El Sol Newspaper, May 24, 1957, Page 4

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“PAGINA CUATRO + MORTENSEN - KINGSLEY LA AGENCIA DE FUNERALES PREFERIDA DE LOS MEXICANOS Se atiende con respetuosa actividad. Teléfono: 4-3119 1020 West Washington St. ESCUCHEN: "SERENATA NOCTURNAL” Con: Humberto Uribe TODOS LOS DOMINGOS 10:00 P. M. 12 p. m 1230 kc. Articlé in Reader's Digest Reveals Jittery Pre-Menstrual Tension ls So Often a Needless Misery . suffer terrible nervous ten- - 4 9H strikingly relleved tg feel jittery, irritable, de- sn y op TO l ñ out of 4 e mont? A Slarting ar “Taken regularly, Pinkham4 re- lieves the nerv- each mont ?2A DE e A En S pra ele endless ous tension ... during and before your pe: women never pre-mens' torment is misery in many cases! riod. Many Thousands ave already discov- Suffer—even on the first day! Why ered how to avoid such suffering. should you? This month, start tak- With Lydia as Compound ing Pinkham's. See if you don't and Tablets, tMey're so much hap> escape re-menstrual tension ...so pier, less tense as those «“difícult often the cause of unhapp! h days” approach! Lydia Pinkham's has a remarkable soothing effect on the source of such distress, In doctors' tests, Pinkham's Subscríbase al Periódico “EL SOL” Ragsdale-Rodríguez CASA FUNERARIA | Precios Módicos. Facilidades de Pago, Velaciones Toda la Noche si así lo Desean. 1100 E. CALLE JEFFERSON Tel. Oficina: Tel. Casa: AL 2-3471 AL 3-2786 Get Lyai E. Pinkham's Vege- table Compound ... i or convenient new Wonderful r before those “difficult days”! “EL SOL”, SEMANARIO PÓPULAR INDEPENDIENTE Vuelve a Planear el IBC, la Pelea Titular entre “El Ratón Macías” y A. Halimi NUEVA YORK.— Dos acuerdos de gran importancia para el bo- xeo mundial han sido esbozados en el curso de las conversaciones celebradas en Nueva York entre los representantes de la “Comi- sión de Boxeo de Nueva York” y el “International Boxing Club” y los franceses Charles Michpelis y Philippe Filippi, éste último manager de los campeones ga- los Cherif Hamia y Alphonso Halimi. En una de las conversaciones se discutió la manera de resol- ver la dualidad de títulos mun- diales en la categoría gallo, or- ganizando una pelea este vera- no en la ciudad de Los Angeles, Por qué hay Gente Tonta en el Mundo Por ROSARIO SANSORES Cuentan que cuando Nuestro Señor formó a la Humanidad, hízolo de cierta masa prepara- da en enormes peroleg,de co: bre. En otro perol enorme, her- vían los sesos y antes de que pudieran enfriarse,. luego de moldear a los hombres, el Ha- cedor Supremo, les levantaba u- na tapita y les introducía en la cabeza una cucharada justa de la hirviente masa. En seguida les soplaba y al divino contacto de su aliento, los muñecos adquirían vida y movimiento. Y sucedió que fal- tando todavía más de la mitad de los muñecos por recibir su dotación correspondiente de sé- sos, apareció el venerable San Pedro reclamando la presencia del Señor para un asunto de ur- gente solución. ¿Qué hacer?, la masa fría perdía su virtud. En. entonces dirigió la vista a su al- rededor y divisó un grupo de angelitos que corrían bullicio- sos por los divinos pensiles y llamando al que le pareció más serio, le encomendó la tarea. —Mientras voy con San Pedro a arreglar un asunto, ocúpate de ésto. Fíjate bien. A cada mu- fieco, le pondrás una cucharada, una sola, de esta masa. Las ra- ciones están metlidas y te al- canzarán. —Descuide usted que lo ha- ré así. El Señor se fué y los demás angelitos se cercaron al encar- gado de cumplir el trabajo. To- dos querían ayudar y comenza- ron por llenarles la cabeza, sin fijarse. A unos les echaron tres cucharadas; a otros dos, a mu- chos una y “cuando se dieron cuenta, la masa se había termi- nado y quedaban muchísimos, sin llenar. . —¿Qué haré? —se preguntó consternado el angelito mayor. —Coloca a los que estén “lle- nos encima. No creo que el Se- for se fije. Y así lo hicieron. Regresó nuestro Señor y comenzó a so- plar a los muñecos. La moraleja del cuento es la siguiente: Aquellos que obtuvieron tres cucharadas son los hombres ge- IATENCION!! Jovenes, Señoritas: ¿ESTAN USTEDES, PROXIMOS A CONTRAER MATRIMONIO? Ordenen sus Participaciones “Matrimoniales en: 62 Sur Calle Tercera (Entre Washington y Jefferson) Phoenix, Arizona En donde además encuentran ustedes, una gran variedad de: Azahares e Coronas Oo Velos O Rosarios O Libros de Oir Misa. AE VEV EV EVE VE EVE EEE EEE ENEE gio! entre el mexicano Raúl “Ratón” Macías y el francés, Alphonse Halimi por el título mundial in- discutible. En la otra escenificarán un combate por el título vacante de los pesos plumas entre el fran- cés Cherif Hamia y el nigeria- no Hogan Kid Bassey en París, el próximo 20 de junio. Philippe Filippi celebró una prolongada entrevista con el Sr. Truman Gibson, uno de los diri- gentes del International Boxing Club. Gibson propuso que Alphonse Halimi, nuevo campeón del mundo de los pesos gallos, pu- siera su título en juego contra el mexicano Raúl “Ratón” Ma- cías, campeón mundial también (según la NBA) de los pesos ga- llos, este verano, en Los Ange- les, California. Los términos de la proposición que hizo el Sr. Gibson son los siguientes: El International Boxing Club está dispuesto a garantizar una suma de 35,000 dólares al bo- xeador francés, mas los gastos de viaje y estancia para tres personas. Esta oferta es similar a la que se le hizo al italiano Mario D'A- gata cuando se hallaba en po- sesión del título. Filippi, decidido al principio a rechazar cualquier oferta de combate en los Estados Unidos para su boxeador, opinó final- mente que la oferta ea “intere- sante”, y declaró al represen- tante del Internationani Boxing Club que le daría su respuesta desde París dentro de algunos días. De celebrarse el combate en la' ciudad de los Angeles, Cali- fornia, sería un gran pleito eco- nómico pues concurrirían a él millares de gentes de habla es- pañola que viven en los Estados del Sur de E. U. y en la frontera mexicana. niales, que no fueron, por des- gracia, demasiados. Los que lograron dos, son-los hombres de talento que sin ser genios, no son tontos. Los que consiguieron una, son los hombres normales que no lo- gran sobresalir, pero que no son estúpidos tampoco. Y todos los que se quedaron sin sesos son los innumerables tontos que pululan ¡por el mun- do, y con los cuales nos topamos a cada paso en nuestro camino. El cuento, no es mío. Lo leí hace muchísimos años en una de aquellas revistas madrileñas llenas de chistes sabrosos y de fino ingenio y se me quedó gra- bado en la memoria, porque me parece que su autor, no andu- vo desacertado. Por cada persona inteligente que encontramos, hallamos cien que no piensan, que se creen ge- nios, que nunca hacen nada útil y sólo sirven para estorbar a los demás. > Sería ingenioso pensar que el Hacedor Supremo no hubiera descubierto la superchería, ya que para El no hay nada oculto. Pero el autor de este cuento qui- so buscarle una explicación 16- gica a esos miles y miles de per- sonas, que vegetan y no viven, porque una vida que no es útil (Pasa a la Página 5) Pcbre Viejo... (Viene de la página 3) sualidad y ¡hasta luego! ¿Qué se habían hecho aque- Mos compañeros de colegio, por- qué no habían venido uno solo a recoger la última mirada dul- ce, dulce como la tenía el día de la comunión general y de la repartición de premios? ¡Era bueno, sí!; el día que acabó el libro de Mantilla y dejé el cole- gio; cuando yo usaba pantalón corto, no lo olvido, me regaló una estampa de San Luis Gon- zaga, y, conmovido, llorando, se despidió diciéndome: “que logre verte hecho un licenciado”... ¡y EL MAGO SEPTIEN: DICE... Por EL MAGO SEPTIEN Existió una vez un club de beisbol en el que ocho de sus hombres batearon .313 de por- centaje o más. El bateo de con- junto del club fue de .315. En total sus jugadores pegaron .... 1,783 hits, cantidad jamás al- canzada antes en. ninguna tem- porada y cantidad jamás alcan- zada en la actualidad. Ese equi- po con 8 bateadores de 300 so- lamente púdo ganar 52 juegos en la temporada mientras per- día 102. Terminó en el ULTIMO LUGAR. Burt Shotton manejaba ese club de Filadelfia de la Liga Nacional de 1930. Si existiera un trofeo para un mánager con la virtud de la paciencia, debía ser para Shotton que manejó ese e- quipo que jamás MATO DE UN BATAZO EN LA CABEZA A NIN- GUNO DE SUS JUGADORES. Esos Filis hicieron 239 errores y su porcentaje de fildeo fue de .962, el más bajo de la Liga Na- cional, pero su mayor dificultad estuvo con su pitcheo. El club tenía grandes batea- dores. Cchuch Klein. que bateó .386 esa temporada. Lefty O'Do- ul .383, Art Whitney .342 y Ber- nard Friberg .341. Frank Hurst tuvo un porcentaje de .327 y Vir- gil Davis .313 y el club tuvo dos suplentes con promedios de 331 y 324 en Harry McCurdy y John Sherlock. Dos jugadores de cuadro, el short-stop Tommy Thevennow y el segunda base Fresco Thomp- son batearon 286 y 282. ¡Pero el pitcheo! El club empezó la temporada a tambor batiente. Derrotaron al Brooklyn por 1 carrera contra 0 en el juego innaugural. Después de eso se convirtieron en un o- probio, en una fantasía, en una pesadilla. Tres de sus pítchers de cabecera acabaron la tempo- rada con el ridículo promedio de carreras limpias de 7.50 por juego o más. El estrella del club, y el úni- co hombre capaz de no admitir más de CINCO CARRERAS POR JUEGO era Phil Collins. El tu- vo un 4.78 de carreras limpias de porcentaje por juego y acabó con un récord de 16 ganados y 11 perdidos. : El siguiente pítcher más apto del club era Ray Benge, con un promedio de carreras limpias de 5.69 y un récord de 11-15. El ter- cero, Roy Hansen con un prome- dio de carreras limpias de 5.69. Hansen tuvo 7 derrotas; y olvi- daba el resto, NO GANO UN SO- LO JUEGO EN TODA LA TEM- PORADA. La espectacular inhabilidad de este cuerpo de pitcheo no al- teraba el buen humor del filó- sófico Shotton. En su orden al bat en un jue- go contra los punteros de la Li- ga: los Cardenales de San Luis, entró con los ojos húmedos a explicar los denominados por partes alicuotas! No puede ser malo el que muerto tiene la cara de santo..... No; me arrepentía de mis ma- los pensamientos de niño mima- do de siete años; la gratitud, una inmensa gratitud, gritaba a mis labios.... ¿Para qué besar aquella frente? Era demasiado tarde. ¡Pobre viejo! como le” decían los vecinos, ya descansa; y me alejé con una profunda. triste- za, mientras un grupo de niños salía festivo del zaguán, niños que reían contentos como la ma- fiana porque... ¡no había cole- él escribió en el renglón del pít- cher: “Willcoghby y todos los demás”. El ampayer lo hizo bo-| rrar el final de su frase. Cuando Willoughby explotó en la misma primera entrada en un fiero ataque de 5 carreras de los- Cardenales, Shotton se diri- gió tranquilamente hacia el am- payer diciendo: “Ya ve usted, ¡por eso puse y todos los demás”. Y Claude Willoughby, a pesar de sus 17 derrotas esa tempora- da fue uno de los que mejor trabajaron en el departamento de pitcheo de los Filis. Willoughby permitió 7.59 ca- rreras de promedio por juego, con lo que superó a muchos de los pítchers abridores como por ejemplo Harold Elliott que tuvo un promedio de 7.69 y Lester Sweetland 7.71. Uno de los “es- trellas”, Earl Collard tuvo un 6.80 por juego descorazonante. Con este pitcheo, las bardas del Baqer Bowl en donde jugaba entonces el Filis, parecían las barandas de una mesa de billar como rebotaban las pelotas so- bre la cabeza de los jardineros. En el Baker Bowl se jugaron en esa temporada de pesadilla un total de 74 juegos. En ellos el Filis anotó 9 carreras o más en 22 juegos; sus oponentes lo hi- cieron en 33. Los contrarios hicieron 19 ca- rreras cuatro ocasiones, 18 y 17 dos veces. El juego más largo fue Un titánico conflicto de 13 entradas que terminó con un 16-15 en favor de los Piratas. Los oponentes de los Filis hi- cieron 1,119 carreras contra e- llos, o sea un promedio de 7.68 por juego. Ningún otro club de Ligas Mayores en toda la his- toria ha permitido tal cantidad. A Á _ _ _ _——_—_—_— AYUDE HOY Y SIEMPRE A LA CRUZ ROJA AMERICANA A --_—_— Viernes 24 de Mayo de 1957. HAZAÑAS DE PANCHO VILLA... (Viene de la página 3) maló'como de bueno. En este anecdotario, teñido en sangre, veremos chispear de vez en cuando destellos de humanidad y hasta de humor. Y mantenemos nuestro aserto de que las ac- ciones meritórias del que otrora se llamó Doroteo Arango, brotaban de él mismo, sin dictado ajeno, mientras que sus desplantes feroces fueron siempre provocados por influen- cias extrañas. Por algo Felipe Angeles, antes de morir de- claró: . “A Francisco Villa, los gobiernos que le han obligado a llevar una vida ilegal, lo han convertido en una fiera. A su vez, los que andan con él al aprobar sus mayores dislates, lo han engreído. Villa, en el fondo, es bueno”. Ir En cierta ocasión, un soldado villista despojó a un pobre panadero de la cesta que acarreaba y lo mató. Pancho Villa, casualmente, advirtió la cosa y dijo al agresor: —Mereces la horca por'tarugo. Bien que le quitases el pan, que no era suyo. Pero matarle.... A un Pobrete como tú.... No se te ocura volver a hacer una cosa así porque te fusilo por mi propia mano. Un compadre suyo, de los innumerables que se lo llama- ban, se hizo confidente de los carrancistas. Un chiquillo de pocos años, se lo comunicó a Villa. Este dijo: : —Niño, eres muy joven para mentir. Te agradezco el aviso. Dió la mano al pequeño y, como tropezara días mas tar- de con el inculpado, con aquel golpe de vista suyo, que jamás le engañó, se dió cuenta de que no mentía el muchacho. Sacó la pistola y vació el cargador en la barriga del compadre. Luego dijo mientras la cargaba de nuevo: —-Un traidor menos y seis balas más pa'lo que venga. Jamás se destacaron misioneros del orden y del patrio- tismo para convertir a Villa. En cambio, continuamente se estuvieron movilizando asesinos a sueldo para eliminarlo. Dos tipos con aire de carboneros, fueron llevados a su predencia como sospechosos. Sin escuchar sus protestas de adhesión, Villa los miró de pies a cabeza y les dijo: —"Ustedes son un par de asesinos que vienen por mi ca- beza. Si no me dicen la verdad, ahorita mismo los ahorco. Ellos juraron-ser villistas. Felipe Angeles intercedió por ellos. No entraba en sus ideas colgar a los sopechosos sólo por serlo. Pero Pancho Villa no le escuchó. —Usted es de pasto de su apellido, general. Verá cómo arreglo yo esto. Mandó colgar a uno. E intimó al otro a confesar si no quería correr la misma suerte. Fracasó una nueva interven- ción del general Angeles y, el superviviente, aterrado, cantó. Rosalín Hernández, antiguo villista, fué quien los comisionó para matar a Pancho. —¿Está usted viendo, mi general? Yo nunca me equi- voco cuando juzgo a los hombres. El confidente por fuerza reveló que llegaban otros a re- forzar la intentona, Villa los capturó a todos y acomodando al muerto sobre un borrico, les ordenó volver junto a Her- nández para decirle: —Pancho Villa espera que Rosalío venga a matarle de hombre a hombre. No por mano de desgraciados. Uno de los excesos que afean la turbulenta actuación de Pancho Villa, que horririzó aún a sus más adictos seguidores, fué el que tuvo por-origen la rivalidad entre dos mujeres y costó la vida a noventa más. He aquí una versión autorizada del luctuoso zafarrancho. Ocurrió en Santa Rosalía, allá por el mes de diciembre de 1916. Un grupo de soldados y oficiales villistas vivaquea- ba junto'al fuego, entre pláticas y canciones. Iban con la tropa numerosas soldaderas —de las que Villa andaba que- joso por haberse dado algunos casos de traición—, entre las que descollaba una, apodada “La Capitana”. Era una real hembra, de costumbres fáciles, que llevaba de cabeza a to- dos los hombres, con grave despecho de las mujeres. La no- che de marras, después de cantar y bailar como solía, escogió por pareja un teniente, casado, cuya mujer se enceló al ver- los que se perdían entre la maleza. Incitada por su compa- fieras, la “tenienta”, perdió la serenidad y disparó un tiro de máuser hacia lá espesura, con tal mal acierto que la bala rebasó el objetivo y fué a perforar la cabeza de un ayudante de Villa que se sentaba junto a él. —;¡Que traigan al que hizo fuego! —rugió el temido jefe. No fué difícil identificar a la autora del desaguisado. Más muerta que viva lo confesó todo. Pero Villa no se dejó convencer. —¡Méntira! —vociferó—, Se trata de un complot, de las mujeres, para asesinarme.... ¡Que se las fusile a todas en el acto! é Así se hizo. Los secuaces del Centauro, que no eran an- gelitos, se horrorizaron, pero obedecieron. Noventa mujeres, incluídas la “Capitana” y la “Tenienta” perecieron al amane- cer salvajemente sacrificadas. Algunas dejaron niñitos que se arrastraban ntre-los cadáveres. Pancho Villa, en un alar- de de los que le eran propios cuando lo poseía el espíritu del mal, pasó luego a caballo por encima de los cuerpos ensan- grentados. El viejo Gengis-Khan, debió regodearse en la tum- ba al ver que sus métodos no se desechaban todavía... Y el que perpetró ese horrendo crimen era el mismo que en multitud de ocasiones se supo mostrar generoso y magná- nimo con las mujeres, como vimos en el caso de la hermosa viuda de Ceballos, porfirista, a la que devolvió a los suyos sana y salva. Uno dé los hechos que contribuyeron a crear entre Villa y Carranza una atmósfera de antipatía, fué la muerte del cónsul inglés Benton, en las gotéras de Ciudad Juárez. Aquel hombre, antiguo valido de los Terrazas, se insolentó con Vi- lla, al reclamarle la devolución de bienes que Pancho le había confiscado. El inglés, hombre valiente, se atrevió a increpar y amagar a Villa en su cuartel general. Ello lo valió ser con- denado a la última pena. Pero según se supo más tarde, Fie- rro le aplicó la ley de fugas estando desposado. Huelga decir la resonancia internacional que tuvo hecho tan reprobable. En descargo de Villa, si cabe el descargo, buenó es recordar que su adversario Orozco, cometió otra tropelía igual o ma- yor con el americano Fountain. (Continuará la semana próxima)

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