El Sol Newspaper, July 11, 1958, Page 4

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PAGINA CUATRO “EL SOL”, Galanteria de un... (Viene de la página 3) denó que registraran su equi- paje. La joven palideció. Los * rebeldes procedieron al regis- tro en forma minuciosa y el resultado fue que se descu- briera la verdad. Una carta del mayor, imprudentemente conservada y un uniforme con insignias, oculto entre el jer- gón que le servía de lecho, es- tablecieron la identificación. La joven estaba perdida. ¡Ha- bía caído en poder del enemi- go! Su primera hija nacía pri- sionera. Cerró los ojos, con- fundida ante la evidencia y se encomendó a su destino. INCREIBLE CABALLEROSIDAD Manuel Sánchez no le hizo ningunas recriminaciones. En el semblante adusto del rebel- de no apareció ninguna con- tradicción. Convencido de la personalidad de su prisionera, dio instrucciones secretas a un tuerto de su confianza y se alejó lentamente hacia su campamento. El tuerto reve- 1ó a la joven las instrucciones recibidas: el cabecilla lo deja- ba de guardia en la cabaña para protegerla y darle ga- rantías. Y a cambio de este servicio, el muy glotón —el tuerto— se conformaba con una salsita picante y uh tro- zo de cecina asada cada vez que sentía apetito. En estas condiciones permaneció la muchacha en ese punto du- rante el término reglamenta- rio, como un náufrago que ha sido arrojado por las olas a una isla solitaria. Había en- trado ee confianza con la gen- te que la rodeaba y hasta se familiarizó con ella. Les ayu- daba durante la ordeña, a contener los becerros imp a- cientes; tomaba baños diarios en el río al aire libre, hacía su ejercicio matinal en el pleno Lea "EL SOL” EL PERIODICO DE LOS MEXICANOS campo, aspirando oxígeno y, por las tardes, se sentaba a la orilla del camino, esperando el paso de los viajeros y la lle- gada de los crepúsculos. Etretanto :la expedición a Campo Morado había regresa- do, quedando en el mineral el 100 regimiento, de desta ca - mento. El general Rentería Luviano marchó a México a rendir el informe de esa expe- dición, emprendiendo la mar- cha de Huetamo y ordenando que se siguiera la ruta de Ti- quicheo. Hasta entonces se en- teró el mayor a lo que me ven- go refiriendo de la aventura que había corrido su señora y del sitio exacto donde per- manecía, por lo que, alarma- do, pidió al general variará e- sa ruta y se siguiera la que conducía al Cerro del Pilón, donde pensaba libertar a la que consideraba prisionera de Sánchez y sometida a toda clase de arbitrariedades. El general accedió y, ese mismo día, al caer la tarde, se pre- sentaba nuestra columna en la ranchería, encontrán dola desierta y tranquila. Los re- beldes de Sánchez que domi- raban la región, invadían co- mo hormigas lós caminos* y explotaban el paso mediante impuestos especiales, aplica- bles al ganado, a la arriería y al comercio en general; pero al aproximarse una fuerza del gobierno con elementos supe- riores a los suyos, desapare- cian como por encanto. PROPOSICION RECHAZADA El mayor se enteró por su señora de la conducta elogio- sa observada para con ella por el cabecilla, circunstancia que lo impresionó gratamente en favor de “éste, por lo que: propuso a Rentería Luviano una forma de corresponder a su caballerosidad, obteniendo de él la promesa de sostenerlo en cuanto al ofrecimiento que le hiciera. Se presentó el ma- yor en una venta, instalada Do you suffer terrible nervous ten- sion —feel jittery, irritable; de- pressed — just before your period each month? A cle in READER'S DIGEST reveals such pre-menstrual torment is needless misery in many cases! 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Tan caballerosa actitud me obliga a corresponder. He obtenido autorización del general en jefe para proponer a usted u- nirse a nuestras fuerzas, pre- via amnistía que le consegui- rá con mi general Diéguez, o- freciéndole que quedará con el mando de sus fuerzas Co- mo jefe de la región y perci- biendo haberes. Déjeme aquí contestación, indicándome si acepta”. Cuando regresamos encon- tramos el puntd otra vez de- sierto; pero en la venta esta- blecida en el camino, estaba ya la contestación. Desconfia- do el rebelde y temiendo qui- zás que se tratara de una trampa urdida para atrapar- lo, rechazaba el ofrecimiento. El mayor leyó el pliego con avidez y al terminar la lectu- ra lo botó con ira y con des- dén, como si le hubiera caído un rayo. El papel decía: “Na- da tiene qué agradecerme. Me porté con decencia, porque a- demás de rebelde soy caba- llero. Si en lugar de caer su señora en mi poder hubiera caído usted, le habría pasado exactamente lo mismo que a mí en el caso de caer en sus manos: un pelotón, una voz de mando y una descarga”. Y ahora, en voz baja, agre- garé: ese mayor era yo. Así nació mi primera hija, la hoy señora Carmen M. de Enrí- quez, en una cabaña del Ce- rro del Pilón, azotada por el huracán e iluminada fugaz- mente por los relámpagos, du- rante la noche tempestuosa del 22 de agosto de 1918, pro- tegida por el enemigo y.... a- bandonada por su padre, en aras del cumplimiento de mi deber. Después de esta aventura y ya fuera de todo peligro, en Huetamo, se procedió al bautismo de la niña, apadri- nándola el capitán primero Ig- | nacio Huerta, pagador del 13 regimiento y la encantadora Conchita Sánchez, hermana del caballeroso Sidronio Sán- chez Pineda, que fue después gobernador de Michoacán. Y cuando se efectuaba la cere- monia, se le cayó a la niña un zapatito que el padrino se a- presuró diligente a recoger, guardándoselo en el bolsillo. “Este zapatito —dijo -brome- ando, dirigiéndose a su ahija- da—, te lo devolveré cuando te cases”. Y se quedó con él. Dieciocho años después, era invitado para que apadrinara otra vez a mi hija. Ahora en sus bodas. Se presentó de ri- gurosa etiqueta en el templo del Carmen de la ciudad de México, y antes de que el sa- cerdote oficiante acudiera, él pronunció una breve alocu- ción que conmovió a todos los presentes y terminada así, di- rigiéndose al novio: “Tan pu- ra como la llevé a las fuentes bautismales, os la vengo a en- tregar como esposa. Quered- la, protegedla y conservadla con orgullo porque se trata de una hija legítima de la Revo- lución”. Luego se dirigió a su ahijada y le devolvió el zapa- tito con este comentario: “No puedes quejarte. Me parece que te he comunicado buena suerte”. En efecto, ella es feliz. ¿COMO VIVIREMOS (Finaliza de la-semana pasada) Veamos ahora en qué con- siste el desayuno. Antaño, la gente que mira- ba el globo de cristal prede- cía siempre que la Humanidad llegaría a recibir todas sus vi- taminas en forma de píldoras. Hoy, en la era no ha dismi- nuído la demanda de filetes... cuando hay dinero "para pa- garlos. ¿Qué comeremos en 1988? Es posible que los alimentos sean los mismos que ahora; pero probablemente la “ener- gía atómica habrá introduci- do 2 perfeccionamientos, por lo menos. Ya se ha compro- bado que la irradiación mata a las bacterias que estropean la carne. Los hombres de cien- cia han logrado esterilizar los filetes de modo que no se de- ¡terioren en un tarro o lata, aunque NO estén congelados. Una de las molestias de hoy a este respecto es que la carne así conservada tiene ligero gusto “a quemado”. El irra- diarla no crea el menor peli- gro de radiaciones para el consumidor. En cuanto al pro- blema del sabor, los científi- cos abrigan esperanzas de po- der solventarlo. Después de desayunar abor- pa usted su helicóptero, y, al trabajo. Recuerda en ese preciso mo- mento que nuestra cartera de bolsillo quedó olvidada enci- ma del escritorio. Hable en- tonces por la radio con su dul- ce esposa, ella acude a la ven- tana del segundo piso y el ae- ronauta se cierne inmóvil u- nos instantes para recibir el objeto olvidado. “Adiós, querida —dice—. Volveré a buena hora si no ha y demasiado tránsito a é- reo. “Hasta luego: —contesta ¡e- A eloojo Ao ooo ozoeterto ooo oleszosze atente zo eoteres á E q + ES porro doo ozono e e aa (dl rezo eo ozo zoo zo P. O. Bo 1448 onza zz zz zzz zzz zo toga > AAA RA SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE EN EL AÑO 1988? lla—. No te olvides de radiar a los Pérez para decirles que nos vamos a Cuba a pasar el fin de semana. Si no pueden venir, por lo menos podremos verles en Nueva York”. Y desaparece usted en el hermoso espacio azul del año 1988. —Fantasía? No mucha. La clave de la civilización mate- rial es el número de -caballos de vapor puestos a disposi- ción del “hombre medio”. Qui- zá no se percate de la canti- dad de motores que emplea en su vida “ordinaria” de hoy. Cuando se pide a alguien que enumere los chismes eléctri- cos de su hogar, casi todos contestan que deben de ser media docena.... Se acuerdan del ventilador eléctrico, de la máquina lavadora, de la aspi- radora; quizá de la radio y de la televisión... ENERGIA BARATA Pero el verdadero número de aparatos que usan energía eléctrica en un hogar medio se acerca más a la docena: pueden incluir el motor de la nevera, el arranque del coche, la máquina lavaplatos, el a- condicionador de aire, la sie- rra eléctrica, la batidora, el tocadiscos, etc. Tenemos tam- bién el timbre de la puerta, que transforma en sonido la energía eléctrica; la plancha, que la convierte en calor; las bombillas y los tubos fluores- centes, que la transforman en ¿En cuáles usos caseros se aplicará la energía atómica o la energía eléctrica, más ba- rata, procedente de una ins- talación atómica? De lo que podemos estar seguros es de que habrá muchos que hoy ni siquiera imaginamos. Contando con energía real- miente barata podría uno ca- ojo zo szo eee zo eo zoe ze Viernes 11 de Julio de 1958, lentar el jardín o el huerto pa- ra que comenzase ante la tem- porada del crecimiento. Acaso habrá invernaderos exteriores protegidos por plásticos.... Un nuevo género de muro celu- lar plástico hace esto muy probable, * Veremos las lámparas ul- travioleta por todas partes en invierno; el acondicionamien- to de aire en hogares enteros sal, durante el verano. Millones de hogares ten- drán acondicionamiento de ai- re mediante perfecciona das versiones de la bomba calorí- fica. Y quizá nuestra casa esté dispuesta de modo que la es- tancia, un dormitorio y la co- cina formen unidad desmon- table. Cuando nos traslademos al campo, a pasar nuestras va- caciones, llamaremos al diri- gible atómico... ¡para que le- vante toda una ala de nuestro hogar y la lleve a la sierra! ¿Imposible? No es tan impo- sible como el “remolque” au- tomovilístico actual habría parecido a la gente en 1885... AYUDE HOY Y SIEMPRE A LA CRUZ ROJA AMERICANA haciendo maravillas a Pídalo por Correo: P. 0. Box 1448 zon ezo zo zoo ezo enzo zo zero zoe zo ezo ezo ooo ooo ezo eo eenzo zo YA QUEDAN MUY POCOS Apurese! a Comprar el Libro de la Vida de PEDRO INFANTE Datos Biograficos de su vida Artistica y Amorosa esomsesoscsososos Mustrado con Fotografías en cada Página. ...o........ El Mejor Retrato del Querido Idolo en la Portada. ES LA VIDA DE PEDRO INFANTE, ARTISTICA, AMOROSA Y DE SU HOGAR. ADEMAS ADJUNTO EL CANCIONERO DE “EL SOL”. CON LAS CANCIONES MAS MODERNAS — TODAS LAS CANCIONES NUEVAS LAS ENCUENTRA EN ESTE LIBRO — NO HAY OTRO CANCIONERO MAS MODERNO EN NINGUNA OTRA PARTE! PIDA USTED SU LIBRO DE PEDRO INFANTE HOY MISMO! SI LO HACE POR CORREO, ASI: :“EL SOL” MANDE USTED $1.00, O PIDALO POR C. 0. D. HAGA SU PEDIDO LUEGO, ANTES QUE SE AGOTE. “EL SOL”, 62 Sur de la Calle escena lootoozo gozo rta Zn ocaso zeezoczo ne riozoznezo o alonzo zo ienirezoczojeetente eze zo oozeszo zoe ntenze zeezostono ezo zoe será poco menos que univer- |. ABUNDAVITA EL MARAVILLOSO NUTRITIVO. 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