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UNA GRAVE RESPONSABILIDAD Se ha dicho y repetido muchas veces que la edu- cacién comienza en el hogar. La ensefianza impartida por los maestros en las escuelas, no basta para confor- mar “la vision de la vida’’. El concepto del bien y del mal, (la plena certeza de cudndo obrarnos bien o cudndo lo hacemos mal), el grito que nos profiere nuestro ‘’yo’’ interior, esa manifestacién de la conciencia de cada cual, nace y se desarrolla al influjo de las ensehanzas que, en el calor de los hogares, recibimos de nuestros. progenitos res, Una de las grandes contribuciones de la ciencia mé- dica al progreso del mundo, consiste en extraer de la sub-conciencia del individuo las motivaciones de su desviacién y frustraciones. Estudios clinicos -reciente- mente realizados por eminentes hombres de ciencia, han demostrado que la mayoria de los casos sometidos al examen psiquico, han apuntado el indice de su respon- sabilidad hacia los hogares. El descuido y el desamor de los padres en los ahos formativos, la falta de paz en el hogar, los malos ejemplos y la incomprensién, resultan casi siempre las causales. La moral del hogar se refleja en la moral del ciu- | dadano y la moral social de un pueblo. De ahi que re- sulte tan importante el ejemplo que hoy damos a nues- tros hijos, los ciudadanos del futuro; los ejes sobre los que girard la sociedad del porvenir. Ser padre significa algo mds que proporcionar el sustento a nuestros hijos; que el hacer toda suerte de sacrificios por su bienestar econdémico. Ser padre signi- fica predicar con el ejemplo yy penetrarse de la respon- sabilidad de que, én cada uno de nuestros hijos, se ree flejardn en el futuro aquellas ensefanzas y ejemplos que recibié de nosotros, en el seno del hogar, que es la cuna del ciudadana. : ’ ————— Seb babii ibm bbb bbb bib tbat bh iii ib ib i eb bb JOSE M? SEGOVIA, ESCRIBE DESDE ESPANA LA RABIDA, CUNA DE AMERICA Quisiera explicarles en breves palabras cémo es La Rabida. A cinco kilémetros de Huelva (una ciudad tipicamente andaluza de elegante construccion en su parte moderna y llena de sabor antiguo y marinero en casco viejo, con cerca de ios cien mil habitantes) se encuentra el Monasterio de Santa Maria de la Rabida. Se llega hasta él por un paseo 0 avenida donde el mar pone gu color verde y el cielo se torna mas azul e intenso. La Rabida!... Silencio que canta en plegarias mari- neras._. Claustros que brindan la comprension al torbellino de naciones con inquietudes de juventud... Banderas de mil colores unidas en el abrazo espiritual y sincero de una raza heroica... Sol y luz cristalizados en flamencos y algas marinas. j;Asi es La Rabida!... Tierra de todos, porque no existe obstaculos para el entendimiento leal y noble, porque es tierra Madre y una madre no sabe de hijos perdidos. .. Su unica y natural frontera con América es el mar... y éste no ha cesado en su caminar de siglos de llevar a los paises del Mundo Nuevo, las enamoradas caricias de sus olas que partiendo de la baja Andalucia, aguarda paciente ese dia en gue sea por el mar—el mismo camino que les dio la vida— por el que las naciones de allende el océano vengan a besar Madre Patria y lorar el olvido que le han prestado, en este convento de recuerdos que permanece abierto a los que Nenos de ilusién, acuden a é] en ese ansia de visitar le suyo, de ver su tierra y su bandera en la unién de la espiritualidad y la Historia. : ;Americanos! Yo he visto a compatriotas vuestros eme- cionarse y llorar de amor cuando pisaban estas piedras sa- | ete para todos y cuando las barras y estrellas de vuestra ndera ondeaba a los cielos puros y azules de Andalucia, en la solemne majestad de estas rias memorables. jLa Rabida!... Cofre donde se encierran las mas pre- eiadas riquezas de espiritualidad y fe... Diadema fulgu- tante de una herencia heroica y orgullosa en sus destinos. .. Estandartes tefiidos con la sangre de espajioles predestinados por Dios para la misién mas honrosa que jamas se Viera... safio creador que una quilla, una espada y una cruz li- braron eon el misterio de lo desconocido. b jAsi es La Rabida! Como Huelva: una poesia sin pala- ras, Nov. de 1956. Pégina 2 EL ARBOL \ -"-05 Hijo dilecto de la madre tierra. Devoto y solitario amigo de mis horas sin palabras. Sobre el camino simple de le cotidiano descubro tu presencia milagrosa que, en actitud de ruego, hacia los astros se yergue sobre si como se yerguen : las hondas voces de algun hondo canto. Remembranza de siglos y de antiguas cosas que para siempre ya pasaron. Tal vez un dios, un grave dios un dia, un benévolo dios de blancas manos, arroj6é la simiente de tu nombre — anes fl en la benaita entrana de los campos. iY amaneciste! Entonces, como un nifio, el aire azul se adormecié en tus brazos y la nube romantica y aligera perfumo tus raices con su llanto. Oh, la sublime esencia de tu savia: sangre de amor que corre por tus gajos; ya la senti bajo mis dedos nerviosos y asombrados... Majestad del paisaje, gran senor del paisaje te proclamo; porque en ti todo es puro, porque en ti todo es diafano, porque en ti todo es bueno, porque tienes espiritu de bardo. Con la dulce cancién de tu ramaje prendida entre los labios, alld se va la noche como un triste caminante_ noctémbulo. Y otra noche vendra y después otras muy lentamente han de seguir pasando. Hasta que al fin —; prodigio!— la infinita mirada del espacie ha de cubrir con besos indelebles la ilusion de tu fruto sazenado, ft OSCAR ABEL LIGALUPPI HEMISFERIO DOMINGO, 11 DE NOVIEMBRE DE 1956, OMFG : fr a Heh PY yA 44 JhoKi ya .