Diario las Américas Newspaper, January 29, 1956, Page 19

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ibertad y en América mimo y con orgullo, Ahora, ben- digzame, y crea aque jamas sa!7ra de mi coraz6n obra sin piedad y sin limpieza. La _ bendicié6n. Su José Marti. “P. S. Tengo razon para ir mas contento y seguro de lo que usted pudiera imaginarse, No son inutiles la verdad y la ter- nura. No padezca.” He ahi, a grandes trazos, la vi- da fisica del Apéstol, Su profun- da y alta dimension humana; su apostolade, sin precedente en- tre hombres; su impronta en la conciencia de todos los que ‘aman la libertad y el decoro son para ser dich@s por sus pares, al menos en lo intelectual. . , Max Henriquez Uretia; Jorge Ma- hach; Lizazo; Lugo; Rodriguez Embil; Carbonell; Quesada San- guily, . .y cien mas han escrito y dicho de las mil facetas intere- santes en que se desdobla fa per- sonalidad del Grande de la Pa- tria. A ellos y a los maestros de Cuba se deben la reverencia pe- renne al martir de Dos Rios y también la acendrada devocién a los principios de libertad, de- coro. y dignidad consustanciales al cubano medio. for ello, jamas soportara — de grado — la pre- sencia de las tiranias vergonzan- tes ni las dictaduras castrenses podran subsistir en tanto un ha- lito de vida aliente la fe en el destino de la patria, aun irreali- zado, y se nutran las conciencias en la fuente purisima del pen- sar, sentir y actuar martianos. En la histérica entrevista de la Mejorana, Marti griio, a pulmén entero, su repudio al predominio de las castas militares “aun a riesgo del dolor punzante de contradecir al fran guerrero, querido y admirado, que iba a quedar én Oriente” (Maceo), es- cribié Luis R. Embil en su “Jo- sé Marti, el Santo de América”, Amo tanto a la América toda, que Heg6 a identificarse con sus gilorias, penas y alegrias como se emocionan los hijos con los quereres y sufrimientos de la ma- dre buena, Nuestra América la lamé siempre y a ella cant6 su mejor e « » en la casa sita en la calle Paula Nam, 41 canto de esperanzas; su filial ter- hura; su encendida fe en los destinos del continente — obse- sion y orgullo. Pero, ademas del canto, su ac- tuar fué siempre parejo con el sentir panamericanista — Cénsul de varias republicas suramerica- nas, sirvid lealmente los inte- reses confiados y cuando Hlegé su hora de conspirador contra la vieja Metrépoli, abandoné los cargos para evitar problemas a sus representadas, Pero mientras no vacila en ponerse frente a la poderosa nacién que le acogid por defender las economias in- cipientes de las republicas mas abajo del rio Grande, como io probara en la Conferencia Mone- taria, celebrada en Washington, en 1891 y también en ocasién de la Primera Conferencia Inter- nacional Americana en 1889. Su concepcién panamericanis- ta sin embargo, no es limitada ni miope—. Adelantandose a los conceptos de interdependen- cia de las naciones, aspira a que nuestra América — crisol en que se fandira un mundo mejor — “cumple su misién historica en beneficio de la humanidad”’. No por ello dejé de amar a los Estados Unidos; antes bien, calificé a esta nacién como “la mas grande de cuantas erigié la libertad”, Y el amaba la libertad mas que ningun otro bien, No en balde pudo preparar en ella ia gesta heroica de nuestra libera- cién!, . .Pero, ademas previd y temié las duras realidades de los anos siguientes — no tan idos pa- ra los que aun suefian con la hegemonia sobre el indomable espiritu dé los que moran en los pueblos con altisimas montaiias y hombres que tienen altura de cordilleras, Por ANTONIO F. SILIO En Jamaica, poco antes del viaje final a su Cuba amada, Tanger — desaparecido ya Shang-hai como puerto libre en el extinguido Imperio Celeste — es hoy el unico del mundo que puede ufanarse™de ser la Ciudad Internacional, a la que conflu- yen, en anacroNico afan, razas, ideas y ambiciones. Puede que, exista uno o mas de los Ilama- dos puertos libres, pero no hay ninguno que se -distinga por las raras y _ heterogéneamente or- denadas caracteristicas de Tan- ger en donde todo es distinto, pero también todo esta reglamen- tado. y ordenado, Siendo Jo mas curioso, admira- blemente curioso, la extraordina- ria clase de gobierno que rige dicha ciudad y que es tan cos- mopolita como su misma pobla- cién. Ese gobierno lo componen los representantes o delegados autorizados de ocho potencias o paises que forman el que podria denominarse Consejo Supremo y en el cual actuan logs voceros, con especifica autorizacién del Sultan de Marruecos en primer lugar; Espafia y Francia, segunda cate- goria en su orden; Inglaterra, Italia, Bélgica y Holanda, lo que significa la presencia de Africa Mundo Nuevo. Un Colombiano por Exéticas Tierras TANGER, Conglomerado de Razas, Creencias y Color Por CARLOS PUYG DELGADO Tan kaleidoscé- caso debe ser grande pues el mo- pico personal ejecutivo tiene so- berana jurisdicioén sobre los cua- trocientos kilometros cuadrados que mide de extensién la ciudad tangeriana y sobre sus ciento se- tenta y dos mil habitantes, todo Io cual esta sobre el Estrecho en que se confunden el Atlanti- co y el Mediterraneo. No me enteré bien de la for- ma en que se mantengan Jas fi- Nanzas, que tienen que ser la ra- zon de la economia - tangerina, siendo lo mas digno de admira- cién saber que propiamente no existe la renta de aduanas, por- que ya se ha dicho que se trata de un Puerte Libre. Puede que exista la de atraque, que en este DOMINGO 29 DE ENERO DE 1956 vimiento de vapores es de ex- traordinaria importancia. Pero no se debe olvidar que la Ilegada de tanto vapor, hace necesaria una numerosa vigilancia por ser Tanger un lugar muy apropiade, un paraiso, para la indtroducién, en contrabando, de armas, mu- niciones y quiza — por qué no — de los malditos narcéticos que cada dia se quiere envenenar mas y mas a la humanidad. Du- rante mi corta permanencia, de cinco dias, supe que habian sido detenidos, por las autoridades portuarias, dos vapores que lle- vaban buena cattidad de ele- mentos de guerra, modernos, que iban en direccié6n al tragica- mente ensangrentado — Marrue- cos francés. Pero no siendo,' como no es, mi propésito analizar ese aspec- to de la situacién de Tanger me limito a consignar la admiracién que me produjo presenciar el or- den ciudadano,en que alli se vi- ve, la magnifica reglamentacion de su babilénico trafico, el in- discutido aseo de sus calles, la belleza y tentador lujo de sus almacenes y vitrinas, muy faciles de robar en apariencia por lo menos, y de muchas elogiosas virtudes ciudadanas, que en otra parte se podran explicar pero que en una ciudad marroqui tie- nen adn mayor merecimiento! Afirmacién ésta que se enten- dera mejor al saberse que en Tanger pueden entrar y senlag@ sus reales (con dinero o sin él) quienes deseen hacerlo, de ailf que haya dado asilo a mas dé un indeseable. Sobre todo de iod lugares vecinos como Marruecos, Francia y principalmente de Es pana. Cualquier persona, homes bre o mujer que tenga que dar la’ “espanta” de su patria, pot una raz6n o por otra, puede ir a Tanger y si alli se maneja bien y lleva una vida normal nadie lo molesta. Entre otras cosas pov que nadie se interesa por el pas sado de ningtin otro nadie. A pesar de lo cual Tanger es ung ciudad tranquila, segura y haste agradable. Contribuye a esto ultimo ef que también hay muy buena gem te de todas partes, especialmen te de Europa y mas ge mente de Espana, Gente de vem) dadera cultura y hasta de abos lengo, que ha ido al lugar po? asuntos de negocios o por : j do del clima, que no es exagei do en ninguna de las estacio: que torturan al viejo mundo, esa gente no habria nada | hablar pues merece el elogio | toda sociedad bien organizadey Con Ia diferencia a su favor —€ (Pasa a la Pagina 10) HEMISFERIO— rae.

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