El Sol Newspaper, April 3, 1953, Page 4

Viernes 3 de Abril de 1953. y MEJOR! Juzgada Asi Por Los Expertos En Cerveza Y z AOS A Por el tercer año consecutivo, A-1 Pilsner recibió los más altos honores Internacionales. en competi- ción abierta a todas las cervezas Americanas y Canadienses — primer premio en las Competencias Interna- cionales 1952 De Cervezas sostenidas en Amberes, Bélgica. La Reina de las Cervezas 1] 1962 Arizona Brewing Co., Inc., Phoenix GANGAS EN CARROS USADOS NO DA USTED DINERO AL CONTADO! DAVE'S PARRACRAAAAA DADA LITTLE LOT 1410 W. Van Buren. NO SE DA DINERO AL CONTADO! Tel. AL 4-2093 Phoenix, Ariz. a | CAVANAUGH'S MARCA DEL DESIERTO MOSTAZA PRUEBELA Y USTED LA COMPRARA Teléfono: AL 8-9575. 1922 E. Van Buren. Phoenix, Arizona. La Preparación del “Maestro de la Salud” Se Vende En: “EL SOL” Producto “AMAZON” Dairy Food Manufacturado por “AACUC” Bajo la Supervisión de! “Curandero”, "El Maestro de la Salud”, A. 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En el altar mayor se ve- nera una imagen de Jesús tos- camente esculpida, y debajo de la hornacina que la con- tiene, se lee en caracteres an- tiguos esta inscripción: “Amaos los unos a los otros”. En los últimos dias de la [guerra civil, la partida de vo- luntarios liberales que man- daba don Santos Fuentes, iba una tarde camino de Errazu. Caminaban los guerrilleros confiados y tranquilos con su jefe a la cabeza, sin- temores de encuentro o emboscada, cuando de pronto sonó un ti- ro y silbó una bala, que pasó entre los guerrilleros sin cau- sar daño. Todos dirigieron sus mira- das a la iglesia, pudiendo dis- tinguir una nieblecilla de azu- lado humo, que coronaba el grande y cerrado portal del templo. Fijáronse entonces los gue- rrilleros en una irregular tro- nera que una mano inhábil había abierto en la recia ma- dera de la puerta, y hasta vieron asomar por ella la bo- ca de un fusil que volvió a despertar los ecos de las mon- tañas con una nueva detona- ción, seguida por el grito de ¡Me han muerto!, que profi- rió uno de los de la partida. ¡Maldito sea! —gritó con rabia Fuentes, amenazando con el puño cerrado hacia el? cerrado portal de la iglesia. —Muchachos —dijo después a los suyos— a cazar a ese lobo. El cura de Errazu, don Va- lentín Salvagoitía, oyó per- fectamente estas palabras, y sus duras facciones se anima- ron con una sonrisa de cruel- dad y desafío. Volvió a car- gar su fusil y cuando lo tuvo preparado, exclamó: —;¡Perros! Apuntó e hizo fuego. Don Santos Fuentes y sus partidarios acercábanse sin precaución alguna a la igle- sia, con una loca sed de ven- ganza. —;¡No disparéis! —decía D. Santos—quemaremos la puer- ta y la iglesia si es preciso. ¡Hay que matarle a navaja- zos! El cruel cura preparaba su fusil a toda prisa y hacía fuego, repitiendo: —;¡Perros! —Abajo la puerta —dijo don Santos a los suyos al lle- gar hasta ella. —A cultazos, a patadas: la quemaremos si no cede. Salvagoitía gritó desde den- tro: —¡Viva la religión! ¡Viva Carlos VII! —Espera, cura —respondió don Santos. —Me has muer- to dos hombres; pero te que- maremos vivo. —;¡Viva la religión! ¡Cana- llas! —repuso Salvagoitía, y poco después oyéronse sus pa- sos en la escalera de la torre. Asomóse a la barandilla del campanario e hizo fuego nue- vamente. Don Santos golpeóse la ca- beza con ira. E CAI LEE Y DA CONSEJOS Dice el Pasado, el Presente y el Futuro. _Nombre é Iniciales, 2202 GRAND AVENUE (En un “Trailer“) —Quemad la puerta! —di- jo. Aproximaron los guerrille- ros haces de ramas a la re- cia puerta, y prendieron fue- go al reseco combustible. Y cuando el fuego iba al fin penetrando en la madera del recio portal, y una llama inmensa subía hacia la torre y el humo rodeaba a ésta co- mo una nube, lo mismo que gritos desesperados de soco- rro sonó un trágico repique con el que Salvagoitía llama- ba a sus feligreses a la lu- cha. Los aterrados labradores escuchaban el sonido de las campanas como habían oído las voces y los disparos, sin atreverse a abandonar sus ho- gares. De pronto sonó un ruido; terrible, y millares de chis- Amaos los Unos a los Otros pas y nubes de humo negruz- co subieron rápidas al cielo. La calcinada puerta había caído. Cesó el repique, sonaron nuevos y precipitados pasos en la escalera de la torre y una voz ronca gritó desde el interior de la iglesia: —Entrad, canallas; aquí es- toy! Don Santos y sus guerrille- ros se precipitaron a la nave del templo. Reinaba en ella una me- drosa oscuridad. —¿Dónde estás, cura? — gritó don Santos. Salvagoitía no respondió. —Habrá ido a la sacristía a revestirse —dijo con voz (Pasa a la página cinco) PAGINA CUATRO Todo Está Cumplido (Sigue de la página dos) vano, porque Longinos padecía una enfermedad crónica en la vista y era casi ciego. En aquel momento los verdugos, repuestos algún tanto del asombro que les causaba la fie- reza de los elementos, se acercaron a las cruces, y viendo que Dimas y Gestas aún no habían muerto, comenzaron a quebrarles los huesos. Longinos hizo que su caballo se acer- cara hacia la cruz de Cristo casi hasta tocarla, y alzando la lanza, exclamó con bronco y poderoso acento: —Falso profeta, yo también me río del miedo de tus compatriotas. Por fin has muerto sin que yo haya visto un milagro de los que dicen que has hecho; es un desconsuelo, y la punta de mi lanza va a demostrarte mi justo enojo. Longinos asestó un terrible lanzazo en el costado de- recho de Jesús. La acerada punta abrió uná ancha herida en el santísimo pecho del Nazareno. Por aquella herida brotó un caño de sangre y agua, que corrió como un purísimo , arroyo por la lanza de Longinos, humedeciendo sus manos. Longinos sintió al contacto de aquella sangre algo extraño dentro de su ser. Maquinalmente la lanza se desprendió de sus manos, y se frotó los ojos. La sangre de Jesús tocó sus rojos párpados, y entonces Longinos notó con asombro que había recobrado la vista. En seguida lanzó un grito, y ba- jando de su caballo, exclamó: ; —¡Milagro! ¡Milagro! ¡Jesús, Dios mío, yo Creo en tu infinita providencia! S Y cayendo a los pies de Jesús, le adoró. Compre ESTAMPILLAS DE EASTER AYUDE... 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