El Sol Newspaper, July 7, 1942, Page 3

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Méirtes 7 de Julio de 1942 Soldados del ejército £n aquellas regiones. E de los Estados Unidos, armas automáticas, superan uno de los innumera! BISEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE si Ge A de servicio en el trópico y armados con rifles y, bies obstáculos que la naturaleza les presenta : e AS fr Z El Vicepresidente de los Estados Unidos Henery A. Wallace, inaugura, en la ga- lería nacional de arte en Wáshington, la exposición de bustos de los presidentes de Exposició LA INDIA ANTE EL PELIGRO NIPON Cuando el Japón se presentó a las puertas de la India, se pu- so en moda darle consejos amis tosos a Inglaterra sobre lo que debía hacer para resolver en un dos por tres la grave cúestión que allí tiene planteada hace co- sa de doscientos años. Casi todos log -oficiosos consejeros coinci dían en proponer como solución la independencia de la India. Concedérsela Inglaterra y quedar la India capacitada para defen- derse de los japoneses sería todo uno, Por desgracia, la verdad es muy otra: resulta mucho- menos fácil resolver los múltiples pro-| SP PY PTS ¡LO. MEJOR DE LO MEJOR! blemas de la India. No constitu- ye ésta una nación unida y ho- mogénea. Es, por el contrario, un mosaico de elementos racia= les, políticos y religioso tan de- semejantes como irreconciliables. Sus 30,000,00 de habitantes for man, desde (el punto de vista étnico, una mezcolanza abigarra da de 45 razas divididas en 2.4000 castas y tribus; y desde el de la cultura, se distribuyen en 225 grupos linguísticos que pertenecen a nueve religiones principales. Lo único que supera al odio que los creyentes de cada una de esas religiones sienten por los de las otras, es la aver- sión con que los adictos de sus diversas sectas miran a los de las demás, Políticamente considerada, re- pártese la India en once provin= cias con cierto grado de autono- mía—la India inglesa _propiamen IS E ES Ñ EMPIRE MUTUAL INSURANCE 00. ARIZ, COLO. Una asociación para la clase trabajadora, — Pólizas de enfermedad y accidente, familia y grupo — Pólizas de hospitalización. — Pólizas de vida en grupo — Se $ N pagan en vida y en muerte Jesús Acevedo. State Líder para la gente mexicana en Arizona. — Pueden depender, es decir, tener confianza ( en el Sr, Acevedo en cualquier respecto Teléfona PMA y) Phoenix, Arizona ) Q E MARIA BEAUTY snOP E Tr Servicio eficiente 113 al Sur de la Calle Ter- Telefono 4-4963 Visitenos n Interamericana la srepúblicas americanas. Delante de las banderas está el conocido escultor Joe | Davidson, quien se hizo cargo de la eje- cución de las obras expuestas. Maria Amaya, Prop. te dicha—y 562 estados, tribu- tarios de Inglaterra y regidos por soberanos indios. Suerte pre- sentarse la lucha por la indepen- dencia como un conflicto entre: el Gobierno inglés, el Congreso Panindio que lleva la voz de los hindúes, y la Liga Islámica. Esto no pasa de simplificar la cues. tión con perjuicio de la verdad de los hechos; pues lo cierto del ca- so es que los dos grandes partidos indios están divididos por encona- das banderías. Bajo el dominio inglés, esas razas y religiones han llegado a alcanzar cierta unidad. Si los| ingleses se retiraran de la India, el problema capital de ésta sería fundir en una sola nación esas facciones que se aborrecen fiera. mente. La mayoría de los cono- cedores de la situación opinan que sobrevendría una era de san grientas luchas civiles, al cabo de la cual se afianzarían en el po-| der los nuevos jefes del pais. | Los ingleses creen que es impo- | sible conseguir la unidad en es-| tos momentos. El partido del! ¡Unidos y de Irtglaterra toda la ¡bles necesidades actuales, por te- ¡vez, no ha hecho gran cosa por Pla | Ejército inglés de la India cuenta y sino porque Congreso no piensa lo mismo. La inmensa mayoría de ¡ios habitan ' tes de la India, que son analfa. beto en un 90 por ciento, ape- nas si dan muestras de interés por el conflicto. Libertad e in- dependencia son dos palabras tan vacías de sentido para ellos, co. mo las de facismo y nazismo. Lo único que les preocupa es el ta. zón de arroz de cada día. La culpa de lo que sucede ha de achacarse tanto a los ingleses de la India como razones para justificar, en parte, la falta que hon comentido no haciendo inter venir más activamente a toda la India en el conflicto. Ya no es hora de deslindar responsabilida- des, sino de tomar medidas prác- ticas. Se han perdido tres años preciosos, acaso decisivos. Si los Japoneses y los alema- nes, o los alemanes solos, con. quistan la India, se aporderán de la principal fuente de materias primas del Asia. Sus yacimientos de mineral de hierro de primera calidad sólo reconocen par en los de los Estados Unidos. Produce la India un tercio de todo el man | ganeso del mundo; tiene además, enormes reservas de carbón y de bauxita, tan rica en aluminio. No se les ha concedido a las industrias de la India toda la im- portancia q” tienen como fuentes ¡ de abastecimiento militar, De¡ sus fábricas salen unas setecien. | tas clases de pertrechos diversos, inclusive la mayoría de las ame- tralladoras y los proyectiles de pequeño calibre, para el Ejército de la India, al cual proveen tam. | bién de vestuario. Las grandes fundiciones de hierro y acero de| Tata, las mayores del Imeprio británico, cuyos dueños y direc- tores son indios, fabrican plan- chas ligeras de blindaje, que se ajustan a ¡os motores de tanques importados de Inglaterra. Ailí se hacen, asímismo, piezas de acero dare fusiles, balas y Otras 1uni- siones, En Bangalore se ha le- vantado una fábrica de aviones sorteamericana para montar las piezas que embarcan sueitas de los Estados Unidos. En Karachi, Hyderabad y Calcuta, hay 1ábri- cas de automóviles, camiones, y| elas, y se elabora gasolina de; wvioción y lubricantes. Pero toda esa producción, con | ser considerable, resulta minima si se atiende a 5 necesidades | ingentes de la guerra. La India! tiene que recibir de los Estados gran maquinaria. El partido del “ongreso acusa fundadamente a Inglaterra de no haber fomenta- do las industrias en la India, a pesar de las críticas, inaplaza- mor a la competencia después de la guerra. Pero esc partido, a su industrialización de su país. El movimiento de Gandh!, enca- minado a la restauración de las viejas artesanías locales. tiende a la autarquía de. cada villorrio y cada comarca. El Ejército de la India ha es- tado alistando hombres a compás | con la adquisición del equipo ne- cesario. Ese Ejército, distinto del ya con 1.250.000 soldados, todos voluntarios. Durante mi estancia en la In- dia hablé con docenas de jóvenes | que habían recorrido leguas y le- yuas para presentarse en una ca- ja de reclutamiento. Muchos no habían oído mencionar siquiera el partido del Congreso, ni su polí. tica de resistencia pasiva al es- fuerzo bélico. Querían ser solda- dos, no por amor a Inglaterra, les ataría la vida militar. Tengo ganas de verles las es. | paldas a mis enemigos, decíame un menudo y arricado Punjabi. Los que hemos visto pelear a los indios en Libia, Siria y Ma- laca, conyenimos en que pueden hombrearse con los mejores sol. dados del orbe. No se ha hecho a su espíritu combativo, a su diciplina y a su inteligencia, to- da la justicia que merecen. El grueso del Ejército indio está todavía en el perído de! instrucción. En los dos años pri-1 meros de la guerra, se despacha ban las unidades a Egipto, al Irac y al Irán, tan pronto como estuvieran instruídas y equipadas. | Ni el Ejército indio ni las re- ducidas guarniciones ingleses, fuertes apenas en 60,000 hom. bres, disponen de mucho material mecánico. La escuadra india, compuesta de media docena de dragaminas ¡ q guardacostas, no cuenta para nada. Hay, en cambio, furezas navales inglesas, cuyo número se mantiene secreto, y a las que sirve de apostadero Trincomalee. Situada en Ceilán—isla de gran Taller Mecánico 1223 S. 9th. Ave Reparación garantizada de Máquinas de lavar, de coser y abanicos. Se reparan estufas; de oja de lata, de gas, de petroleo y de leña,sea que estén quemadas o quebradas. Precios Moderados ANTONIO ALCANTAR, prop. JOYERIA LARRAÑAGA 240 E. Washington St. Phoenix, Arizona Gran surtido de joyas de oro y de estilo Indio muy bonitas. Precios muy baratos. de importancia estratégica, pues domina la entrada del golfo de Bengala—, Trincomalee, o Trin- Ica, como la llaman los ingleses, | es base naval en que se han lle- vado a cabo en los últimos años extensas obras cuya verdera im- portancia se desconoce. Las fuerzas de aviación con que Inglaterra contaba en la In.| dia eran muy exiguas hasta hace poco. A fines de 1941, compo- níanse, en total, de dos escua- drillas de operaciones más unos 300 pilotes que estaban recibien do instrucción. Los aviones eran todosHawkes anticuados que hi- cieron su primer vuelo allá por los años de 1930, y que resulta- ban lastimosamente ¡inofensivos contra los Ceros navales japone- |ses. Después de la invasión japo» nesa en Birmania, se enviaron re fuerzos aéreos a la India. Y todos los días llegan Blenheims lingleses de bombardeo, cazas Hurricane y Spitfire, P-40 y for- talezas volantes norteamerica- | de aviación más enérgicos de In- Interra, el Mariscal del Aire Richard Peirse, el mismo q' dirigió la campaña de bombar- deos contra Alemania durante to do el año de 1941. Esta primavera, con los japo. neses ya afianzados en la orilla birmana del Golfo de Bengala, el Gobierno inglés ofreció a la In- dia concederle lo que había ve- nido negándole en los años y me dio que llevamos de guerra. Y confió su representación en las negociaciones a un viejo amigo de la India, al afable y docto Sir Stafford Cripps. No pudo, en verdad, haber escogido emisario más apto. Las relaciones entre Inglaterra y la India se habían desenvuelto hasta ahora en una atmósfera protocolaria, entre alfombras caremsí y columnas de pórfido y jaspe. Sir Stafford romvió con todos esos precedentes, Al bajar en Delhi del avión militar en que había hecho al viaje, llevaba en una mano su maleta y en la otra su máquina de escribir, En vez de hospedarse en el flamante palacio del virrey, prefirió bus- car alojamiento más modesto. Dicho en dos palabras, el plan que Sir Stafford llevaba eraés. te: mientras durase la actual contienda, Inglaterra dirigiría la defensa de la India, pero la In- dia nombraría un ministro en el Gabinete de Churchill, concesión que no se había otorgado ni a los Dominios. Terminada la gue- rra, se celebrarían elecciones pa- ra los parlamentos provinciales, cuyas cámaras bajas habrían de elegir, mediante representación proporcional, un Congreso Con. stituyente. Se invitaría a que formaran parte del Congreso a los 562 principados. Para zanjar la cuestión de la minoría islami- ta, los ingleses propusieron que se reconociese, a todo estado o provincia que no ouisiera acatar la nueva Constitución, el dere- cho de redactar la suya propia que sería igualmente aceptada por el Gobierno inglés. Tawaharlal Nehru, figura des- collante del partido del Congre- so, »ceptó de un modo tácito las medidas que en el plan inglés se proponían, pero insistió en que se nombrara un ministro de de. fensa indio para dirigir todo lo relativo a la guerra en la India. La Gran Bretaña se mostró re. nuente a acceder a esa petición, tan lógica y bien fundada en apa riencia; y procedió así por dos razones: la primera, porque no hay en el mundo político indio un hombre capacitado para des. empañar el cargo; la segunda, porque el anciano Mohandas Gandhi, el hombre a quien siguen ciegamente miels y miles de in. dios, se había nagado, con inven cible obstinación, a abandonar su política de resistencia pasiva y de condenación de toda violen. cia. Gandhi está de acuerdo en que la India resista la agresión, pero los protedimientos que re. comienda son absolutamente ine- ficaces contra los aviones y los tanques japoneses. A pesar de eso, Sir Stafford Cripps sonsiguió que el Gobierno de Churchill lo autorizase a acep tar la petición de Nehru de que hubiera un Ministro' de defensa indio, con la condición de que se dejasen plenas facultades al Ge- neral Wavel en materia de es. trategia. Pero entonces Nehru y su partido rechazaron en conjun to el plan de Cripps por la cláu- sula en que se permitía a las minorías inconformes retiarse de la propuesta federación. Y Mo. hamed Alí Jinnah, presidente de la Liga Islámica, rechazó, por su parte, las propuestas inglesas, porque no se estipulaba en ellas la creación definitiva de una In- dia Musulmana, Había fracasado, pues Sir Stafford Cripps. Pero ha de con venirse en que, aun cuando su plan no hubiera tenido otro efec. to, tuvieron sus gestinoes el de poner de manifesto los enormes escollos de orden interno con que tropieza la independencia de la India. Conceder la indenendencia a los millones que pueblan la In. dia' sería un acto que tendría va- lor incalculable, en el Lejano Oriente, para la causa de las Na- ciones Unidas. Serviría para pro bar a las innumerables muche- dumbres asiáticaa que las Na. ciones Unidas luchan de veras por ideales de libertad, y dejarían sin base y sin eficacia el latigui- llo japonés de Asia para los asiásticos. Pero la India no queda defen- dida con sólo concederle la in- dependencia. Hay gentes que creen que la independencia para los indios es una especie de con- juro mágico que tendría la vir. tud de hacer brotar del suelo, armado de todas armas, un ejér. cito indio capaz de oponerse a los invasores japoneses. ¡Lásti. ma que no sea verdad tanta be- lleza! Descontando la existencia de baterías ligeras antiaéreas, puede afirmarse que las grandes ciudades marítimas de la India y sus puertos están inermes ante un ataque japonés. Es imposible defender cada pulgada del dila- tado litoral indio, y los Japone- ses son dueños de desembarcar casi en cualquier lugar que se les antoje. La conquista total de la India es, no obstante, una ta- rea tan ardua desde el punto de vista militar, que acaso pida más hombres y mág material que log que actualmente tienen los japo- enses, La India necesita que de los Estados Unidos y la Gran Bre- taña se le envíen tanques y Ca. ñones, y areoplanos, en cantida- des fabulosas; lo necesita con extrema urgencia. Hubiera podi- nas. Se ha hecho cargo de la de- fensa antiaérea uno de los jefes do producirlas ella misma en su suelo, si los ingleses y los indios NO PUEDE ESPERAR Pagina 3, CALIFORNIA A LOS MEXICANOS PARA LEVANTAR COSECHAS LOS ANGELES, Cal., julio 3. ——California no puede esperar que la movilización de trabajado- res de México permita hacer fernte al grave problema de la escasez de braceros, según ha manifestado hoy el Gobierno del! Estado, Culbert L. Olson. La demora en los trámites que encontraría un intento de traer trabajadores mexicanos del cam. po hace imposible esperar ayuda de ese país para la cosecha de los sembrados que ya van ma- durando, dijo. | Los elementos que hacen im-! posible obtener inmediatamente trabajadores en la vecina Repú- blica del Sur, según hizo notar. ! están en la necesidad de obtener la aprobación del Gobierno de México, el tiempo indispensable para contratarlos, y la lentitud en los transportes. “Todo esto determina el hecho de que no podamos esperar ayu- da inmediata para los campesi. se hubiesen puesto de acuerdo hace diez años, pero ya es tar- de; y los japoneses están llama- do a las puertas con recios alda- bonazos cuyo eco se mezcla, car gado de presagios y amenezas, con los martillazos con que se están forjando las cadenas de una servidumbre que, de consu= marse, hará a los indios añorar el imperialismo inglés. 224 East Jefferson DOCTOR W 1 medicos, tanto de día Tiene ahora sus ofi 1342 al este de la Jefferson Teléfono: 3-816 — Con la ayuda de mi enfermera, estoy capa- :sitado para atender todos los casos de PARTOS nos y agricultores de Californis de la importación de trabajado= res mexicanos,” agregó el gobier nador. Recomendó a los campésinqg que busquen ayuda entre los tudiantes y oficinistas para E var sus cosechas y que se ha dido ya al Administrador Servicio selectivo que tome en cuenta que los trabajadores son tan necesarios en los campos C0-. mo en las industrias de guerra. El Gobernador tuvo hoy una reunión con los funcionarios 1e- derales de Agricultura en la qúe. discutieron la situación origina- da en la escasez de braceros. 15 S. Ist. Ave. Phoenix, Ariz. Hacemos toda clase de re- paraciones de calzado Operarios competentes BARBERIA PARIS Trabajo de primera, higiene y cortesia Salvador Fernandez, Mgr. Operarios: Jesus Corres y Luis Salazar Phoenix, Arizona C. HACKETT inas en (En Winston Inn) como de noche. JOSE 6. GUTIERREZ PINTOR Y DECORADOR Hace Toda Clase De Trabajos De Primera Calidad PRECIOS RAZONABLES Búsquenlo ustedes en 1925 E Jeff. St, o en 62 S. 3rd. St. — Oficinas de “EL SOL” Teléfono: 3.4948 VERNON L. CLARK Monumental. Marks 1945 W. 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