El Sol Newspaper, December 17, 1948, Page 3

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Viernes-17 de Diciembre de 1948. COMO ESA FUENTE Por ALFONSO JUNCO Señor, yo quiero ser como esa fuente que pusiste en la hondura, recatada de los vanos ruidos de la senda. .... Quítame todo lo engañoso, y dame -€l inefable don de la divina simplicidad. Vivir desconocido, en oculta quietud. Ser la limpieza casta y pristina, ser” la mansedumbre y ser la claridad: ... Hundirse en una suspensión amorosa, en un arrobo tan diáfano y tan hondo, que abajemos el cielo al contemplarlo, lo sintamos vivo y augusto dentro de nosotros. . . . Y después de la unción contemplativa filtrarse con sigilos evangélicos para regar el bien. Ser savia nueva para alentar tristezas y desmayos, y ungir florecimientos. . . Ser cariica, y ser gracia y frescor, y en toda cosa —roca hostil, blanda margen, viejo tronco brote. impúber—, poner las suavidades de una sonrisa luminosa y buena. Y ante el hosco tropiezo del camino, saltar con ágil impetu riente, besándolo al pasar. . . Ser una dévida . pernne, y derramada, y jubilosa, y una consolación 'inacabable para la sed de todos Jos sedientos . . . Y cantar, cantar siempre—bajo el alba o entre la noche, por amables sendas o por rispidos cauces agresivos—, una canción divinamente dulce. .. Señor, yo quiero ser como esa fuente. ... CONTRA DOLOR USE BALSAMO SALVADOR mBuUpera Vausados por Restrio De Venta En Todas Las Boticas Cnando su Ropa Salga de Nuestros Talleres de Lavanduría o sastrería, saldrá: PERCETA, LIMPIA, ESTERILIZADA y NUEVA UNION CLEANERS NATALIO VELAZQUEZ, Propietario. - Ble Recoje y Entrega a Domicilio, llamando al tel.: 4-8519 1017 Este de la Calle Jefferson ” Nosotros invitamos a todas las personas que gusten LS Visitar Nuestra Planta. La Agencia de Funerales preierida por los me- xicanos. Se habla español y se sirve con respee- tuosa actividad. Contamos con magnífica ampbu- lancia para el transporte de enférmos. LLAME AL TELEFONO: 4-3119 1020 WEST WASHINGTON ST. PHOENIX, ARIZONA le» para alivio Cde dolores de Espulda y Pecho xs C0S0 EL GRAN LEDON De su nombre a FELICIANO le complace lo FELIZ, ÍLa Cueva del León NUEVA YORK — Durante las sesiones de 1 aAsamblea Ge_ neral de las Naciones Unidas en París, el secretario. general Trygve Lie celebró una entre- vista con el delegado yugosla_ vo Ales Bebler y con el ministro de Asuntos Exteriores de Aus- tralia, doctor Herbert W. Evatt, Al hacer las presentaciones de rigor, Lie dijo a Bebler refirién_ dose al doctor Evatt: “Mr. Be. bler, presentó a usted al maris_ cal Tito en la Comunidad de las Naciones Británicas” xXx Ben Grauer, de la National Broadcasting, estba dirigiendo un programa de transmisiones emanadas de las capitales eu- ropeas. Mientras hablaba el co mentarista de, París, Grauer exa minaba un texto que estaba en su escritorio. Llevaba puestos los audífonos, para saber cuán do debía comenzar a hablar, y al través de ellos oyó que le decían: “Alce la cara Ben”. Vió así a su jefe que desde el otro. lado de la vidriera a prueba de sonido le mostraba un letrero: “No conecte con Roma, sino con Londres”. Grauer cambió su tex to e hizo la presentación del co mentarista en Londres, La co. municación con Roma estaba interrumpida, pero como no se lograba atraer la atención de Grauer, por ond acorta se avisó a Londres que dijeran a Grauer que alzara la cabeza. XXX Los fotógrafos de “noticieros” en el aeropuerto de Idlewild se indignaron por la forma descor. tés con que los trató un policía que levaba la placa 286, y se quejaron con Frank Doyle, del Departamento de Policía, el cual no halló datos sobre quien tuviera esa placa, averiguando en cambio que el agente en Idlewild no pertenecía a la Po_ licla de Nueva York, sino em. el decir que lagañeaba cuando a diario LAGAÑEA. i NATALIO VELAZQUEZ En su nombre de pila tiene NATA y tiene LIO, sabido es lo primero es fórmula cuasi exacta, pues por los frutos se puede saber que es D. Natalio hombre de la flor y nata. deseo muy de corazón Mas por lo tocante al lio, que sea con una changuita y no con el Gran Ledón. ? Pa , CHENTE CANALEZ Mucho tiene de VICENTE y mucho más de vidrioso, cuando se le para enfrente DON TEJONES — pleado de la Autoridad del Ae, ropuerto. ¿Qué había sido, en- tonces, de la placa 286? Tras de nuevas pesquisas se supo que cuando se comenzó a destruir en 1905 la Jefatura de la Polí_ cía, la placa 286 había sido co. locada en la piedra angular o “primer piedra” del edificio. Xxx El vicepresidente electo, Al_ ben Barkley, estará en Los An. geles para ayudar a recaudar $150,000 destinados a pagar una parte -del difícit del Partido De mocrático. Durante la comida que se dará en su honor, se per mitirá a las estrellas del cine que pronuncien breves discur_ sos a cambio de sus aportacio. nes. personales de $1,000 cada una. xXx Georges Schley llamó por te_ léfono a Arhtur H. Sulzberger, del New York Times, y le pre. guntó: “¿Qué opina usted del nuevo Presidente?” Sulzberger dijo: “El INUEVO Presidente?” Seguimos con el mismo de an_ tes, o sea Truman” Entonces Schley le contestó: “Oh, no. Du rante los meses de septiemebre y octubre Dewey fué el Presiden Xxx Ferenc Molnar reveló hcae poco que los derechos cinema. tográficos de algunas de sus an tiguas obras fueron comprados por los estudios de cine hace añospor menos de $1,000 en ca_ lprivaciones, con exiguo ¡rio, hasta que un día se les hi./ ¡zo saber que los que reconocie. t ran al imperio de Maximíliano| AA a Ta II IIS "RISIONEROS EXICANOS - Por: JUAN DE DIOS PEZA Después de la heróica rendi_ ción de Puebla, los invasores enviaron a Francia muchos ofi ciales mexicanos, en calidad de Se les trató duramente al lle- varlos a Veracruz, tanto que muchos hilceron el camino a pie, sin alimentos, sín abrigo, sin consideraciones de ningún género. Los embarcaron en buques de segunda clase y les daban por mejor comida, galetas agusana das, restos de las que se fabri_ caron para la guerra de Crimea 'Era preciso remojar aquellos panes que parecian de madera y engullírlos para no- morir de hambre. - Llegados a Francia, se les re- partió en diversas poblaciones, y en ellas vivieron llenos de sala. y juraran no tomar nunca las armas en defensa de la repúb- lica, serían traídos a su Patria, conservándoles su grado mili_ tar, con el sueldo y las conside. raciones debidas, y los que no se juramentaran quedarían pa. ra siempre en Francia, expues. tos a los horrores de la miseria La indignación de la mayor parte de aquelols oficiales fué inmensa. Algunos, débiles de carácter, prestaron el juramen. to exigido por Napoleon III y en breve tiempo regresaron al suelo mexicano. Otros, patriotas de corazón, se negaron a la humilalnte pro- puesta y prefirieron soportar la pobreza y la muerte en tierra extraña antes que ser infieles a Su causa. Para gloria del ejército, hay que confesar que fueron mu. chos los que asó pensaron, y que, desde el día en que no les dieron un céntimo, se buscaron toda clase de trabajo honrado, yendo algunos, como el gene- ¡ral Manuel F. Loera, a marcar da caso. Uno de sus amigos tra-|tercios en la «Aduana, para co_ tó de consolarlo y le dijo: “Eso ¡mer un poco de pan y esperar fué hace mucho tiempo, y así mejores tiempos. deben quedar a usted los dere. | chos para televisión.” El autor | teatral movió la cabeza y suspi. ró.: “Para que vea usted como trabajan los abogados de las empresas de cine sepa que aun. que los contratos se hicieron antes de que Bell inventara el teléfono, contenían cláusulas sobre los derechos: de televisión” A ————— ¡ji HELLO - - MELLO!! . ABEERTA.PARA NEGOCIO PRIMERA LABANDERIA Y LIMPIA DE ROPA 188 al Sar de la CALLE PRIMERA Bastres Expertos y Remendadores Servidlo Rápido Precios Económicos — ALEKSANDER STUDIO 306 al Oeste de la Calle MoDowel Tel.: 3-8101 LOS MEJORES RETRATOS DE NOVIOS ¡Espocialisias en Retratos para Novios — Grupos y Soles 'Bambiién hacemos retrates de Grupos de Familia Retratos de Niños Y tenemos precies vspecinles en Fotografías de lo Mejer Di desea retratos de lo Mejor Visite el ALEXSANDER STUDIO Jlámenio por telóleno — Pro: 2 Más de cincuenta de estos ofi mente por algunos. españoles distinguidos, entre ellos el in_ olvidable y egregio general Prim, decidieron irse de Fran. cia a España para hablar la lengua de sus padres y estar al amparo de la proverbial y nun ca desmentida hospitalidad .cas tellana. Un grupo se resolvió vívir en San Sebastián de Guipúzcoa, y en ese grupo se contaba.el bra_ vo oficial don ¿José Montesinos. San Sebastián es uno de+los hermosos puertos de-la antigua] madre patria. Su playa es, sin duda, de las mejores del mundo para la estación balnearía, y el carácter de sus habitantes es honrado, sincero, franco y dis. ereto . Alegaron la campiña que ro. dea el puerto los ecos del tam. boríl, los melancólicos zortzicos y la fresca sombr ade los es_ pesos robledales. La sidra, llamada alli sarga- dúa y que rivaliza con el cham. pagne por su fuerza y sus con. dicoínes, es la bebida favorita de los vascongados, y nada hay más pintoresco que las fiestas populares, en aquella región sana y privilegiada. Campos extenso, suyo silen_ cio lo turba el cencerro de las vacas o el doliente canto de los pastores; montafias cuyos ale. gres picos se revisten de neblí_ na, firman el camino para lle- gar a San Sebastián, especie de ánade blanco que se baña en las ondas azules de un-mar siempre agitado y hermoso. tan bello puerto, hoy em.| so y de la ale- grano, DIOS | prisioneros de guerra. ciales heróicos, socorridos noble llegaron los oficiales nuestros y se hospedaron juntos en la ca. sa de una respetable señora. Confesaron a ésta lo grave de su situación, y ella les dijo: Nada importa, señoritos; a us tedes se les ve en la cara que son buenos, y mientros yo pue da les daré habitación, comida y ropa limpia, y ya me pagarán cuando puedan. ¡Pobrecitos de ustedes!, yo sé bien que están sufriendo lo que sufrieron nues tros padres el año de ocho. ¡¡Va ya! pues no faltaba más que hablando la misma lengua y siendo descendentes de españo. les,yo les cerrara mi casa. Vivid y tratadme, con franqueza.. Dios os. dará para pagarme, y si no, será lo mismo. Señora —le dijo Montesinos— nosotro corresponderemos a la nobleza de usted. Si no nos en. vían recursos, ya los encontra. remos; somos hombres, sabe. mos trabajar, y lo que anhela. mos es encontrar ocasión de volver a la patria, para librar_ ladel yugo extranjero o morir en los campos de batalla. ¡Claro, hijos de españoles! aquí se quedan ustedes y habrá para todos, no mortificarse, ni hablar de nada triste; ¡ea! la sopita de ajo está en la mesa y hay preparado un cocido con cada garbanzo como una ame. naza y con un tocino que ni en la mesa del rey lo han proba. do nunca. Con la generosa patrona vi. vieron los oficiales muy con_ tentos; pero un día dijo Monte- sinos a varios de sus camara. das: —Es preciso haber algo para que no se diga en San Sebas. tián que ha caido sobre el puer to y en esta casa una legión de gaznates aventureros, y se me ocurre una cosa. —¿Cuál?, preguntaron con cu. riosidad. En la vistosa ladera del mon- te Urgull está un castillo que se lalma la Mota y que ayer vi_ sitamos algunos amigos. En ese castillo se están llevando a ca. bo grandes obras de reparación y he pensado que hablemos con el coronel Esparza para que nos admita de albañiles; así tendre mos un jornal seguro y comere mos pan y queso, pero adquiri_ da con-honra y con el sudor de nuestras frentes. —¡Bravo!; aprobamos la idea y no hay que discutirla, reali. cémosla. Al siguiente día, más de quince oficiales, con el unifor. me del Ejército mexicano, se le presentaron al coronel Esparza, y Montesinos le dijo. en nom_ bre de todos: -—Coronel: somos oficiales... ——De México, si; ya conozco bien vuestra historia, prisione- ros. de guerra abandonados por los franceses. —Exactamente. Hemos prefe_ rido. la miseria 'a la deshonra No queremos vivir sin trabajar nos amarga un alimento y un hospedaje que no pagamos y venimos a pedir a usted un fa. vor que,no habrá de negarnos. —¿En qué puedo serviros, compañeros? —En aceptarnos como albañi les en las obras que tiene usted encomendadas en este castillo. —¿Como albañiles? —SÍ, como peones —respondió Montesinos—; tenemos fuerza y voluntad y queremos ganar el pan trabajando. Conmovido el cornel Esparza agregó: —No puedo hacer por ustedes más de lo que me piden, por- que soy un pobre, pero trabajen aquí, y desde este momento los considero en la lista y con los mejores salarios de que se pue. de disponer en estas obras. Al día siguiente Montesinos y sus compañeros llegaron al eastillo. al rayar el día, vestidos de uniforme. Despojándose allí de las ropas exteriores; cogie- ron las cubetas de mezcla, la cuchara de hierro, treparon a los andamios y se pusieron a fabricar la parte superior de un muro. La noticia cundió por todo el puerto, y cuando en la tarde concluyeron los trabajos y sa_ lieron los oficiales mexicanos, se encontraron en la puerta del castillo a as más grandes mo- zas del pueblo y de la buena!' sociedad, llevándoles cestas de y regá:coles flores a su paso. Mira -—-decía un hombre a dos cl uillos—, así ze honra a la p::.ia en el extranjero; así como cs bravos oficiales. Erado2 Juán Martínez Ville_ gas, q::> estaba a la sazón en el puel:o. Varios meses vivieron en San Sebastián aquellos nobles pros criptos, y al separase de allí no pudieron pagar toda la deuda a la generosa patrona de su ho- tel, dejando sólo un documento suscrito por el jefe de más alta graduación, en el cual se certi_ ficaba el tiempo de permanen. cla de los oficiales, el número de ellos,-la cantidad que debían anotando que sería pagada cuando triunfara la República, Corrieron los años; la Repúb. lica ondeó victoriosa su bande. ra en la tierra mexicana, y el gobierno, acaso por altas aten_ clones descuidó pagar aquella deuda sagrada. Después de nueve afios de la caída del imperio, subió a la presidencia el general Díaz y conoció de este asunto. Ordenó que se pagara inmediatamente, ¡Y con creces a la noble protec. tora de los oficales mexicanos. | Por cablegrama se ordenó el pago a nuestra Legación en Es paña, yun comisionado,en ple. no invierno, sobre espesa alfom bra de nieve, fué en tren correo a San Sebastián a entregar, de. lante del notario de la ciudad, la suma que se adeudaba. Vivía aun la señora Micaela Zugasti, amiga y protectora de los mexicanos expatriados; esta ba pobre, sin casa de huéspedes y sin recursos y por su delicada situación de salud y de intere. ses, era preciso darle con pre- cauciones la noticia. —Vengo, señora, a ver sl us. ted vende su crédito contra Mé. +xico. E —¡Nunca, porque tarde o tem prano me han de pagar! No ol. vido lo generosos, lo honrados que eran los oficiales que hos. pedé en mi casa. Los quise a todos como a hijos, y por ellos juzgo a México. Allí no han de haber entendido bien mi asun. to; pero el día en que alguno lo explique, me pagarán en se. guida, —¿Se acuerda usted de sus huéspedes? —Ya lo creo, pobrecitos; no deseaban más que dos cosas: pa garme e ir a combatir al impe. río. ¡Aquel Montesinos, que jo. ven tan inteligente!, ¡que bien hablaba!, ¡y cómo se fué con otros a trabajar de albañil al castillo de la Mota! alli, en una bóveda, está con pledrecitas blancas, una fecha y unas ini_ ciales: la fecha del día en que entraron de peones y las inicia. les de los que tuvieron esa idea ¡Qué buenos eran, señor, qué buenos! Hablaban de las costumbres de- México, de las comidas, de las travesuras a caballo y de los azares de la guerra. No me rreplento de haberlos tenido en mi casa en '”s noches canta_ ban no sé qué de las torres 1 Puebla y de los cangrejos; ¡an, pobrecitos! cuando se fueron los lloré, porque no soy intere. sable, y les había, cobrado mu. cho cariño. ' —Señora, dicen que se ha da- do orden de pagar esa deuda. —¿Cuando? —La pagarán dentro de cinco meses. —¿De veras? —O de cuatro. —¿Tan pronto? —£O de tres. —Eso es guasita. —O en este momento, si us_ ted quiere; aquí traigo la suma con los réditos. ,No es posible pintar la ale- gría, la emoción, la sorpresa q' provocaron estas palabras que fueron rociadas con lágrimas. Saldada aquella deuda, que revelaba la honradez de nues. tro gobierno, el comisionado vi. sitó la casa en que vivieron e. quellos oficiales, y después, era natural, el castillo en que al. gunos trabajaron como abañi_ les. En ese castillo, en la gale- ría que ve al nofte, en la bóve.. da de un ángulo vió escritas con. piedrecitas blancas una fe. cha, 1864, y esta dulce palabra que le llegó al corazón: México! AA — comida, ¿e frutas, vitoreándolos

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