Diario las Américas Newspaper, February 7, 1954, Page 18

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Observando su actitud frente a la vida se llegaba al convenci- miento de que mas pronto 0 mas tarde, algo grave tal vez ferrible, habria de ocurrir en el seno de la familia Gededén. En total los miembros de esta familia predestinada, no eran mds que cuatro: el padre, la madre dos hijas bellisimas. Desde ha- ia muchos afos vivian en la par- te alta del Este de New York, hhabiendo ocupado distintos apar- tamentos en un sector de ese dis- trito donde el espacio de una cua- dra representaba la transicién en- tre las residencias de familias dis- tinguidas y las viviendas de ele- Mentos escalosos y poco recomen- EL CA Pocas semanas mas _ tarde, Ronnie hizo un descubrimiento a- larmante y en seguida le pidié consejo a su madre. Mary visi- blemente preocupada se apresuré a preguntarle: “;Quien es el hom- bre?”. Ronnie le hablé del funciona- rio municipal amigo del magnate de Hollywood. La senora Gededn siempre optimista a pesar de las contrariedades se frotd las ma- nos anunciando al mismo tiempo: “Menos mal que se trata de un hombre distinguido. Ahora vas a ser una mujer importante, por que tendraé que casarse contigo”. Pero el alto funcionario muy bien enraizado en la politica neo- SO DE te de los que acudian atraidos por sus anuncios era de ese tipo de gente de la que sélo se pueden esperar dificultades. Todos tenian algo raro, lo mismo era actores, que mitsicos que dependientes de bares. Bastaba cambiar cuatro pa- labras con ellos para darse cuen- ta de que eran excéntricos, bebe- dores, narcémanos o conquistado- res profesionales. Ni un solo hués- ped de Mary Gedéon, dejé de crearle algun conflicto. Cierta noche en 1935, Mary, siempre optimista le dijo a sus hijas: “N inas, he alquilado la habitaciOn del fondo a un joven muy bien parecido. ;Un hombre realmente simpatico!. Ronnie, verdaderamente intere- sada, pregunté: “;Qué edad tie- ne?”, “No sé. No me lo dijo, pero es bastante joven y un gran tipo. No vayas a hacer locuras, acuér- date...” A Be nadie en la casa habia visto. con la familia que habia llegado a Bajo los efectos de esta peno- desconocer por completo su auto sa indecisién que lo afectaba ridad, abandoné el techo hogare- grandemente, Irwin no habia dado ho, estableciendo su vivienda en sefiales de sentirse atraido por el propio taller de tapizar. la belleza de Ronnie. Era uno de Ronni y su madre se mudaron los pocos hombres que habian vi- @ su vez a un apartamento en vido en la casa que no la hubiese el cuarto piso de un edificio en mirado codiciosamente aunque so- la parte Este de la calle 50, en lo fuese una vez. A la muchacha el que alquilaron dos _habitacio- no le interesaba particularmente nes. Uno de sus huéspedes era el escultor, pero su amor propio una joven modelo como Ronnie, se sentia lastimado. jEstaba tan y el otro un inglés nombrado . acostumbrada a que la admirasen! Frank Byrnes, empleado del Rac- Su coqueteria la indujo a hacer quet and Tennis Club. algo que deslumbrase al escultor. En la noche del sabado 27 de Un dia se las arreglé para que- marzo, la modelo que tenia al- darse sola con él en la casa. Ir- quilada una habitacién en casa win estaba en su habitacién y de las Gededén, se fué al campo Verénica en la suya. Lo lamé con objeto de pasar tres o cuatro desde alli y cuando el joven llegé dias de vacaciones, Ya con la ma- a su puerta le dijo que entrara. Jeta hecha estuvo a punto de a- Lo recibié desnuda y sentada en rrepentirse del viaje pero a ultima la cama. hora, por suerte para ella, se em- Irwin no pudo refrenar una barcé. Byrnes regres6d a su habi- frase de sorpresa y entusiasmo,tacion a las nueve de la noche, LA MODELO ESTRANGULADA @ables. Los Gedeén vivian en una Ge estas cuadras intermedias y se complacian al dar su _ direccién Que sonaba bien. El jefe de la familia era un ombre de corta estatura, delga- lo y canoso. Habfa nacido en ungria y gustaba de la cerveza. u semblante era agradable, su @pariencia inofensiva, lo que con- trastaba extraordinariamente con BpIA ap soipeur sns Biueqg ‘ed u lenguaje cortante y Aspero. Psaba espejuelo y fumaba en pi- Gel taller de tapicerfa del que era ropietario, situado en la calle 34 oe cerca de la Tercera Aveni- @a. Tenia fama por la excelente alidad de sus trabajos y nunca i faltaban clientes. Pasaba el dia @n su establecimiento y por la oche se entretenia jugando al illar y apurando vasos de cerve- ga en el Bar Corrigan que abria Sus puertas a poca distancia de gu casa. La madre de esta familia cuya guerte habria de provocar tantos ¢gomentarios, tuvo como su mari- lo, su cuna en Hungria. En su uventud fué el protetipo de la lleza magyar y ahora en sus arenta todavia causaba esplén- ida impresion. Desde siempre tu- Yo extraordinaria predisposicion ara verse en dificultades y con- atiempos. Si en la tienda donde acia sus compras habia un huevo alo, era seguro que Mary Ge- leon lo recibia con los mandados, éndose obligada a volver al es- blecimiento para reclamar que lo cambiasen. Si en cualquier rte sobresalia la eabeza de un avo, era inevitable que fuese la quien se enganchara, rom- iéndose el vestido. Las hijas — Ethel y Verénica— @ran por su caracter dos polos Opuestos. La primera dos anos Qhayor que la otra, era rubia de emperamento apacible y de mo- fu impecable. Verénica en cam- io era apasionada , impecable y Goqueta. Como su hermana, era ubia e igualmente seductora. thel comenzé a trabajar en una Oficina y al poco tiempo se com- rometio con un joven serio y formal. Sus relaciones fueron in- tachables. Verénica que preferia Que la llamaran Ronnie, no sin- tiendo interés por las labores ofi- @inescas se dedicé a modelo para @rtistas. A los dieciseis anos se @asé con Robert Flower, dueno de un quiosco en el que expen- dian helados y _ perros-calientes. 1 matrimonio no duré mucho. Veronica se cansd de los refres- cos y las fritas y obtuvo un di- vorcio. A los 18 afos la belleza de Ve- yonica era sorprendente. Atraia a istancia y apasionaba de cerca. onaba con ser estrella de la pan- talla. Era voluptuosa y extraordi- hariamente coqueta. Su _ talento hho era grande, pero habia sabido anarse incontables amigos. Una oche durante una fiesta en reenwich Village, conocié a un rominente funcionario munici- al, Este individuo al darse cuen- dg las aspiraciones cinemato- Aficas de Verdnica, se las arre- 6 para darle la falsa impresién l@ que era intimo amigo de Cecil , DeMille, y aprovechdé el inte- de la muchacha para enamo- Garla. yorkina era casado y un divor- cio hubiera perjudicado su carre- ra. Ademas queria a su esposa y ella por su parte nunca hubiera consentido en darle facilidades para que pudiera casarse con otra. Ronnie en consecuencia se sometié a una intervencion qui- rurgica clandestina para evitar la maternidad. José Gedeén que atando cabi- tos como corrientemente se dice, llegé a saber la desafortunada a- ventura amorosa de su hija, des- pués de recriminarla por sus de- bilidades con los hombres, la ur- gid a que cambiara de trabajo. “;Por qué no buscar otro empleo en el que no tengas que desvestir- te delante de la gente?”. Ronnie le respondié arrojandole un ceni- cro a la cabeza. La madre se puso al lado de la hija y ali n- ortunado marido se le fué ha- ciendo cada vez menos agradable la vida hogarefia. Con objeto de aumentar los ingresos familiares, Mary alquila- ba una o dos habitaciones de la casa. En este empefo su predis- posicion para verse envuelta en problemas se evidencid de una manera alarmante, La mayor par- El individuo en cuestidn era Robert Irwin, escultor. Era_ tri- gueho, de buena figura, un hom- bre normal y serio. Vestia buena ropa, bien cortada, parecia inte- ligente, activo y hacia pensar que su futuro artistico seria brillante. Parecia inseparable de una ca chimba que siempre llevaba vacia entre los dientes. Sus modales eran distinguidos y su conversa- cion amena y formal, aunque a veces decia cosas un tanto raras que Mary no podia comprender, atribuyéndolo mepero, a que su cultura era muy escasa. No levaba Irwin muchos dias viviendo en casa de los Gedeon, cuando las muchachas compren- diero que el elegante huésped acabaria por darles un dolor de cabeza. El escultor comenz6 a dar senales de estar bajo los efectos de una depresién nerviosa y a explicarles sus vacilaciones, sus dudas. No sabia, en suma qué camino tomar, y les pedia conse- jo. Unas veces parecia decidido a dejar la escultura y entrar en un seminario para dedicarse a la carrera del sacerdocio y otras por el contrario hablaba de organizar una exposicion de sus obras, que pero en seguida dijo: “Espere un Estaba muy cansado después de momento, voy a buscar un poco un dia de intenso trabajo. Mary de arcilla...! jEs una modelo ma- Gedeon estuvo sola en la casa ravillosa!. hasta la llegada de Byrnes,de- A contar de esa hora, Ronnie bido a que Ronnie habia ido a se complacié en hablar mal del una fiesta fuera de la ciudad en escultor afirmando que su hom- compafia de su amigo Esteban bria estaba en la ropa y no en Butter, corredor de Bolsa. su conducta con las mujeres. Es- Cansada de las tareas del dia, taba equivocada por completo. Ir- Mary se desvistid y poniéndose win era todo un hombre, pero en su bata de noche, ses enté a leer el momento en que Ronnie lo una revista poco después de lle- llamé a su habitacion, estaba lo- gar Byrnes. camente enamorado de Ethel, al Un caballero nombrado Cosme extremo de haberle confesado po- Cambinias, residente en el segun- cos dias antes a Mary Gedeon, do piso del edificio en que vivian que su idea de ingresar en un Jas Gedeén, y precisamente al seminario obedecia a que des- fondo o sea la misma posicién del pués de haber conocido a Ethel, apartamento que ellas ocupaban, ninguna otra mujer le interesaba, oyé un grito que identificd como y que ella por su parte, no tenia proferico por una mujer, exacta- mas ojos que para su novio. mente a las once de la noche. Por fin la depresién nerviosa Cambinias que habia aprendido a acentuada en cierto modo por la conocer las voces y los ruidos de indiferencia de Ethel, hizo crisis. los distintos apartamentos de la Irwin encerrado en su habitacién casa, quedé convencido de que no se infiriéd varias heridas. Lo tras- se trataba de un arrebato ama- ladaron a un hospital y de alli tprop p una explosién de alcohd- pasd a un asilo de dementes. lico, sino provocado por el terror. En la primavera de 1937, Ethel Fué un grito corto y vivrante se cas6, yéndose a vivir con su que le dejé la impresion de que marido. Casi al mismo tiempo su habia sido cortado al taparse la padre cada vez mas disgustado boca con las manos a la persona

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