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° EL COMERCIO Cuando, hace millones de ano, el Senor le dio aviso de deshaucio.a nuestro padre Adan, lo sentencid ipso facto al trabajo. Esto, podria decirse, fue realmente el comienzo de la agricultura y la industria, es decir, del esfuerzo hu- Mano- por ganarse el pan con el sudor de.su frente. Como el hombre tiene mas vuelta que un caracol, no tardé alguno de los descendientes del infortunado Adan en encontrar la manera de vivir sin romperse el lomo destri- pando terrones o fabricando sombrillas. Y, notando la ha- _ bilidad de algunos sujetos para determinados trabajos, y la incapacidad de los mismos individuos para faenas distintas, el avispado descendiente de marras tuvo la idea genial. de actuar @omo intermediario entre dos 0 mas zoquetes de los que trabajan, con el objeto de que cada uno de ellos satis- ficiera, ademas de las suyas, las necesidades del otro. ; Hasta aqui, esta muy bien. Pero lo malo empieza cuando el mencionado intermediario decidid que, por su brillante idea, tenia derecho a ser satisfecho por los otros ‘dos. Asi fue. El empezo a quedarse con una parte de los servicios 0 productos de los demas, a modo de pago por su intervencion como coordinador de esfuerzos. Y, cuando mas y mas trabajadores vinieron a él con sus productos, pronto encontro que tenia un excedente de los mismos, el cual podia distribuir entre los demas a cambio de cosas que entonces eran consideradas articulos de lujo. Suena simple, jverdad? Pues asf nacié el primer co- merciante. De ese sujeto a los millonarios de ahora hay, claro, mil kilometros de distancia, pero de eso se ha encar- gado la ley de Evolucion. Y antes de que se nos acuse de paralelismo con el simpatico Charlie Marx, nos apresuramos a aclarar que esto nos parece muy justo. Si todos nosotros tuviésemos que fabricar nuestros propios zapatos, vestidos y casas, este mundo pronto pareceria un carnaval de trescientos sesenta y cinco dias; es decir, les pareceria a los supervi- vientes, pues. mas de cuatro serian demasiado haraganes para hacer todo esto y preferirian morirse de hambre antes que ponerse a trabajar en esta forma. Sin embargo, nos parece conveniente hacer notar que, siendo la naturaleza humana como es, no tardaria un nuevo individuo en_encontrar otro sistema para vivir del trabajo de los demas. Los que ahora se dedican a vender los pro- ductos de los demas, probablemente se dedicarian-a la politica, al teatro o a alguna de las mil ocupaciones existen- tes actualmente que requieren poco esfuerzo. El comercio, aunque aparentemente es una cosa muy sencilla, requiere sin embargo, un sinnimero de requisitos. Por ejemplo, si usted compra y vende frijoles, pongamos por caso, lo primero que necesita es una balanza. Ademas, hacen falta bolsas de papel, pues es muy molesto vaciarle ‘dos o tres kilos de frijoles a un cliente en los bolsillos para que después ande por las calles como muchacho que acaba de salir de un pinata. Se requiere, ademas, una caja regis- tradora para poder llevar la cuenta sin hacer rayas en la pared; y necesita dinero para dar cambio, ya que algunos clientes verian injusto pagar cinco pesos, digamos, por diez frijoles nada mas porque usted no tiene “morralla” que devolverle. Y necesita un mostrador, y una licencia, y alguien que lo ayude a barrer la tienda; como ven ustedes, el asunto. no es solamente pararse en una re y hacerse rico en ocho dias. Algunos sujetos venden lo que se llama “intangibles”; es decir,.cosas que no.se pueden tocar, como anuncios por radio, programas de television y planchas calientes. Estos tipos no necesitan mostrador, pero en cambio tienen que andar todo el dia cargando portafolios, lo que al cabo de los anos termina por tullirles el brazo (generalmente el iz- quierdo). El ultimo ejemplo de vendedores son aquellos que ven- den su conocimiento, como los abogados, los médicos y los apostadores en el frontén o en los caballos. Estos. indivi- duos se dedican a cultivar el cerebro, y cuando lo tienen en plena produccién,’ venden las ideas 0 trucos que se les ocurre, y algunos se han hecho ricos en esta clase de co- mercio, En fin, parece que de todos modos hay que: trabajar, DOMINGO, 9 DE JUNIO DE 1957 EL CLIMA Reflexiones “Todos se quejan del clima, pero nadie hace nada por me- jorarlo”, dice, en su imfinita sa- biduria, el Koran. Y es la pura verdad. Por mas que maldecimos cuando vemos las nubes desplomarse en cho- rros de agua apenas terminamos de lavar el carro, salir para un dia de campo, o cuando hemos olvidado el impermeable en ca- ga, nunca se nos ocurre hacer algo para evitar —o corregir— esta antipatica actitud del tiem- po. Tal vez la raiz de esta pasi- vidad se encuentre en el miste- rioso y supersticioso pasado de la raza. humana, que-qued6 “cu- rada de espanto” el dia en que se ahogaron’ hasta los peces, en el Diluvio Universal. Lo cierto es que, fuera de los paraguas, los impermeables y las maldiciones, el hombre no ha puesto su es- fuerzo a trabajar para contrarres- tar las fuerzas ciegas de la Na- turaleza, (frase de Emitio Sal- gari) y vive aguantando los chu- bascos y pescando resfriados pa- sivamente. El calor ha sido combatido con la misma débil oposicién, Los abanicos eléctricos y de trac- cién animal, son el arma que primero se utiliza; viene a con- tinuacion el “Clima artificial” o “Aire acondicionado”’, que si es de um efecto inmediat@ y satis- factorio, es muy incémodo para llevarse en la espalda cuando transita uno por Jas calles. Y, en tercer lugar —aunque deberia ser en primero— viene el reme- dio, sino ntas efectivo, si mas sabroso para combatir el calor: cerveza heleda y otras bebidas refrescantes. A este respecto, algunos ele- mentos subversivos arguyen que es peor el remedio que la en- fermedad, y que un individuo inconsciente a fuerza de refres- carse no da mucho crédito a la humanidad. Pero, ripostamos — (raviolismo) tampoco sufre de calor, que era el objeto busca- do en primer lugar. Con la agudeza mental y agi- lidad que caracterizan al ser hu- mano, el hombre inmediatamen- te ha aplicado el mismo reme- dio, sélo que en reversa, al frio. Los abrigos de piel de oso’ o de canguro, las bufandas y la ca- lefaccién central ceden el primer puesto en popularidad al cofac, el ron y el tequila, cuando de combatir las bajas temperaturas se trata. Como en el caso ante- rior, con frecuencia el individuo se sobrepasa en sus precauciones y se queda tirado debajo de la mesa, pero, eso si, muy calenti- to. Y a los abstemios que criti- can este procedimiento de auto- prescripcion de remedios, les di- remos que todos conocemos ca- sos en que un médico le haya dado al paciente una dosis de- masiado grande y lo haya con- vertido en un angel, sin que los demas enfermos dejen de com- sultar a los galenos por eso, asi que, cuando las consecuencias del exceso sean tan placenteras co- mo aquella, no ox porque preo- cuparse. Lo grave de las inclemencias del clima es cuando afectan las siembras, pues en estos casos pueden llegar —debido a se- quias o inundaciones— a causar el hambre de los pueblos; pero, como dijimes mas arriba, una vez que la humamidad descubrié el mejor remedio para el calor y para el frio, con la mano en la cintura lo puede aplicar con- tra el hambre, y ipeaeese que se acabo. Y, con permiso de ustedes, nos retiramos, porque hace mu- cho calor... . ° Parece que perdio la Humanidad de los santos al fin el patrocinio, y se mueve a gran velocidad rumbo al epilogo de su exterminio, Ahora nos traen los diarios esta cémica noticia, tras de tantos parabienes _por su descubrimiento: que los nenes padeceran por nuestra bomba atomica, Parece que las nubes radiactives bajaran en una Iluvia de electrones, y nos van a dejar todos pelones ‘sin nada que el cabelle nos revive, Ademas, dice esta nota fastimere del tono melancolico mas puro que aquel nino que nazca en ef future lo hara un poco “tocdo” en Ia mollera, Los sabios aconsejan seamos cautos y no causemos explosiones fuertes; pero hay otros que dicen que mas muertes que las atomicas resultan de los autos, Los choques, los vapores que producen, y fee nit Frude traciones cuando pausan amén de los corajes que nos causan en cantidad la Humanidad reducen, Aftadamos a estas zarandajas, las guerras (fria y caliente), los incendios, de bebidas alcoholicas expendios, y veran cudles causaran mas bajas, El vulgar cuchillito se atribuye una porcién de muertos cada ano, y creo que, en proporcion de su tamato poco la bomba atémica destruye. $i una pelicula de gran metraje va uno a ver, de las llamadas “musicales”, si uno tiene facultadas las cabales Qo es raro que se muera de um coraje, El mambo también mata de lea risa, y hay cosas que nos matan de vergiionse, Mata el aburrimiento al que no piensa y al descuidado le mats la prisa. En fin, el hombre ha hecho ua buea teabej@ en asi exterminarse mutuamente, mas si tenemos cada vex mas gente es sefial que eso no lo hace por destajo, Asi, si vamos a anular las cosas que exterminan {a raza que: tenemos, mejor hacerlo bien, y que empecemos con las pequefias, pero mas latosas, Comencemos con los cafres del volante, y el politico luego con pistola, las peliculas cursis, la pianola, el mambo, (y el “intérprete’” o cantante}, Vienen después esas acciones negras de aquellos dictadores de petate, y otro flagelo que da al hombre mate es aquel conocido como “suegra’’. Esas conflagraciones conyugales producidas casi siempre por las rubias, Los tornados, ciclones y les Huvias y los tenorios de fos arrabales. En fin, hay tantas cosas que no imported en apariencia, pero a fin de cuenta aquello que no importa si avejenta | y en tonsecuencia, la existencia acorta, que si los sacerdotes de la ciencia realmente las anulan del vivir, lo unico que van a conseguir s quitarle el sabor a la existencia... HEMISFERIO WEY’: se