El Sol Newspaper, March 7, 1952, Page 6

Página Seis. E A LA CAPTURA DE TOMAS URBINA Narrada por el mismo Guerrillero Francisco Villa —Verá usted? dijo el Guerrillero: Mi compatriota Ur- bina y yo nos distanciamos desde Estación Loma, Estado de Durango, lugar donde fuí nombrado en 1913, Jefe de la División del Norte. Se vió a las claras que el difuntito, muy avaro como envidioso por excelencia, se enceló a tal grado con ver en mí a su Jefe, q 18 procuraba desobedecerme in- directamente y a cada momento con sus hechos. “Cuando necesitté en Celaya el auxilio de la División del Ebano, que comandaba Urbina, éste se nezó a propor- cionármelo, poniéndome trabas y excusas que nunca creí y que si servían para confirmar lo que antes le dije. “En León pasó la misma cosa. Sostuve varias confe- rencias telefónicas con él, y el mismo cuento. Urbina no se me presentó sus ocho mil hombres que de mucho me hu- bieran servido. No le volví a ver sino hasta el combate de Aguascalientes, allí sí llegó; pero no para ayudarme, sino por miedo a que los Carrancistas le coraran la vía de San Luis Potosí y lo dejaran aislado del Cuerpo del Ejército. “En Torreón me pidió permiso para venir a Las Nie- ves con objeto de arreglar algu193 asuntos particalarez y estar listo a cooperar en la campaña de Sonora. A mi Cuartel General constantemente estuvieron lle- gando quejas de las borracheras y crímenes cometidos por el Jefe de su Escolta “El Mocho Borboa”. Cansado de tan- ta queja, le dirigí un mensaje-orden para que reprehendie- ra al mocho yo remitiera con una escolta a Torreón. ¿Qué creé usted que haya contestado mi Compatriota Urbina? —-““No tengo idea mi General”, le respondí. —“Pos de a tiro nada. Que si Borboa robaba y mata- ba, era por órdenes y con el mero consentimierto de él. '«A quello fué el colmo! En aquel momento se llenó mi cabeza con todas las cuentas que Urbina tenía pendientes conmigo y violentamente ordené que se alistara en la Esta- ción de Torreón, una locomotora con dos o tres jaulas, don- de embarqué a deshoras de la noche, doscientos caballos de mi escolta, incorporando a la partida, a Rodolfo Fierros y a Pablo ñez. “Todo el mundo ignoraba a dónde nos dirigíamos, ni al mismo Fierro le avisé. También ordené que se dieran ins- trucciones a los empleados de todas las estaciones en el trayecto de Torreón a Parral que mantuvieran la vía com- pletamente expedita, pues una locomotora seguida de algu- nos carros, corría sin deternerse en desarfrenada carrora, al desempeño de una comisión secreta y de suma impor- tancia. ; “Figúrese usted”, me decía el Jeje, “salimos de To- rreón como a las doce de la noche y otro día, todo el día es- tuvieron presentándose a mi carro todos los Jefes de alta graduación reunidos ea la plaza, e1 busca d2 hablar coar- migo. ¿Qué tal se guardaría el secreto? “Al amanecer del día siguiente, pasamos volando por Parral. Allí se encontraba el General Chao y los empleados de la estación fueron a participbarle qu2 hx1día pa311) ca1 dirección a Rosario una máquina loca, seguida de uxos cuantos carros, ton gente y caballada a bardo. El mismo Chao nunca se imaginó que yo era el que iba en la menta- da máquina”. “Como una exhalación cruzó por nuestros ojos el ca- serío de Parral y ordenando al maquinista que imprimiera mayor velocidad a la locomotora, en unos cuantos momen- tos divisamos a lo lejos Santa Bárbara, para ordanar que el convoy hiciera alto muy cerca de la abandonada estación de Stalford. “En campo raso y desierto, con toda la premura posi- ble, desembarcamos nuestros caballos, cubriéndolos violen- Jima lindes Dice — VEAN A NUESTRO RUDY — Porque ahora es la época de que hagan trato con su Hielera VIEJA!! ¡¡El Calor Llegará Pronto! Su Hielera Vieja la tomamos por 24 de pago inicial del valor de uno de nuestros PRECIOSOS REFRIGERADORES “FRIGIDAIRE” ' TRES Tamaños en esta serie: 7.6 pies cúbicos 9.2 pies cúbicos — 11 .5 pies cúbicos — Moderno Alacenas de alumi- nio ajustables. — Moderno sistema de Pilas ge- melas Hidraulicas. 1 — Moderna Caja para la Carne. Doderno Diseño del Almacen. 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Efectivamente, al pié de dicha sierra estaba ubicada la congregación de Las Nieves. —““A la tripulación del tren le ordené que regresara a Parral con instrucciones de que dijeran qua harían traido a Rosario una gente de Urbina, y les previns muy en serio que tuvieran “MUCHO CUIDADITO” con ir a decir que yo y mi escolta habíamos sido los viajeros. “Todo el día caminamos por La Molar, siguiendo unas vereditas que solamente yo ca10ocía y, para el caer de la tarde ya estabamos viendo el rancho de mi compadre. ¡Si Señor! La visita se encontraba embutida en ua arroyo co- mo a trescientos metros de la casa que usted acaba de ver y en espera de la “madrugadita”. —Mientras esto me platicaba el General Villa, daba de vez en cuando lijeros golpecitos con su fuste a los cuartos traseros de su briosa yegua, apuraada el pasa da nuestra jornada de 28 leguas que debíamos rendir antes del alba. Devorando distancias enormes del camino real q' con- duce a Parral y que tomamos al ascender la cuesta de El Berrendo, proseguía el General Villa su interesantísima re- lación como sigue: “Todo el atardecer y toda la noche nos la pasamos en aquel arroyo viéndonos en la necesidad muchas veces de contener la tos, con miedo de ser sentidos por mi compadre y su escolta, porque en realidad, mi compadre Urbina, era un coyote muy quemado! “Como a las nueve de la noche, oímos que tocaba una musiquita en Las Nieves. Me envolví en un zarape, embu- tiéndome un sombrerote hasta las cejas, y acompañado de Javiercito Hernández... —-““¿Se acuerda de Javiercito?, me preguntó de im- proviso el General. Mi respuesta fue afirmativa. —-“.....pos acompañado de Javiercito, me dirigí hasta las mismas ventanas de la casa de Urbina y ví con regocijo, que mi compadre se desvelaba en un baile que había orga- nizado!! Más morado me dije!! Lo que es mañana lo vamos a agarrar todo trasnochad> y con las síba12s pazadas! “Cuando sonó la hora, continuaba el General Villa, esa hora que usted conoce y que ha vista q' los pobres Carran- clanes ni siquiera manos meten, a las cuatro de la mañani- ta nos avalanzamos con la caballería s>3c2 la casa de mi compadrito Urbina, abriéndonos el fuego dos o tres pelados de su escolta que deliberadamente y como precaución los hacia dormir en la azotea de la casa. Ese fuago lo contes- taron mis muchachos de la escolta, mientras un grupo ca- pitaneado por Fierro se ávalanzaba s3bra el zaguán en los precisos momentos en que Urbina a medio vestir, trataba de cerrar el portón. “Fierro se encaró con él, ambos pistola en mano y, des puíás de cambiarse varios tiros, logró el primero herir a mi compadre en un brazo, obligándolo a huir hasta los mache- ros de sus caballerizas, donde trató de esconderse; pero fué siempre capturado por Fierro y los sayos que lo seguían de cerca. “Quiso Dios que el grueso de la escolta de Urbina se encontrara ausente, pues días artes sa había ido para Ro- sario, seguramente al desempeño de una comisión. Si no, le aseguro que el agarrón hubiera sido de los buenos. “En los momentos en que Fierro conducía a Urbina ha- cia el frente de la casa eatrava yo al zazuín, y fue en ese lugar donde nos encontramos, no pudiendo ambos más que estrecharnos en un prolongado abrazo. Con las lágrimas en los ojos, Urbina me protestaba su lealtad y juraba que si habían abierto fuego contra nosotros, se había debido a un error, que creía se trataba de u12 partida de Carrancistas de las fuerzas de los hermanos Arrieta, que en esos días se habían dejado sentir por aquellos contornos. “Todo hubiera quedado arreglado con aquella discul- pa ofrecida por mi compadre, tanto así lo apreciaba yo; pe- ro fué el caso que después d2 habar corweaaid) er que sa- liera con dirección a mi casa habitación ea Chihuahua pa- ra que ahí se le prodigaraa loz cuidado qu2 s1 herida ra- quería, mientras era conducido en un automóvil a Parral, escoltado por Martín López y cuatro muchachos de mi es- colta, Fierro, Seañez, Javiercito y Nicolás, me participaron que Urbina les había dirigido una serie de amenazas, ama- gándolos que pronto acabaría con ellos, así tuviera que ma- tarlos uno por uno. Yo, que conocía a Urbina como si hu- biera sido mi hijo, comprendí la grave situación de todos aquellos Jefes que me eran leales y qué, si habían atacado a Urbina, lo hicieron en cumplimiento de mis órdenes y, me dirigí a Fierro ordenándole que por una travesía se dirigie- ra a interceptar el auto y dispusiese de Urbina como mejor le pareciera. “Fierro, encantado con la autorización, detuvo el co- che en la Hacienda de “Catarinas” y, ya habrá visto usted su sepulcro que se encuentra a un metro de distancia del 1 ENLO QUE YO ME FUNDO Por JOE MARSH y ¡sauaño real. Allí está enterrado el pobre de mi compadrito Urbina!! Efectivamente, en aquellos precisos momentos al ladrido de unos perros anunciaban que nos acercábamos a “Cata- rinas” dividiendo otra vez, con la claridad de la luna, la tumba del General Tomás Urbina, en donde el caminante puede leer esta inscripción grabada en una lápida de can- tera: “REZAD UN PADRE NUESTRO Y UN AVE MARIA POR EL ALMA DEL GENERAL TOMAS URBINA”. Junto a la casa de la hacienda, al pié de unos árboles corpulentos que crecen en el bordé de un arroyito de aguas cristalinas, interrumpimos por unos momentos aquella jor- nada inolvidable para mi y, mientras preparábamos una jarrilla de café, interrumpí el silencio, preguntándole al General: —““¿Y qué pasó con Borboa?” “Nada”, contestó el Guerrillero. “El maldito mocho se nos peló. Cuando comenzaron los balazos en Las Nieves es- te pelado se encontraba en Canutillo y, mientras Nicolás cruzó el Río Florido para caerle en la hacienda, el coyota- zo del mocho se le peló!” Así terminó este tan interesante relato histórico que transcribió fielmente, tal como lo platicó el más grande gran de nuestra historia. dos amigas, fué sentenciada a pagar con su vida el delito del . Avondale, Áriz. que élla siempre sostuvo fué en Viene de la págnia l. número 9 y 129 de la Alianza defensa propia y que a la vez Hispano Americana por las her- PO fue élla la única inmiscuída. mosas ofrendas de flores fres- cas, a los doctores mexicanos : Carlos Greth, Ramón Vázquez, Bernabé Soto y Gabriel Herrera :por su contribución literaria y artística a este festival. ASI SE HONRA A LA PA- TRIA EN EL EXTRANJERO, pro- CINCO VECES se ha escapado del Manicomio y la última vez que fué en enero, manifestó que se presentaría nuevamente en tel Hospital siempre que se le ¡diera oportunidad de presentar- ise ante el Gran Juradb. El he- cho de que para ir ante el Cuer- curando contribuir a la unión y PO de Perdones requeriría el que bienestar de la colonia y no |*8l Paciente fuese trasladado a prestándose a sembrar la dis- ta Penitenciaría, se hizo notar cordia y el distanciamiento de €n el acto, pero el Sr. Hoffman, nuestros elementos mexicanos q' Presidente del Cuerpo, manifes- tanto hemos trabajado por años tó que sí tenía derecho de con- ¡y años para lograr un lugar dig-|Mmutar la pena de muerte pues ¡no y decente en la comunidad. qUe ya en otras ocasiones se ha- Nací en Monterrey, N, L. Mé- bía hecho, dijo que en algunos xico y he vivido aquí muchos¡“asos habían tenido que conmu- años trabajando honradamente ¡tar la pena de muerte para po- para sostener a mi familia y|der mandar a los pacientes a lpara contribuir al desarrollo de|hospitales en otros estados de ED:SE PUSO COLORADO CON SU PROPIA “AGUA CALIENTE” Ed dió principio la semana pasada a una campaña de “Pa- gue sus Cuentas”, y terminó po- niéndose colorado. Ed ha sido nuestro Comisionado de agua” por log últimos 10 años, y por diez años ahora viene a ponerse pesado por lo despacio que se pagan las cuentas. Así qué, finalmente, se deci- dió a hacer algo drástico acerca de ello. La semana pasada man dó noticis de que si no pagaban sus cuentas para el viernes, les cerraría el agua. Naturalmente, algunos ni “así arreglaron sus cuentas. Ed orde- nó qu les cerraran el agua, y 14 A 00, vn a a SUITÉ 1009, casas pasaron el fin de semana sin agua — el Comisionado en- tre estos. Parece ser que Ed se olvidó de pagar el agua. En lo que yo me fundo, el e- rror de Ed es uno que todos no- sotros cometemos a veces. So- mos muy rápidos para acusar a otros mientras olvidamos nues- tras propias faltas. Muchos «de nosotros lo hace- mos, por ejemplo, acerca de la diferencia en gustos con refe- rencia a alguna bebida suave o a una cerveza amigable. Respe- temos el gusto de cda uno y e- vitaremos el ponernos “colora- dos”. , Je Mesa POUNDATION O 1951, MING, PHOENIX, ARIZONA este gran País HOSPITALARIO y FRATERNAL. Atentamente y con toda Since- | ridad, GABINO MARTINEZ, Avondale, Arizona. Aniversario... Viene de la página 1. Entre los números «el acto cí- lvico social, se destacó la señori- 'ta Frances Aros, cantando con el sentimiento y delicadeza que siempre pone en su dulce inter- pretación. También mereció un caluroso aplauso, el magnífico discurso del noble y distinguido fraternalista Sr. Nicolás Méndez, Presidente de la sucursal de es- ta ciudad. Terminado el acto oricial de la celebración, dió principio un entusiasta como animado baile, con asistencia de más de qui- nientas personas, habiéndose lle vado el regocijo de los fraterna- listas dentro de la más perfec- ta armonía. Concurrieron muy distinguidas personas, entre quiénes pudimos anotar: a don Selerino Balderas y su muy gen- til esposa, la señora, Lucita de Balderas; D. Arturo Holling y su distinguida señora; el Sr, Bur- gos y su guapa sefiora, Dorita de Burgos, y muchísimas más que nos es imposible mencionar en esta pequeña crónica. ——S Posiblemente... Viene de la Página 1, razones para su recomendación limitándose a decir que habían escuchado a los testigos y a la vez revisado la causa. Sin em- bargo, el actual Superintenden- te del Hospital quien se presen- tó ante el Gran Jurado, dijo que creía en el alivio de Rutth si se le conmutaba la pena. Dijo tam- bién que no se presentaría ante el Cuerpo de Perdones a menos que se le requiriera. Ruth fué declarada loca cuan- do después de encontrarla cul- pable de haber dado muerte a IARABADA RIDAD ASADA ADA DAR DaDanO SE PERDIO Un RELOX BULOVA, de 21 Jo- yas de Mujer, de Oro Blanco, con 112 diamantes en labanda. Se dan $100 de recompenza «li que lo entregue. Llamen de no- che al teléfono: 4-0095. AIR RADAR AAA nAnA IIA AD AAA Innnn BARREDORES Y LIMPIA- DORES ELECTRICOS No más manos sucias, ni polvo, ni bolsa sucia. Llámenos a su casa para demos- tración y vea el “Filter Queen” en la Feria de Arizona. FILTER QUEEN CO. DE ARIZONA 1746 W. Van Buren Tel. 8-1223; Phoenix, Ariz. — John Smite RRA RARA :a Unión. Ya era tiempo de que se to- mara en consideración este caso que ha permanecido vivo en el corazón de todos los habitantes de Arizona debido a los miste- Irios que le rodearon. En un prin cipio se habló mucho de que hombres prominentes habían te- nido mucha parte y que Ruth solamente había sido el chivo expiatorio con la promesa de q' se le daría su libertad pronto, se dijo que quiénes le prometie- ron no cumplieron su promesa, élla misma así lo manifestó en “na de sus huídas del hospital. ,Fodo esto y muchas otras cosas han sido comentadas por per- sonas mayores y hasta por jó- venes que aún no nacían cuan- do el caso pasó, todo esto se di- ce y lo cierto es que ya la pobre mujer ha pagado con creces la participación q' pudo haber te- nido. Más de 20 años. en un hos- pital de locos, es algo que no puede casi ni comentarse. A El Concurso Viene da la página 1 'una señorita de nuestra raza, de luna señorita llena de virtudes, de una señorita mexicana que tanto bien ha regado entre nues ta gente menusterosa, que tan- to bien ha hecho en nuesra co- munidad....sí, FRANCES demos- tró que es una gran cantante y una gran mujercita. Entre los números que se pre- sentaron hubo algunos muy bue nos, niñas adelantadas en el arte del baile, un jovencito que toca el violín bien, pues ha to- FAJAS PARA EL ESTOM GO Fajas para la Espalda Tamaños Grandes BRASSIERS LARSON'S CORSET FASHION SHOP Tel. 4-9906 Viernes 7 de Marzo de 1952. mado según informaron, 13 a- fñioos de clases y la Sinfónica su- plió muchas de sus faltas, ya q' aunque debió ser un solo, pues era una competencia, fué ayu- dado por toda la SINFONICA y obtuvo el tercer lugar. Un muchacho soldado, pox cier- to muy simpático, pero que sa- be tanto de cantar como pueda saber yo, fue premiado con el segundo lugar y, el primer lu- gar, según el decir de la mayo- ría de la gente que escuchamos salió haciendo comentarios, lo alcanzaron un grupo de acróba- tas, muchachos que son instruc- tores en una escuela de baile y que según se dice han salido en giras. NUESTRA FRANCES no recibió ni una mención, ni si- quiera le fueron entregadas en público las hermosas ofrendas de flores que le enviaron del De- partamento de Caminos y de o- tros lugares. Por qué no se nombraron Ju- rados como el Sr. Profesor de cantó de la Phoenix Union High School que es perito en la ma- teria y que lo demostró al pre- sentar un magnífico y grandio- so grupo que forma el CORO de la Escuela? Por qué no se eligió a persona capacitada en baile y en música para que la gente quedara satisfecha? Porqué de- bía haber sido Frances Aros la qu resultara eliminada cuando recibió tan magnífica acogida y a toda luz se pudo calificar su preciosa voz..? Qué no podían siquiera haberle dado el tercer lugar para demostrar así algo de civismo...? No, es que lo “que no pue ser no pue ser”....así de- cía un gallego y agregaba “y lo que es redondo no pue tener punta...” Bueno, más perdieron éllos que Frances, a élla le que- da su preciosa voz que Dios le dió y que élla cultiva con amor y con fé de q' un día mejores ho- rizontes la acojan. La enorme cantidad de em- pleados del Departamento de Ca minos y que son compañeros de Frances y fueron a escucharla y dar su aplauso por élla, opinan que Frances cantó esa noche co- mo nunca y hay que advertir q' el 99 por ciento son anglos. AR AA AED RE ROARAOARLAS HOWARDS— Implementos para oficina y artistas — Hermoso li- bro ilustrado con instrucciones completas. HOWARD OFFICE SUPPLY CO. 241 N, Central Ave.— Tel. 4-2811. ANC MIS ON EACH 14 EAST WASHINGTON ST. pi lid 30c hasta las 6 p. m. 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