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¢ ‘0. lo desrrenuza, Io_ es- e » fe m™ ish UN ZARATHUSTRA ... Viene de las Paginas Centrales llegar a una cssacada que sus aguas formaban, nos quédamos parados. Paradés de admiracién. En >1 esquisto cristalino, discor- dantemente con él enlajaba un fil6n soberbio, cuyo aflora- miento, claro, neto, vertical, se senalaba en la roca desnuda, co- mo un surco, hasta perderse alla muy alto entre las cimas. Fue una escena silenciosa. To- mo Aguilar su piqueta, hirid el venero y lleno la batea. Era un material suelto, carmineo, sem- brado de piritas no oxidadas. El propio se inclinéd sobre la co- rriente a verificar la cateada; luego se irgui6, le dio pinta y, silencioso, palido, me alargé la batea. Temblaba yo al cogerla; una lengua 4urea, lengua de pe~ rro cansado, como dicen los mi- neros, se tendia desde el centro de la batea hasta su borde. Na- die hablé nada; pero los corazo- nes todos batian en los pechos una diana de alegria a ese ra- diante amanecer de la fortuna, y los ojos fulguraban. ,Silencio- sos —que anochecia ya— toma- mos el camino de la tolda. La blanca barba derramada so- bre el’ pecho, bafado por la luz de la fogata, los ojos llamenado, deciame Aguilar: —Para usted, atin joven, leno de esperanza y energia, no tienen ni de lejos la significacién que para mi, cansado y viejo, los sucesos de esta tarde. jAhl la fortuna! ;Sabe usted lo que pa- ra mi quiere decir eso Nada me- nos que la realizacién del en- suenho todo de mi vida. Porque no sé si alguna vez se lo habré dicho: yo persigo un suefio para cuya realizacién necesito oro, mucho oro. Usted sabe de sobra —siguiéd diciendo— que segin los pun- tos de vista de Lord Kelvin entre otros, vulgarizados hoy por el galo Le Bon —que para eso, para vulgarizar sirven los galos — materia y energia son dos es- tados de una sola cosa; que cuan- do una dinamo, por ejemplo, produce eleg¢tricidad, no hace mas que transformar parte de la materia de que esta construida en corrientes eléctrica. Empero, con los medios de que la in- dustria dispone actualmente, s6- lo una pequenisima porcién de materia puede ser trocada en energia, y eso con un gusto equi- valente de ésta. ;Ah! ;Qué mul- tiplicaci6n infinita de la huma- na potencia tendra nacimiento el dia en que se halle el agente ca- paz de hacer desflagrar instan- taneamente la materia y ton- vertirla en fuerzas vivas, como una capsula de fulminato de mercurio, por ejemplo, hace des- flagrar un paquete de dinamita! Ese dia la navegacién aérea se- ra un juego. ;Qué digo la nave- gacion interestelar! j;Qué hori- zontes infinitos abiertos a la vi- da Entonces si, ya que no pod- demos vivir eternamente, podre- mos vivir inmensamente. ;Ah! jPoder seguir con el cuerpo los vuelos del espiritu; poder hollar los campos infinitos en que la imaginaci6n transita sola! Pero vivir como hoy se vive, obli- gados a reptar en un solo plano del, vivir. posible, proyectando contra los mundos que nos son vedados los suefios det cerebro, sin lograr actuar un solo dia nues- tra infinita potencial de vida... Morir como hoy se muere, con la honda pesadumbre de “jamas haber vivido. Pero cuando se lo- gre hacer la vida infinita en in- tensidad, saturados de vivir, na- cera en nosotros, dulce, el ape- tito del descanso eterno, e ire- mos alegres a su encuentro como al suefio vamos, indolentes y confiados después de un bello dia de amor y de trabajo. Pues bien: para eso quiero la independencia y la fortuna; para ofrendar mi vida entera en aras de ese suefio radioso; para medi- tar, para estudiar, para experi- mentar retirado en algun barrio de estudiantes de alguna ciu- dad docta. Cuando a la majiana siguien- te nos dirigiamos al filén, desde lejos aleanzamos a ver al Tio To- ma que habia madrugado, ha- ciendo danzar febrilmente la ba- tea. Al descubridor vacié en ella todo lo que recogido habia y limpiélo con cuidado. Entregé- noslo cuando a él llegamos. Bri- ton de pdivoyamarillo. Tomainos Aguilar-y yo en los cuencos de las manos sendas porciones y nos dimos a examinarlas a la luz del sol naciente cuyo ses- ‘ gado rayo heria ya Jas ramas eimeras de los arboles. . . Una misma sospecha torturante nos vapulé como un relampago... jEso no era oro! Era‘lo que los mineros llaman mica, ese ru- bio polvo que a tantos ha enga- irado, que a tantos engaaman toda- via. . A la luz escasa de la tarde anterior, habiamos nosotros tam- bién sido extraviados. No osa- bamos siquiera mirarnos cara a cara; pero tacitamente resolvi- mos no desenganar a nuestros ecompaneros y tristes empren- mos el regreso, el cual se hizo siguiendo la corriente del ria- chuelo. ;Penoso descenso! Cuando la pendiente y el caudal lo con- sintieron, nos abandonamos a su curso en una balsa de medulas de palmera. El indio Miré iba adelante, caballero en un solo trozo, explorando la. corriente. Al quinto dia. la pampa otra vez, la pampa urente: todo duer- me, no sopla ni una brisa, la ve- getacién parece emerger del fon- do quieto de un estanque, las bo- eas saben a fango, los. parpados pesas como plomo. Aguilar, pre- sa de un ataque de fiebre, los cabellos pegados a la frente su- dorosa, la palidez de la muerte en el severo rostro demacrado, yacia en el fondo de la balsa. j;Alma infanzona! No alcanza- rds, no, la fortuna; tus suenos temerarios, la inaccesible quime- ra de tus ansias, ha de perma- necer, quizds por siempre, co- mo vision aislada de tu bizarro cerebro aventurero. . . Una vida de intensidad infinita no sera tu lote. Moriras como morimos to- dos; cemerosos y temblando an- te el enigma pavoroso Pero no temas, oh! magnanimo. Tal vez sin que de ello te des cuenta, ese Dios en quien creemos, nosotros los ingenuos,modelaypurifi ca, a golpes de dolor, tu grande al- ma. iQuién sabe? Tal vez noso- tros, los indoctos, estemos en lo cierto, y esta vida no es la que tu crees, sino mas bien lo que a nuestros sencillos abuelos pare- cia: la gestacién dolorosa del hompre de ultratumba. Una canoa zarpa de la orilla, y hacia nuestra balsa inclina el rumbo en sesga trayectoria. ... ya estén al aleance de la vista. Dirigenla dos negros. Y en la proa un hombre sentado a la oriental nos saluda agitando el sombrero de anchas alas. . .jah! es Cardenas. Cémo me regocija el ver de nuevo al bravo mozo. su canoa se coloca al lado de la balsa y continuamos la baja- da charlando alegremente. Contéronle al paisano unos ecaucheros que dormido habian en su mina la noche antes, ha- ber visto a nuestros indios bus- cando palmas para una balsa en las cabeceras del rio. Y como, ga qué negarlo?, habiamos toma- do ley, resolvio estar a nuestra mira para llevarnos a su casa y obsequiarnos. ~Por ventura los antioquenos no somos todos co- mo hermanos fuera de nuestra tierra, aun aquellos mismos que en Antioquia ni se tratan ni se quieren? Cudnto mas nosotros, que se podia decir, éramos co- legas. Liegébamos a poco. Acogida carifiosa, secas ropas, limpios le- chos, yantar regio; luego a visi- tar la mina: Un aluvidn inmenso; una so- berbia platinera asentada en el terciario, un° emporio de rique- za. verdadera. —Vean ustedes cémo se traba- ja aqui —iba diciéndonos Carde- nas—: qué actividad, qué orden. Y sin embargo —y no es porque . esté presente— cuando hard un mes, llegué aqui, esto era una zambra. Yo meti orden en todo; que los unus por temor y. . . por temor también los otros, reduje al fin a estos negros a trabajar y a ser cumplidos. Y luego que mi vida se ha compuesto. . . ide qué modo! Y a usted lo debo, paisano Aguilar, a usted lo de- bo. —iA mi? —Como lo oye. iY —en qué he podido yo im fluir?. , . ' otra, ayqueag , imera, pues, en que nos vimos?, . Después de que io oi hablar me di a pensar que, indudablemente, us- ted tenia razén,;. que uno debe ser casado: que como dice Baca- lao el de don Patricio (2), el hombre soltere sufre mucho. (2) Bacalao; Apodo con que por todos era eonocido German por todos era conocido German Arteaga, orate inofersivo, obse- sionado por :a idea del matri- monio, que-aunca legé a reali- zar (N. del E). —iY se ha casado usted? —Pues. .. mas bien que si. —jjHizo venir de Antioquia a su novia? —No. —iFue, acaso, usted alla? —Tampoco, —ijSe casd por poder? —Eso si que mucho menos. —Pues entonces. ... —Miren, paisanos: para que no tonteen mas, las cosas pasa- ron asi; comyu les iba diciendo, a poco de estar aqui, yo era el as en esta mina, era el todo para estos negros: que el paisa- no Cardenas tal cosa; que el paisano Cardenas, tal otra; que eso praeguntenselo al paisano Cardenas. . . Lo cual, natural- mente, comenzé a chocar a primo Lerenzo, al que se decia dueno de la mina, al que me trajo a mi, y que durmié en el tambo aquella noche .4No recuer- dan? ;Si? Pues bueno. El tal empezé a no hallarse bien con- migo, hasta que un. dia no pudo menos y me dijo: 4 —Paisano: no me conviene que usted siga aqui. —Vea qué cosa, primo, y yo que creo lo contrario. —Pues es que si no se va, le voy. —Quisiera saber cémo. » —Asi —dijo, sacando su ma- chete. —Pues jpararse! —dije yo, sa- cando el mio— jY lo prendo a plan. paisanos! Le di plan hasta en la lengua. Hasta que el pobre negro no pudo mas y eché a co- rrer. En aquel altico se detuvo y empez6 a ilamar a su mujer. —jNieves! jNieves! Llam6é después al perro. —jComandante! ;Téma! Y el perro, que estaba echado a mis pies, alzO un instante la cabeza, volviéd luego y siguieron trabajando. Pero ella, «ilenciosa, le vol- vié la espalda y se senté a mi lado. Luego ilamé a sus herma- nos y a sus primos. —jTomas jEsteban! jEliseo! Estos alzaron a mirarlo, se inclinaron de nuevo a reclinar- se en las patas delanteras, y si- guid durmiendo. Entonces se deshizo en mal- diciones, llamé sobre nosotros Trayos, pestes, truenos; se ha- 16 de los cabellos; se hirié el rostro con las manos; se tiraba contra el suelo y topetaba la ca- beza en las piedras y en los troncos. . Como un loco diose luego a correr de una parte a Yiega a Ja orilla, y de- sata una champa y se echa rio abajo. Buen rato pudimos verlo amenazandonos con los puiios, hasta que al fin perdidso alla, tras el recodo. y no ha vuelto mas. . . De pie, en leve canoa colma- da de aureos bananos que al sol brillan, viene Nieves rio abajo. Desde lejos tlama a Cardenas. Acude éste a la orilla. Detiene aquella el barco y entablan pla- tiea intima constelada de sohri- sas. —No sé qué pensar de todo esto —dice, mirandolos, mi ami- go—. Y sin embargo, jquién se- ria capaz de sostener que este valiente no merece su fortuna? —En todo.caso, esto es An- tioquia, es la Patria que se ex- pande irresistible. jPaso a ella! Son sus hijos. los audaces des- cendientes de la raza mas audaz del Universo, modelados en si- glos de aislamiento, sobre el dor- so de nuestras soberbias cordi- lleras. Antioquia svn sus hijos, es su raza. Antioquia seré Colombia en- tera como la ya olvidada, teso- nera Prusia, es hoy Germania imperial y victorioga. {Viva An- tioquia!l cipal 3 | t A Je + oe s mand] val {mde {|< Bic Act Dxic ifn od rie oO LO |nia OiM TO |e | mA] ze | SV PIA|J iC INS Za IMA! FE |>-C | O” ma} 2 ene le pe Este entretenimiento le trae un mensaje diario. Busque bajo su signo del Zodiaco RRA > aE oe U bs re lm Ala. RRR SU Bee DIEIRIAlAIL SlAlEIOlO lA letras que deletrearan su fortuna. Dichos signos corresponden a su fecha de nacimiento ast (ARA) Acuario, de Enero 22 a Feb. 20; (“Y» Anes, de Marzo 21 aAbr. 20; (3€) Geminis, de Mayo 21 a Jun. 21; (2) Leo, de Julio 24a Ago. 22; (*4®) Libra, de Sepbre. 24 a Oct. (*€©) Piscis, de Febrero (“oe”) Taurus, de Abril (@@) Cancer, de Junio 22 a Julho (VOL) Virgo, de 23; (MP) Escorpio, de Oct. (+>) Sagitario, de Nov. 23 aDbre 22; (2-€) Capricornio, Dbre. Distribuido por Editors Prese Service, ine - New York. 23 21 a Marzo | 21 a Mayo 20, 23, 23 2 21. Agosto 233 a Sepbre. 22-4 a Novbre. 23 a Enero Te eee i Cruci grama HORIZONTALES 1—Conocidos intimos 7—Dejas fuera 13—Limpio con agua y jabon 14—La mayor de las Oreades 15—Preposicion 16—Viene, por lo regular, en la- tas 18—Contracci6n 19—Yunque de platero 21—Ciudad de Italia 22—Organizacion Geografica Insu- suiar, Inie, 23—Amarras 25—Condimento 26—Dos de hidrégeno y una de oxigeno 27—Famosa capilla 29—Composiciones operaticas 30—Ciudad y puerto de Finlandia 31—Conducto menor de la sangre, Inv. 32—Nombre de mujer 34—Robara con mana 37—Semilla aromatica 38—Ave trepadora 39—El primer hombre 40—Cloruro de sodio 41—Madera muy resistente 43—Propietaria 44—-Preposicién inseparable 45—Estirado 47—Pionombre inglés 48—Voltear 50—Retraso 52—Afirmacién 53—Guaridas de osos VERTICALES 1—Extremidades de los: peces 2—Cetaceo americano 3—Cuafro, en tiempos de Pom- peyo 4--Fluido aeriforme 5—Composiciones poéticas 6—Natural de Soria 7—Emito parecer 49—Caso de pronombre 8—Cuadrumano 9—Instituto Militar Argentino Inic. 10—Teatro Obrero, Inic. 11—Vestido interior de mujer 12—Del verbo salir 17—Desiste 20—Que se cria entre pefias 22—En forma de ojiva 24—Astros del cine, en Nueva York 26—En las playag 28—Se dirigia 29—Nombre de mujer 31—De afinar 32—Que padece la accién sin rep lizarla. ~ 33—Pigmeos 34—Medidas antiguas de longitud 35—Nombre de varén 36—Anual'dades 38—Aleacioén de hierro y carbone 41—Abuelo, familiarmente, Inw 42—Clase de seda, Inv. 45—Accién Catélica Rumana, Inie, 46—Organizaci6n Militar Espafiola Inic. y 51—Letra griega, Inv. = pS SEAS EE Ea ec Ieee = ey (Solucién al Crucigrama de Ayer) ARNE BOR ONE Scoa oS led obstela| Soamc b] cy FEES 850) O55) pn lel herent fnitigpmmaieneii iliac iliancnseiy DOMINGO, 12 DE ENERO DE 1958 HEMISFERIO