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Viermes 5 de marzo de 1943 a EL SOL SPANISH PAN-AMERICAN SEMI-WEEKLY NEWSPAPER SPANISH PAN-AMERICAN SEMI-WEEKLY NEWSPAPER “Published every Tuesday and Friday by J. C, Franco Entered as second class cmd March 20, 1940 at the Post Office Arizona under the Act of Maréh 3, 1879 les de las ideas emitidas por nuestros precio de anuncio diríjanse a las oficinas si- ea No nos hacemos Para Teléf 3-4948. us en 62 - 3. 3rd. St. at ES mññnda: ol: tabscrip | palabras como lo hizo el Padre de la Patria al preseverar día tras díaen el cuplimiento Ge los preceptos de estos sub- blimes versículos: “La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tie- ne envidia, la caridad no hace sinrazón no se ensancha:” “No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no pien sa mal:” "“No se huelga de la injusticia, más se huelga de la huelga de la verdad.” La mayoría de nosotros los norteamericanos tratamos de ser fieles a esos preceptos. Mas algunos hay entre noso- tros que los han olvidado .Hay norteamericanos cuyas pa- subscripción debe pagarse ws á tor deseo que se cambie el envio del periódico a otra dirección, de: [labras y escritos pregonan a los vientos nuestros enemigos berá notificarlo y acompañar la suma de died centavos. % SUBSCRIPTION RATES += poa > $3.50 hs $2.00 Three Months $1.25 ra a da paid in advance for at least An e period of sik months, Editor Phoenix, Arizona must be mado to the Box 2161 MORAL NUNCIADO POR EL PRESIDENTE DS OSEVELT EL 22 DE-FEBRERO DE 1943, EN EL 211 O DEL NATALICIO DE JORGE WASHINGTON. Esta nución, cuya existencia se debe tanto a Jorge Washington, lucha hoy en el mundo entero por mantener para nosotros y nuestros hijos la libertad que Jorge Wásh- ington ayudara a establecer. Al celebrar el aniversario del natalicio de Wáshington debemos recordar su conducta an- te la dura adversidad, ya que solemos olvidarnos de sus an- gustías y trabajos cuando miramos el conjunto de su obra. Durante la Revolución, Wáshington mandaba un ejér- cito cuya existencia como tal no estaba asegurada de una semana a otra. Muchos de sus soldados, y aun regimientos enteros, no podían o no querían trasponer las fronteras de sus propios Estados. A veces, en momentos críticos, de- cidían regresar a sus hogares para labrar los campos O re- coger las cosechas. Numerosos eran los colonos opuestos a la independencia o, cuando menos, poco dispuestos a ha- cer grandes sacrificios personales para _lograrla. Además, en cada colonia había muchos que sólo esta- ban dispuestos a cooperar con Wáshington si éste 'acepta- ba condiciones que ellos querían imponer. E Hubó norteamericanos durante la Revolución que hi- cieron mofa de los principios de la Declaración de Indepenn cia. Para ellos no era posible llevar la independencia a la práctica; era “idealista” afirmar que “todos los hombres nacen iguales, y a todos les confiere el Creador ciertos dere chos inalienables.” Los escépticos, los cínicos de aquellos días de Wáshing- ton, no creían que la generalidad de los hombrers y las mu jeres tuvieron capacidad para disfrutar de la libertad y del “gobierno propio. Afirmaban que la libertad y la igualdad eran vanos suéños que no podían realizarse, así como hay norteamericanos hoy que se burlan de la determihación de lograr la libertad para vivir eventos de miseria y la liber- - tad para vivir exentos de temor, aduciendo que éstos son AN pa postal. Adáress P. O, ideales irrealizables. Alegan que está escrito que siempre ha | de haber miseria y siempre ha de haber guerras. Son como aquéllos que citrican los Diez Mandamien- tos, sencillamente porque hay quienes acostumbran que- brantar uno o más de ellos. Los norteamericanos de hoy sabemos que la revolu- ción que nos dió la libertad no hubiera tenido éxito a no ha- “ber sido por la fé de Jorge Wáshington y porque esa fé se sobrepuso a,la argumentación trivial, y a la confusión, y a la duda provocadas por los escépticos y los cínicos. Cuando benévolos historiadores nos cuentan de Bene- dict Arnold debian de mencionar a otros norteamericanos que, sin duda alguna, fueron también culpables de traición. Sabemos que en primer término, fué su fe pura e inque brantable la que mantuvo a Wáshington fiel al principio esencial de que hay que hacer las cosas en orden de im- portancia. Su buen sentido de la proporción les dió a él y a sus partidarios la aptitud de pasar por alto. las pequeñas dificultadas para concentrar el esfuerzo en los objetivos tras cendentales. Y los objectivos de la Revolución Norteamerl- cana eran de tal magnitud, tan ilimitados, que aun hoy fi- guran entre los objectivos fundamentales del mundo civili- zado. La fe de Wáshington, y con ella su esperanza y su cari dad, forjaron la reciedumbre moral de Valley Forge e ins- piraron la oración de Valley Forge. Los norteamericanos de la época de Wáshington esta- ban en guerra. Los norteamreicanos de hoy también esta- mos en guerra. Los norteamericanos de la época de Wáshington estu- vieron ante la derrota muchas veces. Nosotros nos hemos enfrentado, y aun seguimos enfrentándonos, con reveses y dificultades. En 1777, la victoria alcanzada en Saratoga sobre el ejército del general Burgoyne hizo que millares de norte- americanos echaran las campanas a vuelo y declararan que la guerra ya estaba casi ganada, y que podían regresar a sus ocupaciones de tiempo de paz y a la “normalidad.” Hoy, los grandes éxitos en el frente ruso han hecho que millares de norteamericanos echen las campanas a vue lo y declaren que la victoria está al alcance de la mano. Entre nosotros hay quienes todavía creen en la edad de los milagros. Olvidan que no hay un Josué: entre noso- tros; que ya no podemos confiar en que al sonar las trom petas y al clamar el pueblo se derrumben las grandes mu- rallas. 3 No basta que tengamos fe y espranza. Wáshington fué ejemplo viviente de la otra gran virtud que se necesita. Permita el cielo que todos nosotros. vivamos nuestra vida, orientemos nuestro pensamiento y midamos nuestros a fin de persudir a los pueblos de Italia y Alemania, ya en franca desintegración, y a los pueblos sojuzgados por ellos, que América está dividida, que América faltará a su fe en esta guerra, y así hará posible que las potencias del Eje dominen el mundo. Acaso sea apropiado en este día que lea algunas pala- bras pronunciadas muchos años ha, palabras que ayu- daron a moldear-el carácter y ta vida de Jorge Wáshington. “Bienventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.” ” “Bienventurados los mansos: porque ellos herederán la tierra.” - “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de jus- ticia: porque ellos serán hartos.” “Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos al- cvanzarán misericordia.” “Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos [verán a Dios.” “Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán lla- mados los hijos de Dios.” “Bienaventurados los que sufren persecución por la jus- ticia: porque de ellos es el reino de los cielos.” “Bienaventurados seréis cuando os vituperaren y os persiguieren, dijeren de vosotros todo mal por mi causa mintiendo.” | “Gozamos y alegraos; porque vuestra merced es gran | de en los cielos: que así persiguiero na los profetas que fue- ron antes de vosotros. Esas verdades son el eterno patrimonio de nuestra cl- vilización. Las repito para dar aliento y consuelo a todos los hombres y mujeres que luchan por la libertad -en el mundo. e ME En esas verdades se inspiraron Wáshington y los hom- bres y las mujeres de las trece colonias. Seguiremos esa luz, como lo hicieron nuestros antepa- sados, hasta relizar nuestra esperanza de victoria, de liber tad y de paz. e BISEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE “” bién árboles frutales. espe- cialmente ' de los pequeños, siempre que el espacio lo per mita. Por lo general los que vi- burbios no tienen tierra bas tante fértil para cultivar Estos últimos debieran unir- se a sus vecinos en el cultivo de un “huerto comunal” o en “huertos repartidos” en solares industriales vacantes o en las afueras de la ciudad, accesibles en ómnibus o en tranvía. En algunos casos po drán hacerse arreglos con los labridores. de fincas cer- canas para plantar, cultivar y cosechar un huerto comu- ciudad comparten el trabajo y el producto. Las escuelas rurales y de pueblos pequeños palntan huertos escolares, en escala suficiente grande para pro- ducir muchas legumbres fres cas y elaboradas para la co mida de los estudiantes. Después - de: plantar los “Huertos de la Victoria” se- rá muy importante. conser- var el interés y entusiasmo durante toda la temporada para sacarle el “mayor parti do a las semillas, abonos y La trabajo empleado en la | siembra. e 1 El tamaño del:huerto y la variedad de” hortalizas de- penderá del clima, de las con diciones del suelo, del espa- cio, de la cantidad de 'tiem- . po disponible, y.-del tamaño | de la familia. La lechuga, el repollo, las hojas, de los na- bos, de la remolacha y la mostaza, las acelgas, pueden ven en ciudades y en los su-|! gran cantidad de hortalizas. | nal si los habitantes de la; cultivarse con tanta facili- dad y rinden tanto que cada hortelano debiera sacar lo suficiente para el consumo de toda la familia. Si se desea información detallada sobre la manera de plantar un “Huerto de la i Victoria,” indicaciones sobre la clase de hortalizas que se deben plantar, cómo disponer el huerto, y cómo preparar la tierra; etc., escribase a los State Extension Services, o a los State Agricultural Colleges. Los sigpientes folle tos. podrán conseguirse escribien do al Departamento de Agr cultura de los Estados Uni- dos: Victory Gardens (Huer tos de la Victoria), ¡ Home 1 Page 5 Casa Urbana) The Home Fruit Garden (El Huerto de Arboles Frutales en la Casa Urbana) Disease-Resistant Varieties of Vegetables for the Home Garden (Varieda des de Legumbres para el Huerto Urbano y Resisten- tes a Enfermedades). Todos pueden ayudar a ga nar la batalla del frente de producción de víveres sem- brando un Huerto de la Vic toria. Los labradores produ cirán más víveres en 1943 que nunca, pero la nación ne cesita la ayuda de todos. Toda familia puede contribu ir a aumentar la cantidad de legumbres y frutas raciona- das cultivando y guardando las que produzcan para su City! consumno durante el invier- Garden( Huerto en la! no. 1 i 7th Avenue Auto Parts | T2 AL N. DE LA 7 AVENIDA Partes Nuevas y Usadas para toda clase de Automóviles Nosotros podemos ahorrarle ustedes necesitan para su Carro Cambios en Motores - Transmisiones y Diferenciales Nuestros Radiadores usados están Empios a vapor — Damos garantía de qu eno se calientan Estimamos altamente su Negocio ero en cad apieza que ARES AA Los Huertos De e o La Victoria El racionamiento de la ma yoría de los comestibles en conserva ha subrayado la im portancia de los Huertos de| la Victoria donde se cultivan | hortalizas para el consumo , de la familia. Las necesida- des de la guerra, tanto de i comestibles como de metal, Í no permiten facilitar los ar- tículos militares y de prés- tamos y arriendos y suminis trar al mismo tiempo la “can tidad normal para el con- sumo de la población civil. Por esa razón, todo Huer- to de la Victoria en este año es un proyecto de guerra, y ¡con la primavera al caer ya es hora de pensar en lo que se ha de plantar. Los Huertos de la Victoria para 1943 son de cuatro cla ses; los del campo, los de la ciudad, los de las escue- las y los comunales. En cada finca, donde lo permiten el clima y el regadío, debieran cultivarse todas las hortali- zas que necesita la familia, tanto frescas como elabora- das, y toda la fruta que se pueda. Los huertos de las fincas pueden ensancharse mediante el planeo cuida- doso de las cosechas y alar gando los meses .en que los víveres frescos pueden comer se acabados de recoger y guardarlos en conserva. To da familia que viva en el campo debiera empezar a planear para producir ma- yor cantidad de las frutas que se necesitan, plantando fresas, arbustos y árboles fru tales qe más convengan al terreno. Los que viven en las ciu dades, pequeñas o grandes, y tienen suficiente espacio- cio de terreno fértil y aso- leado, debieran cultivar tan tas legumbres como fuera po sible para el consumo de la familia. Los que viven en las afueras debieran plantar tam una subscripción NA A A, RRA AA A IA Mus Da EIA AA E ER A Venta Espec Subscr ipcion ¡POR UNA SEMANA MAS! ulere usted recibir el periódico bisemana- rio “el SOL” desez continuarlo Durante 10 Dias Mas puede ob ANUAL, es decir, Ademas RES E si usted paga su subscripción anual POR ADELANTADO, recibirá gratis y a vuelta de correo como obsequio la preciosa novela de la cinemato- Esta Novel la tenemos con pastas a colores y preciosos grabados también a colo- res, la obtienen absolutamente gra- fis con franqueo de porte por co- rreo, siempre que paguen un año de recibiendo? ial de Cubra usted el im- porte de su subscripción! tener durante todo un año, por solamente Dol. 2,50 - - Por seis meses Dol. 1,50. grafía mexicana 'SANGRE y ARENA' de Vicente Blazco Ibañez, es una io- ya de literatura. subscripción de “EL SOL” Pidan su subscripción a: Jesús Franco, Director de EL SOL P. 0. Box 2161 - - Phoenix, Arizona. A