El Sol Newspaper, November 16, 1962, Page 4

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' PAGINA CUATRO 'en “EL SOL” HOY VIERNES, MARANA SABADO Y EL DOMINGO EN "EL SOL” 62 AL SUR DE LA CALLE TERCERA TELEFONO ALpine 3-4948 PHOENIX, ARIZ. ESCUCHE: Teléfono WE 6-3381 “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE GRHEN BANK, West Vir- ginia.—No lejos de esta villa se encuentra el Valle del Arroyo del Ciervo, en medio de las boscosas montañas Al- lengheny. Entre las verdes al- turas y los enormes árboles, en violento contraste con el paisaje selvático, se destacan extraños y gigantescos apa- ratos semejantes a molinos. Sobre torres cónicas, vértice con centro, se asientan inmen- sos discos cóncavos, dirigidos hacia los cielos y capaces de girar sobre el eje de la. torre, cual orejas metálicas atentas al menor sonido del universo. Son los radiotelescopios del Observatorio Nacional de Ra- dioastronomía, cuya sede es el Deer Creek Valley. Estos oídos de la tierra bus- can registrar señales que pu- dieron estar enviando seres inteligentes de otros planetas que es posible alberguen avan- zadas civilizaciones, A diferencia del telescopio con CARLOS MONTANO F. 1 Oido Hacia el Espacio Sideral óptico, que capta emisiones luminosas, el radiotelescopio recibe ondas de radio que na- turalmente emiten los cuer- pos y gases celestes merced al movimiento molecular. Y tiene por lo general un alcan- ce diez veces mayor que aquél. La ciencia de la radioastro- nomía, que lo emplea, tiene por objeto-la captación y eva- luación de las emisiones ra- diales del universo, y en vir- tud de ello ha precisado aún más los conocimientos astro- nómicos. Por ejemplo, ha de- terminado la forma definida de nuestra galaxia, la Vía Láctea. La posible detección de se- ñales radiales inteligentes no es más que una función cola- teral de los radiotelescopios, pero que apela poderosamente a la imaginación humana. Los esfuerzos efectuados hasta ahora en. ese sentido só- lo han rendido “estática”, Óó sea, las emisiones radiales na- turales de los astros y del gas de hidrógeno. Lo que los cien- tíficos esperan escuchar por las bocinas conectadas a los radiotelescopios, o ver de otro modo registrado en los demás instrumentos verifica dores que pueden adaptárseles,. es alguna señal que por su es- tructura sea punto menos que imposible que no haya sido difundida artificialmente. El joven doctor Frank H. Drake, principal promotor de los trabajos que se realizan en este campo, explica cómo sería un probable mensaje de otros seres pensantes. “Esta- blecer contacto con ellos”, di- ce, “es como intentar locali- zar a un conocido en una ciu- dad de millones de habitantes sin haberse puesto de acuerdo dónde encontrarse. Para ello, Yluno no se queda parado en 1190 asma 94 Dr. Oeste Madison una esquina todo el tiempo, sino que recorre los puntos más conocidos de la urbe, aquéllos que la otra persona también frecuentaría en su gestión de descubrirlos a u- no”. Lo mismo ocurre con el universo, agrega. Uno de los “puntos cósmicos más conoci- dos” es la banda radial de los 21 centímetros, en cuya fre- cuencia se emite la estática de las nubes de hidrógeno y por donde se traslada gran parte de todo el ruido espa- cial de radio. Otros seres in- teligentes han de conocer es- te fenómeno y es lógico que trasmitan en dicha frecuen- cia o múltiplo o submúltiplo de la misma. Observaciones astronómicas han determinado la presencia de planetas similares a los del sistema solar en otras porcio- nes de nuestra nebulosa, y cálculos matemáticos proba- bilísticos señalan que pueden existir altas tecnologías espa- ciadas mil años-luz entre sí, como promedio. Una mayor confirmación se produciría cuando puedan verse planetas de otras estrellas de las cua: les hasta ahora sólo se ob- servan perturbaciones de mo- vimiento atribuíbles a la in- fluencia de posibles planetas que no pueden captar teles- copios a través de la atmós- fera terrestre. Dichos plane- tas podrán retratarse desde telescopios asentados en sate- loides. Por otra parte, una exploración de Marte pudie- ra dar por resultado la pre- sencia de la vida. De cualquier manera, aun cuando se confirme la exis- tencia de la vida en otros as- tros, las señales inteligentes pudieran no registrarse. Los hombres de ciencia - indican que la radioastronomía es una rama joven de la ciencia, y que se requieren largos pe- ríodos para que se produzca una alta probabilidad de escu- char la aguardada señal, a menos que se tenga mucha suerte. Por lo pronto, una se- ñal enviada desde un planeta distante mil años-luz de noso- tros (o sea, la distancia que recorre la luz en mil años a su velocidad de 300,000 kiló- metros por segundo, que es la mayor aparentemente posi- ble) tardaría mil años en lle- |garnos, ya que las ondas elec- tromagnéticas —a que perte- necen las luminosas y las de radio entre otras— son las que viajan a esa velocidad. Con un nuevo radiotelesco- pio que se terminará dentro de dos años y cuyo disco tie- ne 42 metros de diámetro, el doctor Draie confía en mon- tar una escucha de 30 años. Se trata de un lapso insignifi- cante, pero con algunas pro- babilidades de éxito. Como Drake cuenta ahora con 32 años de edad, espera que po- drá terminar su tarea. La enorme diferencia en- tre la duración de la vida hu- mana y las eras cósmicas constituye el mayor obstáculo jante la posible comunicación con otros astros. Sería cues- tión de confiar la: tarea a la sucesión generativa. Asimis- mo, aunque otras culturas se tomen el trabajo de enviar mensajes al azar, es muy im- probable que escojan el mi- núsculo planeta Tierra para dirigir a él sus ondas. Por otro lado, acaso los terrícolas puedan interceptar un mensa- je dirigido a otro sitio, o al- guna transmisión local. En todo caso, se manten- ¡dría vigente el problema de una respuesta. Si se recibiera dentro de cinco años, por ejemplo, una señal enviada hace 995 años desde un “cer- cano” vecino de nuestra pro- pia galaxia, en el planeta de procedencia tardarían mil a- ños más en recibir la contes- Viernes 16 de Noviembre de 1962 El Acto El pequeño Enrique, acom- pañado de Amalia, su aya, va lentamente por la acera, sin apartar los ojos del gran po- lichinela que lleva en la ma- no y que es su delicia. —Apresúrate —dice a ca- da momento Amalia, dirigién- dose al niño—. Ya es muy tarde; vamos perdiendo el tiempo. Date prisa. Después de cruzar algunas cajles, el aya y Enrique se en- cuentran con un ciego. El pobre hombre, con la mano tendida en el aire, im- plora la caridad. —¡Señores, una limosna, La voz del ciego es supli- cante, humilde, insinuadora, con los ojos empañados y tris- tes, mira hacia arriba, invo- cando al Cielo para que ven- ga en su auxilio y le ayude a conmover: los corazones de los que pasan. La ropa de ese des- graciado está raída, a punto de caer al suelo hecha peda- —¡Una limosna, por amor —repite el infeliz, tendiendo al aire su enflaque- cida y huesuda mano. Pasan por la calle damas y damiselas elegantes, que Jle- van sombreros y collares: vis- tosos; caballeros que lucen] buen gusto; criados que vuel- ven del mercado con los ces: tos llenos de frutas: y legum- bres; niñeras alegres, con de- lantales blanquísimos, ador- nados de encajes. El cuadro es bello, la ma- ñana es. hermosa. Todos ]le- van la sonrisa en los labios. Pero--ninguno -de-los- tran- seúntes; al ¡pasar junto: al 'cie- go, se; fija.en: él. Todos: parecen muy. ocupa- Nuevo Analgésico.. (Viene de la Página 3) ne necesidad de interrumpir una conversación o aplazar el trato de un negocio; abando- nar una sesión de cine o de teatro o una reunión social, para ir en busca de una ta- bleta y de un vaso de agua. Basta colocarse en la- boca el terroncito de color limón y esperar sus beneficiosos efec- tos inmediatos. Y lo mismo puede hacerlo en casa, que en la calle cuando va manejando en pleno tráfico citadino o en una carretera, donde no hay manera de detenerse. Con una caja de Aspizucar en la bolsa, todo mundo que- da poderosamente armado contra el dolor. tación, si la mandáramos en seguida. Asimismo habría que descifrar el mensaje, el. cual, ¡según Drake, -es probable que se compondría de una serie de guarismos que a su vez de- notaran las dimensiones del ser pensante trasmisor, un es- quema de su sistema plane- tario y un centro de su pobla- ción. Aparte del poderoso impul- so de la curiosidad, el princi- pal estímulo de esta fascinan- te investigación es el posible aprendizaje de nuevas técni- cas, ya que ez probable que se compondría. de una. serie de guarismos que a su vez denotaran las dimensiones del ser pensante trasmisor, un es- quema de su sistema planeta- rio y un censo de su pobla- ción. Aparte del poderoso impul- so de la curiosidad, el princi- pal estímulo de esta fascinan- te investigación es :el posible aprendizaje de nuevas técni- cas, ya que es probable que un mensaje proviniese de ci- vilizaciones más viejas y ade- lantadas que la nuestra. bellas corbatas y taa Hermoso dos con su propia felicidad,” y ésta no les deja tiempo pa- ra pensar en la desgracia de los otros. —¡Una limosna, por amor de Dios!.... —repite el pobre desventurado—, ¡Una limos- na! Aquella súplica es triste, es dolorosa, es irresistible. Enrique, el pequeño Enri- que, al oírla, aparta del po- lichinela sus ojos y los fija en aquel infeliz. Esa mano pálida, huesosa, suplicante, impresiona el de- licado corazón del niño, y és- te busca violentamente en su bolsillo alguna moneda que dar al ciego. Pero en el bolsillo no en- cuentra moneda alguna; el bolsillo está vacío. —Amalia —dice al aya con gran ansiedad—, dame algo para este pobre ciego... Pero la joven, con harto sentimiento, ve que no lleva nada tampoco. Enrique, angustiado, clava los ojos en aquella mano su- plicante que se extiende en el vacío demandando una limos- na que no llega de ninguna parte. —¿¡Por el amor de Dios, se- fñores, una limosnita, una li- El niño, en-un arranque he- róico, y no teniendo moneda alguna que dar al mendigo, alza el brazo y pone su poli- chinela en la mano del ciego. —¿Qué es esto? —dice el hombre, palpando al muñeco. Amalia, enternecida, con los ojos llenos de lágrimas, le explica lo ocurrido. Y entre grandes sollozos que obligan a la gente a de- tenerse, el ciego abraza al ni- ño, diciéndole: : —;¡Bendito seas, angelito de Dios, bendito seas!.... Este muñeco es la más hermosa li- mosna que he recibido en to- “|da mi vida... Enrique sonríe dichoso. Y un caballero distinguido que ha presenciado la escena, se aproxima al ciego, y des- pués de hablar con él algunas palabras que nadie escucha, le dice en alta voz: Venga usted conmigo, buen hombre. De hoy en adelante contará usted con casa que yo le daré, y nada volverá a faltarle nunca. Y en seguida, dirigiéndose al niño, exclama: —Tu hermosa acción ha dado la dicha a este hombre, pues sólo por tu ejemplo, he sido yo capaz de hacer una obra tan grande como ésta. ¡Que Dios te bendiga y que esta bendición alcance a tus padres, que te dieron la exis- tencia-.y que supieron educar tu corazón!..... Una. gran muchedumbre se ha reunido. Lacalle parece estar en fiesta, y el niño es llevado en hombros a su casa, entre gritos y aplausos de: la multitud. Juego Seccional de 4 pie- zas, balance que se debe: $33. Alfombra '9x12, balance que se debe: $9. Bunk Bed Sim- mons, balance se debe: $28. Mango para planchar, costó: $189, balance se debe: $34. Freeze (congelador) largo, y que costó $489, se debe de ba- lance: $97. Box spring o col- chón, balance “se debe: $11. Juego de antecomedor de cro- mo: $18. Secador Easy Spin costó $269, balance que se de- be: $17. Sofá-cama Simmons, costó $289, balance que se de- be: $77. Juego de camas en encino, costó $189, balance se debe: $63. Refrigerador gran- de, solo: $37. Verdaderos abo- nos fáciles, Cambiamos por cualesquier cosa, SOUTH PHOENIX FURNITURE 4101 SUR AVENIDA CENTRAL TELEFONO BR 6-4101

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