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SPANISH PAN-¿_¡ERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Frid"y by J. C. Franco. Entered as second class matter 1rch 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona, unde: he Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nuestros colaboradores. Para precio de anuncio diríjase a las ofi- cinas situadas en 62 So. 3rd. St. Teléfono 3-4948. Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscriptor desee que se cambie el envío del periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de 10 centavos. 5 SUBSCIPTION RATES Per Year $3.00 Six Months $2.00 All out-of-town subscripfions must be paid in advance far at S least a period of six months. AM payments must be made to the Editor. Post Address'P. O. Box 1448. Phoenix, Arizona. RUTAS DE EMOCIÓN Par ROSARIO SANSORES EL PROBLEMA: FALTA LA EDUCACION Todos los graves problemas que está afrontando el mun- do, tienen su origen en la absoluta falta de educación. La e- ducación que tanta importancia tuvo hace medio siglo aún, uchos juzgan ha pasado a convertirse en algo olvidado que m: innecesario. La educación que se imparte hoy al niño es muy dife- rente de la que se impartía en los tiempos de sus abuelos. Todo tiende a abrirle los ojos a la infancia, prematura- Desde la revista cuya portada llena de dibujos y figuras obscenas despierta sus sentidos, hasta el chiste procaz y la palabrota inmunda que oye en todas partes. A El teatro llamado existencialista descorre ante su vista problemas de verdadera gravedad que sólo el tiempo debía encargarse de mostrarle. Y el niño se siente presa de inquietudes extrañas que lo orillan a cometer actos completamente impropios de su edad. Nadie se guarda de hablar mal en su presencia. Delante de él se tratan las cosas más crudas sin pudor alguno. Y el niño de hoy es un niño sin infancia, porque la infan- cia debiera ser también inocencia, alegría y candor, y es im- posible tener estas cosas cuando se ven y oyen tales aberra- ciones El niño de hoy es un niño triste. Los mismos juguetes se volvieron bélicos. Desde pequeño sólo contempla ejércitos y soldados de plomo. Y el niño no es feliz en este ambiente. No puede serlo. Los padres de antes eran los propios mentores de sus hi- jos, a los cuales encauzaban y dirigían. - Cuando el niño llegaba del colegio, era el padre quien le ayudaba a repasar sus lecciones y a resolverle las dudas que pudieran surgir en él. ¡Era el padre amoroso quien velaba para evitarle que zarzas y espinas hirieran sus piecesitos! Y era la madre quien por la noche juntaba sus manos y le enseñaba la dulce plegaria y a creer en algo superior a no- sotros. No se atrevía a descorrer ante sus ojos el velo del mis- terio. Jamás se permitía al niño participar en las reuniones de las personas mayores. ** Hoy, en las conversaciones en las que se hacen relatos crudos, los chiquillos, incluso, dan su opinión con un despar- pajo que causa tristeza. El niño. ya no reza. El niño ya no cree. La dulce leyenda de los Reyes Magos, se perdió a lo lejos como un visión. Y cuado todavía queda algún niño cándido que lo dice y expresa su fe en los Santos Reyes, sus compañeros se bur- lan de él. - El estudiante nunca tuvo otro deber que el de estudiar. No existía, como hoy, la lucha por apoderarse de los puestos dé responsabilidad. No había sindicatos ni sociedades entre los alumnos para obtener poder y mando. Ahora los colegios se han vuelto escándalo y barullo, al- boroto estúpido y nadamás. De los doce meses del año esco- “lar; sólo se aprovechan tres. El resto, se convierte en fiestas y en diversiones. S En realidad, la educación está primero en las manos de los padres. Son ellos los que tienen el santo deber de enseñar- les a sus hijos el camino recto, pero no con simples palabras sino con su propio ejemplo. —, Es imposible que el niño crea en la honradez, si tiene un padre que jamás la practica. Y no se le puede pedir a una niña que sea pudorosa y buena, si su madre es la primera que olvida su deber y care- ce de sentido de responsabilidad. El problema es gravísimo y, lo que es peor, no tiene so- lución. Ya no se puede retroceder. Y el triste resultado lo pal- pamos en la gran cantidad de crímenes y hechos delictuosos que se registran todos los días. - STEWART MOTOR CO. Carros Usados Magníficos y Trocas Pagos de Enganche muy Pequeños y Abonos por Largo Tiempo 240 EAST VAN BUREN CAPITOL FLORIST SHOP 1650 W. WASHINGTON AL 2-8777 FLORES FRESCAS PARA DIAS DE: Santo - Bodas - Nacimientos - Aniversarios - Funerales Plantas para la Casa - Regalos - Coronás Artificiales - Cruces - Ramos Abierto los Siete Días de la Semana ENTREGAS A DOMICILIO GRATIS Jessie Saenz y Della Ortiz Saenz “EL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Se ha Iniciado la Epoca de Busca- dores de Uranio YA NO ES EL ORO LO QUE ATRAE A LOS GAMBUSINOS DE ACTUALIDAD GRAND JUNCTION — A ex- cepción de los jeeps y los apara- tos medidores llamados Geiger, nadie podría identificar a los mineros. Pero los trabajadores de cara endurecida por el aire que esca- lan las rocas y caminan por la arena no buscan en la vasta re- gión del Colorado el oro hoy en día sino el uranio —el precioso metal que hizo surgir a la vida la era atómica. Extendiéndose al través del de- sierto, en donde se encuentra la mayor parte de la altiplanicie, se hallan empleados del gobier- no, ingenieros, geólogos, ranche- ros, indios, buscadores de meta- les, aventureros, mineros y to- do un compuesto de aficionados de todas clases. Todas estas gentes, en vez de usar bestias, viajan en jeeps por los caminos y veredas, tornando a la tieda tierras que los hom- bres tenían en el olvido para convertirlas en la esperanza que la nación tiene en el día de ma- fñana. Existe la predicción de que es- ta altiplanicie, que se extiende en las cuatro esquinas conver- gentes de los Estados de Colora- do, Utah, Nuevo México y: Ari- zona, pronto podrá convertirse en'la zona número uno en mate- ria de producción de -uranio en el mundo. Los mineros expertos ya la consideran en segundo lu- gar, después de la del Africa, y antes que la del Canadá. El auge del uranio ha traído dramáticos cambios a esta zona en el curso de unos cuantos a- ños. Las minas son más gran- des, más mecanizadas. Por todas partes se ven las señales de los que han denunciado los fundos mineros. Hay carreteras transi- tables —aun cuando no buenas —en regiones en donde sólo ha- bía veredas para animales anti- guamente. Y por otra parte, un mejor sistema de ventilación ha hecho disminuir el temor al gas: carbónico. Las peque!as poblaciones mi- neras están surgiendo y el lu- gar más prominente de la calle principal lo ocupa la tienda del pohlado, la que contiene el e- quipo de trabajo. Los mineros conducen flamantes autos. Los molinos trituradores son más grandes, y los montones de pie- dras que esperan el tratamiento adecuado, son más grandes y| altos que los antiguos. En una pequeña isla, fuerte- mente resguardada en el cam- pamento que la Comisión de E- nergía Atómica tiene aquí, cen- tro nervioso de toda la indus- tria, se encuentran muchos tam bores de materias concentradas —siempre listas para su embar- ue. Pe detrás de todas estas pers- pectivas de prosperidad y efi- ciencia, la industria labora agi- tadamente. Los mineros indepen dientes se muestran sospechosos d las grandes compañías que es tán llegando y los choques con la Comisión de Energía Atómica son frecuentes. Las grandes em- presas vigilan de cerca a las de- más y al mismo tiempo a la xx CEA. Y, debido a la naturaleza de su negocio, la CEA mantiene fichados a todos los trabajado- res. Los conflictos más tormento- sos surgen de los que reclaman por primera vez algún fundo mi nero. Po rtodas partes se notan amenazas contra los que recla- man fundos, y todo en medio de un ambiente cargado, nacido al calor de leyes contradictarias, de descuido y del celo que el hombre demuestra para poner las manos en el metal que los hará ricos. En la pequeña aldea de Moab, Utah, fundada por mormones y protegida por barreras de roca, uno de los reclamantes de fun- dos recientemente recibió un ti- ro Wisparado quizá poralgún ri- val. Otro individuo que buscaba tierras en una zona ya Casi sa- turada, volvió a su vehículo pa- ra encontrarlo lleno de agujeros de bala. Numerosos extranjeros encontrados en ciertas propieda- des han tenido que abandonar los sitios, escoltados. Pocos son los mineros que de- jan ricas excavaciones durante algún tiempo sin algún “encar- gado” armado que cuide el lu- gar. Unos cuantos mineros de la asociación llamada Los Vigilan- ltes, han sido instalados en la laldea de Moab. Los miembros ¡de la asociación insisten en que se usen solamente métodos para solucionar los conflictos que sur- ¡ jan. “Sencillamente ya no se puede matar a_un hombre, así como cualquier”, dijo en son de queja de uno de los viejos vete- ranos en el asunto. a SEA “El SO! | El Periódico de los Mexicanos “TLLA EL JUL COMO SE AHORRA EL DINERO Por el Prof. JUAN T. GONZALEZ Obra educativa de utilidad práctica que contiene veinte lecciones de la vida diaria.—Esta interesante obra se vende en la librería “EL SOI!” 62 Sur Calle Tercera de Phoeni> (Continúa) La honradez es la verdad y la verdad no puede estar o- culta, siempre sale a la luz del sol. Piensa siempre en el mejor medio que has de seguir pa- ra mejorar tu trabajo, es decir, para hacerlo mejor y acuér- date que cuando estés en el trabajo eres del patrón en cuerpo y alma. Tus energías están vendidas. No escatimes ninguna, dale todo loque puedas y más de lo que puedas, pues eso de escatimarle al patrón un cuarto de hora en un día de trabajo es un robo y trae la consecuencia de que cuando lo sabe el patrón te desconfía y ya perdiste todo lo ganado. Además es muy malo robar para economizar, poróue lo mal cimentado da-mal resultado. Es como si estuvieras acumulando en tu ca- sa un montón de bombas de dinamita, un día hacen explosión y te revientan. No, tú da buen trabajo y te traes buen dinero que Dios te lo multiplica porque es muy sagrado. Comienza bien. Ci- menta tu porvenir en una roca, la roca eterna del bien y de la virtud. Es la roca de la eternidad. La honradez ha de ser la base de tu fortuna como lo es también la base de tu economía. Cuando tú sabes que un co- merciante no es honrado no le vuelves a comprar, por a11í mismo empieza su ruina. No te hagas traición a ti mismo: si no eres honrado te engañas tú solo. Vigila tu trabajo al aplicar tus esfuerzos y economízalos. Si ves que tienes que dar muchas vueltas para hacer algo q' lo puedas hacer sin tanta vuelta, pues implanta la reforma in- mediatamente. No pases el tiempo en apresurarte y en ca- rreras inútiles, anda como andan todos: sin apresuramiento, pero sin tardanza y así acabas el día entero y no agotado. Gritar y chancearte en el trabajo es un consumo inne- cesario de energías. Cuida tus energías, ésa es tu fuerza, no la malgastes. Piensa mucho en tu trabajo y serás especialista en él, puedes encontrar siempre medios más fáciles para hacerlo meor que como te lo enseñaron, porque el trabajo enseña to- dos los días. Las manos y los pies se son ayudados por el pen- samiento buscan siempre el camino más corto para ejecutar las cosas. Búscate y verás. Todo eso es economía verdadera. Sé alegre en el trabajo y miralo con gusto y así-economi- zas tus fuerazs también. Quiérelo, que te guste, que se te ha- ga lejos el lugar donde vas a trabajar y que se te haga que ya es tarde para llegar y verás qué resultado. El trabajo que se hace con gusto no cansa, sale muy bien hecho porque que- da un pedazo del alma del obrero. Si tú eres carpintero y alguna vez has hecho una mesa, y después de algnú tiempo llegar a la casa donde se encuen- tra, ¡qué ideas tan bonitas tienes! Te acuerdas cuanda la hi- Iciste gozas con ese recuerdo y si alguien se pone a platicar contigo sobre el asunto, qué gusto te da, puedes hablar todo el día y no te-cansas. Así le pasa a todo obrero, es que en a- quella mesa no solamente está el trabajo que hiciste, sino que está también tu pensamiento que se convirtió en una cosa real y positiva por medio de tus manos. Es decir, la mesa q' tenías en lacabeza, ahora la vez y la tocas. Pon tu alma en tu trabajo y por la ley de las compensa- saciones obtendrás más que un pedazo de plata (que es un precio muy mezquina para un artista) una gran satisfacción, pues que allí va tu pensamiento y su corazón. La alegría consiste en que amanezca Dios y amanezcas tú. Hay hombres taciturnos que no tienen aurora. ¡Nunca sonríen! Alégrate de que llegue la hora del trabajo. Bendice la faena que te va a dar el pan de tus hijos. No comiences el día negro con una maldición; sino hazlo brillante y lleno de luz con el resplandor que despide tu corazón. Si el día está nu- blado, frío y lluvioso, caliéntalo con el fuego de tu entusias- mo y considera esas penalidades como labalanza donde se es- tá pesando tu resistencia. La Naturaleza esla madre que te acaricia toscamente; pero que te da lo que necesitas: fuerza y temple, pan y trabajo. Mientras más cansado y rudo sea el trabajo, más poder y más fuerza reconcentrarás en tu cuer- po y en tu espíritu. La satisfacción de vencer es mayor. El e- nemigo más terrible te proporciona el triunfomás grande. O- ye cómo todos los hombres cuentan sus proezas, sus luchas; y esas historias gustan más cuando son más difíciles. Alégra- te frente al peligro. Enorgullécete frente al trabajo rudo y vence como los héroes. ¡En ese momento tú también eres un héroe! También economiza tus energías no gastándolas en tris- tezas, en corajes, en pleitos, en apuraciones inútiles. Si eres obrero, hasta cierto punto eres una máquina. Cui- da esa máquina de tu cuerpo y evítale que se gaste en tonte- rías. No creas tú que el trabajo te gasta. El trabajo te forta- lece, lo que te consume más es ese sobresalto de que ya viene el patrón y puede ser que te encuentre sin trabajar. Haz tra- bajo honrado y duerme tranquilo. Es más lo que pierdes en querer robarte un rato de trabajo que trabajando ese rato. Si tú debes ser honrado en tu trabajo, pues adelante; impónte a trabajar todo el día y ¿a qué le tienes miedo? Los frutos que da el trabajo no se pueden apreciar en to- da su extensión: trae consigo la abundancia, multiplica las fuerzas y forma el carácter. El hombre que trabaja adquiere más seriedad, más po- der, más dignidad y nace en él el deseo del mejoramiento, q' mucho significa si una parte de su mismo trabajo lo dedica a la economía. El hombre qu e trabaja es una fuente que produce, pe- ro sólo la economía le puede proporcionar comodidad y rique- za. El hombre cuando trabaja en buscar medio de economi- zar, en pensar el mejor modo de no malgastar el fruto del tra bajo llega a conseguirlo, es ya un hombre útil, ya se encarriló bien. Ese va derecho a la prosperidad, mientras continúe por ese camino. (Sigue en la Pág. 4) Viernes 23 de Julio de 1954. EL CENTENARIO DEL HIMNO NACIONAL Por NEMESIO GARCIA NARANJO La secretaría de Gobernación está preparando para el próximo 16 de Septiem::.e, la celebración del primer centenario de la can- ción de la patria, y no se requiere, ser profeta para augurarle un triunfo ruidoso, porque se trata de un fasto en el que todos los me- xicanos se encuentran en perfecto acuerdo. Así como la Bandera de Iguala es México convertido en una fiesta de colores, así también el Himno es todo nuestro pueblo unificado en el Verbo y diluído en la gloria de la armonía. ¡Qué parodojas y contradicciones tiene la vida humana! Nació el Himno Nacional durante la dictadura del general Santa Anna, en uno de los momentos más aciagos de nuestra Historia. Apenas habíatranscurrido un lustro de la guerra con los Estados Unidos y se completaba la mutilación doliente de 1848 con la venta de la Me- silla. El caudilla fanfarrón y pintoresco que deslumbró a nuestros ingenuos antepasados, con sus desplantes y arrogancias de perso- naje teatral, llegaba a.su ocaso, acentuando la nota funambulesca. Más que un jefe de Estado, parecía el primer figurante de una fa- ¡rándula de caricatura. Cubriendo las dolencias nacionales con los 'oropeles de una gloria falsificada; tapando las ruinas con frágiles decoraciones; gastando los millones que produjo la venta de la Me- silla, en las fiestas de una corte de carnaval, Santa Anna acabó por provocar la indignación unánime de los mexicanos, aquella in- dignación que estalló en la renovadora revolución de Ayutla. El Homno de la Patria, nació en medio de aquella mascarada en ago- nía, mientras las celajes de oriente se teñían con los primeros arre- boles de la Reforma. No se podía sospechar en aquel ambiente que conjugaba la co- micidad con laangustia, la forja viril de estrofas de acero. El go- bierno había convocado a los poetas y escritores, para que escribie- ran la letra de un himno patriótico; pero nadie esperaba del certa- men' literario una obra maestra, por la sencilla razón de que los - dechados no suelen surgir en los juegos florales. Por otra parte, no parecía improbable que el déspota diera la soncigna de que se o- torgase el premio a una canción aduladora que con sus notas zala- meras, saludase a “Su Alteza Serenísima”, como las marchas rea- les saludan la majestad de los monarcas europeos. Pero....se realizó un milagro, o para hablar más propiamente, se realizaron tres mi- lagros sucesivos: primero, un poeta con alientos de epopeya, se pre- sentó en la justa lírica; segundo, el gobierno no deshonró el torneo con una consigna odiosa; y tercero, el jurado concedió el premio a quien lo merecía, en vez de exhibir ese criterio obtuso que suele caracterizar a casi todos los jueces literarios Francisco González Bocanegra traía en su cancaj, flechas ful- gurantes, dignas de figurar en la aljaba de Apolo. Verbo claro, len- guaje transparente, símiles sencillos, metáforas vivas que se intro- ducían en el alma popular, con la facilidad con que la hoja del a- rado se introduce en las entrañas de la madre tierra. Su canto con- trastaba con la situación imperante: ésta era de abatimiento, de relajación y de egoísmo, y el bardo potosino, con su estro optimista y generoso, convidaba a la unidad por medio de la abnegación; de- cía a laPatria, en su primera estrofa, que todos sus hijos eran sol- dados prestos a defenderla; y en su última estrofa, sólo reclamaba “un sepulcro de honor” para los mártires. El momento era para so- lozar, como Ovidio, y González Bocanegra parecía ser una nueva enrarnación de Tirteo, cuyo canto, en vez de perderse en el estruen- do de una batalla, se iba a escuchar en todos los tiempos, como la rapsodia definitiva de la nacionalidad. Jaime Numó colocó sobre la pieza literaria una diadema de melodías inmortales. Completó la obra del poeta, poniendo al coro una música grandiosa como la de La Marsellesa; y a la , estrofa, una cadencia fina impregnada de religiosidad. El ¡coro es de bron- ¡ce y la estrofa de cristal; el coro merece ser tocado por las trompe- |tas que derribaron las murallas de Jericó, y la estrofa merece la majestad imponente del órgano... Y la combinación sublime del | grito épico con la nota mística se metió en el alma de nuestras mu- chedumbres como se meten las cosas que quedan para siempre den tro del corazón. Y de este guisa, fueron el verbo de González Boca- [negra y la música de Jaime Nunó, como dos alas de arcángel-que ¡permitieron a nuestros espíritus levantarse de la tierra, para volar ¡arriba de las constelaciónes. 1 Cuando el Himno se cantó por primera vez el 16 de Septiembre de 1854, el pueblo debe haber sentido algo semejante a lo que sin- tió la Virgen María cuando el Arcángel Gabriel le anunció que lle- vaba la Divinidad en sus entrañas. Desde entonces ha transcurrido un siglo y los mexicanos seguimos'sintiendo a su mágico conjuro que circula fuego por nuestras arterias; que se iluminan nuestras frentes, que se ensanchan nuestros corazones y que se estiran y a- finan nuestros nervios como si fuesen las cuerdas de una lira ti- tánica. Ynos parece que el Himno no se limita a absorbermos por entero, sino que también condensa los ritmos y hasta los silencios majestusos de nuestra naturaleza; que corre en las aguas de nues- tros ríos, que circula en la savia de nuestros árboles, que murmura en la caída de las hojas, que revienta en los borbotones de los mo- 'nantiales y ruge en el estruendo de las catarataS....... Y todavía más, mucho más: el Himno nos hace sentirnos par- tículas de un todo gigantesco que abarca nuestro pasado íntegro y se proyecta luminosamente en el porvenir. Llegamos a pensar que aunque la rapsodia heroica se compuso en 1854, ya tenía muchos milenios de existir; se nos antoja que sus fragmentos errantes y dspehsos, volaban en torno de nuestros antepasados; y de esta gui- sa, no nos parece improbable que uno de los compases de la estro- fa fuese cantado por los zenzentles que con sus trinos conducían a la tribu de Tenoch; y que alguna nota marcial del coro resonara ya en el caracol vibrante de Cuauhtémoc, PARA BUENA TRANSPORTACION EN CARRO Vea a SWEDES CARROS USADOS 1519 EAST VAN BUREN $300 al Contado LE COMPRARA UN PICK-UP CHEV. 1954 Precio Completo $1445 AHORRE “DINERO EN ESTA SENSACIONAL OFERTA : AHORA CADA TROCA TIENE COMPLETA GARANTIA Frank Clifton Motors 935 EAST VAN BUREN - AL 4-7077