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“EL SOL”, SEMANA“$IO POPULAR INDEPENDIENTE —!En! buen hombre, volvió a gritar ci m.smo. ¿Quién es aquel jinete que desempiedra la ca- “Lo ignoro, pero deber por lo mienós hijó de un rey, respon- ¡Jos caballos se perdieron:en lon- tananza. Má tranquilo sobre el peligro que de tan cerca le amenazaba, corieuzó ap reocuparse del pre- sente. evadir la terrible persecución de que era objeio, ni el otio a- cortar la distancia que se sepa- 1 raba del que con ¡anto empeño perseguía. Cingo conoció que la marcha de los caballos era tan igual, q Negro y borrascoso era el que menos desgraciado. |mente, y se dijo para sí: El marín, conduciendo una bande- ¡ Un pensamiento asalióle a la ja con viaudas y dos botellas de! vino. G0L60 Pensó en su amor y se creyó ...Enoe volvió a enirar en el ca- templo del Señor otdos los días de nuestra vida (Isaías cap. 38) Cesó el canto; Antipatro, preo |cupado aún como si jescucharz 4 1] |. —Enoe me ama; corramos a ...¿Ántipatro ao levantó la cabe-'el dulce eco de la voz de Enve 'su' lado, su saca se:á mti puerto!zu; un infierno rebullía en su'quedóse unos momentos sin dez «de salvacin, sus lágrimas el be- ¡Sexebro, un mundo de ideas le | plegar los labois. Mió el árabe.” “+ 2 pg mi hermano, dijo uno de los jinétes, dirigiéndose al otro. nada adelantaría, pues sólo enfie cercala, y más terrible “aún néfico consuelo que ambicionan preocupaba! y cuando el hom- as palabras del rey moribundc el caso de que su encmigo st el porvenir que su acalorada” ¡mis dolores, sus dulces y enamo: bre se halla en uno de esos pe-|habían llegado hasta” el fondc 13 Mismo creo, respondió a-|diera un tropiezo, podría :ogra: quel' a quien iban dirigidas a anteriores palabras. Entonces recurrió a un medio Entorices, Cingo, ya sabes tulmuy usado entre los hijos del deber. | desierto, y se reducía éste a ali- —Nunca .lo olvido, príncipe gerar a su corcsel-de caiga inú- mío... til y tenderse el jinete sobre el . —Que. Mercurio le preste a tu cuello del animal, para que su corcel sus alas. cuerpo, al cortar el aire en la ca "—aAsí lo espero, irrera, no entorpeciera la marcha Entonces Arquela> hizo volver” Cingo, resuelto a- llevar acabo gu.corcel en dirección al templo la estrategia, agarróse con fuer- y Cingo, el esclavo favorito de Za a» “la crines del caballo, y a Herodes, partió como una exha-;¡riesgo de caer, logró quitarle la lación en seguimiento de Anti- silla y la manta y demás arreos 'patro; .. déjando al-poco rato al cansado * El árabe se quedó sólo en mi-¡AMimal en pelo. tad de la alle mirando con es-! Enioricés $e echó sobre el cue- pantados ojos en torno suyo, co-|llo del caballo, y éste relinchó río «si quisiera explicárse' todo como si quisiera decirle a su a- lo que había acontecido en de- ¡mo: ahora sí que lo alcanzaré. rredor suyo en an poco tiempo. Pronto conoció Antipat.io que Luego, como si aquella pregun SU perseguidor ganaba terreno. ta que su curiosidad dirigía en Y Creyndo imposible salvarse y silencio a su entendimiento le. [NO teniendo bastante valor para * pareciera, muy difícil de respon- devolverse contra él, se le ocu- der, lanzó un prolongdo bostezo, "rió la idea de deparse caer del y estirando los brazos por énci- caballo y ocularse en uno de los ma de su cabeza todo lo que pue | espesos matorrales que por to- de un perezoso, se dejó caer so- das partes le rodeaban. bre un banco de niedra horizon- Firme en su resolución, reco- talmente y, cerró los ojos como : noció el terrena con una mirada, el hombzre que se dispone a dor|y.viendo que un recodo que for- mir después de un día de peno- maba el bararnco era el más a so trabajo. ¿3% ss * |propósóito para «que su manio- mente distinguía en lóntananza. En la terrible noche de su in- fortunio sólo se aparecía una es ¡de luz pura y hermosa. Aque'la estrelia era Enoe, su esclava favorita: Paloma del Nilo trasladada a ¡las mrágenes' «el Jordán antes | que el dulce arrulo del amor hu biera conmovdio a su corazón; la bella egipcia se unia al príncipe hebreo por la doble cadena: del amor y la esclavitud. p Cuando cansada la mente, des fallecido cl espíritu, semía An- al lado de noe en busca de u- na vida que iban consumiendo las discc:días de su familia. * Entonces el amor de Enoc eta el misterioso amuleto que le re- animaba. Porque ei amores” el TO:) Co- ¡leste que =2c sobre el corazón de los que pade:er' La sonrisa” de los ánge!es que viene a ahuyrr:- tar los (atigosus ensueños de la vida. Fecunas “1 belleza com» cl E- terno, rica en tesoros com: la tierra, hermoso como la luz nar trella que desde el cielo tempes tuoso de su dosgracia le envia-; ¡ba los suaves y tranquilos rayos tipatro que, su ser “languidecía | devorado por el hastío, volaba ' rados canios tornarán a mi es-¡riodos c.ítcos de la vida. nada|de su corazón, y éste latía de uz píritu la paz que tanto necesita. Isiente, nada ve, más que lo q'|modo extraño para él. Porque el amor es el remedio u- nive:sal de las penas del alma. de su escondite, y como ningún ruido se pe.cibía al derredor su- yo, después de o.ientarse sobre; el sitio que ocupaba y e! cami- no que debía seguir para llegar a Jericó, se puso en márcha sir| viéndole de guía el perezoso Jor- Formada esta resolución salió ¡le preocupa y aturde en aquellos instantes. ...4L tímida doncella no se atre- ¡vía a interrumpir el silencio, la ¡inmovilidad de su señor. En vano se afanaba por descu brir «el orien de aquel profundo ¡¿gdolor. Mujer, y enamorada, partici- pa de los dolores de un. amante Por fin, deslizándose del lechc y cogiendo un abanico de plu mas, comenzó a hacerse aire y a pasear distraído por ¡a sala. Enoe le miraba sin hablar. De pronto los ojos del seño se encontraron con los de su es clava, y entonces el señor fué : sentarse a los pies de la hermo sa egipcia, que le presentó si dán, que a pocá disatncia de a- sin comprenderlos, sufría con él; lseno para que reclinara su ca quel sitio se arrastraba sobre su lecho ¿de arena. > Algunas horas después, ya d: noche, el príncipe fugitivo llamó a la puerta de su esclava, y ésta le abrió tan pronto como supo que eya su: amante. Enoe era, como hemos dicho ¡en otra paret, una niña de die- ciocho años, tan hermosa, tan ¡trigueña, tan llena de vira co- mo puede serlo una doncelia na |cida en las riberas del río santo. Amaba a su señor como acon- tece a las esclavas egipcias, que se enamoran del que las com- pra, es decir, con un respeto que tiene muchos puntos de contacto con la doración. i Sólo un sentimiento agitaba el dulce y tierno corazón de a- quella pobre niña: el amor. Sólo ¡pero temerosa de enojarle, su- iría en silencio. ..*.. +1 E Entonces cruzó úna idea por |su mente. Sus húmedos y her- | mosos ojos se dijaron en una pe | queña arpa que colgaba de un ¡ clavo, A Sus manos se apoderaron de aquel instrumento, y pronto una' dulce melodía que. llega al cora- zón del joven príncipe le hace; volver la cabeza. —!Ah! ¿Estas ahí, Enoe? —Espero tus órdenes señor. —Canta, pues, hermosa mía; tu dulce voz me hace bien, !Soy tan desgraciado! —El amo indique a su sierva | la canción que más le place. —Tú no efes mi sierva, eres mi duicc amiga, puedes cantar lo que te plazca; sólo debo ad- vertirie que esoy un príncipe |beza. - Antipatro aceptó el ofrecimie: to enviando una sonrisa a Enoe y luego dijo: E —Has hecho bien en recordar me la plegaria del rey Ezequías, Desde este momento te ofrezcc ocuparme algo más de Dios : un poco menos de los hombres —Príncipe mío: de Jehová e mana todo lo bueeno y consola dor: de los hombres todo lo aci: go y pesaroso. Dios es la fuent: del bien que vivifica; el foco d luz que ilumina; pienéa en El ¡serás feliz, ámale y tendrás l: dicha sobre el pelvo de la tierr: —Veo, querida Enoe, que ti alma es tan bella como tu rostr: 10h! bendito sea el instante e: que mis ojos te vieron por la vez primera. Bendito el día ex .Qque formamos este pequeño nidr Viernes 5 de Enero de 1951. 9). besos y tus hermosos cantos. —-'Antipatro, Antipatro! Mur- muró la esclava acariciando la rubia cabellera de su amante con sus pequeñas manos: tu fe- felicidad comienza si tu corazón siente lo que acaba de expresar tu lengua. Porque el amor es el paraíso anticipado de los mor- tales. El príncipe hebreo selló con un beso las palabras de Cévu is.nis- da. Enoe, llena de felicidad con el ruisueño porvenir que le brinda ba el amor, apoderóse del aba- nico de eplumas de Antipatro, y comenzó a hacerle aire como si quisiera ahuyentar de la mente de su amado el resto de soni- bríos pensamientos que le agi- taban. . —Mañana, continuó el prínci- pe, cuando fortalecido mi cuer- po por el descanso, llegue la no- che, que es la protectora de los desgraciados, reuniremos nues- tra pequeña fortuna y partizo- mos a Egipto. Como los á.abes de Yemen, alzaremos nuezt-a tienda en las orillas fértiles del río santo. Tú, mi hermosa Enoc, e enga: lanarás como las desposadas de Israel, para que yo te contemp'e eternamente con amor y be'a bi felicidad en tus miradas. El. - color del jacinto que tanto rie gusta, será el de tu calzado, Mientras tanto, Antipatro lle- gó*a Ta fuerta de Damasco, y atropellando a los curiosos, que a la sombra de sus cuadras y ro bustas totres comentaban el a- bra no fuera descubier'a, fué deslizándóse. hacia. ci cuarto trasero del animal y se dejó caer quedando derecho en el suelo, carada de la inafiana, él es.el un nombre sabía balbucear su maná sario. que: sglos y siglos; Cobarde y encontadora boca: llueve s3h.el os desagruciagos, | Antipatro. como invisible "mano del Eterno derra | pero una mirada de su «unueño ¡muy desgraciado a quien persi- jado gue la muerte muy Je cerca. a recompensa .que;*la| Soiía acordarse de ¿a patrla;* 'en donde tú, blanca paloma de Nilo, me haces olvidar con tu: Enoe se estremeció.ó Ó dulces arrullos de amor, las te Antipatro comenzó a comer ¡rribles tempestades que agitar ma sobre sus: dolores, . H a contecimiento del día, salió al campo haciendo retemblar con el. precipitado, galope. de su ca- ballo los chatos arcos y las hue- cas troneras. Poco después, Cingo, el negro, salía en seguimiento del hijo de su rey. 3 E —Belcebú os guíe, exclamó un Eza maniobra fué ejecutada con tanta rapidez, que Cingo no' pudo verla a causa de lo que- brado del terreno. q : Amar y ser amado.... compren balbucierftte lenguaje de s, descifrar las expresi- Antipatro tuvo buen cuidado va; f.azes sin ruido de las mi- de pinchar el traséro del caba- |radas, sentir los dulces efectos llo con la daga que llevaba en ds un suspiro embalsamadó con la mano a tiempo de dejarse 'el aroma del coraón que nos lo caer, de mood que el corcel, li- envía, tener un seno amigo en bre del peso de su dueño y heri-|donde reclinar neustra frente hebreo arrimándose al muro pa- ra no ser derribado. —Están locos, murmuró otro. —Dí más: bién que huyen de la :chamuzquina, dijo a su vez do por el acero, redobló su vola- dor escape. > El príncipe fué a oculatrse en la maleza y poco después, vió, cargada con los negros pensa: [mientos que agrupa el intortu- ¡nio; tener ,en fin, un nido de a- mor en donde pueda olvidarse la perfidia de los hombres el ruido del mundo, ¿donde mayor un Mozalbete. * oculto entre las ramas pasar co- “=¿Lo- mo-una sombra fantástica la ne ¿ Hor gra y sombría figura de Cingo, la ciudadi al afeminado hijo y al sombrío esclavo de Heródes? La conversación se hizo gene- pal, peró en.voz baja, y-los jine- tes se perdieron entre las revuel ¡ tas vedregosas que cercan la | purta de Damasco. -.. Y Una hora de carrera desespera da a merced de sus caballos lle vaban los dos jinetes, sin que por eso hubiera podido ni el uno 2 Sps cial Checking “Aecount ventura, para qué más felicidad Isobre la tierramientras llega la hora de laeterna recompensa.? Por eso Antipatro, que al ocul- tarse en la maleza del barranco, se crey óel hombre más desgra- ciado del universo, comenzó a tranquilizar su tempestuoso: es- 'píritu, porque el recuerdo de E- noe descendió sobre «su frente como un bálsamo consolador, como una armonía celeste. tendida sobre su caballo. Pasó un cuarto de hora, y las pisadas de los caballos se per- dieron. a, lo lejos. Cingo siempre tendido sobre el cuello de su corcel, esperaba impaciente el instante en que los caballos se juntaran-para a- poderarse de su enemigu. Anlipatro comenzó « respirar cuando el eco de las pisadas de ...and believe me/ opening a l necial (hacking Account TOMORROW / * A ia S tarting tomorrow, this young woman is going to use her'head instead of her feet. No “more fatiguing hours spent walking around + town to pay bills... no more tiresome, impatient waiting inslow-moving lines... no more aching feet and tattered temper. : She is going to pay bills the time-saving, a trouble-saving way —by check. And she will save money, too, with a Special Checking Account. No monthly service charge, no charge for deposits. No minimum balance is required. She will need to keep Pe How. Low:ost Way Do Pay By Ple "> NO MONTHAY SERVICE CHARGE HO MINÍMUM BALANCE iO CHARGE FO2 DEPÓSITS MEMBER FEDERAL DEPOSIT INSURANCE only enough money on deposit to cover the checks she writes. The only cost is for checks — and-a book of ten checks costs just $1.00. 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Antipatro pagó aquel recibi- miento afectoso con un beso y una sonrisa, y antes de que su esclava le dirijiera la palabra lea dijo: k —Querida Enoe, tengo una hambre terrible; hace más de einte horas que no como, y con tra mi costumbre me he visto pre cisado [a correr a pie una distan cia considerable. !Oh! mis deli- cados pies me han dado una prueba de su fortaleza; pero. con esa prueba se han hecho peda- zoS....mira. Y Antipatro que se había de- ¡ado caer sobre eun almohadón, señaló sus pies a Enoe. Esta se arrodilló y los besó respetuosamente. —!Eh! la dijo el príncipe le- vantándola con cariño; deja aho sa los pies y ocúpate de mi estó- mago, querida mía. Enoe. salió de la pieza enju- gándose las lágrimas. . a. pobrreniña:nio había desple- gado sus labios, Su amor no ha- bía encontrado palabras bastan- te expresivas para demostrarse con toda: la belleza de su senti- miento, y recurrió a la muda elo cuencia de las lágrimas y las miradas, patrimonio exclusivo de las almas sensibles, de los corazones 'amanéts. Antipatro vió salri a su escla- va y la acompañó con una mi- rada dulce; y cariñosa. —-'Pobre niña! se dijo, sólo los dioses lares podrán revelarte tu porvenir, cuando los esclavos de mi padre arrojen a mi cucerpo la cadena opresora que me prepa- ran. Un suspiro sigiuó a estas pa- labras. Luego, separando con su pe- queña mano los desordenados cabellos que caían por su frente, se tumbó en el lecho, y apoyan- nos quedándose en aquella ac- titud por algunos momentos. CAPITULO 1 ,Un Demonio. . distraídamente y Enoe, después mi vida. de buscar una canción analoga a. las cricunstancias, se atrevió —La felicidad es la hija pre ¡dilecta del amor. Las tiernas a a decir ivecillas son felices porque ama. —Señor, en la historia de tu forman sus tiendas en las flo ¡pueblo se hallaba un rey llama- tantes ramas de los árboles, des do Ezequías, que próximo a la de donde elevan su canio mat | muerte salvó su vida por la fe nal hacia el Dios que fecundiz: que le inspiraba el Dios de sus el grano que las sustenta. mayores. El profeta Isaías le a- Como nada ambicionan, sus do los codos en el almohadón, dejó caer la cabeza entre las ma nunció quince años más de vi- da. Cuando él sólo esperaba .vi- vir un instante. A la vaz del pro feto, el reloj solar de Acaz re- trocedió seis -grádos y el sol su- bió de nuevo al horizonóte por la parte de Oriente. ¿Quieres q' preludie el canto de gracias que eleveó a sú Dios 1 rey Ezequías? —Oigamos el canto del rey. Enoe comenzó un acompaña- miento que: tenía: una duizux: una vaguedad indefinida, y po co después su voz argeniina co meenzó a Cantar la poé.ica pro sa de Isaíás de esta manéra: “A la mitad de mis días entra- ré por la puerta del *sepulero: privado me veo del resto de mis años. “Ya no veré al Señor mi Dios “sn 'la tierra de los que viven. “No veré ya más a hombre al- guno, nia los que morarán en dulce paz. “Se me quita el vivir y se va a legar mi vida como la tienda de un pastor; mientras la estaba aún urdiendo, entonces él me ha cortado; de la mañana a la noche acabarás conmigo, oh Dios mío. “Esperaba vivir hasta el ama |necer: el Señor como un león ¡fuerte había quebranatdo todos ¡mis huesos; pero por la maña- na decía: antes. de anochecer a- :Aabarás, oh' Señor, mi vida. :Estaba ¿yo como un pollito de solondrinas, gemía como las pa omas; debilitáronse mis ojós de mirar siempre a lo alto: del cielo Mi situación, Señor, es muy voi lenta; tóma atu cargo mi de- fensa, % “Mas, ¿qué es lo que digo?, ¿Cómo no me tomará El bajo su patrocinio, cuando El, mismo es el.que.ha hecho esta?.... Reposa ré, oh "Dios mío, delante de ti con amargura de m6'alma todos los años de mi vida. en tales apuros: se'halla lá vida de mi alma, castígame, te rue- go, y castigado, vivifícame. “Ved como se ha cambiado en paz mi amarguísima aflicción: y Tú, oh Señor, has librado de la perdición a mi alma; has arro- jado tras de tus espaldas todos mis pecados. glorias todos los que están en tus alabanas los que están en qué bajan a la fosa esperaban Donde se prueba que no es di- ver el cumplimiento de tus ve- lfícil dormirse en los brazos de rídicas promesas. un ángel y despertar en los de remos nuestros salmos en el “10h, Señor si esto es vivir y |: “Porque no han de cantar tus el sepulcro, ni han de entonar poder-de la muerte; ni aquellos “10h, Señor Sálvame, y canta- sueños son tranquilos, sus: can tos son aleg.es; cuándo la noch: avanza, mientras la madre d calor con su cuerpo a los ¡rági les huevecillos, el padre enam rado corre a. posar sus de'icad: plantas sobre el industrioso'n do, y después de acariciar con : pico la suave pluma con ql ¿Natura ha engalanado la cabez de su compañera, se quedan d midos mirándose mutuamente con amor. Un rayo de sol, una go.a « rocío, algunas semillas esparc das sobre la tierra del paraís que han elegido para amars es todo lo que ambicionan pa el día venidero: y Dois eetrno v lador de lo creado, nunca dej: sin realibar las esperanzas de las aves, porque todo lo esperar. de El, y sólo en El confían. ¿Por qué, pues, el hombre nc imita a las aves para ser dicho 30? —Porque el hombre, Enoe, pe; tenece'a una raza maldita y. an biciosa, que mira el amor comc un pasatiempo ameno 'de la vi- todo de sus aspiraciones. Porque el hombre lucha y se devora para engrandecerse con el despojo de ss víctimas: y su hambriento orgullo nunca queda harto..aunque reuna montones de-oro, y la vandiad nunca st contenta aunque vea encorvarse su cuerpo bajo el peso de las dig nidades, Pero yo te juro, Enoc mía, regenerarme. Tus palabras han- levantadc un eco dulcísimo en mi corazón Esas preciosas lágrimas que se desprenden de tus negros o- jos, borrarán con sus húmedo: rocíos la memoria de lo que fuí. Tu amor y sólo tu amor será desde hoy en adelante mi mayor fortuna, mi constante pensa- miento. 1Qué vale. una corona de orc cuándo quema las sienes que o- prime, comparada cun la que tus' hermosas manos pueden te- jerme de rosas embalsamadas * con el perfume de tus besos y el aroma de tus suspiros!.., 1Oh, conozco que he sido un insensato!...Gocen en buena ho- ra mis hermanos. de la heren- cia maldita de mi feroz padre. Elévense sobre el sangriento trono de Jerusalén los de mi ra- za. ¿Qué me importa? Mi patria será desde hoy la que tú elijas, mi fortuna tu amor mi palacio una tienda donde nos cobijemos los dos, mi ambición tu felici- dad, mi tesoro tu corazón, tus «siguieron a las palabias de a- ¿dee los labios del príncipe. da, y la ambición como el gran; Por tu esbelta cintura coloca:ó con mis manos el suave ceñido de lino, y un manto finísimo de blanca lana cubrirá tus delica- das formas. Yo adornaré con, yo- yeles tu nevada frente, y tus o- rejas con ricos zarcillos de coral. Tus delicadas manos amasarán tortas de flor de harina como las princesas de David; ya'a tus pies te adoraré como a la reina de la hermosura y del amor. Porque te amo, Enoee, pero de un modo desconocido para mí hasta el mo mento. Porque tú eres una nece- sidad de mi vida, un segundo ser de mi cuerpo, la mitad de es- ta misteriosa alma que se agita en mi sre, Algunas frases entreco:adas mor, y luego un beso, un norn- bre y -un suspiro se escaparon Después se quedó dormido en los brazos de su esclava. Aquella naturaleza delicada no pudo resistir más tiempo, pagó su tributo al sueño, Enoe siguió abanicando la hermosa cabeza de su amante. El amor de la contemplación brilló con todo su fuego en las negras pupilas de la egipcia. La hermosa extranjera no se atrevía a moverse por no desper tar a su dueño. Así transcurrió una hora. Antipatro, embriagado “e a- mor, había hecho promesas que estaba muy lejos de cumplir, porque era ambicioso, Eroe le había preguntado; conocía a su amante y esperaba con la resig- nación de la mujer enamorada que el tiempo y sus caricias le hicieran desistir de sus temera- rias empresas. El príncipe se había dormido en sus brazos, y el sueño iba 'a revelarle con su ruda franqueza lo que el'amor no se había atre- vido a comunicarle despierto, —Hijo de reyes, balbuceaba en «sueños Antipatro, tu puesto es un trono... la vida es nada cuando se arriesga por una co- rona... quede mi cráneo insepul- to si los anillos de oro de la dia- dema de mi:padre no enrojecen con su contacto la piel de mi frente. Un trono... un pueblo a- rrodillado a mis pies, y cien le- giones que doblen su cabeza yi desnuden sus espadas a mi voz.. eso ambociono.... Pero la desgra cia me acaricia con sus descar- nadas manos, y la fortuna 'me vuelve la espalda enojada...Mal- dito... maldito... sea el matador de mi padre... su podrida sangre circula por mis venas y quema el corazón... pero !ah! la muer te sonríe sobre su cabeza.... está pálido. como un cadáver... tiene sus largos y amarillentos brazos sobre la corona y la retira con horror, porque ha encontrado otras manos que acariciaban sus : hojas de laurel... son las manos * de su hijo, de emi hermano Ar- quelao.... pero yo tengo aún o- culto entre los pliegues de mi túnica un puñal cuya punta es- tá envenenada con la ponzoña que me ha vendido un árabe..... y ese puñal se sepultará en la y 4 garganta de mi hermano, y su corona será mía... yo seré el rey... SÍ, rey... !Oh! !Qué her moso será ser rey! e Continuará la semana entrante