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de la Opera, entré a nuestro Estudio una tarde pidiéndonos los precios por nuestros servicios para tomar las fotos de la Opera que comenzaria el lunes 27 de enero, no soné que viria con la Opera experiencias tan agradables y emocionantes, ya je fui escogida por el Estudio para cubrir este servicio con mi camara, C UANDO la sefiora Mary Nidich, destacada figura del Coro Tanto disfruté las escenas terminadas y pulidas y la musica de vbas Operas—esta temporada se presentaron “Aida” » ‘“Tosca”— mo las escenas tras bastidores. Ver de cerca la tramoya; conocer estos privilegiados y cambiar impresiones con ellos; ver rabiar los directores; vivir con todos segundos de ansiedad porque de ymento parece que algo va a salir mal, para volver a la tranquilidad ando todo no pasa de un susto...; todo esto tiene un encanto muy pecial, Y fue asi como se me ocurrié ofrecerle a DIARIO LAS AMERI- \S, para sus lectores, mis experiencias con la Opera a través de mi nara. La gentileza de la direccién de este periddico y la coopera- m de siempre del Sr. Eliseo Riera-Gémez, hacen posible mi intento de cer llegar a ustedes este breve relato grafico de esas experiencias. Yo no era muy inclinada a la Opera. Me conformaba con saber algunas arias, romanzas y pasajes bastante populares, que, el que is © el que menos, conoce y disfruta. Ahora me gusta mucho la era completa. El secreto esta en conocer la trama del tema, leer palabras en un idioma conocido y gustarle la musica. Como sabia que me esperaban siete funciones, desde el principio puse a indagar sobre los temas, escenas y demas detalles. Con- ui libretos, preguntaba a todos, y... tomaba fotografias. Nos metiamos mi c4mara y yo por todos lados. Tocaba en todas puertas, Menos en una, Estaba entreabierta. Sdélo le di un pujoncito... Rechinaron las bisagras, el Rey volvié rapida su eza y mi bombillo también fue rapido. (Figura 3). Al oir las. as de los dos hombres detuve la huida en la intencién y se comenzd a charla amena. El doctor Arturo DiFilippi, padre de la Gran mpanhia de Opera de Miami, habia subido a conversar de “otros mpos” con su ex dicipulo, Eddy Doe terminando su maquillaje el camerino. Discutian aspectos de la Opera. Aqui es que averiguo como 17 afios atrds el doctor DiFilippi con grupo reducido de amistades, fundé la Opera de Miami. Tenian ta ofrecer al publico en aquella época, un Coro pequefio y la voz tenor del doctor Di (su apodo tras bastidores). Fue sélo cuande senor Walter E. Olsen, hombre de mente civica y asiduo visitante ernal de Miami; y mas tarde los sefiores Fred Snite, Alfred Barton Kenneth Keyes, ofrecieron ayuda econémica al doctor Di cuando se nenz6 a sustituir el talento local por el extranjero. Y el magno sfile de estrellas de la Met, La Scala y otras Casas tan afamadas menz6 en Ja Opera de Miami. “Mis amigos y.los amigos de la Opera siguen ayuddndome”, me ‘e el doctor DiFilippi, “de otro modo no podria ofrecérsele al blico estos espectaculos tan magnificos. Por esto es que cualquier nacién o cooperacién a la Opera es tan importante y agradecida r todos los que trabajamos para ella.” Tony Stivanello, ese dindmico y eficiente director de escena, asoma a la puerta y nos lleva al doctor Di, enfrascandose. ambos gestos por los pasillos y en el idioma romantico del Dante. Una avalancha de jévenes del Coro invade de pronto el camerino | Rey y a Doe Je toca posar con las chicas y firmar sus programas, sas que hace de buena gana y con humor. Y asi voy, de camerino en camerino; por pasillos y atravesando escenario por detras de las majestuosas, pero débiles Paredes de ‘tén; hablando con unos y otros; “robando” escenas—inolvidables— la Gran Opeta de Miami. “VISI D’ARTE. ..” ‘“suben” lag paredes del apartamiento ee tee OPERA PARTE DEL GRAN CORO DE LA OPERA como Ie vio el piblico de “Tosca”, No se nota, pero los ojos del Coro escrutan un punto por entre las cortinas, Buscan.., “{|MALEDETTA!”. Es el grito agénico dé Scarpia cuando recibe Ia punalada fatal de manos de Tosca. Atn con el cuchillo en la mano, Tosca lo verd desplomarse hasta morir, momento en el cual perdona todas sus cruel- dades, ' MIENTRAS ;“TONY” espera impaciente, los titanes de In tramoya | a : iy Ce a ... LA MANO ORIENTADORA DE BILL. — Captado en plena accién de sus funciones de director del Coro, William Ledoux indica matices y “tempos” con su mano, mientras sus ojos hablan de la emocién que vive, MIENTRAS RICHAARD TUCKER (Mario) embroma con uno de ; sus verdugos de escena, Joaquin F. Romaguera observa sonriente el episodio. Otro latino en la Opera. en Vim fn ll TUCKER se despide de todos caritando en Sorrento y’ todos le hacen coro; Al esera«) ¢l perfecto perfil romane PARR Gh We (P25 ae