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PAGINA SEIS “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE UN RECUERDO DE LA REVOLUCION |Ayuda a... “UN CASO EXTRAÑO”"— Por MAURICE LA TOUR do y los servicios de centinelas y puestos de avanzada. Jenaro se acostó como todos nosotros. Recuerdo que cerca de él quedó —¿Quiere usted que le narre|un soldado de nombre Florenti- un caso raro, algo extraordinario | no. acaecido en tiempos de la Revo- lución? —dijo el viejo soldado mirando la ceniza que cubría su cigarro—. Bien, le contaré un ca- so en que a pesar de los años que han transcurrido, aún no puedo encontrarle respuesta ade- cuada.... “Recuerdo que estábamos a fi- nes del año de 1915, Pertenecía yo a la Brigada Lealtad, cuyo co- mandante era el coronel Rubén Morales y su segundo, el tenien- te coronel de infantería Antonio Ortíz López. “La brigada estaba en ese tiempo ocupando la noblación de Soledad de Doblado, Ver. El cuar tel general se había establecido en la receptoría de rentas de di- cha población. “El calor a pesar de lo avan- zado del año era tremendo y pa- ra el efecto muchos de nosotros teníamos la costumbre de irnos a dormir a la-azotea del edificio. Tenía sus ventajas la tal cos- tumbre, pues podíamos dominar más y estábamos menos expues- tos a las sorpresas del enemigo. “En ese tiempo se dió de alta un jovencito de escasos catorce o quince años, de nombre Jenaro Morales. Su corta edad lo hacía agradable a los ojos de todos sus compañeros, quienes sopor- taban con paciencia las bromas a las que era tan aficionado. “Seguramente que sus nervios no estaban muy en consonancia con la carrera que había abra- zado-Su inquietud era muy mar- cada. Subía y bajaba la vieja es- calera de madera con una velo- cidad pasmosa y nunca se podía predecir lo que iba a hacer en determinado momento. “El comandante, viendo la ac- titud de Jenaro, lo primero que ordenó fué-que no se le dejara en las manos ninguna arma. Era peligroso, teniendo en cuenta la irresponsabilidad del muchacho. “Pronto supimos que durante los combates sabía comportarse como todo valiente. Los juegos cesaban para atender a sus obli- gaciones. Su valor se comprobó al poco tiempo de estar él con nosotros. “De todas maneras. Si no era en combate o servicio, Jenaro te- nía prohibido tocar las armas. “Los juegos de muchacho pron- to fueron conocidos por los que componíamos la brigada. A to- dos nos causaba risa sus bromas. Nos hacía pasar más agradable aquellas interminables horas q' preceden al combate. “Una noche, en que el calor nos había cargado más de la cuenta, me encontraba acostado con otros de mis compañeros en la azotea. La noche era clara. Podíamos ver a gran distancia desde donde nos encontrábamos. Los rondines se habían nombra- a. + Quiso Asesinar ... (Viene de la la. Página) tengo mi domicilio en la calle 75, número 34 de la colonia Pue- bla. Era ya de noche, cuando mi hija Francisca y yo nos encon- trábamos en la casa. En eso lle- gó Abraham completamente e- brio. Sin ningún motivo, Abra- ham la emprendió a golpes con- tra Francisca; le pegó un punta- pié en el viente y después la a- rrastró tomándola de los cabe- llos por toda la casa. “Yo man- do aquí en esta casa”, gritaba mi hijo convertido en un poseído y continuaba maltratando encar- nizadamente a mi Francisca. In- mediatamente yo acudí en ayu- da de mi hija, quien se hallaba en el suelo manando abundante sangre por baca y nariz, y su- friendo la embestida” del salvaje de Abraham. “¡Deja de pegarle a tu hermana, hombre cobarde!, díjele a mi hijo, mientras me a- ferré a uno de sus brazos y lo jalé tratando de apartarlo de Francisca. Pero en aquel momen- to se volvió contra mí, logró apo- derarse de mis cabellos y me a- rrastró materialmente hasta una pared, donde me estrelló la ca- beza repetidas veces hasta que perdí el conocimiento.... Cuando volví en sí mi hija Francisca me estaba curando las lesiones que había recibido en el cráneo y me decía aún temerosa: “Abra- ham se acaba de ir, pero me ju- ró que volvería para matarnos a las dos. ¡Ese hombre está loco mamacita!” - “Señor delegado —dijo Emilia López Reina al agente investiga- dor—, es necesario que mi hijo reciba un ejemplar escarmiento, pues no es la primera vez que nos ha golpeado y ha intentado asesinarnos”. “Sería como la una de la ma- drugada, cuando vi con asombro que Jenaro se levantaba. Con paso cauteloso recorrió todos los rincones de la azotea. Parecía ver a lo lejos algo que yo no pude distinguir. Regresó. Se acercó a Florentino que dormía abrazado a su arma. Recuerdo que el fusil era de origen japonés. “El muchacho con mucho cui- dado quitó el arma al dormido. Manipuló con la palanca de ma- niobra. El ruido que hizo desper- tó al subteniente José Trujillo, que dormía en el único cuartito que había en ela azotea. Su voz autoritaria sacó de su distracción a Jenaro. “—¿Qué pasa Jenaro? ¿Qué está haciendo con esa arma? ¿No recuerda la orden que se 5 tel —“Me gusta tanto....! - testó el muchacho con voz lasti- mera. —'Déjela! —“Sí, mi subteniente... “Con gesto que denotaba su sentimiento, Jenaro dejó el ar- ma; no con tanto cuidado como lo había hecho al tomarla. Tal maniobra despertó a Florentino. —“¿Qué pasa? —preguntó a- sustado. —“Revise su arma, Florentino —dijo el subteniente Trujillo—. Jenaro la estaba manipulando. —“¿Cortaste cartucho, Jenaro? —Preguntó el sidado. —“S.... —'“¿Pusiste la aleta del segu- ro? —“¡Claro! a “Florentino se conformó con la respuesta. No revisó el arma co- mo se le había ordenado. “Jenaro, enamorado del arma, colocó las manos sobre el cafión, y, su cabeza, sobre sus manos. Se disponía a dormir sintiendo el Un Doble... (Viene de la la. Página) en el suelo Jasso y Mesa y sus medios hermanos Raúl y Fernan- do Escobar Mesa golpeaban a los caídos con machetes, ayudados por otros sujetos, que en compa- fía de los Escobar Mesa escapa- ron, pero ya sen buscados por las autoridades judiciales y por la tropa Federal solicitada por el agente del Ministerio Público, licenciado Jesús V. Flores Tre- vino, quien se abocó al conoci- miento de los hechos, para ini- ciar las investigaciones corres- pondientes. Jasso y los Escobar se dieron cuenta de que eran observados por Agustín Durán, quien no lle- vaba arma y empezaron a dispa- rarle con sus armas, logrando milagrosamente escapar de ser abatido por los temibles asesi- nos, quienes robaron más de 3 mil pesos a Gabino Durán cuan- do se encontraba tirado en el suelo, El móvil del crimen se ha de- terminado por las autoridades, como el robo, pues los Durán siempre tenían en sus. parcelas buenas cosechas ya que eran o- riundos del Estado de Jalisco y se dedicaban de lleno a la agri- cultura, por lo que los otros tu- vieron envidia de ver las ganan- cias económicas que obtenían y decidieron matarlos. Un día antes de los hechos sangrientos que han conmocio- nado a la Congregación de Cor- ¡covado y a toda la región del Pánuco, los hermanos Escobar Mesa y Romualdo Jasso Mesa, habían sido desarmados por Sal- vador Durán, hermano de los oc- cisos, cuando trataban de ten- derle una celada, pero el otro sabiendo de antemano el asun- to, logró desarmarlos, yéndose a refugiar a la ciudad de Pánuco en donde pidió garantías a las autoridades respectivas. El fiscal V. Flores Treviño se ha dirigido al comandante del 470. batallón que guarnece la plaza, para que preste los ele-- mentos de tropa necesarios a fin de lograr la captura de los her- manos Escobar Mesa, quienes en compañía con los otros sujetos que tomaron parte en la massa- cre, huyeron con rumbo desco- nocido, no así Romualdo Jasso Mesa, quien se presentó volun- tariamente, diciendo que había sido víctima de los Durán, cosa que no pudo comprobar, ya que la autopsia practicada por los médicos legistas doctores Aníbal Gómez Juárez y F. Durán, ma- nifestó lo contrario a lo que afir- ma Jasso Mesa, quien se encuen- tra preso en el Reclusorio de Pá- nuco para que se le instruya el proceso correspondiente por sus horribles crímenes. (Viene de la la. Página) mos al Banco de Exportación e Importación a los países comu- nistas cuando a su juicio, éstos prometieran dar una nueva vida a las ansias de libertad y facili- taría sus esfuerzos por lograr la independencia del dominio so- viético, en cuyos tentáculos hoy en día están presos. NACIONES UNIDAS, N. Y.— Los Estados Unidos recibieron “con satisfacción” el aviso ofi- cial de que la Asamblea Gene- ral de las Naciones Unidas, se reunirá de nuevo el 10 de sep- tiembre próximo para tratar una vez más, lo relativo a la situa- ción de Hungría. El embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas Henry Cabot Lodge, habló de la próxima reunión y subrayó una vez más que la “Unión Soviéti- ca no ha retirado sus legiones de Hungría.... desafiando el deseo tan frecuentemente expresado por la Asamblea General” y que el régimen impuesto por el so- viet de Janos Kadar está actual- mente “efectuando una serie de arrestos y estableciendo un sis- tema de intimidación que es ab- solutamente repulsivo”. <A _— frío del arma como consuelo, Flo- rentino vió la actitud del mucha- cho y desconfiando murmuró: —“No me la volverás a quitar, Jenaro... “Tomó el arma por la gargan- ta y el dedo índice cayó incons- cientemente sobre el disparador. El arma rugió. Jenaro había mentido. No había puesto el se- guro en el arma. “El proyectil cortó los dedos de la mano izquierda de Jenaro y los huesos lo desviaron, yén- dose a clavar en el occipital del joven. “La alarma cundió entre noso- tros.. Los dormidos se pusieron en pie violentamente. Creyeron que se iniciaba un ataque. “El subteniente Trujillo fué el primero en entrar en funciones. “| Mandó violentamente traer a un médico. Estaba alarmado al ver la sangre que salía debajo del cuerpo de Jenaro. Se aproximó a darle ayuda. No pudo hacer mucho. La cabeza del muchacho se encontraba destrozada. “No hubo esperanza. El médi- co revisó a Jenaro y no encontró posibilidad de vida. Era un mila- gro que el joven aun viviera te- niendo la herida que tenía. “La vida se aferraba desespe- radamente al joven. Seis largas horas luchó con la muerte, y, al fin, después de muchos esfuer- zos por parte del doctor, murió Jenaro. “Pasaron los días. Días llenos de acción y de violencia. El re- cuerdo del compañerito muerto, huyó de nuestra memoria al fra- gor de la lucha. No había tiem- po para pensar en él. Nuestra misma vida estaba en juego. De la vigilia, de la atención a las órdenes que se nos daban, de- pendía nuestra existencia. “Esperábamos que nos movie- ran de un momento a otro. Es- perábamos salir de aquel lugar que llegó a parecernos odioso. Nada de esto pasó. Ni nos cam- biaron y seguimos viviendo como hasta entonces habíamos vivido. “Una noche en que cenábamos en el cuartito del subteniente José Trujillo, comentando los in- cidentes del día, oímos clara- mente que aláuien subía corrien- do la escalera. El subteniente creyó que se trataba de un men sajero. Seguramente que se no' enviaban órdenes para algo. L creímos todos. “Salimos ansiosos. Todos que ríamos saber de lo que se trata- ba, pero con asombro miramos la escalera. No había nadie. “Nos miramos los unos a los otros. ¿Qué había pasado con el mensajero? El subteniente Tru- jillo mandó que se revisara la azotea. Seguramente no nos ha- bía encontrado en el lugar que se le había dicho. En la azotea no había más gente que los que estábamos con el subteniente. “Entramos otra vez al cuarto. Seguimos cenando, pero todos pensábamos en quién sería el que había producido esos pasos que tan bien habíamos oído. “No pasó mucho rato de esto, pues a poco, otra vez oímos los pasos. Esta vez iban de bajada. Ahora ya no cabía duda. Todos reconocimos los pasos de Jenaro. El que hacía el ruido tenía que ser un muchacho. El subteniente no dijo nada pero cuando oímos nuevamente los pasos que su- bían, él mismo salió a ver quién los producía. Salimos tras el ofi- cial. El ruido cesó. La escalera estaba vacía...” —Ahora, mi pregunta es és- ta... ¿Qué fue lo que nosotros oímos? ¿Era realmente Jenaro que seguía con su inquietud aún SOBRE LA VIDA DEL COMICO RED SKELTON LA TRAGEDIA DEL MIMO Por el Lic. LUIS CASTAÑON Red Skelton, el gran actor norteamericano que hace a- ños entretiene a los públicos del mundo con sus gracejadas, ha llegado a México y anuncia que su pequeño hijo Richard, —sentenciado a próxima muerte por los médicos, a causa de una pertinaz leucemia—, vendrá enseguida a: visitar nuestra ciudad, juntamente con su madre y hermana, Vive Red Skelton en este momento la mayor tragedia de su existencia, mirando que su hijo se le muere irremisible- mente y recorre en su compañía el mundo para ganarle tiem- po a la vida; para ganarle algo de la felicidad que a éste le tocaba, al crecer; al hacerse hombre y vivir a plenitud su existencia. Es patética la jornada de Red Skelton con su ya casi ca- dáver hijo, por todos los países de áuropa y América y va pe- sando sobre el mundo su tragedia, su enorme desventura, por lo que se ofrecen al pequeño regalos de toda índole: caballos, perros, gatos, funciones de circo, excursiones; cuanta cosa agradable y propia de sus tiernos años, pueda existir. A don- de quiera que éste se presenta le muestran cordialidad, afec- to y simpatía extraordinarios. “El mayor consuelo que he re- cibido como artista y como hombre, en este trance tan dolo- roso —expresó Skelton hace tres días aquí en México— es ver que en el mundo entero, todas las personas de distintas ideas, de distintas religiones, han rezado por la salud de mi hijo”. Y Red Skelton, como Garrick, aquel célebre payaso in- glés, sigue riendo ahora, agual que para los públicos de sus películas, para su hijo, a fin de que éste no advierta su pena, y sus postreros días en la tierra no se pinten con el matiz de la amargura y la tristeza; sigue haciéndola de payaso Red Skelton, frente a su hijo; ejecutando piruetas al salir de buc- kingham en Londres; ante la tumba de Napoleón en Francia, imitando la pose característica del Gran Corso; bailando en España como un gitano; remedando a toreros y baturros. Ri- chard en su inocencia ríe, imitando actitudes de su padre, aje- no a lo que le acontece. “Mi hijo vendrá a México en estos días” —dijo Skelton a la prensa mexicana— y se divertirá como todos los niños. Quiere ver las pirámides de Teotihua- cán, donde cree que hay camellos”. ¡Cuántos gemidos ahogará Red Skelton delante de su hijo y cómo se desbordará su pena a solas advirtiendo que ca- da día, éste es menos y menos suyo hasta que la fatal enfer- medad, lo ahuyente definitivamente de su vera! Terrible co- mo el cáncer, la leucemia que transforma los corpúsculos ro- jos, en blancos y apaga la vida del ser, paulatinamente, como se apaga la ltz de una lámpara al irse consumiendo el aceite que la alimenta; la leucemia que a veces es ocasionada por el abuso de los antibióticos: penicilina, terramicina, aureomi- cina y todas las demás “inas” que llenan cada día más y más los laboratorios, farmacias y hospitales del universo. La vida reparte la dicha y los dolores a su gusto. Otros famosos mimos del mundo, a pesar de la leyenda de “Ríe Payaso, ríe” han tenido más suerte que Red Skelton y uno de ellos es Charlie Chaplin, que hizo varios matrimonios en los que procreó muchos hijos; alcanzó la máxima gloria del mundo —superior a la de Max Linder— y amasó una fortuna de millones de dílares— todo gracias al favor y al apoyo del pueblo norteamericano, al que con ingratitud inconcebible ha vuelto la espalda y vive la última etapa de su vida, rodea- do de cosas gratas y amables. Afortunado también nuestro “Cantinflas”, de indumen- taria conpletamente distinta a la de Chaplin —el bombín y jacket de Chapli procede de las altas esferas sociales, mien- tras el hilacho llamado “gabardina” por “Cantinflas” y su gorra de pillete, representan al pueblo; Cantinflas agasajado por las más grandes personalidades, incluso al presidente D. Eisenhower, no por pegarle precisamente a Chaplin en la cabeza, como dijeran los envidiosos, sino por merecimientos propios, vive feliz en su patria que ama entrañablemente y a la que se debe por completo. La vida del mundo es la esperanza. Red Skelton a pesar de la tremenda sentencia de muerte que pesa sobre su hijo, confía aún en un milagro y cree que ha de escapar a esta sentencia. El día 28 del presente se reunieron en Copenhague, Dinamarca, médicos de todo el mundo, incluyendo Rusia, pa- ra discutir la enfermedad del pequeño Richard. La fe obra lilagros; la fe salva. La solidaridad humano demostrada en el drama de Red 3kelton, hace confiar en mejores tiempos en un mañana no tejano. Quizá lo estadistas del mundo se reúnan un día de es- ¿os, en un deseo tan sincero, tan noble y verdadero de salvar- nos del dolor y de la muerte —con los que se conquistan los mercados— como el que anima ahora a los médicos de todas las nacionalidades, para salvar al pequeño hijo de Red Skel- ton de la terrible leucemia. interpretarse como que, a final de cuentas, el problema de los aranceles habrá de quedars pen- diente en forma indefinida, lo cual favorecerá a México y de- más países que se consideraban afectados con una medida de esa naturaleza. “Ike” no Insistirá... (Viene de la la. Página) lante de aranceles para el plomo y el zinc, cuando los precios sean inferiores a determinado nivel, como medida extraordinaria pro- vocada por la crítica situación que prevalece en Estados Unidos de Norteamérica. Empero el Presidente agregó CRITICA EL DIARIO “NEW YORK TIMES” que, personalmente abriga la i- dea de que el sistema propues- to sea sometido a la Comisión de Aranceles que tiene técnicos capacitados para estudiar y pro- poner cualquier reforma, y que todo parece indicar ahora que también las industrias prefieren recurrir a este método. La declaración anterior puede después de muerto, o eran nues- tros nervios exaltados por la re- friega? NUEVA YORK.—El diario “The New York Times” dice en su edi- ción que “nadie sabe si la pro- puesta para aumentar las tarifas aduaneras establecidas sobre el plomo ey el zinc podrá aprobar- las o no el Congreso en los po- cos y apresurados días que le faltan de este período legislati- vo”, y añade que sería un con- suelo si no la aprobara”. El diario critica el nuevo im- puesto de 3 centavos sobre am- bos metales que está discutien- Viernes 30 de Agosto de 1957. ALGO SOBRE LAS VACACIONES Por ALICIA GOMEZ JAUREGUI De regreso de las vacaciones, vienen los trenes llenos y los bolsillos.... vacíos. x—X—x El hombre que sale de vacacio- nes con su mujer, es un preso que se empeña en conservar su grillete en la... libertad. x—X—x ¿Así que te fuiste de vacacio- nes para cambiar de aires? Sí, pero sólo logré cambiar de.... whisky. x—X-x ¡¡Ah!! Suspirar por la vacacio- nes del mes de marzo y.... tener que pagar las deudas contraídas durante el resto del año. x—X-x El banquero sale de vacacio- nes para sacudir sus preocupa- ciones, el burócrata para sacudir su crónica pereza, y la señora para no sacudir la casa. x—X—x El doctor al borrachito: —Usted debe tomar unas va- caciones. —¡Tomar! Lo que usted guste. x—X—x Me voy de vacaciones al trópi- co, pero tengo verdadero terror a los animales venenosos. ¿cuá- les serán los peores? —Los hoteleros voraces. x—X-x En el mostrador de artículos deportivos había un letrero que decía: TODO PARA SUS VACACIO- NES. El viejo verde preguntó a la chica que atendía el mostra- dor. ; —¿Usted se incluye en la o- ferta? Hubo un... (Viene de la la. Página) disciplina en el hogar y les per- miten andar en la calle a volun- tad. VENTA DE ALGODON, YA FUE APROBADA WASHINGTON.— Los Estados Unidos aprobaron hoy la venta de 750,000 pacas de algodón a bajo precio. La noticia causará estupor en los países producto- res de la fibra blanca, como Mé- xico. ESPERAN LA GRIPE EN ESTADOS UNIDOS WASHINGTON.— Se espera que la “influencia asiática” in- vada los Estados Unidos y las autoridades de Salubridad se es- tán preparando para combatirla. Se efectúan rápidos experimen- tos. NO PUDO NADAR ALBERTO GOMEZ LONDRES, Inglaterra.— En es- tos momentos se está llevando a cabo las competencias de nado en el Canal de la Mancha con elementos internacionales. El mexicano Alberto Gómez Valladares no pudo competir en la cruzada del canal, porque le dió un calambre. Una nadadora holandesa es la que lleva la delantera. do el Congreso y afirma que “a- fadiendo la propuesta que se hi- zo con tal objeto a un proyecto de ley al que nadie se oponía y que había sido ya aprobado por la Cámara de Representantes se ha dejado de lado la ley de re- ciprocidad comercial”. Según el periódico podrían ha- berse protegido a la industria norteamericana del plomo y el zinc aplicando las normas que establece esa ley, cosa que no se hizo”. “Si el gobierno y el Congreso cáen en el hábito de soslayar la ley de reciprocidad comercial —termina diciendo el diario—, la ley sería inútil en la práctica. Esto, en una situación mundial en que los países libres necesi- tan tan libre como sea posible, constituiría una verdadera cala- midad, A A SE SOLICITAN COCINERAS o COCI- NEROS para CAMPOS DE BRACEROS Se les dá cuarto y comida. El salario es muy bueno. vea a: STEWART HILL COMMISSARIES. 2736 W. WESTWARD BLVD. (anteriormente Buckeye Rd.) Phoenix, Arizona. ¡¡Es una magnífica oportuni- dad para persona interesada!! ¡Vea hoy mismo éste trabajo! Ponen a Prueba... (Viene de la la. Página) bre del año próximo, y ponerlo inmediatamente en práctica. Pero la administración de Ei- senhower abriga creciente sospe- chas acerca de las intenciones comunistas, considerándose posi- ble que el Kremlin esté menos interesado en el desarme que en encontrar un medio de poner fin a las negociaciones, dejando a los aliados en una posición deli- cada. Por eso es que la estrategia norteamericana parece dirigirse hacia prolongar esas negociacio- nes, hasta determinar con preci- sión, cuáles son las verdaderas intenciones soviéticas: si garan- tizar la paz futura del mundo o seguir en sus propósitos de ex- pansión mundial. EISENHOWER CONTRADIJO LA OPINION DE LA MAYOR PARTE DE SUS ASESORES LONDRES.— El Presidente Ei- senhower pasó por alto el Conse- jo de Asesores de Defensa y de sus aliados occidentales, al ofre- cer a los rusos una tregua de dos años en materia de prueba de armas nucleares. La revelación se hizo en círcu- los autorizados, y según éstas fuentes, la oferta condicional en la Conferencia del Desarme por el delegado norteamericano Harold Stassen, tiende a estable- cer y definir si en realidad exis- te alguna esperanza de llegar a un acuerdo sobre esta materia con la URSS. Al autorizar esta concesión a Rusia, el Presidente Eisenhower se pone de parte de su asesor en materia de desarme, Stassen, y en contra de sus principales ase- sores del Departamento de De- fensa y de la comisión de la e- nergía atómica. Estos últimos, han advertido que en una tregua de más de diez meses, sin un acuerdo gene- ral sobre el desarme posterior, podría poner en peligro la actual supremacía norteamericana, en materia atómica, habiendo ad- vertido además al Presidente que solo continuadas pruebas nuclea- res podrían permitir el perfeccio- namiento de una bomba de hi- drógeno, perfectamente limpia de radiactividad. LA RADIACTIVIDAD HA SIDO REDUCIDA EN UN 96 POR CIENTO, SEGUN STRAUSS WASHINGTON.— Lewis L. St- rauss, presidente de la Comisión de Energía Atómica, ha informa- do al Congreso que la precipita- ción radiactiva de las actuales armas atómicas, ha sido reduci- da al 96 por ciento de lo que era anteriormente, por lo que respec- ta a dichas armas. Strauss, cuyo testimonio pre- sentado ante la Subcomisión de Asignaciones de la Cámara el 10 de julio, ha sido dado a la publicidad, añadió que dentro de cuatro o cinco años, “será posi- ble eliminar por completo de ra- diactividad a todas las armas a- tómicas”. El presidente de la Comisión de Energía Atómica, dice que la espera luminosa de un reloj de pulsera produce más irradiación, que toda la “que se ha recibido hasta la fecha de la radiactivi- dad acumulada”. PAIN Esso PAINS of HEADACHE, NEURAL- GIA, NEURITIS with STANBACK TAB- LETS or POWDERS. STANBACK is mot a one ingredient formula . . . STAN- ly proven take dose. of these 1, more tension STANBASS Smep Beck cit RAS STANBACK ez,