El Sol Newspaper, April 12, 1957, Page 4

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PAGINA CUATRO 2-1 ... La Cerveza mas Grandiosa de América con VERDADERO sabor a Pilsner! Arizona Brewing Company, Inc., Phoenix, Arizona AS a Ragsdalo-Rodríguez CASA FUNERARIA Precios Módicos. Facilidades de Pago, Velaciones Toda la Noche si así .lo Desean. 1100 E. CALLE JEFFERSON . Tel. Oficina: Tel. Casa: AL 2-3471 AL 3-2786 ESCUCHEN: “SERENATA NOCTURNAL” Con: Humberto Uribe TODOS LOS DOMINGOS 10:00P.M. a 12p.m. KRIZ -- 1230 kc. Grand Hotel para Mexicano-Norteamericanos UN HOGAR PARA USTED Y SU FAMILIA Cuando Venga a Phoenix, haga su casa en el "GRAND HOTEL” encontrará cuartos con buenas camas a precio muy razonable 502 EAST WASH. — AL 2-0041 — Phoenix AYUDA ES “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE MUJERES MODERNAS (Viene de la página 2) por dejarlo abandonado su mu- jer, se encontró a otra que le dió lo que le estaba haciendo falta: un hogar acogedor y amoroso, una atención constante a su per- sona, y un trato como él quería. Cuando la esposa se enteró, puso el grito en el cielo, clamó contra esas “intrusas”, que le quitan su marido a otra, habló de divorcio y otras cosas seme- jantes. Al final, se aplacó, todo cuando prometió quedarse en su casa y vigilar de cerca a sus hi- jos que estaban en manos de la servidumbre. El hogar es algo sagrado que no debiera descuidarse nunca. Sentir ese “calor de hogar”, es la ambición de muchos hom- bres que en el suyo no encuen- tran /comprensión, sino repro- ches, y en vez de que su mujer los reciba con la sonrisa en los labios, inician una discusión, por cualquier cosa sin importancia. ¡Todo el día estoy aquí encerra- da! Claman. Una madre tiene sobre sí mu- chísimas responsabilidades y de- beres que atender, no puede pa- sársela como si estuviese solte- ra; la mujer casada se debe a sus hijos, a su esposo, a sus de- beres, a su casa en fin a la a- tención de los seres que depen- den de ella. Esta opinión me la han dado más de cincuenta maridos, que se sienten defraudados y me pi- dieron que hable de este -tema, aún a sabiendas de que nada conseguirán, pues la mujer cuando ya hizo costumbre, nun- ca más cambiará de procedi- mientos. Así es que, mujeres modernas, procuren atender más a su casa, a sus hijos, a su esopos, para que así sean merecedoras del nombre que llevan: el de mu- jeres. ANECDOTAS DE LA REVOLUCION "LOS 0JOS DEL GACHUPIN" (Viene de la página 3) aposento un cabo de guardias llevando en sus manos un pe- queño cofre de plata. “Lo envía mi general Fierro para usted” dijo el soldado. “Yo lo tomé en mis manos, lo abrí con” cierta ansiedad y con horror ví sobre el terciopelo ro- jo del fondo un par de ojos gri- ses y sin luz que no eran sino los que en la noche anterior ha- bía visto azules y alegres brillar en el rostro del español. El ca- bo me dijo con fría ironía: “Son los ojos del gachupín”.... Itching Torture PROMPTLY RELIEVED A doctor's formula—soothing anti- septic Zemo—promptly relieves the itching, burning of Skin Rashes, Eczema, Psoriasis, Ringworm and Athlete's Foot. Zemo stops scratch- ing and so aids JE Ing of mates sn ZLIMO NENE (2 Ordenen 1) En donde Jj=l pz IATENCION!! Jovenes, Señoritas: ¿ESTAN USTEDES, PROXIMOS A CONTRAER MATRIMONIO? sus Participaciones Matrimoniales en: 62 Sur Calle Tercera (Entre Washington y Jefferson) Phoenix, Arizona además encuentran ustedes, una gran variedad de: e Azahares O Coronas O Velos e Rosarios : e Libros de Oir Misa. (Viene de la página 3) tributos y con ellos estimuló las obras públicas y logró man- tener expeditas las comunicaciones, en el estado y con la frontera. Y dedicó su mayor interés, él, un semianalfabeto, al mejor funcionamiento de las escuelas, que tan poco iterés respertaron en Porfirio Díaz. “Han querido ponerles alas a los alacranes” proclamaba en París el. dictador depuesto. “Con su pan se lo coman”. Posiblemente las alas de referencia serían las pobres ense- ñanzas que los maestros mal pagados pudiesen impartir a los indios, es decir a los “alacranes”, con cuyo esfuerzo vi- vía y prosperaba el país. z (1). $0.15 el kilo de carne de pulpa y $0.10 con hueso fueron los precios que fijó. p0 Pancho no dió con el esbirro cuya persecución le obligó a huir, años antes. Tampoco pudo abrazar a su protector Santos Vega, que ya había fallecido. Lupita estaba casada, Pero también lo estaba Pancho con la señora Luz Corral. Gustaba de dar vueltas al Zócalo, con sus ayudantes, Fierro entre ellos. En una de aquellas se le acercó un chi- huahuense acomodado. —¡Sómo cambian los tiempqs, mi general! —se atrevió a decirle con aviesa intención, insinuando que no desconocía el pasado del que fuera Doroteo Arango. —Yo no he cambiado, mi señor —repuso Villa—. Soy bueno con quien ló es conmigo y soy malo con quien trata de dañarme. Siempre lo hice así. Y si en funciones de abigeo, maté muchas reses, ahora mato hombres militares o civiles, cuando le merecen. "Hace usted muy bien, mi general. —Na faltan los que me dicen que obro bien y luego me ponen en solfa. Pero no deben olvidar que yo juzgo a los hom- bres con la vista, Y antes de que hablen, se lo que llevan dentro. —Mi general Villa —intervino Fierro—, sabe de quien se puede fiar... El importuno: creyó ver en los ojos de ambos interlocu- tores un centelleo reprimido que le indujo a balbucear una despedida y salir como alma que se lleva el diablo. TI En sus funciones de gobernador civil, Villa no descuidó sus deberes de jefe de la gloriosa División del Norte, Puede decirse que gran parte de su actividad de paisano, la enfocó al servicio de la ya histórica unidad. Contaba ésta con unos cincuenta mil hombres, mucho mejor disciplinados de lo que pudiera esperarse, y desde luego harto mejor que muchos cuerpos de tropa que pasaban por regulares. La numerosa hueste de Villa, fogueada y victorio- sa, tenía necesidades enormes, que no daban un ápice de mo- lestia al Gabinete carrancista, ¡pero en cambio hacían deva- nar los sesos al antiguo cabecilla. No era ya tal, era todo un general de división, responsable tanto de la alimentación de los estómagos como de los fusiles y los cañones. Ya no era suficiente decir: “Manito, vamos a lanzar una res por ahí, p'a que coman los muchachos”. Hacía falta lan- zar muchas reses y llenar de parque insaciables cartucheras y polvorines. Cuandó Pancho, general, se veía en una situa- ción difícil, durante su mando en Chihuahua, acudía a su en- trañable Pancho, ¡gobernador, a pedirle ayuda. z Y Pancho gobernador, y Pancho, general se entendían a maravilla. No faltaban rábulas que se desgarrasen las ves- tiduras antes la endeble jurisdicidad de algunos acuerdos. Pero el caso es que el mantener bien alimentados, sin auxilio alguno del gobierno al que servían, a cincuenta mil hombres armados hasta los dientes, contribuía a evitar mayores des- manes, aun a costa de intereses que no siempre eran inmacu- lados. . S Hazanmas de Pancho Villa .... AS Viernes 12 de Abril de 1957. EPISODIO DECIMO SEGUNDO APOGEO DEL COLOSO I A partir de la toma y ocupación de Chihuahua, la estre- lla de Pancho Villa subió sin interrupción, en un constante, resplandor de victoria. Las victorias de Villa fueron muy úti- les para la República, por lo mucho que contribuyeron a horadar los reductos de la usurpación sangrienta. —Señores —dice un buen día a sus genérales de mayor arraigo revolucionario—. Ya me está cayendo gordo ese punto negro de Ojinaga. ¿Qué tal si lo tomamos un día de éstos? —Lo que usted disponga, mi general —replica Maclovio Herrera, aunque sin mucho éntusiasmo, Tampoco lo demues- tran Toribio Ortega, ni Servín, ni Rodríguez. Pero no es cosa de contrariar al general de la División cuando lleva un plan entre ceja y ceja. Cuando a Villa se le enciende la sangre, diríase que se esfuerza en justificar las atrocidades que cuen- tan de él sus enemigos. Y, sabido es que no es hombre que soporte una contradicción. Comienza el año con una batalla. Se trata del nefasto 1914, que prendió en Europa y en el mundo una hoguera que no se apaga todavía. El 1o. de Eero, los villistas arreme- ten contra los federales, Y los federales contienen y recha- 'zan a los villistas. —;¡Jijos de....! —sulfúrase el caudillo—. ¿Así hacéis que- ¡Os voy a mandar al paredón a todos! —vocifera al conocer el resultado de la acción preliminar. Fierro, más audaz y bien visto de Pancho, que raramen- te le amonesta por las tropelías que comete, toma la palabra. —Mi general Villa —explica—. La tropa está cansada. Ha llevado mucho tren en estos últimos tiempos. NÓ les diré cobardes porque los conozco bien... Pero sí flojos.... Ahora van ustedes a ver lo que es bueno, Los atacantes mantienen todavía posiciones en torno de la ciudad de Ojinaga. Cuatro días después del primer ataque, tiene lugar el segundo. Pancho Villa lo dirige. Su presencia, como siemipre, galvaniza a-la tropa. Con cansancio o sin él, la División del Norte vuelve por sus fueros, y Ojinaga es tomada por asalto, en la madrugada del 6 de enero. +, (Continuará la semana próxima) ge. pt o o o o IN VALLEY NATIONAL ¡ BANK zoo zos: El banco nacional más grande en Arizona Mera AS ezo 5 A AS y ESCUCHEN 0... y E 2 “Cantares LUNES a Xx AL AMANECER” on Efren Valenzuela Li de 5:00 27:00 A.M. KPOK 1440 Kilociclos AN SABADO NUVVNEENVON E .

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