El Sol Newspaper, March 29, 1957, Page 4

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Respecto a no haber hecho uso del ferroca- rril y tocar Jiménez, fue porque el presidente de las negociacio- nes mineras McQuarters, mos- tróme un documento el cual de- cía que había arreglado con este Cuartel General que'no transita- rían tropas por la vía férrea, y con el bandolero Rosalío Her- nández que en vista de esta res- tricción para laé tropas del Su- premo Gobierno, él no molesta- ría los trenes que condujeran materiales para dichos minera- les. En el trayecto tuvo conoci- mientos que el bandolero Fran- cisco Villa merodeaba por Sate- vó y otros puntos de mi tránsi- to, por lo que tomé toda- clase de disposiciones para batirlo, pe- ro éste, que vió lo inferior de sus chusmas, esquivó todo encuentro y con la violencia que caracte- riza a todas estas hordas, se puso muy lejos de mi alcance, habien- do dejado únicamente al domi- nio de mi servicio de explora- ción a-dos individuos, uno de los cuales huyó y otro llamado Tomás Morales, peligroso ban- dolero que fue apreherídido y se le pasó por las armas ese mis- mo día. E “En vista de las razones que me permito muy respetuosamen- te exponer a usted, le suplico mucho se sirva hacerlo del co- nocimiento de la Secretaría de Guerra, a fin de que esa Supe- rioridad ordene, si lo tiene a bien, se me abra la averigua- ción o juicio correspondiente, pa- ra depurar mi conducta debida- mente y quede definida mi si o no culpabilidad y con ello a sal- vo mi honor militar”. Lo que tengo la honra de tra- nscribir a usted para que a su visita se sirva tomar en conside- ración los motivos que me oebli- garon a evacuar la Plaza de H. del Parral; pues creo que si con ello resulta alguna responsaBl- lidad, será del Cuartel General de esta División, que no me pro- porcionó los elementos que con tanta insistencia le pedí, ni me dió sus instrucciones”. Tengo el honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinación y respeto. “Libertad y Constitución. Chi- huahua, Mayo 18 de 1913, El General Brigadier. SALVADOR R. MERCADO. (Firmado). Itching Torture PROMPTLY RELIEVED A doctor's formula—soothing anti- septic Zemo—promptly relieves the itching, burning of Skin Rashes, Eczema, Psoriasis, Ringworm and Athlete's Foot. Zemo stops scratch- 502 EAST WASH. — AL 2-0041 — Phoenix IE E E "ATENC Jovenes, Señoritas: . ¿ESTAN USTEDES, PROXIMOS A CONTRAER MATRIMONIO? Ordenen Matrimoniales en: “EL SOL” 62 Sur (Entre Washington y Jefferson) Phoenix, Arizona En donde ustedes, una gran variedad de: e Azahares O- Coronas e Velos e Rosarios O Libros de Oir Misa. pr 19010) E ENEE ENEE ION!! sus Participaciones Calle Tercera además encuentran o (Viene de la página 3) en jefe, e inclusive contra Rábago, que parecía creer en su culpabilidad. 5 Lo arrojó de su presencia ileso por aquello de haber si- do amigos, y acto seguido ordenó investigar lo del caballo. Ninguno de sus hombres lo había sustraído y el furor de Vi- lla llegó al rojo vivo. El coraje lo enfermó y tuvo. que enca- marse. ss ñ Entretanto, Huerta, a quien llegaron noticias del alter- cado, perdió los estribos e inmediatamente ordenó la compa- recericia del coronel Rubio Navarrete. ——Coronel: estoy hasta el copete de los desplantes y fe- chorías de ese Villa, un palurdo criminal, que se atreve cons- tantemente a subírseme a las barbas, Por. el honor y la dis- ciplina del Ejército quiero acabar eso. Aante la impasible serenidad del coronel, prosiguió, des- pués de tomar aliento. —Tome consigo una compañía, bien armada y acuda al cuartel de Villa, Me consta que conspira para quitarme el mando de la División y eso me autoriza para quitarlo de en medio. No quiero que me lo traiga vivo. ¿Me ha comprendido, coronel? A Rubio Navarrete que era un militar pundonoroso no le hizo gracia el encarguito. Pero era una orden y le obliga- ba a cumplirla su concepto de la disciplina. Fue al cuartel de Villa, y lo halló en cama y calenturiento. Dormía y no pudo hablar con él. Le repugnó quitar la vida a un indefenso y regresó con el espinoso deber de dar cuenta de que aun vivía Pancho. Pero éste, informado de aquella extraña visita, quiso saber de qué se trataba y, enfebrecido aun, quiso ir en su busca. Pero le capturaron en el camino y, de madru- gada, fue conducido al paredón. Era el 4 de junio de 1912. El caudillo, cuya sola presencia hacía temblar al ene- migo, se halló sin saber cómo a las puertas de la muerte. Y lo que no logró nunca nadie entre los muchos enemigos que combatió, iba a ejecutarlo ahora un “amigo”, uno de los suyos.... por insubordinación, Y Pancho se echó a llorar. Se ha especulado mucho acerca de estas lágrimas de Pancho. Se le ha llegado a tachar de cobarde. La pasión no debe nublar el entendimiento. Los actos de bravura teme- raria llevados a cabo por Pancho, durante toda su vida, des- mienten esta imputación. . También lloran los valientes. ¿No lloró acaso Cortés, debajo de un árbol por el rumbo de Tacuba? Iv Con todo, la hora del gran, guerrillero, que eso fue Pan- cho Villa por encima de todo, no había sonado aún. Hubo una intervención “in artículo mortis” del honrado Navarrete y tal vez, el chacal con estrellas, disipados los vapores de una de sus borracheras, creyó peligroso ejecutar a un hombre al cual adoraban sus soldados; y el peligro de una sedición san- grienta tal vez influyó en su ánimo.-Navarrete llevó la con- traorden que suspendía la ejecución y con sincero alborozó de quienes debían perpetrarla mal de su grado, Villa fue con- ducido a la presencia de su verdugo. —Mi general, ¿por qué me fusilaba usted? ¿Cuándo me he insubordinado yo? —Mi honor militar me obligó a tomar esa medida, que suspendo. Vea que no se repitan los hechos. Z —¡Los hechos! ¿Pero cuáles? “ El futuro asesino de Madero y Pino Suárez, le volvió la espalda con olímpico desprecio. La suspensión de fusilamien- to no eximió 'a Pancho. de ser conducido a la capital, con fuerte escolta y sometido a un inicuo proceso que culminó con su encarcelamiento en Santiago Tlalteloleo. El inmundo chacal, logró, con todo, hincar su innoble diente en el talón de un hombre, que, con todos sus defectos que nadie niega, fue en realidad, un gigante y una genuina encarnación del terruño revolucionario. “Cantares LUNES a A PEPE EEE (2/E AI [II IM [E EA HAZAÑAS DE PANCHO VILLA ... ESCUCHEN .... AL AMANECER” con Efren Valenzuela de 3:00 a 7:00 A.M. KPOK 1440 Kilociclos Viernes 29 de Marzo de 1957. REFLEXIONES DE UN CONDENADO A MUERTE EPISODIO OCTAVO Refiriéndose a este momento crucial en los días del hé- roe durangueño, queremos dejarle la palabra a él mismo. “Yo nunca había tenido miedo a morir, pero en aquella ocasión vi tan cercano mi fin que mepasó por el pensamiento, como un relámpago, la idea de que todo el navegar de mi vida hubiera sido para nada... que nada más por una calen- tura de mi cabeza hubiera yo querido la felicidad de mi pa- tria; y yo no me conformaba con aquella ruindad de mi des- tino... “Cuando caminábamos al sitio dond e tenía que verifi- carse la ejecución, me sentía tan decaído que mis piernas me parecían de hilacho y mis ojos se desesperaban rodando por aquella soledad sin encontrar a nadie. Llegamos al cuartel y después de que repartí algunas prendas entre los soldados que me iban a hacer fuego, y dije algunas palabras para despedirme de la tropa, se me colocó dando la aspalda a un paredón, pero sin que accediera yo que se me vendara, y to- mando por mi voluntad la posición de rodillas para mitigar así la caída de mi cuerpo. , “Esperaba la descarga y el silencio que en aquel momen- to reinó a mi alrededor fue tan árido, que se me figuraba que así ha de ser-el de la tumba: tenía las orejas como si me las hubieran rellenado de plomo; cuando de improviso y cor- tando la voz de un oficial que hayía ya ordenado: “¡Prepa- ren armas!” y que yo percibí como un zumbido, se oyeron gritos del lado de la puerta del corral, que ordenaban se sus- pendiera mi fusilamiento, y se me destaparon los oídos. Eran Raúl y Erique Madero, que venían también en la columna, y que en compañía del coronel Rubio Navarrete habían conse- guido ponerse en comunicación por telégrafo, con el presi- dente, y éste había ordenado que, en el acto, se suspendiera la ejecución. “Al realizarse aquel hecho que yo veía como providen- cial, recuperé toda mi confianza con más vigor que nunca, y desde ese día, a pesar de mis derrotas y descalabros, yo no he vuelto a dudar jamás de que mi esfuerzo se extinga sin provecho: porque ya conocí el secreto de perder y morirse...” (Continuará la semana próxima) ] Haga este banco su banco VALLEY NATIONAL El banco nacional más grande en Arizona A Az zo zon nz zz zz Subscríbase al Periódico "EL SOL” Semanario Popular Independiente E de SABADO