El Sol Newspaper, February 24, 1950, Page 3

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Viernes 24 de Febrero de 1950. SECCION DE CONSULTAS PARA LA. MUJER ENEDINA — Los hombres son así, amiguita, se pre- sentan como una víctima del destino, cuando desean explo-. tar ese sentimiento compasivo que hay en' toda mujer, de modo que no crea usted a ese señor sino la décima parte de lo que le cuenta, y en cuanto a consolarlo, hágalo usted, si así lo desea, desde el punto. de vista de la simple humanidad, | pero al mezclar el amor er este: asunto, puede significar pa- ra usted un conflicto tan serio, que a su vez tendrá que pe- dir urgentemente que la consuelen. FLOR — Ha permitido usetd a su mente soñadora, q” suba hasta tocar el azul del imposible. La caída, amiga, se- rá tremenda si no trata usted de suavizarla antes. La ilu- sión y el deber, están jugando en su caso una partida tre- menda. Aparentemente, la ilusión lo puede todo, pero el dé-. ber acaba por imponerse siempre y cuando eso ocurra, la si tuación usted, que se ha apartado del camino recto, será sumamente difícil. La ilusión no es sino humo de hermoso color, pero sin consistencia alguna y por lo tanto, incapaz de sostenerla en el viento. Usted contrajo el sagrado deber forma alguna su responsabilidad. Ha traído usted un hijo a de ser fiel a un hombre; si no lo quería, ello no aminora en l avida y esto es suficiente para que su deseo Je lograr una felicidad de segunda afección, sea imposible. ANGELITA — Desde Guendale, escribe usted y su pre gunta es algo difícil de conetstar pero sin embargo lo hace- mos con gusto. Dice usted que hace tiempo está enamorada de un joven y que este joven tiene a la vez una novia y se lo ha dicho a usted, que le ha dicho que ama a esta otra joven y por que élla daría la vida, pero que a la vez la ama a us- ted y dice usted quesolamente la visita cuando no tiene com promiso con la otra. Dice usted también que trata de acer- _ carlo y que hace la lucha porque pierda con la otra. — An- gelita, es usted muy inocente y está jugando con lumbre, ningún hombre que tenga un poquitillo de interés en una damita le dice que está enamorado de otra, ningún joven q' se precie en algo hace eso y creo que este joven solamente trata de burlarse de usted. Tal vez tenga algún plan, quizá hace el papel de enamorado tomándola a usted como instru- mento para dar celos a la otra. Usted se está perjudicando, pues sin sentirlo, le va usted ofreciendo su amor, el desper- tar será muy duro para usted. Deje a ese hombre, hágale ver que usted no és atn tontita como parece, despídale us- ted y espere que llegue a buscarla un joven que la merezca y pueda hacerla feliz. MARIA de Mesa, Arizona — Si el que fuera su esposo le dijo un día sin motivo ni razón que deberían separarse porque era mejor para los dos y la dejó sin dinero, sin un solo centavo para sostenerse, todo esto a pesar de sus lágri- mas y de sus ruegos de que no se fuera y la dejara así, sin una explicación, sin decir nada, esque no la quiere, tenga la seguridad de que el hombre cuando ama, es capaz de cruzar el Océano en una chalupa para estar al lado de su amada. Dice usted que le dijo que si la quería y mucho, pero que te nía que partir y dejarla porque así era mejor. Fíjese usted 99. MOTORES NUEVOS GARANTIZADOS — 90 días ó6 4000 millas — Un pequeño recargo por instalarlo Otros Motores a Precios Comparativamente Bajos THE MOTOR EXCHANGE OSCAR HUNSAKER, Propietario (Frente al. Armory) Para beneficio de ustedes, se Habla Español Para obtener un: Motor Recompuesto Ford V8 Motor Exchange Manga del motor ligeramente levantada 610 WEST Ayuden en la Campaña para los Niños - Inválidos del Estado |ciona con el asunto de su esposo, debe usted llegar hasta 1 [nuestras oficinas y trataremos e: :e asunto. ampliamente ya 1que creo que se trata solamente (2 celos infundados y de q' Ihay de por medio dos niñitos y u*a nenita inocentes de esas E O EI MA SS IR A A IA A A A | FOTOGRAFIAS cs bien María, usted le ama y daría su vida por él, nunca le ha- bría abandonado, porque no lo hace él debiéndole tanto co- mo le debe? su cariño, sus sacrificios, su amor tan grande, el que le ha mostrado con hechos. Todo ha sido nada para él, es incapaz de comprenderla, pues según el tenor de su cartá es un hombre descorazonado y egoísta. Usted es joven y llegará el día en que comprenda su error y lo mucho que ed vale para sacrificar su vida a un individuo que sin du- da alguna la haría vivir una vida amarga. Olvide y acérque- se a Dios, El sabrá consolarla y darle resignación, pronto renacerá la esperanza y volverá a ser feliz. en que aparecían grabados el ro dando un salto, el templo No llevaban calcetines y calza.- con blusas regionales descota- que parecían pabellones. Deba- jo de esas faldas podía muy bien esconderse un pelotón de conscirptos. El Narigón y su acompañante incógnito tomaron asiento a una de las mesas, hasta donde legó,+. sonriente y estirado, uno de los “maitres' papel y lápiz listos para apuntar la orden. Hi zo una genuflexión de esas que se estudian ante el espejo anti- cipadamente, y después amplió su sonrisa de dentifrico, TERESITA — Para contestas su pregunta que se rela- tonterías nos cuenta en su carta. ¿stoy segura de que cuan- do usetd hable personalmente c:--migo, cambiará enetra- niente de pensamiento y volverá a su hogar llena de ilusio- nes y de deseos de ser feliz y de HF -cer feliz a su familia, Ha- ga un esfuerzo y venga a verme. : Narigon Mendieta Engño Mútuo Cansado de vagar por las ca- lles más céntricas de la capital, “El Narigón” Mendieta, casi con la lengua de fuera, buscú un baico de la Alameda para to- mar merecido reposo. Allí esta- ba también un caballero de as- pecto distinguido cuya mirada <trbiase clavado cn insistencia vr. la majestuosa mole «de. hotel si Mu en la acera de enfrente. Contagiado, “El Narigón” con- templó iguamente el lujoso ho- tel y ambos cambiaron después una sonrisa, acercados por su El desconocido consultó la car ta con detenimiento, para que les; preparasen una comida que bien revelaba el espicúreo gus- to de ambos comensales. Para irlo trabajando, Mendie:a abordó el tema de los “restora- nes', con el propósito de hacerle más grato el momento. Y surgie ron de sus labios algunos cuen- tos muy a propósito con el am- biente en que se hallaban. —La dieta más estricta es !a que llevan los diabéticos — co- menzó cicendo El Narigón—. Si. embargo, las chicas diabcti cas son las que dan los besos más dulces. El caballero festejó el chiste, y esto animó al ilustre hijo de Ce'aya, para continuar alegre- —Muchas gracias...En. fin, ari poo e misma actitud. yamos. . —Una vez pude presenciar —Grandioso hotel, ¿verdad —| Y los dos cruzaron la transita una escena muy chusca —aña- dijo Mendieta, tratando de en- [da vía,'para entrar al regio ho-|dió, soltando ya de plano la sin sartar la hebra de la conversa- [tel, en cuya escalinata un mo-|hueso—. Imaginese usted que ción, a la cual es tan afecto. [no vestido de larga levita roja, lun parroquiano llamó al mese- —Sí, señor-< repuso el caba-|pantalones azules y cachuca ro y le dijo en tono de reproche: llero, con un movimiento afirma | verde, dab el respecto de una |*!Mozo!” !Me ha dado usted un tivo de cabeza—. Es un magni-!guacamaya australiana. Su ma- pedazo de suela en lugar de un ¿Acepta ustted, amigo mío? —¿A qué?— inquirió el caba- liero, sorprendido. z —A tomar un 'whiskazo' y uno o dos platillos suculentos —Pues si es usted tan amable Aunque apenas acabamos de co nocernos. No me parece pruden te una invitación tan repentina como inesperada. —Es que usted probablemen- te no me conoce. Yo soy hombre de grandes empresas y me gus- ta departir con las personas q” ma caen simpáticas. un lujazo que asusta. espinazo ante los recién llega-len el acto: “¿Y qué, señor?.... —Lo conozco —agregó El Na-|dos, y después estirar una ma-|¿Acosa quería vsetd que le tra- rigón, para no achicarse ante el|no velluda de simio para reci- ljera un par de zapatos? otro—. Como me agrada lo bue-|bir la propina. Fué entonces Volvió a reír el desconocido, no, ya he visitado al restorán”.|cuando el desconocido sacó un lla cual acabó de animar “El Y he comido brutalmente. La co|billete de cinco pesos y se lo re |Narigón', seguro ya de la con- cina es de primer orden, y la bo|galó al multicoloro tipo. quista de su nuevo amigo, para dega posee las mejores. etique-| —Este amigo —pensó Mendie|lograr el pago de la cuenta, tas. Lo único que pasa es que |ta, fijándose además en el bri-| Yo conocí —expresó en st. le cobran a uno hasta los boste-|llantazo que su compañero lu- |guida—a un dueño de una fon- zos. Yo pedí un filete “a la Cha-[cia en la corbata—, es de provelda que se enamoró de la hija tó-mondong”, y me encajaron |cho. Yo no tengo con qué pagar una cuenta de veinte pesos. la comida, pero procuraré con- —¿Le parece a usted caro?—|quistármelo, para que al final objetó el desconocido, fruncien-[sea él quien azote con la cuenta do el ceño en un gesto de incre-| Entraron a uno de los restora- dulidad. 7 nes. El de mayor postín, Abun- —Sí, bastante caro pero a mí|daban los turistas de allende el no me amilanan los precios ac-|Bravo, vestidos de distintas ma- tuales —indicó Mendieta, echan!|neras. Los había pulcros, correc- do el resto—; porque estoy acos|tos, con corbata. Pero también tumbrado a pagar por lo mejor.|podían verse ejemplares mara- Hasta me permito invitarlo. villosos con camisas de seda Pa ÓN LE DUELEN LOS PIES?? Nosotros eorregimos los Arcos Caídos, Flat Feet, Dedos Foreldos, Ampollas, Callos, Talones Adoloridos. Todos estos males son la causa de: PIERNAS ADOLORIDAS Y DOLORES DE ESPALDA Dr. H. B. Murray, Ph. T. Phoenix Arizona Teléfono: 2-1552 resperta a las prspinas, e. asun o ha llegado a ser verdadera- ur. mcsero, y es capaz de tirarle a la cara el billete. invadido de santa cólera. Hay que darles veinte, aunque la cuenta sea de diez. Por eso se explico uno que hay meseros con residencia pro pia en Polanco y auto de dece c::indros a la puerta. Además, desde que se puso de moda el vestirlos con esa chaquetita 'ea- ton” blanca, pechera almidona- da, corbata de mariposa y panta lones negros con franja de se- rientes, ya no los aguantan ni sus parientes. Cada uno de el!os 145 al Este de PRECIOS ESPECIALES PARA LOS XMAS 317 E. MADISON ' LA PRIMERA ES | Gratis “José” de Hollywood ; . Corte Este Anuncio y Llame a 3-1406 para q le den una cita LA BOTIC SE HABLA ESPAÑOL : 825 E. WASHINGTON Western Studio 331 WEST WASHINGTON STREET puente de Brooklyn, un pingui- no abriendo las alas, un cangu- del Taj Majal, las pirámides de Teotihuacán y un loro huasteco. ban sus pies con huaraches de Cuernavaca. Ellas, azafranadas, das, y faldas amplias y largas se siente el “bello Brumel”, o el AAA A IA - * TAPATERIA PABLO- CALDERON _Página Tres, caballero Casanova. Y no come- ta usted la imprudencia de pre- sentarse con una amiguita ape- tecible, de silueta tentadora y atractiva, porque son capaces de enamorársela, !Y se la lle- van.! Aquí fué donde el desconoci- do soltó la primera carcajada de la serie. Y El Narigón experi- mentó la :ntima vanidad de es- tar durmiendo con su misma plática al acompañante. Después de reír a sus anchas, el caballero aquel le dijo a Men dieta: —Mire usted discretamente hacia esa mesa de la derecha. .Se trata de un millonario muy lespléndido, que cená con su jo- ven esposa. El Narigón contempló a la pa roja. El era un señor bastante eniradito en años, con la cara agria como ácido c. ncentrado. Ella, en cambio, era un botón primaveral, que quitaba el hipo Después de observarlos, Mendie ta tuvo este comentario: —El mejor lujo que puede os- tentar una mujer de esta época, es lucir un marido millonario. Siguieron saboreando lenta y concienzudamente los diversos platos que componían el menú, regado con Jos mejores vinos. El Narigón, al engullir todo a- quello, sintió que su cavidad estomacal, agradecida hasta el máximo, entonaba un aleluya. Y como quería redondear su con quista pros,guió de este modo: —En otro restorán de pomada el “maitre' se acercó solícito a un cliente, y le dijo: “No olvide usted, señor, que aquí disfruta- rá del mejor servicio, Si usted pide un huevo. fresco, se le trae rá el más fresco. Si pido un po- llito tierno, y así pasa con todos los pedidos." En eso nos gusta exagerar, para dejar satisfechus a nuestros, favorecedores”...Y el cliente se apresuró a responder- le: “Pues me ha reventado us- . ted, amigo”...“¿Por qué, señor... fico ed'ficio. Y por dentro tiene|yor éxito consistió en doblar ellasado..” Y el mesero le replicó |“Porque yo he pedido un bistec pequeño, y a lo mejor me traen una molécula.” Nueva carcajada estrepitosa del desconocido, y nueva satis- facción íntima de El Narigón, q' se dijo para sus tejidos interio- res: “Este tipo ya es mío”, con la misma seguridad que cuando Napoleón le quitó la corona al Para y se la puso él mismo so- hre la rala cabeza. Y para re «“Jel c.cinero, porgue la: chiva es|forzar su ya definida situación taba para comé:sela. Y por lo 3'|i¡argó otro cuento de la misma índole. —Oiga, mesero —ex“.amó un mente escandal so. Usted le Ja |par1oquiano, extrañado — 'Qué ahora cinco pesos de propina alm':agro que no anda por aquí el gato de la casa! —Es que murió ayer —repuso el empleado de la fonda. —¿Con que se murió, eh? !Po- bre animalito!..! Mire, por las dudas, ya no me traiga el gui- sado de liebre. Prefiero un par de huevos fritos. Volvió a soltar el trapo de la risa el caballero que acompaña- ba a Mendienta, y éste se per- mitió el lujo de un cuento más, afianzando así la simpatía que había despertado con su labia incontenible. —Fiíjese usted, caballero —ex- la Calle Madison Servicio en Composturas de Calzado. .Personal Competente MEDIAS SUELAS DESDE $1.25 a $1.75 PABLO CALDERON, Propietario. AAA PAN - AMERICAN PRODUCE CO. 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Al día siguiente, el propietario del 'restorán' hizo e: cambio de esta manera: “:Pá- jaro que VUELA a la CACERUE —!Ja, ja, ja, ja — prorrumpió el desconocido en la más sonora de las carcajadas emitidas. Y hasta le dió unos amables gol- pecitos con la mano a Mendie- ta en la espalda. El Narigón consideró que ha- bía llegado el momento supre- mo. Y revistiéndose de toda esa frescura Polar de refrigerador q' lo distingue, abordó la cuestión expresando: —Amigo mío, y conste que ya lo considero como un amigo cor dial y franco: hay cosas que suceden en este mundo, y que merecen una detallada explica- ción. A mi me está ocurriendo . una de ellas, y necesito expli- carla, Cuando yo le invité ama blemente a que comiéramos en este lujoso hotel, creí que lleva ba mi cartera llena de billetes en el bolsillo interior del saco. Pero una auscultación dáctil me ha llevado a la convicción de que olvidé esa cartera. ¿Có- mo podríamos arreglar la cuen- tecita que hemos causado aquí? Si usted paga, yo estoy dispues to a regresar sin pérdida de tiempo, y reintegrarle la mitad del importe, porque debo adver- tirle que todos mis actos, en es- te accidentado planeta, se han normado sobre bases de la más estricta honradez. —¿De modo que olvidó usted su cartera?— interrogó “el otro, dibujando una sonrisa irónica. —Si señor. Se lo juro bajo mi palabra de honor. —Pues no se preocupe, que yo estos trances los arreglo fá- cilmente. sy ' El Narigón sintió el deseo im- petuoso de estrecharlo entre sus brazos, pero se contuvo. 'La ba- talla estaba ganada!. Llamó el desconocido al “mai tre”, y con la mayor familiari- dad le indicó: —Mire, Sepúlveda, apunteme esto en mi cuenta. E Con todo gusto, señor Nen- clares. Mendieta abrió tamaños ojos de puro asombro. Y volviéndose al 'maitre' le preguntó: —¿Pero este caballero tiene aquí tantas influencias? A lo cual replicó el maitre: —Imagínese usted si las ten- drá, que es el dueño del hotel! eiii Pide protección la industria textil de la lana Los señores Carlos Prieto, Eva risto Araiza y Mariano Grana- dos, en representación de “La- nas Peinadas Mexicanas,, estu- vieron en la secretaría de Eco- nomía, para pedir al licenciado Antonio Martínez Baéz, la inter vención de dicha dependencia del Ejecutivo a fin de evitar la importación, a cuota arancelo- ría reducida, de mechas o tops' en virt:ud de que existen en el r.is industrias como la repre- «(tada por di:hus señores y la Cun pañía LanerY de Méxi- $. /. que puedan pein»: Jos mi lu: es de kilos anuales le Jana, con posible ventaj+ para el be- neficio de dicha materia prima de producción nacional. Sucede que hay dos cuotas, una alta y otra baja para la im portación de “tops' y esta última está perjudicando sensiblemen- te a la industria lanera nacio- nal. Por tratarse de un asunto que más bien“incumbe a la secreta- ría de Hacienda, el licenciado Martínez Baéz, ofreció tratar ese asunto con el titular de aquella dependencia del Ejecutivo. —p OS ES CIERTO ..... NOSUTROS Reponemos los Botones que se Pierden... Remendáinos rasga- LAB ERIA 7 LIMPIADURIA 138 S. Ist, St — Tel.

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