Diario las Américas Newspaper, March 23, 1958, Page 15

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“HEMISEERIO™ DOMINGO 23 DE MARZO DE 1958 [Ebb aa Re tare LA BUENA LECTURA Es muy lamentable, por decir fo menos, que vaya decreciendo en proporcién relativamente grande el in- terés por la lectura instructiva y grata al espiritu. Es verdad que las agitaciones de la vida moderna . limitan inmensamente las posibilidades de dedicacidn al cultivo de la cultura. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo para que no desaparezca del interés publico el habito de la buena lectura, la que ilumina el camino de !¢ inteligencia, la que forja el espiritu, la que nos brinda emociones agradables que estremecen el alma. A veces no es solamente Ia agitada vida actual ta que determina la ausencia del buen libro, sino que la falta de cultura, aun cuando en muchas ocasiones esta realidad sea negada por algunos que buscan la manera de justificar su indiferencia o desprecio por Ia lectura que ilustra y que es sensible a los motivos del espiritu. (in MISCELANEA CORRESPONDENCIA PRIVADA La mujer, furibunda, dice a su marido: —Dejame ver esa ‘carta. —iQué carta? ‘ —Esa que acabas de ponerte en el bolsillo. js de una mu- jer! jEstoy segurisima! Ademas, leyéndola, te has puesto palido... —Tienes razén. Es verdad. Aqui la tienes... de tu: modista. DESPUES DE LA LUNA DE MIEL Es la cuenta Dice él: 2 3 —Sigo esperando tu dote, ¢Tengo que llegar a la conclusién de que te has casado conmigo a crédito? -ENTRE AMIGOS —jHas oido que proyectan enviar primero las mujeres a la luna porque son mas resistentes? —Si, pero no es por eso. Es porque son mas. curiosas. SUBIDA DE PRECIOS —Con el precio siempre ascendente de la gasolina no es posi- ble ir adelante. —éPor qué no pruebas ir hacia atras? DURANTE EL SUENO La mujer, oyendo que su marido habla mientras duerme, le dice: m —jNo hables! Si no te callas te despierto. TELEVISION —Mujer, por favor, apaga la televisién. —jPara ahorrar la corriente? —No, para ahorrar mi paciencia. DE_CORCHO —tTengo la impresién de que tu cabeza est& hecha de corche. — Por qué? —Porque siempre esté pegada al ails de la botella. EN LA EXPOSICION CANINA ~ Comenta un visitante ante un grupo: —Digan lo que quieran, los perros son animales simpaticos; pero convengan en que carecen de inteligencia. sf —iComo? jPero si el pero es el mas fiel amigo del hombre! —Precisamente por eso... -ADMIRACION —KEsta vista maravillosa me deja muda de_admiracién —dice Ja mujer a su marido, extasiada ante un hermoso panorama. —iQuieres que vivamos aqui siempre? TEMAS DE SIEMORE DE SIEMPRE EI Nifio que no Quiso Crecer Por ALEJANDRO CASONA Prolongar la infancia el mayor tiempo posible podria parecer un simple capricho de nino rico si no encerrara la mas profunda quiz de las normas educativas. Alargar el prélogo del jue- go libre antes de entrar en el capitulo del trabajo profesional; ejercitarse alegremente en tedo antes de dedicarse seriamente a algo; trotar por todos los caminos de la correria y la aventura antes de emprender el viaje; no tener prisa en apro- bar ese bachillerato de ojos aprendices que se llama la infancia. Porque es indudable que el valor total del hombre esta-en relacién directa con él coeficiente de infancia que ha sido ca- paz de conservar dentro de’su hombria. Como ocurre siempre con todas las “cosas importantes, los primeros en descubrir esta ver- dad cardinal fueron los poetas; después, los pe- dagogos y los filésofos; después, todo el mundo; y finalmente los psicoanalistas. Tal vez este re- trato de llegada de los psicoanalistas es el que les impulsa a Hevar la cosa hasta sus mas exa- geradas consecuencias, por lo mismo que los afiliados de ultima hora de todos los partidos son siempre los mas fanaticos. Pero con excesos 0 con retaceos, en lo que todos estamos de acuerdo es que en nuestra in- fancia estan enterradas las raices mas profun- das de nuestra personalidad viril, juntamente con las esencias mas intimas de nuestra raza.. Lo que trae aparejada la consecuencia légica de ‘que aquellos pueblos, como los nuestros de. signo la- tino, que tienden a atropellar las etapas y a con- vertir a sus hijos en hombres lo mas pronto po- sible, cometen un error gravisimo para su salud nacional. También existen procedimientos arti- ficiales para hacer madurar las naranjas antes de tiempo, cosa que se le puede proponer a cual- quier negociante. pero que rechazaria indignado un naranjo. El. dilema podria plantearse sim- plemente asi: o nifios artificialmente virilizados por una educacion pragmatista, o nifos madura- dos alegremente en su rama y al sol. No necesitaré aclarar que al pedir una pré- rroga de infancia para nuestros hijos, no lo hago ‘por el impulso sentimentaloide de los que pien- gan que la ninez es una especie de reino bobalicon de la felicidad. No; en el alma infantil cabe la misma suma de dolores y gozos que en el alma adulta, e ‘incluso una mayor inclinacién natural al sufrimiento, por lo cual, con nuestra vieja pa- labra “adolescer’” (sufrir) hemos hecho nuestra adolescencia. Si aconsejo huir de una madura- cién artificial antes de la natural sazon es por- que creo que los hombres mas rotundamente hom- bres son los que de nifios han sido mas plenamen- te nifios. Sin la mas remota pretensién de sociologia quiero llamar la atencion de nuestros apresura- dos “pater familias’ latinos sobre el fenédmeno curioso de que las almas mas infantiles del mun- do son precisamente las que se alojan en las ra- zas_mas corpulentas y fuertes: los escandinavos, los alemanes y los ingleses. Seria facil derivar esta afirmacién. hacia el humor concluyendo que de ese espiritu infantil les viene a los alemanes su aficién a jugar a los soldados; a los ingleses, su gusto por la merme- lada, y a los escandinavos su complacencia en retratarse desnudos ante las c4maras cinematogré- ficas. Pero yo ahora prefiero pensar en los gran- des nifios de sus literaturas; en Balder, en Peter Pan, en Sigfrido. En el libro de los Eddas, biblia poética es- candinava, la “saga” que alcanza una mayor den- sidad de emocién y belleza es la consagrada a Balder, el dios “benjamin”, el Nifio de la Pri- mavera haciendo reir a sus hermanos mayores con sus gracias pueriles y asesinado entre las risas del juego por la traicién- del muérdago. La ternura por los nifos —musa reiterada de Dickens— es una de las mas veneradas tra- diciones inglesas. Un policeman-de Londres pre- senciaraé impavido el paso de una manifestaci6n de metaltirgicos con carteles y camiones, pero la detendra en seco para dejar paso a una nodriza con un cochecito de nifio. Para un buen inglés. solamente un nifio es mas respetable que su im- perio, que su reina y que Shakespeare, Si un romano de la antigiiedad pudiera re- SUPLEMENTO DOMINICAL DE gresar a este mundo se quedaria estupefacto ante las leyes establecidas por la marina inglesa para los naufragios: primero deben salvarse los nifos, después las mujeres y los ancianos; la tripula- cién hard lo que buenamente pueda, y el capiiin tiene el-deber naval bastante incémodo de pegarse un tiro y hundirse con su bareo. Lo cual, desde el punto de vista utilitario, resulta una inversién total del orden de los valores, cosa realmente sorprendente en un pueblo tan practico como el inglés. Para el romano imperial el orden de las jerarquias era exactamente el inverso: ante ol peligro de naufragio, lo primero que se debe sal- var es el capitan porque, técnicamente, es el ela- mento: mas valioso para Roma; después vendrd la tripulacion, y en tercer lugar las mujeres, no por ninguna clase de galanteria, sino simplemen- te porque son los seres mas aptos para continuar , la produccién de nuevos capitanes y nuevos pilo- tos para el consumo del Imperio. Para los an- cianos ni una tabla. ~Y los nifios? j~No estan dentro de ellos los futuros capitanes y los cé- sares de mafiana? Si, si, pero “mafana” es una palabra inventada por el cristianismo con todas sus consecuencias. La palabra romana era ”hoy”, Y sin que me atreva a jurarlo, sospecho que por los fondos mas bajos del pensamiento romano ya andaba sin forma este refran: vale mds um capitan en la mano que cien nihos volando. Qui- za escarbando ahi pudiera encontrarse la diferen- cia mas profunda entre el paganismo y el cris- tianismo: entre el mundo clasico —que es una razon— y el mundo. romantico ae es una pasioén—. Y véase por dénde hemos venido a consa- grar como ejemplo-tipo de romanticismo al pais considerado tradicionalmente como el mas prae- tico del mundo, pero capaz de inventar ese cuen- to maravilloso, simbolo de toda una conciencia publica: Peter Pan, el nifio que no quiso crecer. En cuanto al aleman, al buen aleman tradi- cional, el del paisaje y la musica, el de la risa ancha y los estudiantes que derraman lagrimas rubias como la cerveza escuchando los cuentos de Hoffman, esté tan empapado de. adolescencia que hasta su arquetipo de héroe nacional lo ima- giné en figura de muchacho: Sigfrido, criado por un herrerovenano, saltando por el bosque como una ardilla y bebiendo la sangre de cuento de un dragon para aprender el lenguaje de los pajaros. Después, los dos grandes protagonistas de su poesia amatoria son igualmente dos adolescentes, Ella, inmortalizada en el “Fausto”, lleva todavia sus rubias trenzas de nina, tiene quince afios y canta la cancion del Rey de Thulé mientras hila en su rueca: “Hubo en Thulé un rey ‘inisahe que a su esposa fué constante _ hasta el dia en que murié. Elia en el ultimo instante su copa de oro le dié”. Asi ha quedado para la inmortalidad en log versos de Goethe y en el piano de Schitbert.. El aparece en otra obra maestra del mismo poeta. Es un estudiante en vacaciones escri- biendo sug primeras cartas bajo los tilos de Walheim. Todos los enamorados del_mundo co- Rocen su-nombre y recuerdan el frac azul de la Gltima madrugada; y en su tiempo, en la vieja Alemania romantica centenares de estudiantes legaron a dispararse una pistola en la sien por parecerse a él de alguna manera. Si Werthor y Margarita se hubieran conocido, también Ale mania tendria su Romeo y Julieta. Para nosotros que tan facilmente tendemos a confundir la virilidad con la brutalidad dando al amor-un desplante fanfarrén y agresivo, todo es- to parecen historietas sentimentales de colegio, Pero los pueblos rubios prefieren conservar’ co- mo un tesoro dentro de su hombria un candor de infancia rezagada. Asi es la obra de los grandes alemanes re- presentativos, Asi Juan Sebastian Bach, que es una caja de miisica tocada por un profesor de matematicas; asi la lirica de Schiller y las mas solemnes sinfonias de Beethoven, verdaderas construcciones de gigante por dentro de las eua- les se siente una palpitacion de traviesa ternura, como un cascabel dentro de una catedral, MERICAS

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