, Elena cantaba en de Moscti cubria sus paginas con el Bolshoi, y la Gaceta Literaria retrato de la artista, dedicandole al mismo tiempo ditirambicas ala- banzas, a las que se mezclaban los consabidos chupinazos en loor de Stalin. Celebrabanse recepciones y fiestas, y la’ Kruscheva estaba presente junto a su esposo o sin él, recibiendo el halago de los con- currentes, Stalin entre ellos algu- nas veces. Era toda una estrategia de gran estilo desttinada a destacar, por re- flejo la figura de Malenkov; algo achatada frente a su brillante ri- val, Zdanov, quien llegé a decir de aquél “que estaba trepando sobre la falda de su mujer”. Este mismo ano de 1945, moria Zdanov victima de un misterioso “ataque del cora- zon”. , Las sospechas sobre-las extranas circunstancias que intervinieron en la muerte del fundador del Conminform iban a confirmarse algunos aios después, poco antes del fallecimiento de Stalin. Como EI se sabe, once médicos rusos fue- ron acusados de haber dictaminado un tratamiento impropio en la curacién de Zdanov, dandose a en- tender claramente que en ello ha- bia propdésitos criminales. Muerto Stalin, los médicos inculpados mer- ecieron una exoneracién publica y sensacional. Todo habia sido un error de los investigadores. No obstante, nadie duda que la muer- KREMLIM te de Zdanov ocurrié muy opor- tunamente para Malenkov. EL OTRO ESCOLLO EL deceso de Stalin otra muerte que atin no ha sido esclarecida convenientemente (quince dias antes de ocurrir los embajadores de la India y la Argentina vieron al omnipotente dictador pleno de hae salud), ao significs sin embargo, para Malenkov Ja posesién del po- der absoluto. Debia compartirlo con Beria, que subitamente habia emergido como la segunda figura de la jeraquia soviética. Beria y Malenkov eran amigos. Ambos ha- bian luchado juntos para combatir la influencia de Zdanovy, y es, po- sible que los dos se ayudasen para provocar el “ataque cardico” que le Hevo al otro mundo. De todos modos, fueron Beria y Malenkov los que, muerto Stalin, se apre- suraron a exculpar a los once mé- dicos encausados por la muerte de Zdanov. Ahora estaban juntos de nuevo para impedir a Molotov cualquier maniobra que lugar de Stalin Logrado esto por la conjuncion de los resortes que ambos tenian en sus manos (Malenkov el partido y-. Beria la poderosa y temida MVD), el poder quedaba entre ellos, con Molotov en una especie de posicion inter- media, como de equilibrio. Pero ni el uno ni el otro se satisfacian con ese poder compartido. Al pa- recer, Beria fué el primero en ac- tuar contra su companero de man- do. Todos sabemos como termind la arriesgada aventura del antiguo jefe de la policia soviética. iCual fué el error o la imprevi- cidn de Beria? Quiza le falté una mujer como Elena Kruscheva, fa- mosa, inteligente, con muchos ami- gos en todas partes del imperio soviético. Hemos dicho ya que la senora de Molotov es amiga de Elena, una vieja amistad que fud el puente donde se encontraron la artista y el futuro primer min istro. Cuando Malenkov descubra el movimiento de Beria, Elena acu. de a su amiga, y entre ambas de. ciden la alianza de sus maridos contra el amenazador adversario, que pierde la partida por infriori- dad de. fuerzas UN PEON DE ELENA Todavia el pleito entre los as- pirantes al poder en Rusia no esta decidido. Pero Elena cuenta con un nuevo peon en el dramatico aje- drez del Kremlin; es Nikito S. Kru- schev, su propio hermano. Hace diez anos, nadie conocia a Nikita. Todo lo mas era el her- mano anémino de la famosa can- tante. Hoy ocupa el influyentisimo cargo de secretario general del Comité Central del partido comu- nista, de que Stalin se valid pa- ra desplazar a Trotsky muerto Le- nin. Por orden jerarquico, ese al- tisimo puesto debia {orresponder a Malenkov. Pero éste, al parecer, lo ha cedido.a su cufado, gPor decision propia o por insinuacion de su mujer?. El detalle puede importar poco, teniendo en cuenta que de todos modos, Nikita es hermano de Fle- na. Ademas de secretario geaeral del partido, Kruschev es Ministro de Agricultura, y en caracter de tal rindié el mas importante de los informes presentados ante el ultimo congreso del partido, in- forme que, poniendo de relieve la alarmante baja en la produccién agricola soviética, contenia un vas- to plan de reformas del sistema agrario colectivo, como resultado del cual se haran grandes conce siones a los campesinos. El plan ha sido comparado a la Nueva Poli- tica Economica. (“un paso hacia atraés para adelantar dos’) que Lenin delineé en 1922 para salvar al régimen de la bancarrota. Conocido todo esto y lo demas que puede inferirse, ;quién se se atreveria a dudar de que en el Kremlin hay ahora una mujer que entiende y decide en las graves cuestiones del estado soviético? Con su talento, con su indudable ascendiente sobre el marido, con la simpatia que su nombre despier- ta en toda Rusia, Elena Kruscheva es hoy una figura del poder en el imperio comunista, cuyo brillo se proyecta sobre la crasa silueta del hombre que ha sustituido a Stalin, PAG3 lo colocase en el - : ) ' | | , ; ;