Subscribers enjoy higher page view limit, downloads, and exclusive features.
LOS INDIOS ARAUCANOS jPrimero morir que rendirnos! Estas palabras guiaron a los in- domables indios araucanos de la América del Sur. Ellos y los se- minoles de la Florida son las tni- cas tribus indias de la América que jamas fueron conquistadas por la fuerza. Los araucanos eran parte de la tribu) Hamada Mapuche, o “gente del pais”, que vivia en el territorio que es hoy la Re- publica*de Chile. Los espanoles llamaron ARAUCANOS a los gru- pos establecidos al sur del Rio Bio Bio, un mombre que ha ve- nido a significar “indios que no se rinden”. Los Incas del Peri y mas tar- de los espafioles trataron de con- quistar a los araucanos, pero no lograron nunca debilitar el fuer- te sentimiento de independen- cia que ha distinguido a esta raza hasta nuestros dias. Los incas bajo la direccién de Tupac Yupanqui invadieron la tierra que es actualmente Chile, alla por mediados del siglo XV. Después de numerosas batallas conquistaron la regién hasta el Rio Maule, pero no pudieron do- minar a los araucanos, tan aman- tes de la libertad. Estos se tras- ladaron hacia el sur, para man- tener su independencia. Por fin los incas cesaron en su empefo _ y convirtieron el Rio Maule en la frontera meridional de su im- perio y nunca mas trataron de cruzarla. A los espafioles les tocé medir la resistencia de los araucanos poco después que Pedro de Val- divia fundé la ciudad de Santia- go a mediados.del siglo XVI. Los espanoles y los araucanos pe- learon casi ininterrumpidamente hasta la segunda mitad del si- glo XIX, cuando los indios se in- corporaron, come ciudadanos, por propia voluntad, a la Repi- blica de Chile. Antes de que los espafoles lle- garan a Chile los araucanos vi- vian en unidades de familia. Ca- da unidad tenia su cacique. Es- tos grupos, que gozaban de in- devendencia entre si, lucharon unos contra otros, usualmente por razones econdémicas 0 por re- parar danos reales o imaginarios. Cuando no estaban en guerra vi- vian pescando, cazando o sem- brando alguna vianda. Cuando los conquistadores es- panoles invadieron sus tierras, los araucamos se reunieron en un sdlido haz y ofrecieron pelca al extranjero. Lautaro fue enton- es el lider de la resistencia, quien les ensefié las artes de pe- lear contra los castellanos y cé- = mo emplear las emboscadas y los golpes de sorpresa. Bajo la di- reccién de Lautaro pudieron los araucanos ganar varias peleas, pero aquél fue al fin derrotado y muerto en combate. Con la muerte de Lautaro sur- gid la legendaria figura de Cau- polican, inmortalizado por Alon- so de Ercill aen su famoso poe ma épico “La Araucana”. Caupo- ican agrupé en torno suyo a to- das las familias araucanas y or- ganiz6 a su pueblo para una nueva guerra contra el espafiol. En noviembre de 1557 Caupoli- can dio la orden de batalla y co- menzé6 otra era de luchas gon- tra los espafioles. Pero la valen- tia de los indios no pudo contra el empuje de los conquistadores, ni con sus armas y caballos, y sucumbieron los mejores guerre- tos, entre ellos el propio jefe, Caupolican, quien fue torturado antes de morir. A principios del siglo XVII el Gobernador Alonso Garcia Ra- mon y el sacerdote Luis de Val- divia, fomentaron la politica de buen trato hacia el indio y dieron los pasos encaminados a liberar esta raza de trabajos forzados, Ste fueva politica, que substi- tuia la esclavitud por el impues- to, agradé mucho a los indios y motivé su lealtad al-Rey de Es- aia. Esta lealtad, sin embargo, o pudo ser completa, debido a disperso de las tribus, muchas ie las cuales no respondieron con la misma voluntad. El Gene- ral Ambrosio O’Higgins, padre del héroe nacional chileno, Ber- nardo O’Miggins, hizo mucho por lograr que los araucanos se sintieran como parte de la colo- nia espafola. Este gobernador les dio, entre otras cosas, dere- chos de libre comercio. Durante la guerra por la inde- pendencia los araucanos fueron objeto del halago por parte de ambos bandos combatientes. Chi- lenos y espafioles procuraron su alianza. El primer presidente de “ Chile, Bernardo O’Higgins, in- tent6 ganarselos definitivamen- te a partir de la imstauracion de la Republica, en 1825. Cuan- do la guerra entre Chile, Pert y Bolivia, en 1881, los araucanos quisieron levantarse contra Chi- le, sublevaciOn que pudo sofocar con todo buen tacto #1 General ~ Basilio Urrutia. al hockey de nuestros dias. En estas competemcias desarrollaban mucha destreza y vigor, que los ayudaba a mantenerse giles y fuertes para la gurra. Sin ninguna religién formal, creian en Ngenechen, dios que regia la humanidad, al que pe- dian ayuda. Creian en una vida después de la muerte y en el poder protector de sus antepa- sados. Hoy viven unos 100,000 des- cendientes de aquellos bravos po- bladores de raza cobriza. Su nu- mero decrece poco a poco. Los que ahora viven han superado en mucho la técnica de sus ante- pasados, si bien conservan buen numero de sus viejas. costumbres. Algunos han llegado a destacar- se en la vida militar, y otros han triunfado en el mundo de la cul- tura y la politica. “El Jugador de‘Chueca”, escultura por Nicanor Plaza. Esta raza no construy6é ni ciu- dades ni templos. Tampoco hi- cieron carreteras, una labor que con tanta habilidad realiarom sus vecinos los Incas. Antes de la lle- gada de los espaiioles el tejido era el unico arte manual que practicaban. Sus disefios y sus co- lores, eso si, eran bellos y ori- ginales. Aun hoy es ésta la ma- yor industria entre ellos, que de- senvuelven unicamente sus mu- jeres. Las casuchas fabricadas por los araucanos no eran gran cosa en materia arquitectonica. Se trata- ba de chozas de madera y paja, Ilamadas rucas. El guanaco era, entre los animales de esas regio- nes, el de mayor importancia pa- ra la economia de los araucanos. No s6élo aprovechaban su carne para comestible, sino su piel y su lana para ropa, alfombras y otros Objetos domésticos, Eran deportivos los araucanos. Jugaban la chueca, algo similar at Familia araucana trabajando en los quehaceres domésticos, ESPECIAL PARA HEMISFERIO Muchachas araucanas en trajes tipicos, +s i : Ss sessnesesisietnsstinsssinasitisesenseeesiessinesstenenntheeeneeneeeeenee——— ' DOMINGO, 28 DE OCTUBRE DE 1956, HEMISFERIO Pag ina 3