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Viernes 28 de Noviembre de 1958. tz LAS CALAVERAS DE “EL SOL” “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Señorita Amalia Sosa, (la MOLE) La sal, la gracia, el salero, todo ha quedado enterrado en este triste agujero; contar la historia prefiero: Erase una niña de ojitos de toro, su linda boquita parecía de loro, pero no había toro, y menos lorito, érase una niña de lindo palmito. Era una torera, pero de primera, moviendo la capa velase reguapa. —¡Toro, vente aquí, toro, vé “pa” allá! ¡el que la veía se quedaba “pa”! En las banderillas hacía maravillas. —;¡Torito, ve claro estas banderillas —y, al verala el torito, caía de rodillas. —¿De dónde ha salido esta cria! tan linda y bonita? (decían los toreros hechos unos lelos. —Pues cayó en la cuna de la hada Sole, quien le dijo: niña, tu te llamas “MOLE”, y no mole de olla con frijol de soya, que aunque es sabroso, no es el OLE, OLE! del coso ruidoso, Y la “MOLE” tuvo todos los encantos: la crió su abuelita como princesita, entre muchas flores, llena de pudores; era. rebonita. y, en la mañanita, regaba ella misma la luz de los cielos, y fueron preciosos como los luceros. Su cutis moreno cual piñón pelado, era terso y fino como sonrosado, Su cuerpo era junco, Ccimbreante, estatuario, modelo de Fidias y Palma de Alario. ¡Qué risa tán mona, qué gracia tán bella, la “MOLE”, era cielo y también estrella. Caminando era salero de: andares, curvas caprichosas, lindos espirales. Tierra que pisaba, decía la delicia de sus piecesitos: ¡sabrosa caricia! Socialmente era discreta cual gaya, como muñequita jugando en la playa. Con sus ademanes movía cual batuta, sus lindas manitas que marcaban ruta. En. sus dulces bromas había cazcabeles, colmados panales derramando mieles. Platicar con ella era: gran delirio, risa de los cielos bendición de cirio, ¡MOLITO de risa con. rica canela, luz: de la mañana, esbelta palmera! Fue hija ideal, su pecho sagrario de su madrecita; santo relicario en el que llevó, a la santa madre que la concibió. Con sus hermanitas, muerta la mamá, educó a las niñas, fué luz que se dá: veló su futuro y las vió crecer y fueron de ella todo su querer. Después fue su hogar jáulita de oro, cantaban osanas todas las hermanas: al dulce Jesús; como a su abuelita, a la dulce madre, a la Virgencita. Pero la mataron todas, toditas las rosas: todo lo de MOLE lo veían celosas. Y, en una mañana de la primavera, sucedió algo serio; ¡ni quién lo creyera! Toditas las rosas diciendo: ¡ole, ole! cayeron arriba de la pobre MOLE, Y fueron las rosas con todo su aroma las que a: MOLE dieron muerte de PALOMA. Los pétalos fueron ingratos con ella, pues siendo chiquita regaba las flores bajo luz de estrella con su manecita. Descanse la niña y mientras, lloremos, para demostrarle cuánto la queremos. Guardamos las luces de sus miraditas, pues siempre expresiva, nos hacía felices si a visita iba. Mas si resucita la niña bonita, entre otras cosas, que no riegue rosas, suelen ser traidoras, pues tienen espinas: ¡de más punzadoras! Si regar prefiere, que riegue violetas que son tan bonitas, y también chiquitas, y dan un perfume delicado y fino, ¡perfume del cielo, de lo más divino! Doña Estela de Rivera Albuquerque y Santa Fe, reclaman que élla era, una hija predilecta de aquella preciosa tierra. Pero Arizona sostiene que se concede que era, pero ahora es de nosotros DOÑA ESTELA DE RIVERA. Si viva no la dejamos irse.a estar con sus manitos, ahora ya fallecida, duerma con nuestros muertitos. Era un encanto de buena, del más noble corazón, fue de su casa la REINA y la mejor bendición. Fue la niña de los ojos de su esposo DON VIDAL, y: de sus hijos.la REINA, una madre excepcional. Fue cariñosa y cristiana, una linda palomita, blanca del alma y de mente, una perfecta santita. Feliz veía que sus hijos cobraban muy altos vuelos, mas la muerte le puso alas y se la llevó a los cielos. Doña Herlinda ' Escalante Allá donde el SOL se vé tan vivo cual deslumbrante, está la preciosa tumba de DOÑA HERLINDA ESCALANTE. Fue una hija ejemplar y una esposa modelo, una cariñosa madre que ha de estar en el cielo. Fue tan buena y generosa, noble, digna y tan decente, que la veía con respeto toda nuestra buena gente. Mas que no se duerma mucho, que resucite cantemos, para seguirle probando lo mucho que la queremos. Las Señoritas Jesús y Matilde Yanez La capilla que hay arriba de aquellos grandes volcanes, es la de las señoritas: CHUCHITA Y MATILDE YANEZ. Las dos murieron dormidas, soñando en su madrecita, que era DAMA DE ORO, una mujer muy santita. Tenían razón en soñarla, en vivir con sus recuerdos, pues era .sombra de Dios,” . mujer de juicios muy cuerdos. Tenía la fina señora gran majestad de presencia, pero er su trato, era miel de bondad y de paciencia. Dió doña Matilde Yanez, a quien Dios tenga en el cielo, un ejemplo de virtuosa; por el deber tuvo celo, y mucho amor por sus hijos, a quienes daba consejos con cariño y prevenciones, que iban mucho muy lejos, Mientras vivió la gran dama, su casa siempre fue fiesta, mucho júbilo, alegrías, animadas con orquesta. Que era el santo del Roy, y que luego del Alfonso, y se servían barbacoas hechas en tierra con “tonzo”. Pero lo grande de todo érase la Noche Buena: buñuelos, ricos tamales, y muy suculenta cena. Luego venía el Año Nuevo, y la noche, toda entera, se pasaba muy alegre, sin que nadie la sintiera. Todo en torno de la Dama quien por su alta moral, todo había de marchar bien, pues no toleraba el mal. Nada de licor o excesos, nunca chacoteos vulgares, pláticas y mucha risa, en las formas más sociales. Al ser llamada por Dios, sus hijos lloraron mares, y sus amigos también se llenaron de pesares. debe de estar en el cielo la que dió tan buen ejemplo. La Matilde y Jesusita, en su corazón hicieron para ella, el mejor templo. Y no volvimos a verlas viviendo aquella alegría, en que eran tan felices cuando su madre vivía, Ahora las recordamos con verdadero respeto, pues fueron hijas modelo, que vivieron y murieron entregadas a su madre, quien las cuidó y las llevó a lo más alto del cielo. JUAN S. COFRES Para darle a nuestra vida un tantito de humorada, se trata en estos renglones de hacerla menos pesada. Si alguno hay que se aburra y mal sentido les toma, es que no se fija bien, se trata de simple broma. Bromas que van dedicadas sólo a personas sensatas, que conocen nuestro esfuerzo para tener horas gratas. Horas de alegrías y risa como aliento a nuestra vida, pues teniendo sanas risas cualquiera pena se olvida. Hemos dedicado ahora estas nuevas escrituras, al panteón de los panteones: donde sólo hay hermosuras. A las damas que dan lustre a la sociedad de Phoenix, y siempre ayudan en todo, al tratar de buenos fines. A las bellas señoritas que son capullo de rosas, y que al verlas nos convencen de que son las más hermosas. | FANTACIAS: PAGINA TRES o Doña Nelly Alcocer de Figueroa Aquí yace dormidita, sin tumba, sin una vela, nuestra gentil amiguita fina como la canela. En Tolleson le decían la princesita de miel, por su carácter tan dulce y su corazón tan fiel. Era fiel a sus virtudes, a su familia, a sus gentes, todos veían con respeto sus modos tan inocentes. Era curiosa y bonita, siempre llena de alegría, ponía júbilo en su casa y con todos se reía. Pero murió derepente, dicen que del corazón, y que anda penando ahora en la ciudad de Tucsón. Nosotros sinceramente por muertita no la damos, a la mejor ES FELIZ, ¡nosotros se lo deseamos! Doña Margarita López Trujillo Esta tumba cobijada por tan lindos limoneros, está perfumada siempre de azahares verdaderos. En esta tumba de pórfido con su transparente brillo, reposa la bella. joven: MARGARITA DE TRUJILLO. Era la mar de bonita y sumamente graciosa, además de ser discreta y mucho muy talentosa. Tenía la gran cualidad de ser siempre servicial, por eso todos veíanla con un cariño especial. Se murió porque no quiso dejar de ser tan bonita, y la muerte dijo: bueno, yo cargo con Margarita. Al llegar al cementerio, su esposo puso por sello en la fosa de su REINA, ese mausoleo tan bello. Todos los días lo visita y riega los limoneros, para que den azahares con aromas placenteros. Quiere que esos perfumes aromen su Margarita, como el de los azahares de cuando fue noviecita. Duerma una paz venturosa nuestra muy fina amiguita, y que siga siendo siempre la más bella MARGARITA. (Más Calaveras, en la Página 4) Doña Lucita de Balderas Aquí no hay monumento y con el alma lo siento, aunque sí veo muchas ceras, porque aquí yace un gran “coco”: ¡DOÑA LUCITA BALDERAS! Sus ojos eran muy bellos, tenían muy dulces destellos y muy gracioso fulgor, eran sueño de candor. Y tanto tenían de fino, que al señor Don Selerino lo clavaron en su cruz y lo llenaron de luz, dejándolo deslumbrado al sentirse bien casado con la linda señorita a quien con todo respeto, se le llamaba LUCITA en el Norte de Arizona, donde no anda la Llorona y don Sele, comía natas, y le daba serenatas a su niña primorosa, tomándola por esposa para vivir encantado, llevándola siempre al lado. Que aquí descanse LUCITA y siga siendo bonita, cuidando que del camino, no se salga SELE-RINO; Y que no ande haciendo cuentos, que le levante a su esposa el más lindo monumento: ¡con estatua primorosa! Debía de saber Don SELE, que los ojos de LUCITA, son los de Santa Lucía, quien la quiere por graciosa, por diligente y por buena, y porque apretando poco, hace a SELE, sabedor, de que lo cuida su “COCO”. Profesora Doña María Marín Aquí yace una damita, finísima, delicada, y con una educación sumamente refinada. Se hablaba de su modestia, encomiándola sin fin, ella fue la profesora: DOÑA MARIA C. MARIN. Era un placer el tratar a una joven tan buena, sus ojos eran luceros en una noche serena. En su casa fue tan gente, como gente bien nacida, ¿qué diéramos por volverla a este mundo con vida? Bendecida es esta tumba por guardar tan linda joven, y que luego monten guardia para que no se la roben. En las páginas sociales, se habla de su cultura, de su dulzura de voz y de su gentil ternura. Bien haya lo bien nacido: la que vale por virtuosa, cual esta gentil damita: ¡espiritual, primorosa! Doña Hortencia de Angulo Ve lector aquella tumba con cuatro ángeles que lloran, y muy colmado de flores, teniendo en su alta cima la Virgen de los Dolores; pasa y vé con disimulo, es el sepulcro de Dofía HORTENCIA L. DE ANGULO. Fue dama muy distinguida, esbelta, llena de gracia, con un tipo de princesa de la Lorena o de Alsacia. Sus ojos eran divinos con las más dulces miradas, unos modales muy finos, unas manos muy cuidadas. Fue de su esposo el encanto y de su preciosa. hija, murió en el día de su santo de causa que no se fija. Dicen que por ser tan buena la tenía muy consentida su esposo, quien se privó cuando ya la vió tendida. Que descanse en la mansión sepuleral donde la tienen, su esposo y también sus hijos, y todos los que la quieren. Doña Amelia Soza En el Parque del Encanto de esta ciudad preciosa, acabán de sepultar a DOÑA AMELIA DE SOZA. El desfile funeral fue de lo más elegante, miles de rosas muy finas cabalgaban por delante. Heraldos muy bien apuestos con sus clarines de oro, tocaban sentidas marchas, causando profundo azoro. Era que la difuntita fue una dama preciosa, todos le rendían al verla: ¡tan jovial y tan hermosa! Se murió porque querían llevársela los luceros, decían que había de vivir en lo alto de los cielos. Prefirió morir aquí, en donde la quieren tanto, por eso la sepultaron en el Parque del Encanto. Y si preguntan por ella: al agua, al cisne, a la rosa, todos dirán, nuestra REINA: es DOÑA AMELIA DE SOZA. (Más Calaveras, en la Página 4) Señorita Frances Aros Aquí reposa lector una lináa señorita, que a todo tenía derecho, porque llevaba en su pecho al mismísimo Señor, quien le concedió la gracia de cantar cual ruiseñor con singular alegría, especialmente las bellas notas del AVE MARIA. La voz es un don de Dios que viene del alto cielo, ¿cuántos vanos han querido tener semejante vuelo? Es Dios quien dá tales gracias a la tierna ave canora, marcándole cierta hora: cuando se extiende la aurora, y los momentos de unción cuando tocan oración. Es que aquellos que bien cantan, cantan con el corazón, y siempre la entraña izquierda ha sido templo de Dios; El es el que alegre canta, por eso la buena voz: es prodigio de los cielos, es la luz de la mañana, es la dulzura de Dios, Esta señorita Aros tenía corazón de oro, fue de su madre tesoro, en todo nos demostraba lo que a su madre adoraba. Que descanse aquí, quien fué, predilecta del Señor, y también hija modelo, amiga de lo mejor. En nosotros siempre tuvo el afecto más sincero, creemos que ya muertita: está por el alto cielo. de Rodríguez Aquí reposa un encanto lector, ya no te fatigues, es DOÑA ESTER DE RODRIGUEZ dulce y buena como miel, como si la hubiese ungido el Arcangel San Gabriel. Tenía unos ojos divinos de color negro acerinos, * era de más generosa, muy cordial y muy piadosa. Sólo que su buen esposo volvíase un poquito loco de amor, que dizque por ella, obligándola a ser COCO, un coco que no era bravo, sino tan dulce y tan bueno que se rendía don Gustavo. Descanse en paz esta dama que supo ser digna esposa, y también muy buena madre, y socialmente, graciosa. Doña Alicia de Meléndez que descuella cual trofeo de la más preciada fama, reposa una gran dama: DOÑA ALICIA DE MELENDEZ. bella como blanco lirio, con la blancura del cirio; con unos ojos preciosos, tan dulces y candorosos como guiñar de lucero, y de mirar muy sincero. Fue muy preciada señora, una esposa encantadora, una madre cariñosa, y dama muy generosa, que sin leve vanidad, hacía mucha caridad. Era mucho muy piadosa, por eso sobre su fosa, se le llora, se 1e admira, y clama el humano anhelo que ha de vivir en el cielo.