El Sol Newspaper, December 18, 1959, Page 3

Viernes 18 de Diciembre de 1959 TRUCHIMANERIAS Los Pavos, la Mermelad y el Cancer... Las últimas noticias que llegan acerca de la peligrosi- dad de la mermelada de arán- dano, “cranberry”, a la que Cuelga el sanbenito de provo- car el cáncer, nos hacen sos- pechar que en esta noticia e- xiste “gato encerrado”. Quizá alguna empresa poderosa de publicidad tiene empeño es- pecial en perjudicar a los fa- bricantes de esta mermelada, en beneficio de alguna otra que acapare el vastísimo mer- cado circunstancial, que cul- mina durante las fiestas navi- deñas, debido al gran empleo que tienen estas gollerías en el aderezo de los pavos relle- nos que a millones se sacrifi- can para Celebrar el ádveni- miento del Redentor. A. todos los atemorizados glotones, que ya comienzan a preparar sus quiero llevarles con estas tru- chimanerías alguna tranquili- dad, para que puedan sabo- rear su costosa y desapacible golosina. ¿Desde cuando se usa la mermelada de arándano en Norteamérica? ¡Vaya usted a saber! Pero, seguramente, ya lleva más de cien años. La frecuencia con que se presen- ta el cáncer en la actualidad, no tiene ninguna relación con el mayor consumo de la des- agradable mermelada de a- rándano, y, realmente, es la- mentable que no sea verdad la atribuida acción canceríge- na, pues que tal sería el justo y merecido castigo para las gentes que tienen tan estro- peado el paladar que son ca- paces de comer esas porque- rías. corrosivos jugos digestivos| Se puede comer con toda para tan solemne ocasión, 'confianza la mermelada de a- Habra su cuenta con este fuerte banco donde usted siempre es bien venido MORTENSEN - KINGSLEY LA AGENCIA DE FUNERALES PREFERIDA DE LOS MEXICANOS Se atiende con respetuosa E rmman Teléfono: 4-3119 1020 West Washington St. VALLEY NATIONAL actividad. Phoenix, Arizona. XK FELIZ NAVIDAD AL ESTILO k “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Por M. García Junco rándano, y un centenar de o- tras más que, todas ellas, cuando caen en manos de los investigadores, resultan pro- vocadoras de cánceres de la piel en las ratas, en la misma circunstancia y medida que lo producen todos los colorantes permitidos por las institucio- nes sanitarias. El colorante artificial de la mantequilla, los colorantes amarillos para imitar la llema de huevo, los colorantes rojos, verdes, azu- les, etc., miles de ellos, que se usan para dar tal o cual pre- sentación a los alimentos, son Cancerígenos., Todas las vian- das guisadas al horno, todas las comidas fritas, todos los asados, llevan productos de descomposición pirogen a d a, principalmente de la sustan- cia protéica que contienen los alimentos, que son canceríge- nos por excelencia, y estos productos pirogenados son, precisamente, los que dan el sabor delicado a esos manja- res, y son los que más efecti- vidad provocan, con su aroma Al inconfundible, las secreciones de los jugos indispensables en los complicados procesos: de ¡[digestión en la primera y se- gunda fase: la digestión bucal a |y la estomacal. En igual me- dida, y dentro de las normas experimentales de los fisiólo- 4 805, son cancerígenos todas las hormonas, todas las enci- ly | mas, todas las vitaminas, to- ¡[dos los virus y todos los bio- catalizadores, absolutamente indispensables para la subsis- ¡tencia de los organismos hu- manos. ¡A comer pavo. relleno con ¡| “cramberry”, y que les haga buen provecho! Para los sa- bios, en un pavo bien adere- zado al estilo navideño, hay centenares de substancias que en ciertas condiciones (¡aquí está el detalle!: en “ciertas condiciones”), son capaces de provocar el cáncer. Ello no obstará para que esos sabios, que tan relevantes descubri- mientos han hecho al respec- to, se harten hasta el gañote de pavo en el “día de gracia”, en nochebuena y en año nue- vo. A sabiendas de que predico en el desierto, trataré aquí de la llamada enfermedad de los “gerentes”, convencido de que (Pasa a la Página 5) Este año, haga su tarjeta de Na- vidad el fabuloso, todo a colores, el ARIZONA HIGHWAYS, núme- ro de Diciembre.... Y esté seguro de mandar la edición de Navi- dad en cada paquete de regalo que envíe fuera del estado. ARIZONA HIGHUAYS EN SU AGENCIA DE PERIODICOS FAVORITA 40c EACH WITH HOLIDAY ENVELOPE AT YOUR FAVORITE NEWSSTAND 40c CADA UNO con sobre de Dia de Fiesta $ (Continúa de la semana pasada) vu La querella. —Desenlace fatal. — Viaje de Joaquín a San Luis Obispo.—Lo que sucedió en el camino.—Captura y su- plicio de Reinaldo Félix en Los Angeles.—Su querida se suicida.—De qué modo fué colgado Mountain Jim en San mineros a orillas de la Merced —Jamás sufriré, declaró formalmente - Jack Tres-De- dos, que uno de estos conde- nados americanos ponga ni siquiera sus pies en el cuar- tel general, o que sea inicia- do en lós secretos de la com- pañía. Y de esta declaración había provenido la querella entre ¡Jack Tres-Dedos y Mountaiñ Jim. = Este último, que por sí so- lo representaba en la pandilla el elemento americano, repli- có agriamente: que aunque yankee de nacimiento, era mexicano en el fondo de su corazón, y el interés que ma- nifestaba en todas ocasiones por la seguridad de la pandi- lla, era tanto más sincero, cuanto que ño había entrado a formar parte de ella sola- mente para Satisfacer sus de- seos de sangre, sino que tenía miras más elevadas. —Si es a mí a quien se di- rige esta observación, vocife- ró García, el que acaba de hablar ha mentido y digo que es un cobarde. Al mismo tiempo el bandi- do sacó sú revólver. Al ver chispear sus ojos de tigre y fruncir el ceño, y al ver so- bre todo aquella cara de. de- monio protegida por miem- bros de gigante, el hombre más valiente habría titubeado antes de declararse su enemi- go. | A la palabra cobarde Mo- untain Jim también había sa- cado su pistola. Iba a descar- garla cuando Joaquín se le- vantó de impróviso, y con to- no muy grave e imperioso, or- denó a los dos adversarios que dejasen las armas y ter- minasen la contienda. Con mil amores, dijo el montañés: obedezco la orden de mi jefe. —Un momento, vociferó Jack; no és así como yo en- tiendo la cosa... Al mismo tiempo se oyó un tiro y uno de los recién llega- dos, que estaba sentado al la- do de Joaquín, cayó tendido al suelo, mortalmente herido. En seguida no resonó más que un grito de indignación. Toda la pandilla se puso en pie, todos los revólveres fue- ron dirigidos hacia el asesino, y los bandidos sólo aguarda- ban la orden de su jefe para descargarlos. —No, dijo Joaquín exten- diendo su mano. ¡Abajo las armas! ¡abajo las armas! La orden fué ejecutada al instante y todas las miradas se dirigieron ha cial García, quien, de pie y revólver en mano, miraba al jefe con aire de indiferencia. Joaquín sacó entonces su pistola, cuyas guarniciones de plata' brilla- ban al resplandor de la lum- bre cual oro pulido, y apun- tando con ella a Jack Tres- Dedos, le dijo con un acento en que se pintaba la mayor cólera: —Jack, has desobedecido a tu jefe: no solamente has co- metido un acto de rebelión, sino que asesinaste a uno de tus camaradas. Y el que aca- bas de matar, no es el ene- migo con quien te querella- bas, y sí un hombre que sólo habías visto esta noche y con el cual jamás habías tenido la menor disputa. Jack, has merecido la muerte, y voy a probarte que tengo tan buena ¡a la vez algunos bandidos que puntería como tú. —Joaquín, dijo García ti- rando su revólver y desabro- chándose la camiseta de lana que cubría su pecho; no temo la muerte... Puedes tirarme, estoy pronto.... ¡Fuego! Al concluir esas palabras una linda mano se apoyó so- bre el hombro de Joaquín, y la dulce voz de Clarita mur- muró a su oído: —;¡Perdónale, Joaquín! yo te lo suplico. Murrieta estu vo indeciso por algunos segundos, y al fin bajó su revólver, diciendo: —Jack, no podría matarte: eres demasiado valiente para morir de esta manera, y a pe- sar de que tu valor impulsa a la barbarie y a la más sal- vaje crueldad, te lo perdono, porque en tí es innato ese de- fecto y no eres dueño de re- primir tus feroces instintos. Si, sí es natural suyo. — admirados de la sangre fría de Jack, habían ya olvidado su crimen. El cadáver de la víctima fué sacado del campamento; se proclamó la paz y volvió a principiar la fiesta con más alegría y animación que nun- ca. Después de una noche de placeres campestres, Joaquín despachó a Antonio y a Gue- rra —este último a la cabeza de su cuadrilla— al Estado de Sonora con quince caba- llos. El salió para San Luis Obispo con Valenzuela, Félix, Cardoza, Mountain Jim, Jack Tres-Dedos y las tres jóvenes. Al día siguiente, viajando a lo largo de un sendero es- carpado, apercibieron a dos mineros franceses que se ha- bían refugiado en una de las cavidades de las rocas para almorzar sin ser molestados por el sol de medio día. PAGINA, TRES a Vida y Hazañas de Joaquin Murrieta nuó Jack sacando su puñal, que supiésemos si esos amigos traen dinero. —Corriente, dijo Joaquín; pero acuérdate que no quiero se derrame más sangre. Apenas había transcurrido un minuto, cuando Jack se hallaba ya delante de los in- dividuos mencionados, y con voz de trueno les ordenó “que vaciasen sus bolsillos, si no querían ser hechos trizas”. Los ojos sanguinarios del ban- dido en su actitud feroz da- ban a conocer bien claramen- te que la amenaza sería se- guida de la ejecución; así pues los pobres franceses se apre- suraron a sacar sus bolsas y a entregárselas a Jack, quien las vació; pero apenas hubo contado su contenido, deses- perado porque sólo había cua- renta pesos, se avalanzó sobre los mineros y les cortó el pes- cuezo, dejándolos bañados en su propia sangre. Joaquín ha- ¡Perdón, perdón! exclamaron| —Sería conveniente, insi- — (Pasa a la página 4) E REMITA DINERO A MEXICO DE LA MANERA MAS SEGURA Y FACIL Con Un Giro Sobre México del First National Bank of Arizona Fácil de-adquirir — Qbienga Giros sobre Mexico en cualquier oficina del First National Bank. O solicite a su jefe que adquiera uno para us ¡A MAL ús ¡tir — Solamente tiene que remitirlo a su hogar. puede cobrar su Giro sobrá Mexico cualquier banco en Mexico. 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