Diario las Américas Newspaper, January 20, 1957, Page 15

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— ‘eee ~ Se — : ' ae a cmmenensennccnem cee + ae are eC oemas de Gabriela Mistral El Ruego Senor, Tu sabes como, con encendido brio, por los seres extrafios mi palabra te invoca. Vengo ahora a pedirte por uno que era mio, mi vaso de frescura, el panal de mi boca. Cal de mis huesos, dulce razon de la jornada, geciee de mi oide, cenidor de mi veste. e cuido hasta de aquellos en que no puse nada; ino tengas ojo torvo si te pido por éste! Te dige que era bueno, te digo que tenia el corazon entero a flor de pecho, que era suave de i!ndole, franco como la luz del dia, henchide de milagro como la primavera. Me replicas, severo, que es de plegaria indigno el que no unté de preces sus dos labios febriles, y se fue aquella tarde sin esperar tu signo, trizandose las sienes como vasos sutiles. Pero yo, mi Sefior, te arguyo que he tocado, de la misma manera que el nardo de su frente, todo su corazon dulce y atormentado iy tenia la seda del capullo naciente! éQue fue cruel? Olvidas, Sefor, que le queria, y él sabia suya la entraiia que llagaba. éQue enturbio para siempre mis linfas de alegria? iNo importa! Tua comprende: jyo le amaba, le (amaba! Y amar (bien sabes de eso) es amargo ejercicio; un mantener los parjados de lagrimas mojados, un refrescar de besos las trenzas del cilicio conservande, baje ellas, los ojos extasiados. El hierre que taladra tiene un gustoso frio, cuando abre, cual gavillas, las carnes amorosas. Y la cruz (iTa te acuerdas! oh Rey de los judios) se lleva con blandura, como un gajo de rosas. Aqui me estoy, Sefior, con la cara caida sobre el polvo, parlandote un crepusculo entero, © todos los creptsculos a que alcance la vida, si tardas en decirme la palabra que espero. Fatigaré tu oido de preces y sollozos lamiendo, lebrel timido, los bordes de tu manto, y ni pueden huirme tus ojos amorosos ni esquivar tu pie el riego caliente de mi Ianto. iDi el perdén, dilo al fin! Va a esparcir en el (viento da palabra, el perfume de cien pomos de olores al vaciarse; toda agua sera deslumbramiento; el yermo echar4 flor y el guijarro esplendores. Se mojaran los ojos oscuros de las fieras, \ I. comprendiendo, el monte que de piedra forjaste orara ‘per los parpados blancos de sus neveras: itoda la tierra tuya sabra que perdonaste! Poemas del Hijo — [— {Um hijo, un hijo, un hijo! Yo quise un hijo tuyo y mio, alla en los dias del éxtasis ardiente, en los que hasta mis huesos temblaron de tu arrullo y un ancho resplandor crecié sobre mi frente. Decia: “un hijo!”, como el arbol conmovido de primavera alarga sus yemas hacia el cielo. {Un hije con los ojos de Cristo engrandecidos, la frente de estupor y los labios de anhelo! ! Sus brazos en guirnaldas a mi cuello trenzadosy el rio de mi vida bajando a él fecundo, y mis entrahas como perfume derramado urgiendo con su marcha las colinas del mundo. — Al cruzar una madre gravida, la miramos con los labios convulsos y los ojos de ruego, cuando en las multitudes con nuestro amor pa- (samos, iY un nifio de ojos dulces nos dejé como ciegos! En las noches, insomne de dicha y de visiones, la lujuria de fuego no descendio a mi lecho. Para el que naciera vestido de canciones yo extendia mi brazo, yo ahuecaba mi pecho.., El sol no pareciame, para bafiarlo, intenso; mirandome, yo odiaba, por toscas, mis rodillas, mi corazon, confuso, temblaba al don inmense iy un llanto de humildad regaba mis mejillas! Y no temi a la muerte, disgregadora impura; los ojos de él libraban los tuyos de la nada, y a la mafiana espléndida o a ia luz insegura yo hubiera caminado bajo de esa mirada... — | I Ahora tengo treinta afios, y mis sienes jaspea . la ceniza precoz de la muerte. En mis dias, como la iluvia eterna de los Polos, gotea la amargura con lagrima lenta, salobre y fria. Mientras arde la llama del pino, sosegada, mirando a mis entrafias pienso qué hubiera sidé un hijo mio, infante con mi boca cansada, mi amargo corazon y mi voz de vencido. Y con tu corazon, el fruto de veneno, y tus labios que hubiera otra vez renegado. Cuarenta lunas él no durmiera en mi seno, que solo por ser tuyo me hubiese abandonado. Y en qué huertas en flor, junto a qué aguas co- (rrientes lavara, en primera, su sangre de mi pena, si fui triste en las landas y en las tierras clementes, y en toda tarde mistica hablaria en sus venas. Y el horror de que un dia con la boca quemante de rencor, me dijera lo que dije a mi padre: “{Por qué ha sido fecunda tu carne sollozante y se henchieron de néctar los pechos de mi madre?” Siento el amargo goce de que duermas abajo en tu lecho de tierra, y un hijo no meciera mi mano, por dormir yo también sin trabajos y sin remordimietos, bajo una zarza fiera. Porque yo no cerrara los parpados, y loca escuchase a través de la muerte, y me hincara, deshechas las rodillas, retorcida la boca, si lo viera pasar con mi fiebre en su cara. Y la tregua de Dios a mi no descendiera: en la carne inocente me hirieran los malvados, y por la eternidad mis venas exprimieran sobre mis hijos de ojos y de frente extasiados. iBendito pecho mio en que a mis gente hunde igaome: mi vientre en que mi raza muere! ! cara de mi madre ya no ira por el mundo ni su voz sobre el viento, trocada en misererel La selva hecha cenizas retofiara cien veces y caera cien veces, bajo el hacha madura. Caeré para no alzarme en el mes de las miesey eonmige entran los mios a la noche que dura. Y como si pagara la deuda de una raza, taladran tos dolores mi pecho cual colmena... Vivo una vida entera en cada hora que pasa} como el rio hacia el mar, van amargas mis venag, Mis pobres muertos miran el sol y los ponientes, con una ansia tremenda, porque ya en mi se ciegam Se me cansan los labios de las preces fervientes que antes que yo enmudezca por mi cancién em (tregan, No sembré por mi troje, ne ensefié para hacerme un brazo con amor para la hora postrera, cuando mi cuello roto no pueda sostenerme y mi mano tantee la sdbana ligera. Apacenté los hijos ajenos, colmé el troje con los trigos divinos, y s6lo de Ti espero iPadre Nuestro que estas en los cielos! recoge mi cabeza mendiga, si en esta noche muero! > _°"BOMINGO, 20 DE ENERO DE 1957, : HEMISFERTO er er aaa

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