Subscribers enjoy higher page view limit, downloads, and exclusive features.
“EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE 1 Viernes 23 de Agosto de 1957. SPANISH PAN-AMERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco. Entered as a second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona, under the Act of March 3, 1879. : No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nuestros | terror inolvidable. — Metido entre la maleza, colaboradores. Para precio de anuncio diríjase a las Oficinas situadas en 62 So. 3rd. St. Teléfono ALpine 3-4948 Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscriptor desee que se cambie el envío del periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de 10 centavos. SUBSCRIPTION RATES Per Year: $3.00 Six Months: $2.00 Al oat-of-town subscriptions must be paid in advance for at least a period of six months. Al payments must be made to the Editor. Post Address: P. O. Box 1448 Phoenix, Arizonc ¿COMO SE DEFIENDE LA MUJER DE Los CHISTOSOS MOLESTOS? “Soy una mujer de 35 años de edad, con experiencia, y feliz- mente casada. Presumo de no ser una hipócrita. Me gustan los buenos chistes y me río con ga- nas. Por lo Posición de mi espo- so estoy obligada a tomar parte en muchas reuniones sociales. En los últimos tiempos tuve una experiencia bastante triste con muy mediocres chistosos. Ciertos hombres disfrazados de caballe- ros empezaron a contarme chis- tes de mal gusto, a los 10 minu- tos de conocerlos, casi siempre encontrándose ellos en estado al- cohólico. Les aseguro, que nunca día lugar a eso. Pensé ahuyen- tar a tales tipos con cierta frial- dad. Entre más reservada me comporté con más ganas me con- taban sus chistes. En varias o- casiones mi esposo tuvo que in- tervenir. Dieron estúpidas expli- caciones, como por ejemplo és- tas: ¡No estamos en una guar- dería infantil! Por oposición de mi esposo me es imposible pro- wocar una escándalo. ¿Cómo a- plicarles la “Ley de Hielo”? Realmente llama la atención cómo abundan en la sociedad ta- les chistosos molestos sin respe- tar damas ni jovencitas. Si un chiste es realmente bueno se puede cerrar un ojo, pero eso des- graciadamente anima después más a los graciosos para pasar los límites del buen gusto. Y si uno se opone a tales chistes, se expone a oir las insolencias más grandes. ¿Cómo se defiende una mujer en tales casos? En primer lugar, no debe im- portales si tales hombres la con- sideran tonta o presumida. Es mejor -“enfriarlos” con habilidad. Eso no es tan sencillo si por ejemplo el del cuento es su com- pañero de mesa. En ese caso des- pués del primer chiste grosero diríjase al caballero del otro la- do para conversar con él y su compañera. Después cuando ya se han formado grupos, la cosa es más fácil. En este caso únase a otro grupo y deje “plantado” al señor con el chiste en la bo- ca. Muy eficaz sería un boicot general de parte de las damas presentes- al terco chistoso. Las anfitrionas tienen la obligación de observar a tales caballeros y en el momento oportunamente intervenir.— E. Más ayuda de los Estados Unidos Para el Exterior PIDIO EISENHOWER AL CONGRESO DE EE. UU. WASHINGTON.— El Presiden- te Eisenhower se reunió, —aun- que no estaba anunciado— con los dirigentes del Congreso nor- teamericano para solicitar un aumento de los fondos de ayuda al exterior. ARAS Ax BEBIDAS HELADAS Y HAMBURGER SYSTEM NIEVE (ICE CREAM) Hamburger de Pura Carne, de Res: 20c + 6 1-51.10 CAJA DE PESCADO FISHERMAN' S 5Oc Venga, traiga a su familia y disfrute. Esquina de Calle 24 y E. Washington II MORTENSEN - KINGSLEY LA AGENCIA DE FUNERALES PREFERIDA DE LOS MEXICANOS Se atiende con respetuosa actividad. Teléfono: 4-3119 1020 West Washington St. e ESTAMPAS — ROSARIOS O SANTOS DE BULTO e LIBROS DE OIR MISA e ORACIONES DE TODAS CLASES Los Encuentra usted, a muy bajo Precio, en: 1 SUL 62 SUR CALLE TERCERA PHOENIX, ARIZ. (Entre Washington y Jefferson) LA VENGANZA DE LOS JIBAROS En encuentro con mi destino. — Los imanes de la riqueza. — Camino del campamento. — Oro en la jungla. — Noche de Por CARLOS FRANCO SODJA "A veces ocurren encuentros extraños que nos colocan an- te nuestro propio destino; naturalmente que uno lo ignora, pues de adivinar cuánto nos va a suceder, alguna forma bus- caríamos para evitar el suceso. Naturalmente 'que yo como todos, ignoraba lo que iba a traerme aquel encuentro. Me hallaba a la sazón en Quito, hasta donde me habían llevado mis inquietudes y aquella desafortunada empresa ma- derera en la cual me había embarcado, dejando a mi vez, en- trampados a mis socios que juraban en el viejo muelle de Guayaquil. Mis estudios en la Universidad de Cuenca, no habían sido todo lo brillantes que mis padres y yo esperábamos, así es que de pronto, me ví envuelto por una serie de acontecimien- tos que se fueron encadenando en tal forma, que me vi obli- gado a lanzarme a la aventura,-a convertirme casi en un tramposo, e un hombre que buscaba su vida de todas las for- mas imaginables, sin reparar en las características morales de los medios empleados. Precisamente una de esas formas de vivir, me había he- cho correr hacia Quito y meterme en aquella tabernucha, y si mal no recuerdo, llamada: “La Muleta”. Era aquel antro, un refugio de individuos de todas las clases sociales y de to- dos los alcances monetarios, por lo que su parroquia era su- mamente pintoresca. Allí podría yo ser un maderero, un petrolero, un gam- busino, un piruetista, sin que a nadie alarmara mi presencia. EL ENCUENTRO me era muy conocida y enseguida volví el rostro para saludar también. —Mi querido Miguel Gómez, ven y tómate un trago, cuánto tiempo sin vernos....! —Nada, nada, el trago será como siempre, por mi cuen- ta y si no nos hemos visto, es porque tú no me has pagado esa plata que me debes! —Pero mi querido Miguel, mira, esta vez vengo contra- tado por los americanos.... negocio de madera y petróleo, tú —Nada, nada, lo único que sé es que has dejado a tus socios entrampados en Guayaquil y que te buscan para me- terte tras los barrotes... —Mira Miguel, yo... es que.... La botella y las copas llenas de aguardiente que pusie- ron ante nosotros, cortaron aquellas frases atropelladas y ri- dículas que estaban a punto de brotar de mis labios. Quemé mi garganta con esa especie de ron fuerte, bebida obligada del ecuatoriano del pueblo y en un momento dejé de hablar y estuve pendiente de cuanto decía mi entrañable amigo. Era Miguel Gómez, un hombre recto, honesto y decente, un caballero, en toda la extensión de la palabra, a quien no le faltaba malicia y conocimientos de la vida, para entender a los pillos de mi calaña. De tal suerte que no hubo mayores explicaciones y él en cambio, me propuso algo que me causó alegría y puso ante mí, una especie de brecha por la cual po- dría lanzarme hacia la libertad, sin que mis airados socios me buscaran y.... Lo que mi amigo Gómez me proponía, era la búsqueda de unos yacimientos auríferos; él se había graduado en geo- logía, habíase perfeccionado en la minería en los campos co- lombianos y brasileños y después, había recorrido todo el sur- este del Ecuador, trabajando como explorador y maderero, para una firma norteamericana que buscaba petróleo. Precisamente en este oficio, habíase topado con un ya- cimiento de oro, con un placer que a juzgar por lo que había observado Miguel, era algo soberbio. El yacimiento en cues- tión, se localizaba precisamente en el nacimiento del río Napo y Putumayo, del Perú y Colombia respectivamente. Escondido en mi cuarto de hotel, con la botella de aguar- diente al alcance de mi mano, pasé los cuatro días que Miguel duró arreglando todo para la expedición. Tiendas de campa- ña, víveres, herramientas y cuatro mozos que nos iban a au- xiliar en el lavado y extracción del codiciado metal. Miguel me lo había explicado todo, sabia que yo era un pillo, pero no sé por qué, confiaba en mí, pues inclusive me había dejado en posesión de un plano que él había elaborado cuando an- daba trabajando en el monte. LOS JIBAROS La cosa se dió bien. Pronto dimos con el placer que ya Miguel había visto y nos dedicamos de lleno al trabajo. Aque- llo era un filón riquísimo y para calmar un poco la tentación y codicia de los mozos, les ofrecimos un porcentaje por oro limpio. Una semana más tarde, intempestivamente hicieron irrupción en nuestro pequeño campamento minero, cuatro jí- baros, dos mujeres, un hombre y un niño. Todos-iban emba- durnados de achiote, lo que sumado al fastuoso colorido del crepúsculo, les daba un aspecto impresionante. La mujer vie- ja se adelantó llevando al niño cargado y me hizo señas de que lo viera, de que lo examinara, pues seguramente mi larga barba y mi pipa, le hicieron creer que yo era médico, un mé- dico blanco. A veces la naturaleza y las circunstancias cambian al hombre y no sólo en su apariencia me sentí doctor, examiné al chico que tenía una bronconeumonía terrible y decidí dar- le una poca de medicina que osotros llevamos en nuestro bo- tiquín reducido; extrañamente Miguel protestó cuando yo aplicaba el antibiótico y le obsequiaba a los jíbaros unos com- primidos de sulfas, después cambió, su rostro se iluminó y se quedó como pasmado, contemplando la exótica belleza de la otra mujer joven, hasta entonces semi-oculta en la maleza. Jamás comprendí la impresión que le hizo aquella hem- (Pasa a la Página 6) Insectos de México son Descubiertos por Norteamerica SON PREHISTORICOS Y HARAN INVESTIGACIONES BERKELEY, California.— Los científicos californianos, anun- ciaron que más de setenta insec- tos prehistóricos fueron descu- biertos en México y que se ini- ciaron minuciosas investigacio- nes al particular. Se encuentran bien conservados para: los estu- dios que se practicarán. MUEREN 200 ARGEL, Argelia.— Fuentes francesas anunciaron que 200 re- beldes argelinos habían sido muertos en combates que se re- gistraron la semana pasada. Al sureste de Argelia se han suce- dido más combates en las últi- mas 24 horas. DA UN CONSEJO WASHINGTÓN.— El reveren- do Edward Elson, pastor de la iglesia a la cual asiste el Presi- dente Eisenhower, aconsejó un período de espera, para que se enfríen los ánimos entre Israel y los países árabes, Eisenhower oyó la disertación de Elson. Quiere Matarse por la Reina UN COMENDADOR, FIEL A LAS AÑEJAS TRADICIONES DE LA GRAN BRETAÑA LONDRES, Inglaterra.— El pe- riódico “Sunday Times” definió en un editorial “los justos Tími- tes de las críticas que la equi- dad, la honorabilidad y la pru- dencia autorizan a expresar en público respecto a la Reina, la familia real y el “Palacio”. Este artículo se refiere a los comen- tarios que ha suscitado la violen- ta diatriba de lord Altrincham contra la Reina y sus allegados. “Al aceptar los servicios de la familia real —afirma el periódi- co conservador— la aceptamos tal como es. Pero la forma de censurarla también está sujeta a ciertos límites, Lo está, en pri- mer lugar, a causa de que el monarce y su familia no pueden contestar públicamente a las crí- ticas públicas que se les hacen. Lo mismo ocurre con los miem- bros de su personal y “de su ca- sa. Esto impone a todos los que no pertenecen a la categoría de cobardes o de irresponsables, se- rias restricciones en lo que se re- fiere al carácter, la elección de las palabras o la forma de cual- quier crítica... A partir del mo- DUROS ATAQUES LANZA la PRENSA INGLESA CONTRA la ARISTOCRACIA La prensa inglesa es quien lan- za los ataques.—Critican a Du- ques, Marqueses y muchos o- tros nobles.—Los ingleses se muestran sorprendidos. LONDRES, Inglaterra.—Los pe- riódicos británicos lanzaron crí- ticas brutalmente francas a la Reina Isabel, a su corte y a to- da la aristocracia hereditaria del país. Ze Las críticas contra la Reina co- menzaron hace unos días en una oscura revista literaria, hechas por un ignorado par del reino. Hoy aparecieron en los perió- dicos dominicales que editaron millones y millones de ejempla- res. En algunos de los periódicos se defendió a la Reina, pero los elogios quedaron cerrados bajo la montaña de críticas que se hi- cieron a la Monarquía Democrá- tica y Constitucional Británica. El “Sunday Express” publicó un artículo en que se critica a los nobles, Duques, Marqueses, Vizcondes y Barones que forman la aristocracia hereditaria britá- nica. El “Reynald News” del Parti- ESTOMAGO INTESTINOS VEJIGA ALMORRANAS Desórdenes tales como: Indi- gestión, Estreñimiento, Dolo- res en el Abdómen, Dolor de Espalda, Debilidad, Dificulta- des Urinarias, y Dolor mien- tras se mueven los intestinos, pueden ser síntomas que de- ben vigilarse porque quizá in- diquen alguna condición se- ria, lo que puede encontrarse alivio mediante un exámen concienzudo y por medio de tratamientos. Mucho sufri- miento, e desu trabajo, hospitalización y operaciones pueden evitarse por medio de tratamientos especiales y cui- dado. —No pierda tiempo. Lla- me al Teléfono AL 4-9144 pa- ra que haga una cita. —Tene- mos un intérprete de experien- cia todo el tiempo. Los cobros son sumamente bajos. JEFFERSON HEALTH CLINIC 533 E. JEFFERSON TELEFONO AL 4-9144 Se Necesitan Operadoras EN LA GARMENT MANUFACTURERS Ahora es el tiempo de prepa- rarse para un excelente futu- ro, en la “Garment Industrie Training”. —CURSOS 3 VECES AL DIA— de 9 A. M. hasta las 9 P. M. Garment Trades School 633 E. JEFFERSON—Phoenix. Véanos hoy mismo y dé prin- cipio luego a prepararse a la costura de piezas de ropa. TELEFONO: AL 3-2415 do Laborista, afirmó que la cor- te de la Soberana-no está man- teniendo la verdadera tradición británica. Estos periódicos am- pliaron en forma sorprendente la críticas que hizo hace una se- mana Lord Altrincham, hombre de 33 años de edad, en la revista literaria —de muy poca circu- lación— que dirige. Después, sin embargo, se fué afirmando la tesis fundamental de Altrincham de que los nobles han hecho una corte “relamida”, en la que impera una atmósfera “asfixiante” y poco democrática. El “Reynolds News” publicó un editorial titulado “La Turba de la Monarquía”, en el que di- ce que “si la labor de la fami- lia real es apoyar, que la está desarrollando de muy mala for- ma”. ALGO SOBRE LOS RUSOS Por ALICIA GOMEZ JAUREGUI Los rusos, tan sentimentales siempre, lloran en todas las oca- siones. Se puede decir que son: plañideras oficiales. Xx—X—x —¡Camarada! Has perdido am- bas piernas en el servicio de la causa. Te impongo' la medalla al heroísmo,-te asigno una pen- sión vitalicia... y, ¿tienes algo que decir? —;¡Soy cojo! x—X—x Al ruso Trotsky lo mataron con un pio-let y, cosa rara, no dijo ni.... pío. x—X—x —¿Sabes que al primer minis- tro soviético le llaman el aceite castor? —¿Por qué? —Por lo mucho que purga. x—Xx Yo creo que algunos rusos son medio tontos. —¡Tú siempre tan generoso! x—X—x El régimen soviético es: el el privilegio de todos, que sólo disfrutan unos cuantos... privi- legiados. x—X—x Rusia no tiene enemigos, sino soylamente amigos que.... la te- men. x—X—x Siberia para los que no están con el régimen soviético y para los que “sí estuvieron”... tam- bién, x—X—x El periodista de visita en Ru- (Pasa a la Página 5) Isabel II mento en que la conducta del monarca amenaza seriamente el bien público —prosigue el “Sun- day Times”— el primer ministro tiene el derecho, y eventualmen- te el deber, de avisárselo a Su Majestad; pero si ésta se niega a secucharlo en cuestiones que no sean políticas, el ministro po- dría en última instancia expo- ner sus opiniones en calidad de aviso constitucional. Por lo tan- to, si el interés general está en juego, hay derecho a reprochar al ministro el no haber velado por él. Si no se ha hecho, más vale no dar publicidad a esas críticas”. —Termina diciendo el periódico. MANDA ROSA Y PIDE UNA SOMBRILLA ROMA, Italia.— El comendador Renato Marmiroli, monárquico inflexible y fiel a las añejas tra- diciones de la hidalguía y del honor, mandó por avión una ro- sa para le Reina de Inglaterra y lepidió prestada su sombrilla para batirse en duelo con lord Altrincham. “Soy el comendador Renato Marmiroli, monárquico. Tengo el honor de confiaros esta rosa para Su Muy Graciosa Majestad la Reina Isabel II”. El que así se presentó en la pista del aeródro- mo romano de Ciampino al co- mandante de un avión que se disponía a salir para Londres, es un señor de cierta edad y de ca- bellera romántica, y en cuyo o- jal jamás falta una flor. Profesa la fémonárquica, y no teniendo ya rey qué defender en Italia, ha aprovechado la ocasión que le proporcionaba Inglaterra con el “escándalo Altrincham” para dar a conocer al mundo su voluntad de sacrificarse por su ideal. En consecuencia, ha retado en duelo a lord Altrincham, que tuvo la osadía de criticar severa- mente a la Reina de Inglaterra y quien le ha contestado que es- coge el paraguas por arma. El comendador escribió inmediata- mente a la Reina Isabel para pe- dirle prestada su sombrilla, a fin de poderla vengar sin violar las reglas del honor. Como —según sus propias pa- labras—, “nunca se exalta de- masiado el ideal”, Marmiroli ha- bía convocado, antes de trasla- larse al aeródromo, a periodistas y fotágrafos en los Foros Impe- riales; allí, frente a unos cuan- tos fotógrafos, el valiente monár- quico se aprestó orgullosamente, con la rosa en la mano y el pa- raguas en la otra. (La rosa roja llegó sin novedad a Londres y la compañía aérea que la transportó inició gestiones en el Palacio de Bucningham pa- ra saber qué debe hacer con e- lla). AN AYUDE HOY Y SIEMPRE A LA CRUZ ROJA AMERICANA oo zone zoo ooo zoo ooo zo ezo DAS LS LE LL, Escuche Usted todos los días el “PROGRAMA DE LAS MADRECITAS” CON ALBERTO PIÑA EN LA RADIODIFUSORA DE CASA GRANDE. de5a7A.M. yde5a7P.M. >