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Viernes 25 de Marzo de 1949. “EL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTA A iS pas “de ser hombre de ambiciones. A mí me lo presentaron al la cabeza.- Un balandro a vela navega de costado con una in a, y ¡te joven cuando están de “bro-|den digerir. —La familia de ella, sí, na. ma”. Rezaron una salve o hicie-; Bueno, otro día té contaré al- |turalmente. ¿ra Así, en su maleta lle/ata un mar el sol en la arena o a na- ñador y un albornoz, armas dar mar adentro. Y pata eso me nciales para sus quince dias estorban los misones. playa. La casa de Elenín y; Figúrate una cinta de arena Margot era una casa elegan- lisa y llana, con unas olas man en donde uno fortuna muy sas que se rizan de empuma y da y unos negocios muy a-'a lo largo de ella una seri ede ados premitían todos los lu-'sombrillas a rayos de todos los Quizá no era muy pruder:te ' colores bajo los cuales hacen la jar metida unos dias en se- bor las mamás o los ayas mien jante atmósfera ,a una mu- tras los chiquillos se revuelcan con el lastre le pasados ccs- tos en el agua. Detrás de estas hmbres de opulancia a cues“as 'sombrillas, están los hotelitos e la madre triste no pensó encerrados en jardines que des- In ello cuando la hija, alboro-|bordan de flores. Luego sigue ada, le enseñó la ca::a de invi-|la playa sola y tranquila donde ación de las amigas. ¡Bastante tu hermanita nada a su gusto, nía la pobrecita con todo !9'unos dias sola y otros con Ele- jue estaba pasan1..! Al mcs.ces, nín y Margot; pero como ningu anochecer del mismo día en que llegué. Ya le habían hablado no marcar ninguna diferencia, a pesar de constarle nuestra po sición social tan distinta. Me tra tó en el acto, no en eamarada co mo a Margot, ni en plan de distracción como a Elenín sino con ese respeto un poco anticua do y caballeresco que aún guar para las mújeres y que a mi me gusta. Desde el primer momen to me habló de usted. ¡qué raro! ¿verdad? Y de usted continua- mos tratándonos. Y no creas ron como que la rezaban, entreigo má,s. Por hoy, no queda ya| .risas y comentarios, en voz ba- lde mí; pero él tuvo el tacto de!ja. No es que de intento sean irreverentes. Es que son aturdiz dos es que no piensan. Y cuando todos salieron, yo me quedé. Quería pedir tres gracias a la Virgencita. Ya sabes que de tres siempre, dice la tradición piado sa, concede una. ¿Querrás saber cuáles eran las tres gracias que dan algunos señores mayores ¡le pedí a la Señora? La prime- ra: que a mamá en especial y a todos en general los de casa, nos dé salud y trabajo; la segun da: que podamos ver a nuestro padre en libertad, convencido por ello que es estirado y orgu-|de sus errores y vuelto a Dios; lloso. Nada de eso. Es sencillo|y la tercera. olvidar. ¡Olvidar cordial, amable. Gran deportisjesta tragedia de mi juventud, ta. Hace poco se organizó un [que me quita la alegría y :la concurso de natación que ganó, [ilusión de vivir! ?Volver a que ofreciéndole 1 acopa a Elenín |rer? No: me horroriza. ?Olvidar hachita de veinte años, pobre a su gusto o se meten a salti.! como recuerdo. Ahora, se pro- yectan unas regatas a balandro en las que también se ha inscri | to, naturalmente. Posee un ba [Jandro precioso. Como su herma na veranez todos los años en esta playa y la villa en que vive es'de su propiedad. Rafaél guar ju: disfrutara uns dias de sel na de las dos se siente depor- - Ge descanso. tista — no es que yo lo sea gran Con una charla atropellada ¡cosa, pero por lo menos tengo lico, las dos amiga la infor-'afición — resulta que al final de todas las novedades acaban por dejarme por impo- idas en su círculo de amis.sible y se quedan en la arena es comunes. Entretanto, el lu leyendo mientras Rafaél María coche.— para el cual pa- Beltrán y yo batimos la prueba no existir las” limitacio- de natación como la solíamos es de la gasolina — cruzaba ¡batir en Dinard, Somoza y yo, tre un verdadero bosque de entre aquella peña de amigotes haranjos donde a través de los franceses, el Verano del treinta laros se adivinaba ya en la le-'y cinco. ¡íué recuerdos! lanía el mar azúl. A un lado| Querrás saber, naturalmente, amarrados a una boya están el ¡bote y -el balandro, y tumbado .Ssobre la arena un patín sobre el que suele vérsele a menudo entre cielo y mar. Claro está que Elenín,' diga lo ¡qued iga, está coladita por él. ¡Cómo no! Es para estarlo; pero no sé, no sé, si el final de este ¡acercamiento -será un desenga- ¡e Por las tardes nos reunimos to da la colonia y hacemos excur- siones deliciosas durante las cuales pienso en ti, hermanita, a otro, como una herradura, 'quién es Rafaél María Beltrán,: 1 perfilábase una cadena de mon Pues, sencillamente, el pasa- 'en ti, que estarás esfixiándote tañas grisientas, cada vez más tiempo de Elenín, un hico for- de calor en es Madrid tórrido, desvaídas en la distancia, has midable, según dice Margot, con a perderse confundiéndose con su naturalísima guasa . En rez 1 cielo. ¡lidad de verdad, un chico que Mercedes, distraída, escucha. “se pudre de Tico, con una carre a la charla substancial de sus ra que a mi me gustó enorme-' 'as y se abstraía en la be- ' mente en mis tiempos, en los lleza de este paisaje que podría tiempos en que yo podía elegir sfrutar a sus anchas durante [¡novio: la diplomacia. Ha tenido gunos dias antes de volverse|la suerte*de caer del lado de meter.en la jaulita de su-4-|los nacionales y no'ha conocido oy en las frívolas suntuosi-!d ela guerra más qnue el sahu des de casa de módas donde |¡mieerio de la gioria y de las vic- aire estaba viciado por per-¡torias y en absoiuto ha sabido umes caros y los focos eléctri-llo que quiere decir “revolución” s reemplazabah a esta cega-!¡Seresfelices! Ahora disfruta li. dora luz del sol de” mediodía. CAPITULO DOS “..y siento en el alma que no hayas podido compartir con- muchacha serio — porque Rafa migo lah delicias de estas va- él es muy serio — logra entrete caciones. ¡Hubiera sido formida nerse con un ser tan insubstan ble, que nos las hubiesen dado|cial como Elenín por bonita q' a las dos al mismo tiempo, chi. sea; pero es el hecho que se en. quilla! tretiene. Desde luego, que los pa Esto es.un paisaje de pelícu. | dres de Elenín le echan el an. la. No sabes qué admirar más, zuelo con vistas a la vicaria, 2 si el mar azulado, el verdor de 'capacitados como están de lo los huertos de naranjos, el oro bien que le iría a su hija seme del sol o el gris desvaído de las jante novio. Mas aquí, entre montañas. La playa es un ecan nosotros, te diré que yo creo- to: limpia, igual, espaciosa, solamente en un entretenimien tranquila. A mí, para bañarme, to por parte de Rafaél María. metida en la jaula. de la caja de tu almacén. . "Yo luzco los modelos. que la lcasa me ha confiado y' cada día renuevo una :admiración q' bien sé que no es para mí sino para mis trapos: un día rosa, otro azul, otro amarillo, otro a Somoza? No: su recuerdo, tris te y dulce, es la única dicha q' me queda. Olvidar el horror de tiende todavía sobre mis dias; ¡oyvidar que he querido a un hombre digno de mí, que me lo han asesinado como a un perro, da en él todos sus trebejos, y|que se me ha ido sin poder ser suya ni cumplir el recóndito an [helo de amor que por él he sen. tido. Una noche me dijo que le | diera un beso y yo me enfadé. Y ahora, ese “no” me remuer- de un poco la conciencia. -Por qué se lo. negué? Dios me per- done. Cuando acabé de rezar, me le vanté y salí. En la puerta, jun. to a la pila del agua bendita, esperándome. Metió los dedos en el agua y me los alargó. —Pásase el pañuelo por los aquellas horas cuya sombra se; estaba Rafaél en pié, no sé si| nada. ¡Ah! ,solamente se me ha bía olvidado decirte que pasa- das las vilals,.a lo largo de la playa, corre un pinar muy es- peso, con unos pinos muy viejos donde es una delicia sentarse a leer con una buena novela en- tre las manos.” Xxx —Me voy a sacar el balandro. —¡Tan pronto! Acabas de lee- gar de nadar; apenas te has se- cado y ya estás” pensando en darme espinazo. La protesta ' de Elenín, precio sa con su bañador color marfil como una linda estatua, se pier de en la-cabezonería del cama rada. Cuando Rafaél dice una cosa, esta cosa, sea lo que fue- re, tiene lugar indefectiblemen< te El se ha levantado y perfila ¡su figura apolínea, encerrada 'en un traje de baño negro, sobre el azul heráldico del mar. : —¡Tengo unas ganas que se acaben las regatas! — comenta furiosa la muchacha. — Si estoy quedando con la colonia como lun grosero. El grupo es de un color pa- sional perfecto y más visto des- de lejos. Las actitudes no dan en modo alguno idea de una reyerta y sin embargo, Elenín y Rafaél en desacuerdo: uno de esos deacuerdos tan frecuentes entre dos que se quieren —hijos ldel cariño, siempre celoso — -q' suelen acabar soldando el esla _bón del querer mucho más fuer ¡te con una caricia. A no mucha distancia, están sobre la arena Margot y Mercedes envueltas en sus cándidos albornoces hlan cos y a su lado Guillermo Ponce —¿Y porqué tan naturalmen. te”, vamos a ver? —Porque no veo yo que Rafaél sea tanta cosa. —Que sí, mujer; que además de rico, es de una familia muy distinguida yest os Lóriga son ricos desde luego, y no de aho. ra; pero no tienen pergaminos ni sangre azul, ni. —¿Así estamos? ¡Pero, hija, si eso son ya cosa que huelen a rancio! ¿Quién se acuerda de lo que fueron sus abuelos en estos tiempos? — quiere echarse a reír Mercedes. * Pero Guillermina la ataja muy seria: —Pues no te lo tomes a chun- ga, porque en esas «antiguallas rancias en donde van a encon. trar los Lóriga el escollo. Porque yo no la conozco, pero Quita iSanpedro la trata mucho y me ha dicho que su madre, la ma. ¡dre de Rafaél, es una señora de esos de “dejués de Dios, la casa “de Quirós”, y por nada del mun ldo transigiría con una nuera q no llevase toda esa novelería de los blasones que a ti te hace reír,, pero que a mí. 'mira tu, luna cosa como otra!.pues que a mi me gusta. Porque digan lo ¡que quieran los que se burlan, ¡y se burlan de envidia que tie- “nen, precisamente, es muy bo. nito esa de poder saber de quién viene una, ¿no? Eso dee coger el árbol genealógico y comen. zar desde el tronco hasta la últi ma ramita, y poder saber lo q' ¡hicieron y cómo vivicron todos nuestros antepasados. Yo misS.. ma, ¿que? Sé de mi abuelo que fué general y. murió en la gue rra de Cuba; pero de ahí no pa. 1 'críble celeridad y va a llegar dentro de nada al sitio en que se encuentran .Es Rafaél, que se entrena. Vistee un pantalón blanco y ua “jersey” grueso, . con marga corta. Maniobra há. bilmente hasta quitar la vela y se detiene casi junto a la bo- ya. . —¿Quieres subir un poco? —Pues mira chico, no te digo que no — contesta Guillermina sin vacilar. — La carrerita me ha cansado. ¿Subimos Merce. des? —Bueno. $ Suben,. Se sientan como pue- den. El balandro flota mansa. mbente como una cuna el dulce | faél saca 1 pitillero y las ofrece un cigarrillo. Guillermina o a cepta y lo enciende. Mercedes. o rehusa. El sol es caliente cos mo una caricia. La espuma qué riza las olas al chocar contra la quilla del balandro, las salpica de gotitas saadas que se les en. tran por la boca. A poca distan. cia, frente a ellas, hay un islote solo, con un faro pequeñísimo rematándolo. Mercedes lo mira con insistencia. Siempre le ha. intrigado la isla y desearía ver la de cerca. —Viven ahí? — pregunta se- fauándola. : —¿En la isla? — responde Rafaél. — No: no sé que viva nadie. He pasado muchas veces rodeándola y nunca he visto a nadie; pero tiene un embarca. dero monísimo y un camino en espiral que lleva hasta el faro. —No: no vive nadie. Yo hace años que veraneo en esta playa y nunca he oído decir que nadie. viva en ella. Un señor extranje: ojos. Se le conoce que ha llo- y'Leicia Solaño, tumbadas cara rado. eel sol en bañador. Margot está Me molestó que hubiéra sor- embelesada en la lectura de una prendido este momento. de fla. novela que le ha prestado Se. queza, entrando en mis intimi- bastianito Allende y anda a dades, así, sin abrirle yo la cien leguas del mundo real. Le. puerta. Fríamente, tomé el agua ticia Solano duerme — o hace bendita y me santigué. Despues como, que duerme — mientras salí" sin decir palabra, sin mirar aguarda a Federico Murillo que' le siquiera y durante la tarde le ha-prometido venir a acom. so. De mi tataabuela ya no me han llegado noticias. Y hasta la |Y0 lo' quiso comprar estos años parentela pierdes, porque hay |P2sados; pero resulta que es que ver la. de entrongues y pa|Yel municipio y no quisieron .. ¡rentescos que te salen mirando vendérsela. un árbol genealógico. ¡No te —Pues el faro se enciende rías, Mercedes, no te rías, que POr las noches — o Merce tú también lo tienes! des. E : —Sí: también las dos familias' —"Si— contesta Rafaél. — Va “de mi padre y de mi madre le Un hombre en una barca al en. si mi padre “£nderlo todas las tardes. Ípuse un especial empeño de no blanco. Río, me divierto! ¡Qué encontrarme en su grupo. No mal suena esta palabra! ¿Ver- pareció darse cuenta de ello. |cas hinchadas de viento, que se dría haber rehabilitado un: títu- dad? No: no me divierta. Todos|Como buen diplomático, afecta | dirigen hacia adentro a la pesca una explicación sobre la leve razón. Vivo, hermanita, porque ¡escena muda. De ella he saca. hay que vivir; porque desespe-:do yo la conclusión de que Ra- rarse el ofender a Dios; porque su Providencia nos ha socorrido lo bastante para que le rinda- mos el tributo "de nuestra con. formidad. Pero es duro vivir los que amábamos, están bajo tierra La otra tarde fuimos a-una ermita viejecita, casi ruinosa, donde se venera a una Virgen muy pequeñita, que leva un |mantito rojo bordado de oro. no me gustan las playas donde Las dos mellizas son encantado Parece una muñeca.-Todos en. hay gente y ruido. Yo no voy a ras, es cierto, pero Rafaél necesi traran Conesa algarabía y ese la playa a exhibirme sino a to- ta otra cosa y presiento que ha jolgorio atolandradó de la gen. Some folks honestly believe that only per- sons of great wealth need to have Wills. Actually, any man or woman needs to make a Will if he --- or she --- owns a home,+an automobile, savings bonds, stocks, jewelry, a bank account, or other possessions. Only - by making a Will can the owner have any say about the distribution of his possessions when the time comes to settle the estate. a sions go where your attorney di edge and sound Another advantage is that a properly drawn Will protects an estate against needless shrinkage because, in the hands of an ex. perienced and competent Executor, a Will Tf you want to make sure that your posses- you want them to go, have raw up your Will, naming the Valley National Bank as Executor. Then you can be sure your wishes will be carried out to the létter. With experienced Valley Bank trust officers in charge, your estate will benefit by the collective knowl- business judgment of many men, each an authority-in his field. Your heirs will be freed from the many exacting and complex duties which few individuals are equipped to perform. And because an Executor's fee is set by law, it costs no more faél es hombre muy observador y aun muy 'delicado, y de que ros principios religiosos. Yo no puedo creer que se quedase en la ermita por mí. ?a santo. de qué? y, he de creer por fuerza ni menos que. como me quedé yo. El único entre tantos -como venían con nosotros. He aquí, pañarla. Hay en las lejanías ,azules una fiesta de velitas blan | | citos desnudos, los ladridos de un- perrillo escandaloso, que es el amor de una vieja se!ñora de cabellos blancos, .extrnjera por ha sido educado en unos seve-|la pinta, y el concierto. de con-| —La marquesa de Vall versaciones mayores reunidas bajo las sombzrillas rayadas, confeccionando labores de pun to de lana o viendo la agitación incesante. Guillermina, tumbada como está de lado, sobre la arena, ¡tienen y también “no hubiera sido., lo que es po- lo que ha dejado al morir un te dirán que sí; que me divierto|ng ver lo que no le conviene.¡de la sardina. La montaña leja- tío abuelo; pero hoy nada de horrores; pero tú sabes que no; |Después de este incidente, nos na de tonos grises se corona dej8so hay.que. pensar, sino - que que no es tan fácil cerrar la lla hemos vuelto a encontrar con'!un leve velloncito de niebla que¡Mi Padre se halla condenado a ga abierta con la muerte de So- frecuencia casi diaria; a veces|a cada momento se va diluyen |Veinte años. cencia y creo que espera para¡moza. En mi muñeca llevo siem hasta ha habido ocasión de un|do bajo el ardoroso entusiasmo el final de ella un traslado a pre el reloj y cada tic tac suyo'a, Roma. Te admirarás de que un ¡es como si oyese del el “Más a-; 1á” el latido de su propio co-' Mercedes, se “Tehace. Aparta parte; pero nunca él se ha a-|del sol, Se oyen las 'agudos gri- el dolor con un esfuerzo y em. rriesgado a pedirme ni a darméj¡tos de los pequeñós cada vez palma la charla más que po que una ola les moja los piece- interés de seguirla por disimu ¡lar esta breve ráfaga de amar- gura. | —¿Qué decías de la madre de ,ese chico? de Ebo es una señora de esas ran. cias, como tú la llamas. '—¿Joven? ¿—No llega a los cincuenta; e-- que se quedó rezando, ni más de ..las olas en- su movimiento leganie, muy señora, muy prin cipal. Si la tratases, te resulta. ,rría encantadora. Yo le encontré Una vez, en un martes de Fuen- si de verdad se propusiera lle-'4 euna media vuelta y se que. [santa Luque, y tuve ocasión de gar a ser novio de Elenín, otralda en grupo aparte con Merce-|ser presentada. Dicen que es te- cosa que les separa. Elení nes'| des, rrible. Noa tiene otro hijo barón una «chica excelente, ¡pero su un'hombre de la categoría mo. ral de Rafaél Elenín no conge- niaría. Demasiado ligera para un hombre de fondo. te del veraneo. No hay familia de veraneante que no se preo. |cupe del galanteo de Rafaél. Lo comentan las mimás envidio sas de que se les escape tan buen marido para sus niñas; las niñas con unas dientes larguí. simos al ver la suerte de la a. miguita, y losmismos hombres con unos celos atrroces, porque ahí donde los ves con toda su fama de fortaleza espiritual, los señores hombres están suje tos a las mismas fláquezas que nosotros, y la elegancia y el —Ya se ha levantado Fafaél ¿No notas? * —Nada, no — responde Merz cedes, cauta. (Ya sabe a qué atenerse respecto a los chismo. la lengua sin piedad). —Si hija, no digas. Hace u- nos dias que le estoy viendo muy frío. —¿No será carácter? Pare: muy reservón. —Cuando él quiere bien se es candila. Di tú que se habrá can sado del galanteo. Porque esto, diga lo que quiera la señora de Lóriga, no es más que un entre tenimiento de vacaciones. Pero para ella sí se lo ha tomado co. mo algo en serio. —Pues todo el mundo cree q' partido que Rafaél, María tiene con las mujeres, es algo que se les ha atravesado y no lo pue- Sociedad Fraternal lee Mercedes . ingrese a la ALIANZA HISPANO AMERICANA _La Alianza Hispano Americana es la acabarán siendo novios y que la familia estaría encantada — di- de la Raza. La A- y está muy. enamorada de él. piedad es como un barniz super Marín. — observa. — Y hace a.|L casaría asu gusto. Y, desde ficial; algo que está sujeto a penas un cuarto de 'hora que lle luego, Elenín no será de su gus. modas. Nada en el fondo. Con|gó. Yo no sé cómo veo a ésos? |to. * ' , —Pues si él sabe eso no debía hacérselo -creer a la pequeña. * Los hombres son así. Pasa. rá“ el verano galanteando y —¿Porqué t hablo ya de esto? |rreos. de este mundillo eleganté cuando acabe la temporada, y Quizá porque es lo más salien.[que no por serlo deja de afilar|se vaya a Roma, !manos! Si ella llora y coge una rabieta, porque es tan tonta, ¿no? Así hay tan. t —Pues sería .una crueldad. Yo le.avisaría. —Ni que lo intentes. Con lo entusiasmados que están toda la familia: de Elenín y con el empeño que tienen en cazarlo, te la cargabas, hija. Más yale que los dejes y que sea lo que Dios quiera... Suceden unos momentos de silencio largo durante el cual cada una se abisma en sus pro pios pensamientos. De pronto, Guillermina, se incorpora. —¿No te parece que ya será hora de bañarnos? Hoy debe estar muy buena el agua. —Bueno, vamos; pero no aquí |. —¿También cuando hay tem- poral? —No. Cuando hay temporal.' —ue es cuando más falta hace, lo dejan apagado. —Ahí debía vivir un torrero. —Tiene demasiada poca sim portancia el islote para eso; * —¿Usted no ha desembarca. do nunca? Pes —NOo: no me ha interesado. . ¿A usted si? A —Me gustaría. S —Pues cualquier dia. Hoy es” demasiado tarde. Hoy lo que ha go es llevarla a usted a rodearlo Es bonito. Por este lado es ha- jita la costa. Hasta tiene su pe- Idacito de playa, por. cierto=con . un aarena muy fina y una agua muy transparente; pero por la otra parte, la que mira a altax mar, es muy alta y está cortada * a pico, de maneta que hay un acantilado tremendo que forma comba cayendo hacia el mar [como un mirador. Pasando por ¡debajo se ve el mar socavar la cia adentro formando cueva. Muy bonito. ¿Las levo? A' Mercedes la seduce la pro.” posición de Rafaél María; pero Guillermina no parece muy en. tusiasmada. —¿Vale hablar francamente? — dice al fin. —Claro está que sí — concede Rafaél María. : —Pues llévate a ésta que tie ne interés en ver la isla. Yo la tengo demasiado vista y sí os acompaño me voy 'a perder el “vermut”, porque pronto que Neguéis os dan las doce y media en el mar. La isla engaña, Pa. - rece que la vas a tocar con la ¡mano y hay camino. —¡Pero, muchacha! ¿Vas a volver tú sola? —No hay tiburones, 4 —Lo dejaré para otro día, mus: jer. Espera. —Que te diviertas guapa! Una zambullida aparatosa y Guillermina está en el agua na. danda como una ondina cara a la 'playa, donde las sombrillas / Vamos hacia el Pinar y allí nos tumbamos. A ver si hoy llega. ¡mos hasta la boya grande. —A las tres. * Corriendo como gamos, en re fiido desafío, las dos mucha. chas se tragan lus distancias sobre la tibia arena en direcciór al pinar que rumora a dúo con rayadas florecen como un jardín exótico. Rafaé] María insinúa: —No se arrepentirá usted de la excursión. ¿Quiere usted: ayu- darme a izar la vela? Continuará la semana entrante ADAM ROSE . balanceo sobre la mar lisa. Ra >” base de las peñas y meterse ha... makes possible substantial savings in taxes to name the Valley Bank than to appoint an lianza expide pólizas de seguro para el mar y ya en él, los alborno. M E A da A e .s sa e ces caen como montón de nieve d and administration expenses. inexperienced individual, ' toda la familia a precios muy cómodos. y dos figuras estilizadas, perfec —PALMISTA— S tas con bañadores también: You are cordially invited to come in with your attorney and talk - Además se imparte protección a los so- - blancos, adelantan Po ea Contesta todas las Preguntas over an estate plan—in confidence, of course, and without obligation. A el agua, se tienden más tarde| de su Pasado, Presente z% cios. Tome un Seguro para usted y y bracean después con perfecto á . ; Cue . para sus-niños, estilo, mar adentro. Futuro en Español. AS HR / VALLEY NATIONAL BANK $22 A LAA Ya están Meaño ata voya] 1025 East Van Baron % TWENTY: EIGHT FRIENDLYECON VENIENTIOFFICES IN ARIZONA A SatEl, can m0. 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