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Viernes 9 de Enero de 1959. LO QUÉ TRAJERON LOS REYES, “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE PAGINA TRES ES DECIR, LOS SANTOS REYES Al Señor Don Historia A la Señorita Amalia Sosa Te han dejado Molita un terno color de rosa, precioso traje de luces, ¡es obra maravillosa! La capa, puedo decirte que de tan bordada pesa, al verla miro tus ojos y mi admiración te besa. Estoy en que ya te veo andando cual un torero, en la izquierda tu montera en la derecha el acero. Y luego frente al torito con la mar de gallardía, bordando la gran faena, prodigio de fantasía. Con ese traje de luces para qué quieres vacuna, te carcajeas de los toros con cuernos de media luna. Todos alaban tu gracia y tu preciosa silueta, dicen que eres la reina del acero y la muleta. Ya no como, ya no duermo, te veo de gloria encendida, aclamada con delirio en la más seria corrida. Molita, tienes la gracia de la prosapia torera, tus formas son: estatuaria que funde cualquier mollera. Mas de cierto, no sabemos que hayas hecho fundiciones, ¡pero ay, por tu persona suspiran mil corazones! Eres mucho muy bonita, sois la vara de virtud, al que sueñe con tus ojos le vuelve la juventud. Dicen que tu lindo traje se lo probó San Miguel, quien dijo: con este terno se da sentones Luzbel. Ve pronto por el regalo que te dejaron los REYES, para lidiar toros finos de las más pujantes leyes. Mole graciosa y bonita, ya verás que no te olvido, quiera Dios que no te hieran con la flecha de cupido. Y si te pegan, con gusto el pecho te voy curando, lástima que mi delirio apenas lo estoy soñando. —— A la Señora Estela de Rivera Los Santos Reyes dijeron: por fina, buena y prudente, el cielo con gran placer le manda tan buen presente. Le mandaron un jarrón cuya virtud principal, es que siempre tiene agua por gracia providencial. Y de cierto que es BUENA esta discreta señora, puede verse por sus hechos lo que su pecho atesora. De que es FINA no hay duda, en sus ojos, dulce asoma la grandísima bondad, tiene arrobos de paloma. ¿Que es prudente?, lo es, es venero de ternura, un relicario de gracias, es una linda criatura. Quiera este año Diosito, por sus divinas bondades, llenar a ella y los suyos de gracia y felicidades. nd A Doña g . . th Plácida Smi Por ser tan fina señora, los Tres Reyes le dejaron una corona de estrellas, de las mejores que hallaron. La merece por sensata, por distinguida y prudente, y porque puede llevarla con honor sobre su frente. ¿Cómo no admirar sus modos tan discretos y tan nobles, tan servicial para todos y tan fina con los pobres? Es muy brillante la estela que nos ha dejado en Phoenix, siempre se le ve ufanosa sirviendo a los nobles fines, Alabado sea su nombre y su vida tan discreta, no ha necesitado alas para llegar a la meta. A Don Seleri Balderas Los piadosos Reyes Magos le dejaron dos brazadas, de muy blancas azucenas revueltas con coloradas. Dijeron que Selerino le dió knocaut a Luzbel, y por ello lo ha premiado el Arcángel San Miguel. Mas el envío dice claro que las blancas azucenas, se las mandan a Lucita por sus acciones tan buenas, Pero que las coloradas son para don Selerino, y que tienen más poder que la mecha de Aladino. Pues que siga de campeón el muy valiente don Sele, y que este año le sea, tan pródigo como leve. A Don Arturo Alcocer El Charro Negro charló con los Santos Reyes Magos, y les dijo que mandaran unos regulares tragos. También dijo que tratarlos era muy grande placer, que por favor se acordaran de don Arturo Alcocer. Y trajeron un cuatralbo con ufanía de correr, dedicado con papeles a don Arturo Alcocer. Las pezuñas de tal cuaco son de finísimo hule, para que al andar de noche las pisadas disimule. Pues don Arturo Acostumbra salirse como a la una, con ganas de travesear a la luz de blanca luna. Y conviene por prudencia que no oigan los maridos, que don Arturo Alcocer les anda poniendo ruidos.. El Charro Negro lo cuida porque don Arturo es fiel, es un verdadero amigo y gran rival de Luzbel. Ojalá que este año no conozca la vigilia, y que viva muy feliz con su apreciable familia. Alfonso Yanez Al joven y buen amigo que nunca usa corbata, los Tres Reyes le dejaron una preciosa piñata, Es tan bueno y candoroso que no tiene tazas rotas, y juega todos los días a las mentadas catotas. No le gustan los caballos ni tampoco las jinetas, al verlas cierra los ojos y pide las escopetas. Ahora con su piñata van a vendarle los ojos, y le darán un garrote para que dé palos flojos, tratando de que se rompa la Piñata Celestial, que según se dice viene llenita de nixtamal, para que le hagan tamales de azúcar y de manteca, y los coma calientitos con lonjas de carne seca. Alfonsito, corra pronto a recoger su piñata, cuando le den el garrote, a ver si alguien lo retrata. Adios mi buen Alfonsito, no le olvido ni me olvide, el día que quiebre la olla espero que me convide. A la Sra. Angelita Martínez Romo Por sus discretos modales, y por su gracia y su sal, le dejaron los Tres Reyes un hermoso pavo real. Con su copete precioso y sus plumas de colores, que lo hacen majestuoso por sus luces tornasoles. La quieren mucho en el cielo por su carácter tan fino, porque al pan le llama pan y dice lo mismo al vino. Es enteramente franca, pero mucho muy cortés, es gentil y distinguida y muy humilde a la vez. El que la trata le admira, por su grande señorío y se conviene en que es, dama de mucho trapío. Es de cierto encantadora y súmamente bonita, lleva con gran dignidad el título de ANGELITA A Don Gustavo Rodríguez Los prudentes Reyes Magos le trajeron un espejo, en el que nadie se ve con caracteres de viejo. Y tiene la propiedad de dar lo que más deliran, una eterna juventud a quienes en él se miran. Ya con esto don Gustavo será siempre juvenil, y no se verá temible ni vestido de alguacil. Mas el espejito tiene otra grande cualidad, la de que siempre sus dueños tendrán gran felicidad. l EA “El <a! y Disfrútela don Gustavo El Periódico de los Mexicanos con su lindísima esposa, y que todos sus negocios se pongan color de rosa. Allá, en el pico más alto de la “Supertitión Mountain”, dejaron los Santos Reyes cerca de dosmil regalos, para muchas gentes buenas que han cumplido las leyes fijas en los mandamientos de las tablas de Moisés, en español o en inglés. Nos mandaron “cielograma”, diciendo que allí dejaban sus modestos regalitos, a quienes les escribieron pidiendo cualquier cosita; que les checaron sus records. encontrando que de cierto eran dignos del regalo, porque eran buenos niños, tan buenos que se comían todo lo que se les daba, ya fuese queso de tuna o rico caldo de haba, que les diéramos aviso de lo que allí les dejaban, por qué si ellos son buenos, hay catipuchal de malos, muy capaces de cargar con toditos los regalos. Mas para dar testimonio de los regalos dejados, en helicóptero fuimos, y los vimos apilados. Por ahora describimos algunos de los regalos que con nuestros ojos vimos, y damos fe de que son: de calidad ultrafina, envueltos en una tela hecha de rayos de luna, transparente y luminosa como no se ha visto una. Hay les va la descripción de acuerdo con lo que reza la tarjeta de destino, que invariablemente empieza diciendo a los agraciados: porque te portaste bien en el año que pasó, te dejamos un regalo de lo mejor que se halló, hecho de buenas ficciones; y quien lo vea lo verá según sean los corazones, pues Campo Amor dijo ya: *En este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Con interés vean lo qué a cada quien le remiten, y si les conviene corran, no se acorten, no se aguiten. A Don Adán Díaz Por caballero y por fino le trajeron un sillón, con su respaldo de nubes y fuertes patas de león. Ese mueble tiene todas las virtudes del olvido, al mecerce alguno en él se queda luego dormido. Es un sillón ideal, diremos maravilloso, porque infalible regala el descanso más piadoso. Nuestros Santos Reyes Magos se lo trajeron a quién, siempre trabaja gustoso, haciendo a todos el bien. Es un padre de familia como muy poquitos hay, ha servido con el alma a la gente del South Side. Repose bien don Adán con su muy digna familia, en el mágico sillón que disipa la vigilia. Que Dios le dé larga vida por sus buenas cualidades, porque sirve a nuestras gentes y les hace caridades. A la Señorita Frances Aros Le trajeron los Tres Reyes, por ser una gran cantante, algo muy extraordinario, un regalo fascinante. Un hermosísimo piano con sonidos de cristal, que se rima con el viento cuando el viento es musical. Muchas veces Frances Aros suspira por otro día, para volver a cantar nuestra dulce Ave María. Es la novia soñadora que ya tiene trovador, su lindo piano que canta con voz de marfil y flor. De tan sonoro, las flores, las estrellas y la mar, quieren escucharlo siempre para ponerse a cantar. Ya las nubes han jurado esconder entre su albura, los cantos de Frances Aros, hechos de amor y ternura. Cantar de cuentos de hadas que nadie podrá olvidar, si el mismo tiempo lo escucha el tiempo vuelve a soñar, Son tiernos cual madrigal, blancos como la poesía, marfil, corazón y luna, tocando el Ave María. Los Santos Reyes dijeron que tenía que ir a pié, a traer su buen regalo, para que todos den fe, que le vino de los cielos, porque su voz fina y pía, la consagra con el alma a nuestra Virgen María. A las Señoritas Coidorrens Niñas hermosas y buenas, hay angelitos llorando porque ustedes no llegaron, y las están esperando. Se las figuran muy tristes, todas llenas de cautelas, por eso los Santos Reyes les trajeron castañuelas. Para que bailen la jota con alegría verdadera, que ya subirán al cielo al llegar la primavera. Entonces, una carroza por golondrinas tirada, las llevará por el viento cual una flor encantada. Y las abejas de oro en su vuelo más hermosas, las sustentarán con miel y con aroma de rosas. Dos ruiseñores del monte les cantarán cosas bellas, las coronará la noche con un turbante de estrellas, Mas ante todo, diviértanse, bailen la entusiasta jota, que por alegre y movida a todo el mundo alborota. Su amiguita Frances Aros dice sentirse dispuesta, a competirles la jota con su poquito de apuesta. Vayan luego a la montaña corriendo como gacelas, a recoger sus regalos: dos pares de castañuelas, Y que este Nuevo Año con sus más bellos matices, les dé todas las venturas y las haga muy felices. A Don Manuel Martínez (De Litchfield Park) Le trajeron una caja llena de frutas y miel, cultivada en los panales del Arcángel San Gabriel. Tiene ganada la GLORIA este señor Don Manuel, pues en todo, a su familia se ha consagrado fiel. Qué dicha para los hijos, tener un padre tan digno, lo llevarán en su vida como venturoso signo. Alabado sea el Señor que tiene un hijo tan bueno, tan prudente, tan humilde, y de toda virtud lleno. Que sus hijos lo bendigan juntamente con su esposa, cuyo vivir también es admirable por virtuosa. A Don Luisito Flores (De Eloy, Arizona) Para don Luisito Flores en un saco de balleta, los Santos Reyes dejaron una brillante corneta. Dijeron los Santos Reyes que por bueno y por gordito, le dejaban el clarín más sonoro y más bonito. Dijeron que si Luisito cada día toca corneta, pondrá su cuerpo en la línea y sentirá más galleta. Que con ese juguetito ya no andará de travieso, diciendo a las pizcadoras que le soben el pescuezo. Se le tuerce muy seguido, sobre todo cuando vé, pizcadoras muy tiernitas con ojitos de “veré”. Es cuando Luisito mira de más, y como se puede baila, canta y se sonríe, para ver lo que sucede. Entrele al clarín Luisito, suelte muchos cornetazos, y con lo del Año Nuevo atórele a los abrazos. Que si por un compromiso tiene que abrazar varones, afloje poco los brazos, evite las emociones. Sin embargo, cuando vea una tierna pizcadora que le abra los bracitos, haga usted como que llora. Suspire profundamente, pues ya de sabido es fama: que si el NIÑO llora y llora es muy seguro que mama. Esto ha de ser solamente atención la más discreta, y si siente algún mareo toque luego su corneta. Entiendo que toca sola el día de Santa Cecilia, que sea para su alegría con su muy digna familia. Y siga siendo cual es: trabajador, servicial, un buen jefe de familia, un ciudadano ejemplar. No nos olvide Luisito y recoja su corneta, suelte muchos cornetazos y póngase a poca dieta. AYUDE HOY Y SIEMPRE A LA CRUZ ROJA AMERICANA Al Famoso Charro Negro Como nuestro charro monta en su lucero retinto, y siempre anda prevenido con sus pistolas al cinto, Los Reyes dejaron una larga y magnífica reata, que no falla con el lazo aunque sea por una pata. Usa nuestro Charro Negro: —barboquejo de brocado— camisa blanca de sol y cinturón de venado; corbata de seda fina y negro y plata el vestido, la plata para jugarla el negro, su amor perdido; espuelas del Real del Monte, zapatos de ante cabrio, carabina treinta-treinta con cananas del bajío. Para cobijar su amor —amigo de las doncellas— en la teja de la silla lleva zarape de estrellas. En cada estrella una historia, en cada historia un amor, la historia de sus amores con un blanco resplandor. Atenme, les dice a todas, antes que otro me venza, con las cadenas que son: rebozo, listón o trenza. Ahora sí Charro Negro, éntrele a las crinolinas y verá como resultan las pilas de carolinas, El Charro Negro jamás, tiene malos procederes, lo que le roba sus sueños son las benditas mujeres. Al saber ellas que tiene una reata larga y nueva, todas van a concurrir el día que haga la prueba, haciendo flores de lazo y marcando buenos piales, sacándole humo a la silla al estirar sus amarres. Las piernas del Charro Negro, están bien aseguradas en cincuenta mil dolares, y no serán bien pagadas, porque las tiene curadas como las de Fierabrás, todas las noches las soba con cebolla y aguarrás. Corra Charro a la montaña, vaya y recoja su reata, si se aploma me lo dejan con la nariz algo chata. Ya con esta me despido mi querido Charro Negro, tierno con las doncellitas y muy dócil con su suegro. A Doña Herlinda Escalante En superlativo grado es sumamente virtuosa, y por eso le trajeron una lámpara preciosa. Cuya luz alumbra el alma con su bella claridad, y sólo se la conceden a los que hacen caridad. Es doña Herlinda Escalante una dignísima esposa, una verdadera madre, amiga fiel, venturosa. Que Dios la colme de dichas por sus santas cualidades, y que con su esposo e hijos tenga salud, abundancia, y muchas felicidades. * CONTINUAN EN LA PAGINA NUMERO CUATRO >xY