El Sol Newspaper, January 22, 1954, Page 2

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“EL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Viernes 22 de Enero de 1954 SPANISH PAN-4..JERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco. Entered as second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona, under the Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nuestros colaboradores. Para precio de anuncio diríjase a las ofi- cinas situadas en 62 So. 3rd. St. Teléfono 3-4948. - Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscriptor desee que se cambie el envío del periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de 10 centavos. SUBSCIPTION RATES Per Year $3.00 Six Months $2.00 Al out-of-town subscriptions must be paid in advance for at least a period of six months. Al payments must be made to the Editor. Post Address P. O. Box 1448. Phoenix, Arizona. | RUTAS DE EMOCION | E Por ROSARIO SANSORES DEJEMOS A LA INFANCIA SU INOCENCIA Una compañía editorial viene librando saludable cam- paña con el fin de lograr que el niño conserve el mayor tiem- po posible su inocencia evitando que lecturas perniciosas des- pierten en él, prematuramente, instintos que con los años aumentan y se convierten en serio daño. “En el espíritu de cada niño —dice un artículo que acabo de leer— vive un hada que alimenta eternamente la llama de la ilusión. En el espíritu del niño viven muchos seres rea- les que a nosotros se nos antojan imaginarios, pero que el niño los ve, los conoce, conversa con ellos y siente sus dolores y sus alegrías. Estas ilusiones son sutiles y bellas; estos mundos tan des- conocidos para los sabios, son los dominios de los seres infan- tiles. Y los gnomos, y las hadas, y los enanos, y los gigantes, y los castillos enhiestos, y el lago dormido, que surca un esquife que lleva un ángel blanco con alas de oro, son reali-; dades que el niño vive y son bellezas negadas al hombre que tramontó la edad de las ilusiones. Las lecturas para los niños son armas de doble filo en cuya mente hay que sembrar semilla fructífera. El padre debe probarlos antes de someterlas a la voracidad, al ansia de saber del infante. Una frase puede anular una vida y romper el encanto de la infancia destruyendo ese mundo rosado por falta de pre- visión, por ignorancia, por dejadez o despreocupación. Y esto es criminal. El niño es el ser que merece más hondo respeto por su incapacidad para la defensa personal, por su falta de espí- ritu de selección, por su ignorancia del mal y del bien. Las lecturas de los niños son o el veneno que mata o la flor que aroma. Despréndase del cielo de ilusiones en que el niño sueña una lluvia de estrellas luminosas y sonoras, entré- guense con amor bañando de luz sus sueños y sus sentimien- tos. Vigílese la lectura que ha de dársele al niño y se cum- plirá filemente el precepto de instruír deleitando”. Estas líneas me han hecho recordar mi infancia feliz, cuando creía en todos esos lindos cuentos. Cuando no exis- tía nada mejor ni más hermoso que los cuentos de hadas, de la bella princesa durmiente, de los príncipes azules y los mil y mil personajes fantásticos que forman el mundo de los niños. Por muchos años me aferré a ellos. Había crecido lo suficiente para darme cuenta de que todo eso era ficticio y, sin embargo, mi fantasía se empeñaba | en darle forma real. Yo creí en la Caperucita mucho tiempo. Las historietas de Calleja me fascinaban. El cuento de Pe- lusa formaba parte de mis lecturas favoritas. Y, más tarde, mamita puso en mis manos aquel libro,.“Las Tardes de la Granja”, que formaba mi mayor delicia. Las historias de aventuras me entretenían sin que expe- rimentara curiosidad por nada fuera de ellas. Acaso esto contribuyó a formar en mí este espíritu ro- mántico que la realidad amarga de la vida no ha podido destruír. Comprendo perfectamente que vivo fuera de la rea- lidad; pero me siento feliz dentro de mi mundo. El mundo que yo forjé y que yo he arreglado de acuerdo con mis gus- tos y mis tendencias. La niñez de hoy es una niñez prematuramente enve- jecida. Precozmente pervertida con lecturas morbosas, con espectáculos que le han enseñado antes de tiempo, la mal- dad y la crueldad. El alma del niño de nuestra época no es blanca ni pura. Está mancillada por las malas lecturas. Yo sé, por ejemplo, que la leyenda de los Reyes Magos no pasa de ser una leyenda; pero, a pesar de ello, en la vís- pera del día 6 de enero me pongo a soñar y me digo: —¿Y si fuera verdad y no mentira? Y me duermo feliz con mis ensueños. Yo sé que el mundo está lleno de maldad, pero procuro apartarme de ella. Sé que el vicio florece en todas partes, pero trato de no pisar sus peligrosos terrenos. Y todo esto se lo debo a las lecturas de mi infancia venturosa, que man- tuvieron mi alma alejada de todo fango y de toda amar- gura prematura. Defendamos la inocencia del niño. Dejémosle ser feliz. “Protejamos su candor. La vida por sí misma se encargará un día de rasgar el velo y clavarle sus espinas. mos pe FLORES Y AZAHARES La señora LUPE RERRERA hace toda clase de e Flores finas para adornar sombreros, para su cabeza, para su traje. Para adornar su casa. e Flores artificiales que parecen naturales, e Preciosos ramitos para regalos. HACE JOYAS DE FANTASIA... con piedras y cuentas. Su dirección es: TAMBIEN PUEDE UD. LUPE HERRERA —,.51 591 Se va por la 16 al Sur de la Hanshow y luego sigue en 62 al Sur de la calle la Warner al Este. Tercera. CASTIGOS Ayer te vi que golpeabas el cuerpo de tu hi- jito. Fue un mal momento tuyo, lo comprendo. En seguida te arrepentiste. Pasaron horas y no podías olvidar aquella tierna carne estrujada por tus ma- nos. ¿Y no es verdad que al dormirte te pareció que el niño te miraba, te miraba y te preguntaba con sus ojos cómo habiéndole dado la vida se la robas así? Me has dicho que tu hijo es malo y que si no lo corriges será peor. Oyeme, madrecita: ¿de dón- de has sacado que tu hijo es malo? Miralo; ¡po- brecito! El no hace nada que no aprenda de ti, de tu marido o de otras personas. Obsérvalo. Tú lo , castigas porque él copia lo malo y lo bueno... No es posible que un niño sea tan sabio y tan santo para discernir siempre entre lo bueno y lo malo y no hacer lo malo jamás. Si es violento, ¿de quién imita la violencia? Si miente, ¿a quién oyó mentir? Si es nervioso, ¿cómo podemos exigirle que restablezca por sí mis- mo el equilibrio de su organismo? ¿No has visto cómo los caballos tratados con rigor enflaquecen y mueren antes de tiempo? ¿No saber que el niño que es golpeado junta odio, y que renacerá en su corazón como un cáncer devorador de sus alegrías y su bondad? Sé dulce con tu hijo, madrecita. Sonríele, bé- salo, pónlo sobre tu falda, para hacer entrar en su cabecita la idea del bien y para comunicarle tu aversión al mal. Cuanto más malo te parezca, más (Sigue en la Pág. 4) El Dia Mas eliz de su Vida... ...es, sin duda, el día de su enlace matrimonial y merece que usted lo participe a sus amistades con las más elegan- tes invitaciones. PALO SE ESPECIALIZA EN INVITACIONES PARA MATRIMONIO Ordene en EL SOL la confección de sus participaciones matrimoniales AY ATAN ElSol 62 Sur Calle Tercera Tel. AL 3-4948 Phoenix, Ariz. DE MUJER A MUJER Por ENRIQUETA DEL CARMEN. COMO SE TRIUNFA EN LA VIDA | Por el Prof. JUAN T. GONZALEZ Obra educativa de utilidad práctica que contiene veinte lecciones de la vida diaria.—Esta interesante obra se vende en la librería “EL SOL” 62 Sur Calle Tercera de Phoenix, Arizona. É ¡SOMOS ASI! Usted, nosotras, todas nos he- (Continúa) E o RE Vamos a estudiar el valor moral. Esta bella cualidad De una de esas terribles noches | QU€ Convierte a un débil en un héroe. en que todo parece que se nos El. valor moral es el que resulta de la educación del viene encima, en que nos impide hombre, del conocimiento de sus deberes, del amor a la pel ad ¿10 da q razón, de su fuerza de voluntad aplicada al amor, al bien. otes/ ño ASIA pasa Ed, > EA El hombre que tiene valor moral domina sus instintos porvenir nos aprisionan, adue- | [8lOCes, sus pasiones, los deseos que lo pueden conducir por fñándose del presente. el mal camino; y a pesar de sus inclinaciones adquiridas ya No, es imposible... no pode-|por herencia, ya por el medio en que se ha desarrollado, mos conciliar el sueño... Ahora | dirige su voluntad y sus pasos por donde le señala el dedo son los recuerdos... los tenemos de la razón. A e sa El valor se adquiere por medio de la educación y.:la a ser felices... ¡a ser felices! ...|VOluntad, pues sencillamente es hacer lo que se deba hacer Sólo un instante sin embargo, |contra todo lo que puede sobrevenir, por ejemplo: tú siem- A a E 7 O pre te levantas a las siete de la mañana, y tienes necesidad Se mást deóun nta EE ¡de levantarte a las cinco. El primer día por novedad lo ha- sufrir la presencia de la amar-|£85; Pero el segundo día ya no te quieres levantar porque ga realidad. sientes frío, porque estás cansado, etc. Tu voluntad no se Y ante la realidad, el alma se| opone, es decir, quieres levantarte; pero no lo haces. Sucederá deprime hasta hacernos sentir|que te sientas en la cama y luego te acuestas otra vez, no de los ojos la irritante humedad | Duedes quizá abrir los ojos y sientes que el sueño te domina, le las lágrimas. Estamos solas, p y tristes, derrotadas, sin esperan. [95 4ue te falta algo que empuje tu voluntad. De repente zas; después del derrumbamien- |pasa por tu imaginación que ya se acercan las 5, que apenas to del pasado, el dolor y la de- | tienes tiempo de llegar a tu trabajo y que te perjudicas si no solación imperan. vas. Entonces sientes un impulso que parece que te recrimina (Sigue en la Pág. 4) a tí mismo de tu poca fuerza de voluntad. Hay un algo que te empuja. Ese algo es el valor. Este acto de valor nació de que te diste cuenta, es decir, razonaste lo que debías hacer y luego tuviste el valor de hacerlo. El valor sostiene la voluntad. Muchos hombres tienen una potente voluntad, pero fla- quea muchas veces, y ya no le tienen voluntad a lo que em- prenden. En este caso sólo el valor es el que les sostiene. Supongamos que tú emprendes el negocio de cobrador. Los primeros días ¡la mar!, a puro gozar, porque sientes halagado tu amor propio desde el momento en que ves que traes una cartera llena de billetes, que te relacionas con algunas personas, que andas no más paseándote; pero cuando pasas un mes o dos, ya empiezas a renegar del negocio, pues las asoleadas son tremendas, las caminatas interminables; las personas te reciben mal, porque a nadie le gusta que le cobren; en fin, un sinuúmero de penalidades te hacen renegar de tu trabajo y ya no le tienes voluntad; quieres cambiar de ocupación. Te pones a pensar si te convendrá o no dejar el trabajo y después de mucho pensar, sacas en limpio que ningún negocio puede darte lo que ganas de cobrador y tu resolu- ¡ción es “seguir trabajando de cobrador”. ¿Qué haces ahora? ¡Ya no te gusta el trabajo y has resuelto seguir trabajando. Entonces tu valor impera sobre tu voluptad y sobre tus ¡escrúpulos, y dices: “tengo que seguir de cobrador, gústeme lo no me guste”. Adelante, pues y ni sientes sol, ni frío, ni ¡lluvia, ni nada. El valor arrea con todo, contra viento y marea. | Si, por el contrario, tier:es miedo, se agota tu voluntad ' y te acabaste; ya no eres cobrador ni nada. | Tú no puedes ser hombre honrado si no tienes valor ¡para serlo, porque aunque la fuerza de voluntad es mucha para resistir, si le falta el valor no resiste la tentación. Donde veas un peso mal puesto, sólo el valor de ser un hombre ¡honrado puede salvarlo. des | En nuestro capítulo anterior dijimos que cuando cometas lun error en tu trabajo, lo indiques al patrón para que éste no se perjudique. Parece una cosa muy sencilla, eso y sólo los hombres valientes lo hacen; pero los que tienen valor y moral. Cuando tú quieres tomar una resolución, muchas veces dudas si harás o no aquello. Eso se llama irresolución. ¿Cuántos hombres encuentras en el mundo a quienes les dices: “¿por qué no emprendes este o aquel negocio?” y te contestan “pues no me he resuelto todavía”. Esa falta de resolución es la falta de valor. El hombre que no tiene valor no se resuelve nunca a hacer una cosa de mérito. Le tiene miedo a un resfriado, al catarro, a la insolación; dicen generalmente: “Es muy di- fícil. Yo me he criado de otro modo. No me gusta el trabajo fuerte. No sé desvelarme”. Pobres! Pobres verdaderamente! Sólo el hombre que se considera débil es pobre en este mundo! Un hombre débil, un ser raquítico de cuerpo, pero grande ¡de alma; que tenga valor suficiente para luchar hasta el fin, ese vence mejor que docenas de mocetones con sus cuerpazos linútiles y que sólo son valientes para beberse grandes vasos de vino. Resuélvete siempre. Piensa mucho en una cosa para ¡que pongas todo lo que esté de tu parte, y luego resuélvete. 4 ¡Toma tu resolución tuerta o derecha y síguela, síguela al pie de la letra hasta que venzas. Sólo por razones muy po- derosas puedes cambiarla. Se necesita valor para ser franco. Distínguete siempre por tu franqueza. No andes con rodeos o como anda toda la gente creyendo que esos procedimientos son inteligentes y lo que hacen es perjudicar mucho. Nada de mentiras; pan es pan, vino es vino. s : Viene un amigo y te pide un peso prestado, tú no quieres 'prestárselo, pues no te hagas como se hace la generalidad, ¡diciendo: “Dé la vuelta dentro de un momento”. “Espéreme ¡a que me pague fulano que quedó de traerme un dinero aho- rita”. “Si le sirve para mañana, se lo puedo prestar”. Ma- ñana viene y le salen con otra mentira, y así sucesivamente, lo entretienen y lo hacen perder el tiempo y perjudicarse, pues deja de hacer agencias por otro lado. Tú no hagas eso, no puedes o no quieres prestar el peso, desengáñalo inme- |diatamente: “no puedo amigo”. Si te sigue terqueando, dile: “Amigo, soy un hombre franco, y cuando digo no es no”. Con este lenguaje entiende todo el mundo y no se perjudica nadie. Ojalá que todos los hombres fueran francos, qué facili- dad habría en los negocios; pero desgraciadamente sólo los valientes son francos y valientes hay pocos. Aquí tienes una diferencia palpable entre el hombre que (Sigue en la Pág. 4)

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