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Viernes 29 de Marzo de 1957. | - HAZAÑAS DE PANCHO VILLA - | Por JOSE M. FRANCES Interesante libro del que es autor José M. Frances, que trata de la vida y aventuras del famoso guerri- llero Pancho Villa, el Centauro del Norte, y que se vende en “EL SOL” 62 Sur Calle Tercera, Phoenix. (Continúa de la semana pasada) —¿Por qué hicieron ustedes esto? ¿Por qué me obligan a tronarlos por traidores? Y cómo en sus tiempos de labriego pobre, cuando se llamaba Doroteo Arango, constata que hay muchas cosas que andan mal en la vida. II Huerta ocupa un tren militar, en cuyo coche salón recibe a Villa. Por la ventanilla vense pasar muchos caballos sin jinete. —¿Qué caballos son ésos? —inquiere el adusto general, intuyendo un nuevo desastre, que le permitiera someter a consejo de guerra al guerrillero. —Son los que hemos quitado al enemigo. Tlahualilo es nuestro. z Victoriano Huerta juzga oportuno mostrarse jubiloso y exclama: - —;¡Venga usted a mis brazos, coronel! ¡Así se hacen las ; cosas! Urbina, nuestro antiguo conocido, compadre del centau- ro se halla al lado de éste. Pancho le dice al oído: —No me gusta esto. Ayer la cara larga y hoy tanto ja- bón.... Me huele muy feo... Por algo,* Doroteo y más tarde Pancho, aprendió a co- nocer al dedillo las mañas y los resabios de las bestias fero- ces. Ojalá, el presidente Madero hubiese tenido el olfato del antiguo merodeador. Transcurren unos días de calma, De pronto el coronel Villa es llamado con urgencia. Acude al llamado -receloso, desconfiado. y Los soldados se cuadran a su paso. ¿“Qué será esto”? pregúntase. Los jefes que acompañan a Huerta se levantan al verle entrar y se cuadran como hicieron los soldados. Opta por cuadrarse a su vez y hacer el saludo militar. Huerta se le acerca y le da un apretón de manos. —Coronel Villa. Su gran victoria de Tlahualilo ha me- recido plácemes del señor Presidente, el cual ha dispuesto que sea usted ascendido a general de brigada. ¡Enhorabuena, general Villa! ' Pancho, que no tembló nunca ante las granizadas de las balas, tiembla ahorá. Sin querer recuerda que Orozco le ca- tequizó un día, llamándole general... Y el júbilo casi infan- til que le invadió al ser nombrado coronel, no se produjo ahora al ser ascendido a general. Las vicisitudes enseñan mu- cho. Los militares desfilaron ante él, con la mano en la vis- cera. El inclinaba la cabeza ante cada uno que pasaba. El último, le estrechó la mano y le dedicó unas frases de enco- mio. Era el coronel Rubio Navarrete, llamado a desempeñar un papel trascendental en su vida, como muy luego se verá, TI Villa fue aclamado por sus muchachos al conocerse la noticia de sú ascenso. Muchos de-ellos eran mozos de nuevo cuño, recién incorporados, que admiraban al gigante por su historial aventurero. Otros, pocos, procedían como Urbina de los buenos tiempos de la banda de Parra, y del auténtico Pancho Villa. La memoria infalible del guerrillero echa de menos a muchos de sus amigos. No todos habían caído en el campo de batalla. Algunos se pasaron al enemigo, por en- vidia, por suspicacias o por rencillas, Por la noche, el campo .villista no da la impresión de lo que es la guerra. Por lo común procuraban acampar cerca de alguna corriente de agua, líquido que al jefe le preocu- paba mucho más que el vino; Las soldaderas villistas cocina» ban para sus hombres y se acompañaba la digestión con las memorables canciones de aquel tiempo. “La Adelita”, “La Cucaracha”.... Las guitarras rasgueaban suavemente y el campamento entero se iba adormeciendo poco a poco, hasta convertirse en un semillero de cuerpos empacados en sara- pes, cuyo sueño velaban los centinelas de a pie y de a caballo. Una de aquellas noches, reciente aun el ascenso de Pan- cho a general, un orozquista trató de asesinarlo. Fingiéndose villista se acercó al general vitoreéndole.... y le descerrajó un tiro que hirió a otra persoña. Dado el temperamento de los soldados de Villa, fanáticos de su jefe, huelga decir que el a- gresor fue balaceado sin compasión, apenas hubo confesado a lo que venía. —Ya están viendo —comentó Villa, sin aspavientos—. Hay qe cuidarse mucho con estos zorrillos.... Y la rivalidad latente entre el general gobiernista y su turbulento subordinado, hubo de estallar. La cosa fue como sigue, El sector combatiente que seguía a Villa, crecía más y más, lo cual implicaba enormes necesidades en armamento, equipo y alimentación. No-existiendo entonces cuerpos de In- tendencia, el ejército regular estaba obligado a proveerse de cuanto necesitaba a como diera lugar. Mucho más los hom- bres de Pancho, a los que todavía se miraba como irregula- res, sin serlo. Pancho, ingenuo a veces y siempre expeditivo, resolvió de una buena vez sus problemas administrativos, mediante un.impuesto al comercio de Parral, reforzado con una aportación del. Banco Minero, Con tales recursos, Fran- cisco Villa atendió a las necesidades de su gente y se sintió satisfecho. j —Mira, Pancho —le advirtió el general Rábago que le era afecto—, te has metido en un lío. —Toda mi vida me he estado metiendo en ellos. ¿A cuál te refieres? —repuso Villa jocoso, sin atinar a donde iba el otro. —Huerta está que echa fuego por tus actividades en Pa- rral. Además te acusan de haberte apropiado un caballo de un amigote suyo.... Pancho Villa, por completo ajeno al asunto,*se enfureció y estuvo profiriendo dicterios muy suyos, contra el general (Pasa a la página 4) “EL, SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE RECUERDOS DE Por RUBEN ROCHA En el artículo de la semana pasada, referimos cómo se des- arrollaron Jos cruentos comba- tes de principios de marzo de.... 1913, y la forma en que los an- tirreleccionistas a través de un periodiquito, simpatizador deci- dido de la causa, lograron pre- parar al pueblo para que éste hostilizara al ejéncito que por la fuerza de sus bayonetas sos- tenían al gobierno del traidor Huerta que para llegar al po- der mandó asesinar a uno de los Presidentes más limpios y nobles que haya tenido México: don Francisco 1. Madero y su Vice-Presidente, el licenciado Pi- no Suárez. El coronel Mercado y sus hom- bres se salvaron de una inmi- nente derrota gracias a refuer- zos que llegaron en el momento más desesperado. Sin embargo su triunfo fué solo aparente, pues en las semanas siguientes de diversas maneras se le si- guieron causando perjuicios y debilitando su resistencia, a gra- do tal que apenas dos meses después 'cuando su situación era insostenible, se vió obligado a evacuar la plaza dejando esta libre a los constitucionalistas. Mercado en su “parte” de 6 de mayo, dirigido tanto al general de Brigada, Antonio Rábago que dirigía la segunda Zona Militar de entonces y que tenía su cuar- tel general en la ciudad de Chi- huahua, como al Secretario de Guerra y Marina, habla de que le faltan municiones y dinero para los haberes de la tropa, — ya se verá ésto más adelante en el interesante documento que reproducimos—; pero lo cierto es que temía un desastre al ver que el pueblo parralense estaba con- tra él y las fuerzas revoluciona- rias a las que llamaba despec- tivamente "chusmas” y sus jefes “bandoleros” —varios de ellos re levantes figuras de la Revolu- ción—, iban tomando gran fuer- za y podían en cualquier mo- > LA REVOLUCION:— mento aniquilarlo. RECONOCIMIENTO A LOS GUERRILLEROS Un militar distinguido e his- toriador, Miguel A. Sánchez La- mego confirma el panorama e xistente entonces cuando afir- ma en su libro que hemos ve- nido comentando y en el que encontramos esa valiosa infor- mación: “Mientras en Coahuila, Nue- vo León, Tamaulipas y Sonora, en los meses de febrero a ju- nio de 1923, tenían lugar los im- portantes sucesos en el Estado fronterizo de Chihuahua tam- bién ocurrían hechos militares de singular significación, desta- cándose entre ellos la inteligen- te labor llevada a cabo duran- te ese mismo lapso, por el cé- lebre guerrillero Francisco Vi- lla, para llegar a formar, par- tiendo de un corto grupo de hom bres, la famosa “Brigada Villa”, la qude meses después se trans- formó en la poderosa y temida División del Norte, gran unidad que más tarde había de resul- tar factor decisivo para el triun- fo definitivo de las armas cons- titucionalistas. “Es de aclarar que, a fines de, aquel mes de febrero y en los principios de marzo siguiente, aparecieron casi simultáneamen- te ¡por diversos rumbos del Es- tado numerosos levantamientos en contra del gobierno usurpa- dor: Manuel Chao, Sóstenes Gar- za y Tomás Urbina en el sur; los hermanos Maclovio y Luis He- rrera y Rosalío Hernández en el centro, y Toribio Ortega, Melchor Vela y Juan Amaya en la región del noroeste, cuyas operaciones prepararon eficazmente el terre- no para que a partir de julio de aquel año, el general Villa pu- diera iniciar la brillante serie de triunfos que llevaron su fama hasta fuera de los ámbitos na- cionales”. | Más adelante refiere el gene- ral Sánchez, que siguió la ba- talla para la captura de Santa Bárbara que estaba en poder de las fuerzas de Chao y los her- manos Herrera, en aquellos mis- mos días de marzo de 1913, y que el día 27 del mismo mes las tropas federales de Mercado re- gresaron a Parral, en tanto que el coronel Chao y los Herrera volvían a organizar sus tropas Para emprender nuevas operá- ciones: “Así lo realizaron estos jefes constitucionalistas, consi- guiendo amagar constantemente a la guarnición federal, y des- truyendo la vía férrea “a Jimé- nez ¡para aislar a los federales y mantenerlos en constante zo- zobra”. a “Mientras tanto —completa su relato en este capítulo— un nue- vo grupo revolucionario al man- do del coronel Tomás Urbina y su segurído Ramón Arreola, ha- bía hecho su aparición por el sur del Estado de Chihuahua. Este jefe revolucionario,.que a principios del mes de marzo se levantó en armas en la ciudad de Indé, Durango, después de hacerse de algunos hombres y recursos, el 30 de ese mismo mes se apoderó a viva fuerza de la población minera de Mapimí, Durango, de donde a principios de abril, se internó en territorio chihuahuense y se presentó de- lante de Jiménez, población que también tomó a sangre y fuego el 14 de ese dicho mes”. COMO EXPLICA EL CORONEL MERCADO LA EVACUACION Reférida la situación que pre- valecía por aquellos agitados dí- as, veamos la forma en-que el Coronel Mercado informaba so- bre la evacuación que hizo de Parral: “Ejército Nacional General Brigadier: “Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de us- ted, que con fecha de hoy he di- rigido al Cuartel General de es- ta División, el oficio siguiente: “Tengo la honra de comunicar a usted que procedente de 'H. dél Parral de este Estado, con una columna de las tres armas, cuyo efectivo hice considerar en LA MISMA FINA CALIDAD | Lucky Lager Brewing Co.—San Francisco, Los Angeles, Cal. SR OS PERO CON NUEVA - - ETIQUETA Le gustará Lucky Lager adornada con su nueva etiqueta. El brillante y nuevo aspecto es tan alegre como la cerveza Lucky Lager. Completamente nueva por fuera .,.pero en la botella la misma fina y fechada Lucky Lager que es preferida por millones. 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Como se pudiera considerar ha- ber evacuado esa plaza sin mo- tivos fundados para ello, hago del respetable conocimiento de usted, para que se sirva hacer- lo del conocimiento de la Secre- taría de Guerra, si lo juzga con- veniente, las siguientes conside- raciones que me obligaron a e- llo: lo.—La falta absoluta de ha- beres para la tropa, pues como no se me enviaron fondos desde el mes de marzo, todo el mes de abril y lo que llevamos de mayo agoté los fondos de las Oficinas de Correos, el Timbre y la Lo- tería Nacional, habiendo tenido que recurrir después al comercio el que en un principio se mani- festó de buena voluntad para proporcionar dichos fondos, aun- que muy escasos; pero el haber sido amagadas las casas de los señores Long y de Erquicia con pedidos de dinero por los revolu- cionarios, sopretexto de que a si mis fuerzas se les había fa- cilitado y ellos tener igual dere- cho, estas casas suspendieron sus entregas y en consecuencia, yo én graves apuros que me de- terminó a ordenar al señor Pa- gador Ruíz po pagara a los Ofi- ciales sino solamente a la tropa, lo cual no fue suficiente a con- "| jurar el mal, pues mi urgencia llegó hasta extremarme a hacer una Colecta entre los particula- res, sobre la marcha en el Valle de Zaragoza, en que debido al señor Juan Bilbao se pugo agen- ciar la cantidad de $8,400.00 in- suficientes para hacer el pago, pero que de mucho sirvió, te- niéndose por último que Negar con alguna tropa sin habérsele ssocorrido y el 70. Regimiento y otros Corporaciones sin comple- társeles la decena. De ese Cuar- tel General se recibió, ya en los últimos días de mi estancia en Parral, una carta-orden para la casa de Enricia por $40,000.00 de los cuales esa casa solo en- qgunrs9rrr rro E too o zrezo zo tooo zz otero toto zoo ooo zo too ozono toto zozo PAGINA TRES Como y Porque Evacuaron Parral las Tropas del Coronel Salvador R. Mercado tregó $8,000.00 TAMBIEN LES FALTABA MUCHO PARQUE 20.—Las municiones eran es- casas, pues habiéndose gastado en el combate de defensa de la Plaza de Parral los días 5, 6 y 7 de marzo 176,000 cartuchos, sólo se me remitieron de ese Cuartel General 50,000 con los que ape- nas se pudo -cómpletar suficien- temente parte de la dotación de campaña; ¡por tal causa- me di- rigí a Torreón pidiendo con ur- gencia dicho elemento, el cual también remitió en cantidad i- gual, con lo que se completó la dotación de 300 por plaza, se me municionó a las tropas de arti- llería que llevaban dotación de guarnición y quedó para refac- cionar a las tropas a razón de non más de 20 cartuchos por pla- za, así es que después de 24 ho- ras de combate, tiempo en el que el soldado consume su do- tación, se les hubieran podido dar los veinte cartuchos más a que aludo, y después los fusiles convertidos en palos inútiles y sin esperanzas de poder recibir refuerzo en ese sentido, pues ese Cuartel General ya me había di- cho que no había tropa que pro- porcionarme, en consecuencia, sin quien hubiese llevándome di- chas municiones, máxime cuan- do la vía del ferrocarril se en- contraba destruida”. 30.—'Víveres y forrajes esca- seaban y los precios de los que había, lo eran exagerados”. 4o.— El número de fuerza que tenía para cubrir el grande pe- rímetro de la Plaza era deficien- te, pues como servirá ver esa Su- perioridad, el 60. Batallón en sus 200 hombres se encuentran com- prendidos, enfermos, heridos, mú sicos y arrieros; el 230. Batallón de 240 sí efectivo, son rancheros y arrieros; el 330. con 40 hom- bres; el 70. con 150 de tropa; la fuerza de Artillería que aumen- ta el total de la fuerza del es- tado rendido, sabemos que con sus sirviente indispensables que- da por considerar 180 hombres de irregulares de Lavalle Bassó, individuos que la Jefatura de Armas que era a mi cargo tenía motivos fundados para descon- fiar de su lealtad,+pues tenía la seguridad de que en dichas an- teriores, había su Jefe Antillón, ofrecido sus servicios _al bando- lero Maclovio Herrera, en conse- cuencia queda perfectamente comprobado que mis combatien- tes no ascendían a más de 60 hombres y de que, de no haber tenido los cañones a mi favor, hubiera sido ' destrozado por el número abrumador del enemigo, como lo fueron los destacamen- tos en Mapimí, Jiménez y Ca- margo, así es que la situación en que me encontraba no hubiera ¡podido prolongarse por más ti- empo,!'pues se habían unido las fuerzas de Chao, de los Herrera, ¡Urbina, Reza, Herlindo Rodrí- guez y Ernesto García, que su- man muy cerca de 3,000 hom- bres que está completamente justificado y pára mayor abun- damiento, el pueblo que en su totalidxd es al Ejército hóstil, ¿como lo demostró en el combate de marzo en que de una manera tan alevosa asesinó mucha tro- pa desde sus casas y destruyó con sus fuegos la casa que me servía de Jefatura de Armas. Por último, debo manifestar a esa Superioridad que en el tér- mino de un mes y medio que duró la incomunicación con a- quel Jugar, procuré por cuantos medios estuvieran a mi alcan- ce, comunicarme con este Cuar- tel General, pidiendo instruccio- nes por medio de propios a quie- nes se les pagó largamente, ha- biendo obtenido únicamente ór- denes para el aumento de habe- res de tropa, la negativa respec- to de la fuerza que pedía para sostener la Plaza de Parral y la carta-orden de los $40,000.00. Con ese propio que-se recibieron los expresados documentos, me per- mití comunicar a Ud. que en vis- ta de haber perdido toda espe- ranza de auxilio, próximamente evacuaría aquella Plaza, pues de no ser así, se perderían elemen- tos importantes. Debo también exponer a usted, que :algunas personas de la localidad se acer- caron a decirme, que en el caso de que allí se combatiera, la po- blación sufriría grandemente, muchos inocentes perecerían y los intereses americanos, por va- lor de diez millones de pesos se perderían. ASEGURO QUE VILLA LO HABIA ELUDIDO “Con lo antes puesto de mani- A (Pasa a la página 4)