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CONCEPTOS ERRONEOS DE LA JUVENTUD En algunos sectores de la juventud se advierte una irresponsable despreocupacién por ciertas cosas serias de la vida, porque hay muchos que creen que el hecho de ser jévenes los releva de fundamentales responsabili- dades ante si mismos y ante la sociedad. . Creer que la juventud es credencial de irresponsa- bilidad es, sencillamente, cometer. un grave error de apreciacién de los valores sustantivos de la juventud. Una cosa es carecer involuntariamente de experiencia y otra es ampararse deliberadamente en la condicién de ser jévenes para actuar siempre con desprecio por lo que debe ser motivo de respeto, de admiracién y de interés. Sin embargo, écudntos no se burlan de los au- ténticos valores morales y culturales,. porque consideran que eso es propio de. la juventud? Y, ademas, écuan- tos hay que aceptan muchas cosas inaceptables de cier- tos sectores juveniles, dando por sentado de que no pue- de exigirseles mds, porque consideran que son asuntos inherentes a la edad? 3 Hay que ser benéyolos y tolerantes con los jévenes. Hay que saber disimular sus errores, hijos de la inexpe- riencia y muchas veces hijos del entusiasmo de. los afos mozos. Pero de esto a aplaudir sus yerros sistematica- mente, atribuyéndolos a la juventud, hay una diferencia muy grande. Los jévenes tienen que asumir siempre, en forma proporcional, desde luego, muchas responsa- bilidades. Y hay que, estimular a quienes saben asumir- las con decoro, y hay que condenar a quienes no saben cumplir con’ su deber. YOO ppb} bbb bib pbb bbbbbibbbbbbbbbbbbbbibpibpit CANAS En Ja negra marafia de mi pelo broto imprudente la primera cana} ‘la miré con profundo desconsuelo y exclamé: —jla traidora!... jqué temprana! - Cada ilusién fue un duelo y cada duelo fue un hilo blanco mas; y una majfiana, cuando la aurora aparecié en el cielo, besé, piadosa, mi cabeza anciana. jAh!, e6mo somos viejos cuando llueve en copos menudisimos la nieve del recuerdo en el alma adoloridal jCémo envejece el alma la tristeza!... jCuanto mas blanea miro mi cabeza mas negras son las sombras de mi vida! Hilarién Cabrisas AAI AIIDAAAADAIA IAI AI SII SSAA AAA SAA SS ASSIS SSS SSS S SS COLUMNA DE HUMO Por RAFAEL HELIODORO VALLE Quien no ha visto a Cantinflas en “Romeo y Julieta”, no ha visto a Cantinflas. Le he seguido puntualmente desde cuando encarné el Pito Pérez de la novela de J. Rubén Romero y recuerdo que quien primeramente me hablé de él por haberlo visto actuar en un teatrillo de feria fue Salvador Toscano. ~ Cantinflas crea, regocija, tiene una personalidad in- confundible, un vocabulario mexicano popular que todos le entienden muy bien. He ahi su genialidad: “alli esta el detalle”’, como él dice. Algtin dia se escribira la historia del espajiol en México aprovechando como documento cri- tico sus peliculas; y asi sera también el estudio del que escribié don J.. Joaquin Fernandez de Lizardi. El Romeo cantinflesco es caricatura simplemente de- liciosa. Todo lo que Cantinflas dice puede muy bien incorporarse al “Shakespeare Survey” que edita la Univer- . sidad de Cambridge. Para quienes conocen el Romeo sha- kespereano sera muy facil que se den cuenta de que Can- tinflas entra y sale en la obra célebre como Juan por su casa, asi como tutea'a Shakespeare en uno de los momentos mas llenos de ingenuidad y donosura. ’ Hace poco se le ha rendido al gran actor mexicano en Hollywood un homenaje que bien merecia. Es un home- naje en el que el alma hispanoamericana ha encontrado la repercusién de la obra de Cantinflas ante los espectadores del mundo anglo-parlante. Puede decirse que él y José Ferrer son los grandes actores en espafiol que hay en la actualidad y si México tiene la gloria de contar con un Mario Moreno puede muy bien parangonarsele con la perso- nalidad de pingiiino de Charles Chaplin. , ; Es tal la popularidad de Cantinflas que hasta los nifios se deleitan viéndole y en alguna ocasién un nifo en el Pert al preguntarle quién era su padre, contest6 que Can- tinflas. Poderfo el de este genio que ha logrado llevar su nombre por todos los 4ngulos de América dandole real- mente la vuelta al mundo, como lo hace en la pelicula que esperamos ver pronto. RUTAS DE EMOCION Tragedias del Divorcio Por ROSARIO SANSORES El matrimonio, por mucho que. se diga y repita todos los dias, no es cosa de juego. Los que se casan creyendo estar enamora- dos y comprueban mas tarde su equivocacién, no encuentran otra salida mejor que el divorcio. Si antes de casarse lo pensa- ran bien y tomaran informes de la familia en la cual deberan in- gresar, se evitarian muchisimos errores. Abundan las muchachas que a los veinticinco afios, temerosas de no encontrar después marido, aceptan al primero que les hace la_ corte. Miles de extranjeros han ve- nido a México y se han casado aqui. La novia ignora todo lo que se relaciona con él. Se atiene a lo que le dice, Desconoce a su familia. Y no pocas veces se entera de que él ha dejado otra esposa y otros hijos en su pais, Entonces sobreviene la ruptu- ra. Y las tristes consecuencias eaen sobre los inocentes hijos del drama. Si hace medio siglo, la mujer soltera se consideraba humilla- da, en la actualidad esta idea ha sido desterrada. Las puertas estan abiertas pa- ra todas aquellas que desean lu- char y ganarse el sustento sin esperar que las mantenga un hombre. De no estar completamente se- gura, mejor es no casarse. Asi podran vivir tranquilas, sin quebraderos de cabeza. El amor, ese dulce sentimien- to que anida en las almas, nos engafa con frecuencia. Creemos que es amor lo que es sélo una atraccién momentanea, Y como la mujer vive tejien- do suefios y haciéndose ilusiones no se detiene a mirar el porve- nir. Una amiga mia que se vid obligada a divorciarse, porque su marido le result6 una verdade- ra calamidad, se enamoré al co- rrer del tiempo, de un hombre honrado y bueno que le propu- . so matrimonio. Pero surgié el negro fantas- ma del divorcio. La familia de él se negé a aceptarla, oponien- do miles de excusas y pretextos. Ella, era una miuchacha bue- na, sencilla y amorosa. Estaba ansiosa de rechacer su vida, de tener un hogar y poder descan- sar sin preocupaciones. No pudo lograrlo. La futura suegra, se opuso eon todas sus fuerzas al matri- monio, alegando que era una inmoralidad. Y sin embargo, en México, los divorcios suman ya miles y mi- les cada dia. Se ha desvanécido todo prejui- cio, al parecer. Los hombres se van volviendo irresponsables de sus deberes. Las mujeres han perdido la ab- negacién que caracterizé a la mu- jer del pasado. Se niega a su- frir malos tratos y golpes, in- ‘jurias y cosas peores. Puedo trabajar—se dice. Y rompe el nudo. Y busca otro amor. : Si se pensara bien lo que se va a hacer; si se tomaran in- formes certeros; si antes de lan- zarse a la gran aventura, se interrogara al corazén para es- tar completamente convencido de que no habran de arrepentir- se muchos enamorados acaso va- cilarian y no se casarian para hacer desdichada a una mujer y dejar en el abandono a Ios hi- jos que nazcan de tal union. La tragedia del divorcio, segui- ra. Nadie puede ya detenerla. Hombres y mujeres inconformes, buscaran esa dicha initilmente perseguida, que por desdicha sé- Jo alienta nuestra loca imagina- cién. En realidad la felicidad es un fantasma. ~ Nosotros pensamos asir su ti- nica y tendemos los brazos para apresarla. Y encontramos sélo el vacio. “Brooklyn”, un Personaje de Novela que Reside en Brasil _ “Brooklyn”, un sonriente limpiabotas norteamericano que hace muchos anos aparecié como por encanto en Belém, Brasil y que se habia esfumado misteriosamente ha vuelto a surgir. Amigo de lds primeras tripulaciones de la Pan Ameri- can World Airways que tocaban en Belém, en los viejos tiempos en que los Clippers hacian escala en dicha ciudad, “Brooklyn” insiste en que ha olvidado totalmente su nom- bre y que es “Brooklyn” porque en dicha ciudad norte- americana naci6. Un dia de la primavera pasada Henry E. Gray, oficial de enlace en mantenimiento en la Panair. do Brasil, estuvo en Belém. Alli se encontré por casualidad con “Brooklyn”. Hacia muchos afios que no le veia. El sonriente limpiabo- tas ya habia envejecido, estaba achacoso y ciego. Dormia en los portales y comia cuando tenfa. Gray le hablé y “Brooklyn” lo reconocié por el metal de la voz. Se desarrollé una agradable conversacién en que muchos otros companeros de PAA fueron recordados. Como resultado de este encuentro Gray solicité a los viejos amigos de aquellos tiempos que escribieran unas lineas a “Brooklyn” quien recibié veintenas de cartas, algunas de ellas con ayuda econdmica. Hoy dia, cada vez que Gray visita Belém, ve al viejo limpiabotas de Ja sonrisa blanca y le lee y relee Jas cartas de las tripulaciones de antano, al propio tiempo que renueva los arreglos que una vez hizo, para que no le faltase alojamiento y alimentos. El pasado mes de diciembre Gray volvié a Belém y no pudo hallar a “Brooklyn”. “Pensé que se habia muerto”, dice Gray, pero en enero, en ocasién de hacer otro viaje, volvi a encontrarlo, viviendo en una vieja casucha. Alli me idiéd que volviera a leerle las cartas de sus amigos de AA “porque son muy importantes para mi al oir que aquella vieja guardia no se olvida de este amigo que vive en - perpetua oscuridad”. En Belém, Gray se retraté recientemente con “Broo- klyn”, quien en todo momento no ha cesado de agradecer las cartas de todos sus viejos y buenos amigos. YhADAGADADIIAIS ASIA ISI IIS IIIA AAS IS IIASA IIIS IS ASIII IA PENSAMIENTOS Por SANTIAGO RAMON y CAJAL No es ingrato quien quiere, sino quien puede. El ingrato sue- le poseer mentalidad vigorosa y altiva; salvados la tribulacién o apuro momentaneo, entrégase ardientémente al trabajo y acaba por satisfacer sus ambitiones. Claro esta que aludimos aqui a los hombres laboriosos y ac- tivos, cuyo recio teson triunfa de los reveses de la fortuna: Pero, en general, el ingrato es un tonto envanecido. Hay, sin embargo, honrosas excepciones. Confieso que en mi larga vida sdélo he topa- do con cuatro o cinco agradecidos dotados de talento y de modestia. Los moralistas nos aconsejan a menudo evitar enemigos. Tan- to montaria condenarnos vitaliciamente a la oscuridad y a-la mise- ria. Cuando no se ha nacido rico y es fuerza, por tanto luchar por la existencia, la mas habil y piadosa conducta consiste en adorme- if cer y atenuar la toxicidad de nuestros émulos y adversarios con el cloroforma de la cortesia y del halago. i Procedamos como el bacteridlogo, que, en la imposibilidad de aniquilar al microbio, opta por embolarlo, es decir, por convertirle en saludable vacuna. ccs Ne ‘PAG, 2 HEMISFERIO AE DOMINGO, 17 DE MARZO DE 1957