El Sol Newspaper, September 1, 1961, Page 4

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Ac- tualmente, el sacerdote las re- cita al pie de las gradas del altar; en otra época, empeza- ba a decirlas al salir de la sa- cristía, como un acto personal de acercamiento a los sagra- dos misterios. Aun hoy, se ad- MORTENSEN - KINGSLEY LA AGENCIA DE FUNERALES PREFERIDA DE LOS MEXICANOS Se atiende con respetuosa Teléfono: 4-3119 1020 West Washington St. actividad. TODA CLASE DE TRABAJOS DE IMPRENTA "*EL SOL"' 62 AL SUR DE LA CALLE TERCERA TELEFONO ALpine 3-4948 PHOENIX, ARIZ. poza zo ozono zoe erez ore HERMOSISIMAS INVITACIONES PARA MATRIMONIO Y BAUTIZO, - A PRECIO BAJO, SOLO EN: 62 al Sur de la Calle Tercera Teléfono AL 3-4948 Phoenix, Ariz. IN III oe JOE PALOOKA' dee: Nuestro Modo De Vida Quiere Decir Igual Oportunidad De Trabajo Para Todo El Mundo Sin Hacer Caso De Raza, Religión O De Nacionálidad. a ps El ON GOVERNMENT CONTRACTS TYPOGRAPHY CONTRIBUTED AS A PUBLIC SERVICE BY KING TYPOGRAPHIC SERVICE CORP. + LS * ¡gría de mi “juventud”. vierte en ellas el tono carac- terístico de las oraciones pri- vadas. En la historia de la misa, representan una adición reciente. Su primera apari- ción data del siglo VII y su uso no se generalizó hasta 1570 cuando Pío V hizo obli- gatorio el misal romano. Las palabras de estas oraciones tienen un gran sentido y el salmo 42 recuerda a los ju- díos del Exilio, llorando junto a los ríos de Babilonia. Se lamentaban recordando su al- tar profanado, sus Santos Lu- gares abandonados. Pero es- tas palabras dan testimonio también de una fe que resiste todas las pruebas, de una con- fianza ilimitada en Dios. En los versículos de este salmo, la esperanza va venciendo a la tristeza. Por esta razón, en la Iglesia primitiva —por e- jemplo, en Milán, en los días de San Ambrosio— los recién bautizados entonaban este salmo la noche de Pascua, cuando por primera vez se les permitía participar en la mi- sa completa. “Subiré al altar de Dios. Al Dios que es la ale- Cuán profundo sentido adquieren estas palabras de la Escritura si las meditamos a la luz de un renacimiento, de una re- novación, del fervor juvenil; pues deberíamos acercarnos siempre al Dios vivo con un corazón joven, con un espíritu desbordante de alegría. ORACION Vengo a Tí, Señor, con el espíritu dispuesto, lleno de es- peranza y de amor. Veo en esta misa un feliz descanso en mi vida, un manantial que me refresca y me anima, para que pueda volver al trabajo con un corazón firme; de tal manera que la carga, que tan- tas veces me parece superior a mis fuerzas, sea aligerada por tu misericordia y tu per- dón. ¡Cuántas horas paso, oh mi Dios, sin pensar en Ti! 'Au- sente de mí mismo, presa de fuerzas extrañas. Haz que Te CONTRIBUTEO AS A PUBLIC SERVICE ar dl «EL-SOL”, SEMANARIÓ POPULAR INDEPENDIENTE - El Sacrificio de la Santa Misa recuerde, Señor, y recuerde lo que soy para Ti: pues pen- sar en lo uno es pensar en lo otro. Quisiera que estos mo- mentos, santificados, por tu presencia, fueran una fuente de fe, de fervor, de alegría. Aleja de mí esta amargura que me ahoga, esta sequedad que me atormenta, esta oscu- ra desesperanza que me Cer- creta, de la inclinación que me lleva a elegir lo delezna- ble, de todo el mal que no quiero y, sin embargo, hago. Desde el principio de esta mi- sa, dispónme a ser como Tú quieres que sea. Mi confianza en Ti es total, y mi primera palabra es de entera entrega a Ti. Creo en Ti; en Ti pongo mi confianza. 'Tú solo eres mi única certi- dumbre y mi única fuerza. Y sólo porque me siento tan dé- bil ante Ti, como una caña que descansara en tus manos, sé que soy fuerte. ¡Alegría, pues, alegría en el Señor! El renovará mis fuer- zas, El dará la plenitud a mi alma. Al llegar así a tu pre- sencia, Te pido, Señor, que me lleves por el buen camino. ¡Que tu Verdad, que es amor, me conduzca! CONFITEOR (LA CONFESION GENE- RAL DE LOS PECADOS) En el momento mismo en que va a dejarse inundar por la alegría, el alma siente en .|sí misma un peso que la re- tiene. Entre Dios y ella se le- vantta una barrera. Este obs- táculo insuperable es el cono- cimiento que el alma tiene de su propia pecaminosidad. En la Iglesia primitiva, más cer- cana al corazón de Cristo, sur- gió espontáneamente la nece- sidad de pedir perdón desde el principio de la misa. (Es más, al parecer existió un ri- RR ARA IS ca. Lávame de mi miseria se- |s to penitencial semejante al la- vatorio de los pies instituido por Jesús antes de la Cena). Poco a poco fue establecién- dose el uso de la declaración formal de los pecados y la co- rrespondiente petición de per- dón. En los siglos VIII y IX, almas devotas empezaron a componer, bajo el título de apologías, “oraciones de excu- a” en las que las súplicas se mezclaban con la confesión. El misal romano de 1570 nos ha conservado una de estas oraciones, redactada en cua- tro partes que recuerdan las cuatro etapas de un juicio: el alma se enfrenta al tribunal, confiesa su culpa, el abogado intercede y el perdón es con- cedido. Se trata de una ora- ción pública que el sacerdote y los fieles rezan alternativa- mente, reconociendo sus cul- pas, no sólo en privado, sino ante toda la Iglesia, ante to- dos sus santos testigos y an- te las Potencias mismas del cielo. Así, el Confiteor da, desde el principio, esa nota de co- munidad, - ese sentido de co- munión de unos con otros, que es la señal de quienes asisten a misa. Y el gesto, tres veces repetido, de arrepenti- ¡ miento, el mea culpa, cuando la mano golpea el pecho si- guiendo un viejo gesto bíblico y monástico, consuela al pe- cador en su agobiante triste- za, pues ¿acaso no está escri- to que “la oración del pobre traspasa'las nubes y no des- cansa hasta llegar a Dios”? (Eccli. XXXV, 21). ORACION Todos los Cielos, todos los grandes santos del pasado es- cuchan: no sólo estoy ante la presencia de Aquel a cuyos ojos nada hay oculto y ante el misterioso y penetrante dis- cernimiento de los ángeles del Señor, sino ante la vista de KZON Teléfono WE 6-3510 OJO gim er Viernes lo. de Septiembre de 1961 “ todos aquellos hombres y mu- jeres que han tenido el valor de vivir según el amor, de to- dos los santos y mártires, cu- ya mera existencia condena mi propia pecaminosidad. ¿Qué diré yo, pecador cuan- do contra mí se levante la voz del acusador, la voz que me llame a cuentas? El saber que soy culpable me cierra la gar- ganta y me impide defender- me. Contra mí se levantan mis propias acciones; aunque la justicia humana nada pueda reprocharme, yo sé cuán me- docres —o quizás algo peor que mediocres— son. Mis pen- samientos secretos se alzan desde ese fondo de miseria y abyección que la complacen- cia humana oculta. Me en- frento también con todo lo que he dejado de hacer, mis fracasos, mis retrocesos, mis extravíos, con toda la ago- biante carga de mi tácita complicidad con el mal. ¡Que el gesto, tres veces re- petido, de la penitencia mueva mi corazón y despierte a mi alma de su profundo sueño, recordándome todo lo que he de hacer! Pero en torno mío están también las fuerzas misterio- sas de la misericordia. Todos los santos, todas las potesta- des de los cielos que consti- tuyen el tribunal que ha de juzgarme, se han convertido en mis intercesores ante el U- nico Infinito. La pureza de la Virgen, la sangre de los már- tires, la radiante paciencia de los santos son mi salvaguar- dia: por la misteriosa partici- pación de los méritos en la Comunión de los Santos. Y mientras resuenan las palabras de absolución, dese- cho el miedo de volver a caer mañana, para levantarme una vez más, y me yergo alegre- mente al sentir, de súbito, un alivio indescriptible. Dr. (coptinuzd la semana próxima) | SEÑORITA Frances Aros Conocida cantante de Arizona, hace presente a la Colonia Mexicana que está como siem- pre para servirles y aprovecha la oportunidad para decirles que si la necesitan para can- tar en funerales pueden hacer contacto llamando a la Agen- cia de Funerales: 1020 WEST WASHINGTON TEL. AL 4-3119 La Casa de Funerales que sa- be cómo tratar a la gente de habla española. El Sr. Mor- tensen es amigo sincero de la gente mexicana y siempre ha compartido en todas sus fun- ciones. Si en la hora del más terri- ble dolor, cuando despedimos por última vez a nuestros se- res queridos, usted desea un alivio a su pena, LLAME A la AGENCIA DE FUNERALES MORTENSEN Y KINGSLEY 1020 WEST WASHINGTON TEL. AL 4-3119 KZON---1190' 100 POR CIENTO EN ESPAÑOL! Des A.M a12P.M. Los 7 Dias de la Semana LA UNICA con 19 Horas en Espanol en el Valle de El Sol 1190 as na Oeste Madison