El Sol Newspaper, March 21, 1958, Page 3

Viernes 21 de Marzo de 1958. RECUERDOS DE LA REVOLUCION:— Primitivo: un Vividor de la Revolución Por el Gral. JESUS MILLAN NAVA MEXICO, D. F.— Cierto día del año de 1921, se me pre- sentó en la Sección Tercera del Departamento de Estado Ma- yor, de la entonces Secretaría de Guerra y Marina, que te- nía a mi cargo, el antiguo mayor primitivo García, y pidién- dome antecedentes de la actuación revolucionaria del gene- ral y licenciado José Inocente Lugo, a la sazón secretario de Gobernación. Primitivo se había incorporado a nuestras fuerzas des- de el maderismo, como soldado raso, y debido a sus servicios en el primer regimiento que mandaba el coronel Demetrio Alcántara, había alcanzado el grado que ostentaba; pero al triunfo de la Revolución, como lo hicieron muchos, se había retirado en forma irregular, sin orden de bajá ni-documen- to que lo autorizara para separarse. No se le conocía negocio alguno, ni siquiera un modesto empleo; en la Revolución, no había hecho ahorros, y sin em- bargo, vestía con elegancia, llevaba dinero en el bolsillo y se alojaba en uno de los hoteles más exclusivos de la capital. —-/Oye, Primitivo —le interrogué capcioso—: ¿Te sa- caste la lotería? —¿Por qué? —me contestó sorprendido —Porque llevas terno inglés, brillantes en la corbata y en los dedos, la cartera congestionada de billetes y hasta sé que te alojas lujosamente con una amante de pomada. ¿Có- mo le haces? —Ese es mi secreto —contestó en tono festivo. Y de i- gual manera contestaba a todos aquellos indiscretos, ex com- pañeros suyos, que le hacían preguntas semejantes: “ese es mi secreto”. Y reía a carcajadas, como satisfecho de mante- ner, así en la incertidumbre, la impertinente curiosidad de sus amigos. LA COLUMNA DEL DIABLO EE. Su conversación era fogosa, dinámica, cargada de adje- tivos y de pimienta relacionada siempre con sus crispantes aventuras en la Revolución. Hablaba con calor, con precipi- tación, arrebatadamente, cautivando con las gracias de sus amenas descripciones. —Oye, mano —me interrogó de pronto en tono familiar con manifestado interés—: ¿Tuvo mando de fuerzas el actual ministro de Gobernación, en Michoacán y Guerrero durante los años de 1913 y 1914? —Sí, hombre. ¡Qué preguntas las tuyas! La gente que traían Rafael Valenzuela y Herculano Valle, operaban bajo sus Órdenes. —¿Y asistió el licenciado Lugo a algunos combates du- rante esa campaña? —A muchos. —¿Puedes concretarme uno de importancia? — Ahí tienes el sitio de Huetamo, por ejehplo; el comba- te de El Paso Real, las.... —Combatió alguna vez contra la poderosa columna fe- deral que mandaba el general Antonio G. Olea?, —me inte- rrumpió. —¿La Columna del Diablo? ¡Vaya si combatió! 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II AS OCIE BACON “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Los Anunciantes que Patrocinan ésta Página, y con los que damos Principio a un Directorio de Comerciantes, Profesionistas y Hombres de Negocios, son Honorables y Dignos de todo el apoyo del Público en General. Nosotros les recomendamos que vean éste Directorio cuan- do necesiten de servirse de alguno de éstos negocios y personas, y estamos seguros que serán tratados con la Atención que se merecen. PAGINA TRES ., (Como Propagan los Chismes todo cuando emprendimos la ofensiva contra los huertistas de Mina, en octubre de 1913. El día 6 en la madrugada, par- ticipó en el combate librado contra Bahena en el puerto de San Lorenzo y en la tarde de ese mismo día asistió al ataque de Coyuca contra Basabe y la diabólica columna de Olea. —No. Me quedé enfermo en Huetamo. Dame algunos de- ¿No ibas tú con nosotros? talles de esa acción. Yo le relaté la forma en que avanzamos desdé que sa- lió la columna revolucionaria de Huetamo, el día 4, el plan que teníamos para apoderarnos de Coyuca como punto de partida, las circunstancias imprevistas que se interpusieron y nos llevaron al puerto de San Lorenzo y el resultado final de nuestras atrevidas intenciones. Primitivo ni parpadeaba. UN CALDO OPORTUNO —Como a la una de la tarde —continué—, el actual se- cretario de Gobernación permanecía en lo más elevado de la cumbre, observando con sus prismáticos los movimientos le- janos del enemigo. El viento marino del Pacífico jugaba con sus cabellos. Su barba crecida. El cielo mandaba lumbre al cerro; lumbre y sudor. El licenciado se ajustaba a los ojos los arillos de oro de sus lentes, ávido de penetración en la distancia. El hambre atormentaba. Una soldadera andrajosa llegó de pronto hasta aquellas alturas con un cacharro rebo- sante de caldo de res y ricos trozos de carne cocida que ofre- ció respetuosa al general. El licenciado Lugo aceptó el plati- llo agradecido y de pie, sobre un peñasco, con los cabellos al- borotados todavía, apuró con fruicción el alimento. El cuello le temblaba nervioso. Sujetaba el cacharro con las dos ma- nos y hasta parecía reducirse considerablemente su estatura según se inclinaba, codicioso, ante aquel pedazo de olla de barro que aún humeaba. y Ñ —;¡Magnífico! —dijo Primtivo—. ¿Y qué más? —Nada. Que la columna que mandaba Bahena y que ha- bía salido en nuestra persecución sin informes precisos, llegó en la noche al puerto y acampó por una ironía del destino en una de las mesas de la falda del cerro, situada exactamente bajo la cima en que nosotros permanecíamos pecho a tierra, al borde del precipicio con las armas tendidas hacia abajo, apuntando a los huertistas sin que ellos lo advirtieran. Como a las cinco de la mañana, el coronel Ponciano Pulido ordenó el ataque. Su voz de mando dijo ¡fuego! Y el “Camello” hizo funcionar su viejo clarín. ¿Te acuerdas del “Camello”? —Sí; Pedro Tapia, el hijo de don Bruno. —Exactamente. Entonces el “Camello” tocó ¡fuego!, tendido bocabajo al borde del abismo y el combate se gene- ralizó. La sorpresa del enemigo fue terrible. Allí quedó la mayor parte y el resto huyó a Coyuca, perseguido por nues- tras fuerzas. Pero nos alcanzó la Columna del Diablo, que ve- nía a marchas forzadas de Ajuchitlán y nos inflingió la más dura de las derrotas. Ibamos encuerados. Pulido había orde- nado que nos quitáramos la camisa como contraseña. —Eso me basta —exclamó Primitivo, satisfecho—. Y me marcho porque necesito atender un asunto urgente. EL VIVALES EN ACCION Llegó a la Secretaría de Gobernación y se anunció sin éxito. El ministro departía en esos momentos con altos per- sonajes de la administración y diplomáticos extranjeros, go- bernadores, diputados, senadores, cónsules.... No podía reci- birlo. Pero primitivo no se desanimaba jamás. Burló la vigi- lancia del cancerbero y se coló de rondón por sorpresa en el gabinete ministerial, interrumpiendo las atenciones del mi- nistro y pidiendo excusas: ¡Sólo para saludarlo, mi general! —exclamó con garbo, accionando en forma teatral—. No vengo a solicitar de usted ningún servicio. Me encuentro aquí de paso y no quise desaprovechar la oportunidad para estre- char la mano del jefe revolucionario a cuyo lado hicimos la campaña contra Huerta en Michoacán y Guerrero desde 1913, —¿Eres tú de esa gente? —interrogó el ministro con in- dulgencia. —Sí, mi general; de la gente de Rentería Luviano que compartió con usted las miserias de la Revolución. Frecuen- temente operaron juntos. —Es cierto. —Contra Paliza y Prado Tapia en Michoacán y contra la Columna del Diablo, en Guerrero. —¡Ah! —exclamó el licenciado Lugo, recordando la a- margura de aquellos sacrificios—. Aun conservo la impresión angustiosa de aquella retirada de Coyuca, después de la de- rrota que le inflingimos a Bahena en el puerto de San Lo- renzo. ¿Ibas tú con la gente de Pulido? —Sí, mi general. ¿Se acuerda usted? Fue en octubre. El 6 de octubre. La víspera de esa acción estaba usted en las al- turas del puerto de San Lorenzo como a mediodía, exhausto de calor y martirizado por el hambre, explorando a lo lejos los movimientos del enemigo, cuándo se le presentó una sol- dadera llevando un tepalcate rebozante de caldo de res y ri- cos trozos de carne que ella le ofreció sumisa y usted aceptó agradecido. El licenciado se conmovió profundamente con el recuer- do lejano del pasaje removido. Sus facciones varoniles se al- teraron y poco le faltó para derramar una lágrima de grati- tud por la abnegación de aquella soldadera, cuyo cadáver de- bió haber quedado en cualquier campo solitario de combate, abandonado a las aves de rapiña: —Usted, mi general, —continuó en tono festivo—, cogió el pedazo de olla con las dos manos, apuró a sorbos el caldito caliente y hasta se achaparraba mientras lo consumía. El (Pasa a la página 4) Por ROSARIO SANSORES ¿Fulana. No frecuentes su tra- to. Imagina que se dice de ella esto... ¿Perengana? Su marido es un sinverguenza y ella también. Me contaron... —No quisiera encontrarme yo con Zutana. ¡Aunque no me consta, se dice con insistencia que tuvo relaciones ocn un hom- bre casado y que su mujer le dió de bofetadas!.... Yo conozco ese señora de la que tan mal hablan algunas per- sonas, a las que no les consta nada de lo que oyen, y repiten. En cambio ese misma señora tie- ne altísimas virtudes. Es amiga excelente y si alguien la nece- sita y la llama, es capaz de to- dos los sacrificios por servir a una- amiga. En muchas ocasiones he sabi- do de sus buenas acciones. Cuan- do hace años una amiga suya sufrió un terrible accidente de automóvil y fue trasladada a la Cruz Roja convertida en un manojo de huesos rotos; ella se sentó junto a su lecho y la aten- dió, abandonando su propia ca- sa para servirla. Está simpre dispuest'a hacer un favor si se le pide. Y ade- más, ¿quién está limpio de cul- pa? ¿Quién podría asegurar que alguna vez no fue víctima de sus Jesucrito perdonó el pecado, pero no el escándalo. Y el es- cándalo lo forman las personas que faltas de todo sentimiento de caridad cristiana, toman la honra ajena y la trituran como una copa de cristal. iS cada cual confesara en voz alta sus pecados ¡cuántas sor- Y lo que es peor: aquellos que deberían agradecer, son los pri- meros que se gozan en hacer el daño, en regar por todas partes esos chismes que crecen como la espuma. ¿No sería mucho mejor res- ponder: —No se nada, no me consta eso. ¡Cuántos daños po- dríamos evitar!.... Pero ese afán de regar una noticia que se juzga sensacional es a veces irreprimible a la gen- te. Diríase que les falta tiem- ¡po ¡para correr a divulgarla. Nunca debemos juzgar a la li- gera. Y si vemos algo que puede dar lugar a una sospecha, vol- vamos la espalda y no tratemos de averiguar. Miles de cosas pa- recen malas y no lo son. Miles de personas se encuentran ca- sualmente en algún sitio, y ese solo hecho basta, a veces, para que se diga que iban a una cita. Fulana, Zutana, Mengana, pro- bablemente no son lo que la gente dice. Si lo fueran, a no- sotros no debiera importarnos. Cada cual debe empezar por cui- dar su honra y su hogar. Y en vez de ir a perder el tiempo en juegos de canasta u- ruguaya, ocuparse de sus hijos y atenderlos debidamente para que en el mañana no se diga de ellos lo que se dice de esas otras personas con o sin razón. La caridad cristiana no quie- re decir hacer limosnas, meter- se en la iglesia y rezar padre nuestros y avemarías, El verdadero cristiano trata de no manchar su vida, de ayudar a los demás sin divulgarlo y de callar todo lo que puede perju- dicar la honra ajena.... ¿Pero cuántos cristianos ver- daderos existen?.... Poquísimos. Y esos nunca ha- blan mal de nadie. Ridícula Petición de Rusia al Lejano Oriente y a Asia MOSCU, Rusia.— El gobierno soviético pidió hoy que se esta- blecieran una zona libre de ar- mamentos atómicos y un siste- ma de seguridad colectiva en Asia y el Extremo Oriente. Rusia hizo esta propuesta en una declaración en la que con- dena la conferencia de la Orga- nización del Tratado del Sudeste de Asia (OTSEA) que se reune el martes en Manila, Filipinas. El anuncio oficial dado a co- nocer por la agencia oficial de noticias TASS, no hace propues- tas concretas. (Pasa a la página 4) III “ORVILLE K. FLETCHER REALTY" 2204 E. VAN BUREN PHOENIX, ARIZONA TELEFONO: AL 4-7414 VENDEMOS PROPIEDADES. DEPARTAMENTOS DE RENTA erez derroto qe tooodo os Al - BILL LUKE CHRYSLER su agente del PLYMOUTH — CHRYSLER — IMPERIAL 501 E. WASHINGTON ST. PHOENIX, ARIZONA ca] RRA RO RR dq o qee $b Points Hardware € Electric Co. 18345 GRAND AVE. TEL. AL 3-9203 PARA TODO APARATO DE FERRETERIA pa Y ELECTRICO VEANOS. AI roo IIS DAY'S KEY SHOP 1138 E. VAN BUREN Phoenix, Ariz. TEL. AL 8-2222 HACEMOS LLAVES PARA TODAS LAS CHAPAS. ¿ Abrimos Cajas Fuertes — Afilamos Cortadores de Zacate, : EN MESA: 50 So. MCDONALD TEL. WO 4-3322 DI A RN eee ON ¿ STEVENS AND HILL ROOFING CO. 3514 S. 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