Diario las Américas Newspaper, February 17, 1957, Page 14

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WM. UYesiro ensa se Por decreto del Poder Ejecutivo, dictado a través del Ministerio de Comunicaciones, se ha prohibido en Cuba las transmisiones por televisién de bailes inspirados en la musica morbosa y estridente del Ilamado ‘’Rock’n Roll’’ .que esta llegando ahora a hispanoameérica. Saludable es desde el punto de vista moral y artis- tico:la medida en referencia, porque esa musica y, sobre todo la manera en que se baila, desprovista de toda ele- gancia y sensibilidad espiritual, es incompatible con la cultura, con la decencia y moral publicas. Bailes como los que se exhiben al compas de esa llamada musica no pueden ofrecerse como espectdculo publico para llegar.a los hogares, al seno de la familia, por los canales de la televisién. Si esto fuese permitido, la television violaria la majestad del hogar, introduciendo. la pornografia donde reina, o debe reinar, la rectitud moral. Lo ideal seria que no fuese necesaria la accién de la autoridad para combatir esas exhibiciones inmorales que siguen el ritmo de una musica chillona y vulgar. La sola reacciédn de la gente decente deberia de ser su- ficiente para erradicar ese mal social. © Pero, si por una u otra razén, esa reaccién no se produce con la rigidez que el motivo demanda, entonces es preciso que, como lo ha hecho el Gobierno de Cuba, se proceda a prohibir esas transmisiones vaciadas en moldes de corrupcidén. La Responsubilidad de Jas Madres También las ninas forman parte de este mundo y tam- bién hay que pensar en ellas cuando se trata de su arreglo y de empezar a ensefiarles ya temprano los rudimentos del tocador. No se trata de exagerar, por supuesto, y de que a esa edad se les ensefe a pintarse 0 a coquetear o cosa por el estilo, pero se trata de jugando y jugando regalarles uno de esos conjuntos de botellitas que. contienen un lacre para pintarse las unas. Este lacre debe ser incoloro, pero la idea es el darles un sentido del arreglo que se hacen las mujeres y no andarles diciendo: “No, eso no es para ti” o “no, no puedes usar, eso todavia” y cosas asi por el estilo, pues mientras mas no se usen mas deseo tendra ella de ponerse este lacre a escondi- das de los demas. Y no hablemos sdélo del arreglo. La madre puede empezar a ensefarles a-cocinar y si esté en la cocina, em- pezar a hacerles pelar patatas asi jugando también y darles un pedacito de masa para que empiecen a darse cuenta de cémo se hace el pan y de este. modo iran aprendiendo prac- ticamente muchas cosas que forman parte de la vida de las mujeres. Pensamientos Mas que en el ser amado, la razén del amor esta en el que ama. — CAMPOAMOR. * eH El que ama mucho, habla poco. — B. CASTIGLIONE. * * * Si el amor es la primera de las pasiones, es porque halaga a todas las demas. — HONORE DE BALZAC, * % * : Donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura. — CERVA:!TES. * % El amor es quien inspira las grandes empresas y quien estorba su cumplido. — A. DUMAS, HIJO. * % % Cuando grita-el orgullo es porque el amor calla. — PHILLIPPE GERFAUT. * ex Media vida, la mas bella mitad de la vida queda oculta al hombre que no ama apasionadamente. — STANDHAL. *% * Amor es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolen- cia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida, una blanda muerte. — ROJAS. : * # * jOh, amor todopoderoso, que, en cierto modo haces de una bestia un hombre; y, en cierta manera, también, haces de un hombre una bestia. — W. SHAKESPEARE, * % En la primavera del amor los amantes hablan de lo ekg en el ocaso hablan de lo pasado. — ANDRE DE UROIS. Nueva York, Ciudad de Poca Sonrisa Por Jesiis Maria Santaliz _ En un velero — el Media Lu- na— y con una tripulacién de aventureros ingleses y holande- ses, el Capitan Enrique Hudson descubre, hace mas de tres si- glos, el rio que hoy lleva su nom- bre. Enloquecido, cree haber des-: cubierto la ruta de trecho al reino de la seda. Sobre el estuario del rio y con pretensiones ;ticas de llegar a Dios, respira profundd la ciudad de Nueva Yoak. Dédalo de mara- villas. Antorcha de la prisa. Con- ciencia de luz. Emporio de pasio- nes. Desafio al destino. Plutocratica y cosmopolita. Bastante hebrea. Con piscinas de agua templada en pleno invierno. Indiferente y parejera. Con puen- tes colgando de nubes. Arboles sin clorofila. Nieve sin sangre. Esca- leras. El periédico se vende solo. La gente lee mucho y habla muy poco. En hipérbole, podria ase- gurarse que en Nueva York ni se almuerza-ni se duerme. Se re- za en mil lenguas, pero apenas se saluda. Ciudad noctivaga, in- somne, donde la neurosis y el placer vagan solos. Donde el in- glés se mastica y dialecta. Ciudad de poca somrisa. La luna no sabe a nada. Y el ruido y el humo se juramentan para enaltecer la emocién. El frie afemina los ra- yos varones del sol sin manci- llar su dignidad de -hombre. _El epicentro del lujo esta en Ja Quinta Avenida. Donde hay abrigos de pieles de mas de $60,- 000. Y perros satos con abrigos de raza. jBendito, el que yo lucia era prestado! Pero el resplan- dor comercial de la avenida en- cuentra su réplica en la venta ambulante. Y esta también el quincallero de yarda de Diaz Al- faro. Al igual que en la plaza de mercado de Rio Piedras, el pobre tendero duerma en el suelo cui- dando su mercancia. En Nueva York habla la ma- quina, pero no siempre enmude- ce el hombre. Es incompatible la incomunicacién del ser humano frente a la comunicacién de lo imhumano. Trenes que reptan por el subsuelo y cruzan a nado por debajo de los rios. Trenes que se remontan sin alas. Tranvias, autobuses, aeroplanos, dirigibles y trasatlanticos. Teléfonos y ca- bles. Radares. Para proporcionar a ocho millones de habitantes conciliacién con la distancia. Y garantizar retornos. A veces. ‘Nueva York no cree mucho en la institucién de la visita. La puerta de entrada a la casa — la que bes6é Pont Flores a su re- greso de Espafia — siempre esta cerrada. Pero la hospitalidad del boricua que maravillé al detecti- ve americano, no tiene cerradu- ras ni timbre. Mientras el enigmatico chino odia la prisa por considerarla antioriental dentro de su tradi-- cién amarilla, y vive abrumado de tedio y té verde, el boricua acurrucado en el Bronx y en otros sitios, se ajusta a las velo- cidades de la civilizacién. Y con su hospitalidad de par en par, recibe al cosmopolitismo. Es curioso. En la forma de adorar se identifican calvinistas, hugonotes, protestantes, anglica- nos, ortodoxos, sismaticos, cuéa- queros, hebreos y confucionistas. Me enteran que el catolicismo aumenta cada dia mds en- predi- camento. Pero el hecho es que en Nueva York la Cruz, el Evan- gelio, el Ave Maria y el Padre Nuestro, no estan solos. Las pagodas y simagogas exis- ten sin impresionar y a veces impresionando, especialmente a turistas. Santa Clo con su barba de nieve y carcajada de vitrina —sin abrigo y en su habitat— luce patriota. Aqui esta, Angela Luisa mas fuera de cuadra. El “hot-dog” tiene la ubicul- dad, omnipresencia y animosi- dad del arroz blanco. Es poliglo- HEMISFERIO.. _ CU iad: JOSE MARIA SEGOVIA ESCRIBE DESDE ESPAAMA ......« Cadiz en Fiestas (DESDE CADIZ)—Con la llegada de cada mes, descu- ' brimos nuevas sorpresas a quienes nos visitan. Espana, vivero insaciable de tradicién, folklore e historia, -muestra en cada estacion del ano una estampa peculiar y distinta que admira al turista y llena de gozo y hondo sentimiento alegre y expansivo a los espanoles. Con la Ilegada de febrero, algunas ciudades se enga- lanan y visten de color con la algarabia y sugestiva belleza de sus fiestas. A la cabeza de ellas Cadiz, ‘‘salada claridad” del Atlantico, estrema su mas expansivo jubilo en la cele- bracién de sus Fiestas Folkloricas Tipicas, de auténtico sabor andaluz y carnavalesco. Son estas Fiestas una renovacién caricaturesca del antiguo y afortunadamente desaparecido Carnaval, donde mascaras sin caretas, trajes de todas épocas y clases, entre un deslumbrante diluvio de flores, papelillos y confetis, forman con el enredo de las serpentinas un vivo cuadro de diversién sana y elogiosa. Quizds en el fondo de esta antiquisima tradicién, re- salte por su importancia y sentido, el conocimiento y aficién a la musica, que esta vez se hace copla con letras de gra- ciosisimas rimas y magnifico sentido del humor. Fina y desbordante simpatia que causa deliciosa euforia en el animo de los gaditanos. k Cada afio‘es mayor el numero de forasteros y turistas que se desplazan a Cadiz para gozar de este inolvidable dia, porque en cada “‘tanguillo’’—éste es el nombre de la-melo- dia popular—con aires de guitarras y armonia de hacen- drado amor a esta tierra andaluza, va la mejor ensefia de la-Bahia Gaditana a cuantos tienen la gentileza de visitaria oe estos dias invernales, llenos de sol y de ideal tempera- ura. Las principales agrupaciones que recorren las calles se clasifican en Chirigotas y Coros. Las primeras estan compuestas por varias. parejas, generalmente cinco, y un solista que lleva en ultimo lugar bombo y platillo; los restantes simplemente van accionando al andar en pintorescas pantominas y saltos burlescos, entonando cada vez que se detienen sucesos de indole local. _ , Los Coros, estan formados por mayor numero de in- dividuos, veinte o treinta, que subidos en artisticas carro- zas también cantan partituras acompafiadas con instru- mentos de cuerdas. El cenit de estas Tradicionales Fiestas Folkléricas, culmina con una vistosisima Cabalgata en la que toman parte cientos de integrantes y que recorre las principales calles de la ciudad. _ Al final se celebran fastuosos bailes de disfraces, en el principal Teatro que lleva el nombre del ilustre hijo gadi- tano e inmortal compositor Manuel de Falla, en honor de la Reina de las Fiestas y de su Corte de Honor. La batalla de serpentinas y confetis por las calles es constante entre el bullicio y contento general. _Asi vive esta provincia espafiola, representada en su Ps sus Fiestas Folkléricas Tipicas, con la llegada de ebrero. _ Son muchos los extranjeros que se desplazan a la antigua Gades en ese afan de pasar ratos inolvidables de color, gracia y “salero” comio decimos aqui en Andalucia, a orillas de una Bahia incomparable, entre la blanca inti midad de la salinas y el ardor dorado de los vinos que desde Jerez de la Frontera esparcen sus aromas y cantares al mundo entero. Cuando la noche llega a las mil parpadeantes Juces de los luminosos, anuncian el fin de la jornada, quedan pren- dido en el ambiente los ecos de la copla popul : esta regién: pla popular, piropo de : “jAy, mi rinconcito, de Andalucia, cuando Dios te hizo, que alegre estaria...!” —_— ee ——S—S————F— ta. Domina casi todas las lenguas al medio dia. Inclusive la semiti- ca. En las noches furiosamente frias le ocurre a uno lo que a algunos artistas de nuestra tele- visién: no sabe qué hacer con las manos. Hay un respeto organico a la ley. Se protege al débil. La mujer, el perro, la paloma y el nifio valen tanto o mds que e] hombre. Alla no es pecado ser viejo. Y Ja mujer se casa con facilidad. No hay’ piernas delgadas. Y la Policia, a pesar de sus ojos azu- les, pelo rubio y arquitectura real, no come muchos cuentos. No vi la de Alejandria, pero la biblioteca publica de Nueva York mada tiene que envidiar. Alberga 140 kms. de pilas de li- bros. Aproximadamente, 5 mi- llones. El que quiera leer la primera Biblia impresa por Gutemberg, POMINGO, 17 DE FEBRERO DE 1957 tUCi &F OADTEFA Sie que hable con Jorge Bird. El americano de Nueva York condimenta la comida en el pla- to. Directamente de -la olla, co- mo lo hace mi mujer, sabe mejor. Al regresar, Andrés Bueso me invita para una tenida de vispera de Reyes en su hogar. Estaba Fa- cundo, su hermano (fisico. Al- guien le pidié que~ hipnotizara, EI primero en caer en letargo fue otro matematico, Fermando Roca, Siguié un acuarelista, Sureda. Al llegar mi turno ofreci resistencia a la sugestién. Ya Nueva Yrok me habia hipnotizado. Para terminar. Me atrevo ju- rar ante la Biblia de Gutemberg, que Tito Lara canta mejor que Elvis Presley. Que Nueva York es una ciudad con alma y sin. ninguna. Y que no cambio una casita rascatierra de Puerto Nue- vo, por un rascacielo en Manha- ; ttan. Se bw ead

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