Diario las Américas Newspaper, February 24, 1957, Page 20

Page views left: 0

You have reached the hourly page view limit. Unlock higher limit to our entire archive!

Subscribers enjoy higher page view limit, downloads, and exclusive features.

Text content (automatically generated)

Ee ee ne STOCKBRIDGE ~ —————$—$—$ $$ $$ - ALDEA SINGULAR DE NUEVA I. Por ANTHONY G. RUD A PESAR DE ESTAR SITUADA en un sitio muy apropiado para la industria, la margen de] rio Housa- tonic, Stockbridge no es un centro fabril ni se puede decir que sea una ciudad, porque sdlo cuenta eon 2.200 habitantes y sus casas eomerciales no pasan de una doce- na. Es un lugar de residencia, y ca- si todos los moradores trabajan fuera de él, sea en las tres pobla- ciones masp roximas, a unos once kilémetros de distancia, donde se producen sobre todo tejidos y pa- pel, o bien en Pittsfield, activa eiudad de 56.000 habitantes, um po- eo mas lejos, a casi veinte kilé- metros de recorrido. Antiguamente, las actividades principales de Stockbridge eran la agricultura y la ganaderia, aun- que todavia hay buenos hatos de ganado lechero en las afueras de la poblacién, Ademas de los agri- cultores corrientes, hay ahora ha- cendados ricos que sélo reciben los pingiies beneficios delegando én otros los trabajos. Equivalen a los cottagers de hace medio siglo, cuyas enormes heredades constitu- yen uno de los atractivos de Ja ciu- dad. Ni Ia luvia ni la nieve ni el frio nocturne impiden cumplir su itinerario al cartero Tom Carey. Debido a las mansiones que cons- truyeron esos acaudalados terrate- nientes y a la multitud. de vera- neantes que llegan anualmente, Stockbridge no es una tipica po- blacién de Nueva Inglaterra ni po- ‘dria considerarse caracteristica de Jossuburbios residenciales norte- americanos. Para los moradores au- ténticos combina lo mejor de am- bos. En el verano, los turistas perci- ben de inmediato la paradoja de Stockbridge: en la calle principal, que en determinado trecho coinci- de con una autopista moderna, se ven todavia viejas mansiones colo- niales ocupadas hoy por hoteles de primera; a la vez, la intensidad y variedad del trafico som del puro siglo XX. El problema, igual al de toda la Nueva Inglaterra contem- poranea, es saber si Stockbridge podra conservar ese encanto anti- guo y mantenerse-en buena situa- eién econémica. : En el inverno casi no llegan turistas salvo unos pocos esquiado- res que van mas hacia el norte. Entonces es cuando Stockbridge muestra la austeridad de su gente, tan tipica de la Nueva Inglaterra. Mientras en el verano se ocupaba en agradar a los forasteros, en el invierno el pueblo se dedica a ce- lebrar cabildos abiertos, a colectar fondos para algtin objeto laudable, a reunirse en las iglesias para fun- ciones diversas. En febrero se retinen los elec- tores en el Ayuntamiento para practicar “democracia directa” a la moda tradicional de la Nueva In- glaterra. Debaten libremente los asuntos colectivos y redactan ellos Mmismos las leyes, sin la interven- eién de concejales, diputados ni senadores. Eligen a quienes han de ocupar los cargos indispemsables y votan la suma para el presupues- to del afio siguiente. Por supuesto, este sistema no deja de tener sus, detractores. Casi todos los aiios, al- gin iconoclasta publica su queja contra los electores que faltan a las reuniones (olvidando que si com- _ Parecieran todos los mil cien el re- cinto quedarfa atestado). “;Qu: de Ia ouenca de Stockbridge, Desde la terraza de Ia casa del director de orquesta Serge Mousseviteky se domina el- magnifico panorama democracia es ésta?” exclama el intransigente. El escéptico llega a veces a decir que los electores ni siquiera comprenden algunos de los asuntos mas complejos sobre los cuales deben decidir, También en este punto los incrédulos tienen razon. Pero sea como fuere, las co- sas acaban por realizarse, y la co- rrupcién y el soborno son, por de- cirlo asi, desconocidos. A medida que se aproxima el verano cambia perceptible- mente el aspecto de la ciudad; co mienzan a aparecer turistas de ca- ra palida y, frente a los dos hoteles mas grandes, automéviles con pla- cas de otros estados; se inauguran las temporadas de teatro, golf, tenis y de bailes; el Centro de Horticul- tura de Berskhire, institucién se- mipublica, promueve sus acostum- bradas fiestas y exposiciones de jardines y huertos; y muy cerca, en Tanglewood, se realiza el famo- so festival de miusica, sin igual en el pais, que dura como mes y medio. Justamente ese festival es lo que mas acelera el pulso de toda la region durante el estio, pues a ve- ces llegan hasta catorce mil perso- nas a un solo concierto. En los fi- nes de semana afluye gente de lu- gares distantes, y todo cuanto sea hotel, pensién y hasta casa parti- cular se colma de huéspedes. Tanglewood fue el nombre que dio el novelista Nathaniel Haw- thorne a la parte norte de Stock- bridge, donde residiéd en el siglo XIX cuando escribiéd Tanglewood Tales (Cuentos de Tanglewood). El nombre “pegé” y hoy se aplica a toda una regién de bosques que llega hasta la vecina ciudad de Le- nox, lo que, ademas dio origen a una fuerte rivalidad entre los ha- bitantes de las dos. Gente de. am- bas localidades se reunié en 1934, en casa de la senhora Gertrude Smith, para iniciar los festivales, cuya direccién pasé mas tarde a manos de la Orquesta Sinfénica de Boston. La fundacién de Stockbridge tu- vo lugar en 1736 y resulté del in- terés del Reverendo John Sergeant, persona amable y sincera, en pro- mover un acercamiento con los indios. En aquel aio encabezé a un grupo de hombres que se habian fineado alli, entraron en contacto con los amistosos aborigenes y es- tablecieron su colonia. Ademas, to- davia existe en Stockbridge la casa que el Reverendo, recién casado, construyé en aquella ocasién. Des- pués de trasladarla a la calle prin- cipal, hace algunos afios, fue reno- vada por iniciativa de una de las sefioras mas ricas, activas y preo- cupadas por la ciudad El Reverendo Sergeant fallecié repentinamente en 1749 y Io susti- ~ tuy6 el Sr. Jonathan Edwards, autor de la obra monumental Free- dom of the Will (Libertad de Ar- bitrio). Hoy se le considera como . uno de los grandes cerebros de los Estados Unidos en el siglo XVHI, pero como administrador no se comparaba:con Sergeant. La mi- sién fue perdiendo entusiasmo po- co a poco y, con la sustitucién. su- cesiva de Edwards por diversos clé- tigos de poca significacién, acabd perdiendo el lugar destacado que ' Foto Anthony G. Rud es u “Berkshire Eagle” en la ciudad mas ce Dia de elecciones en Stockbrid, de las tradiciones democraticas ocupaba en la comunidad. Durante la guerra de independencia de Es- tados Unidos, Stockbridge fue ocu- Pada por otros grupos de blancos, algunos de los cuales se apodera- ron de la iglesia en provecho pro- , Pio e hicieron grandes negocios con tierras que hasta entonces per- tenecieron’a los indios.. La tradicién cultural de que se ufana Stockbridge se remonta pues a mas de doscientos afios. A prin- cipios del siglo XIX la ciudad se convirtié en un centro de creacién literaria y artistica. El hecho se debe en gran parte a la sefiorita La casa de eampo cubierta de | sus Tanglewood Tales,

Other pages from this issue: