El Sol Newspaper, July 20, 1945, Page 2

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A a Página 2. EL SOL SPANISH PAN-AMERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco Entered as second class matter March 20, 1940 at the Post Office Phoenix, Arizona under the Act of Marcb 3, 1879 No nos hacemos respomsables de las ideas emitidas ¿or nuestros colaboradores, Para precio de anuncio diríjanse a las oficinas si- tuadas en 62 - S.e3rd. St. Teléfono 3-4948. Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscrip tor desee que se cambie el envio del periódico a otra dirección, de- —berá notificarlo y acompañar la suma de diez centavos. SUBSCRIPTION; RATES Per Yoar $2.50 Six Months $1.75 Al] out-of-town subscriptions must be paid m advance for ut lenst a period of six months, . / conocia "All paymentá must be made to the Editor postal Address P. O, Box 2161 Phoenix, Arizons EL PADRE. Es JUNIPERO SERRA Jorge Wáshington se contaba aún entre los leales súbditos de Su Majestad el rey de Inglate- rra, y Don Boone engrasaba to- davía el rifle que había de a- compañarle en su primera ex- al oso ruso que estaba echando la zarpa a la costa del Pacífico, de Aláska a California. Reco- noció, sin embargo. la corona es- pañola lo útiles que serían los indios, y se la encomendó, de- jando para tiempo oportuno se- cularizar a los conversos pieles rojas poniéndolos bajo la juris- dicción civil. Pero el Padre Se- rra creía honradamente que a- cursión a Kentucky, cuando otro | explorador recorría el rincón más apartado de los futuros Estados Unidos, a 5000 kilómetros de dis tancia hacia el oeste. Era el pa- dre Junípero Serra que, a pesar de su humilde hábito de francis- cano, no cedía en arrestos y re- cursos a sus émulos de habla inglesa; ni tenía visión menos grandiosa del porvenir que aguar daba a la nueva tierra a la que quella nueva tierra pertenecía a los indios. Las casas mismas de las misiones estaban destinadas a ser suyas, así como el ganado, las -granjas y los productos de la organización misional, que los franciscanos hablan de limitarse a administrar, puesto que su re- gla les imponía la renuncia to- tal a los bienes terrenales. Al año, el padre había fun- dado ya, casi a 650 kilómetros, había unido su suerte a los*cin-¡en la costa montaraz de la ba- cuenta años de edad. hía de Monterrey, otra misión, El 16 de julio de 1769, dijo mi- [la de San Carlos Borromeo, más sa fray Junípero al pie de tosca Conocida por el nombre de mi- cruz, frente a la hermosa bahía [sión del Carmelo. Un año des- q' había de llamarse S, Diego. En fpués,, el infatigable franciscano aquel punto y hora consagró al|se entró en un día abrasador Señor la primera de las veinte|del mes de julio por un valle misiones de California que el¡de las montañas de Santa Lucía pueblo llama con efectuosa re-|poblado de robles, colgó de un verencia “el rosario del padre |árbol añoso la campana que lle- Serra”. Mal podían imaginar los|vaba consigo, y empezó a re- téstigos de aquella ceremonia—|picar. Viendo que nadie acudía, varios frailes franciscanos, al-¡se puso a gritar: “Venid, genti- gunos soldados y un puñado de|les! ¡Acudid a la Santa Iglesia! indios— que estaban asistiendo | ¡Venid a ver la fé de Jesucristo!” más que a los primeros pasos| No había 'un solo pagano a de una gran organización misio- la vista. Pero los tañidos de la nal, a la verdadera fundación |campana penetraron en la es- de California, tierra desdeñada¡pesura de la selva” y, al cabo por inaccesible, durante dos si- le un rato, apareció un indio a- glos, Isustado pero curioso vio como el Tal vez con mayor claridad ¡padre celebraba misa ante una que el propio capitán Gaspar de, cruz que había levantado. Antes Portolá, jefe militar de la expedi- ción, adivinó el padre Serra las inmensas consecuencias de aque- lla empresa. En la aridéz'del de- ¡de irse, recibió complacido los “regalos del-franciscano y no tar- dó en. volver, acompañado de gente de su tribu, Encariñáronse sierto abrasado por el sol, ro-|las sencillas criaturas con el frai deado de indios hostiles, viendo !le, q” empezó a aprender la Ingua a sus hombres morir del escor- indígena. Los desnudos pieles ro- buto, el franciscano soñó en una ¡jas unieron muy pronto su es. tierra florecida de naranjos y!fuerzo al de los hombres del tosco limoneros, cubierta por un: mar'sayal; todos juntos, levantaron de doradas espigas y habitada la rústica morada de la misión plazamientos que escogió fueron 'alzándose San Diego, Los Ange- les, Monterrey y San Francisco. De las nueve misiones fundadas por él, solamentes la de San An- tonio no ha visto nacer una ciudad en sus alrededores. Yá llevaba el padre Serra tres años en California y había fun- dado cuatro misiones, cuando hi- cieron crisis varias causas laten tes de descontento. Los nuevos dominios no daban rendimiento inmediato en rentas ni,en con- versiones; las colonias resulta- ban más costosas que el bajo ¡vrecio calculado de antemano. "odos los objetos y casi todos 3 alimentos tenián que traerse | azde enormes distancias a bordo | o pequeños veleros. Los indios, indignados por el trato que los soldados daban a sus mujeres, se vengaban con flechazos e.in- cendios. La misión de San Diego, había sido pasto de las llamas, y el misionero asesinado. Todas las demás estaban en peligro. Tanto el virrey de Nueva Es- paña (México) como el superior de los franciscanos, que residía en la ciudad de México, parecían inclinados a retirarse. Ante la idifícil situación, Serra decidió imarchar.a la capital —casi 4 mil ¡kilómetros de ida y vuelta— pa- lra salvar del fracaso las misio- nes de California. No podía adu- | cir en favor de su continuación ¡ganancia alguna material, y el | fruto espiritual logrado era bien | poco. Cuanto el padre Serra tenía en su favor suyo, era su esplén- dida visión"de lo por venir y la fé que su sinceridad parecía in- fundir dondequiera. Consiguió cuanto quiso: auto- ¡rización para fundar otras mi- siones; nuevas sumas de dinero; un camino por tierra a Califor- nia; y la inmigración de más co- lonos, principalmente, de fami- lías, y de mujeres que pudieran casarse con los soldados. Persua- dió al virrey y al superior, que se inclinaban a poner punto final a las misiones, a invertir en e- llas más sangre y más plata. Luego se vilvió a California para fundar la misión de Dolo- res (San Francisco), -la bellísi- ma de San Juan Capistrano en las colinas próximas a San Die- go, la de San Luís Obispo, y la de San Buenaventura. A los setenta años de edad, después de haber confirmado a inás de 5000 conversos, el noble padre Serra, sintiendo que las fuerzas no tadarían mucho en fallarle, emprendió a pie la visi- ta de las nueve misiones que ha- bía fundado, de San Diego a San Francisco. En todas ellas se dis- pidió de los apenados francisca- nos y los llorosos indios. Murió en 1784, en la misión del Car- melo. El tañido de las dos cam- panas atrajo a los doloridos in- dios que cubrieron de flores sil- vestres el ataúd de pino del a- póstol de California. El sucesor del padre Serra fue el padre Fermín Francisco por cristianos pacíficos. El padre Serra habla nacido en la isla de Mallorca el año 1713, y distaba mucho de ser el tipo de hombre que imagina- mos adecuado a las aventuras de la exploración. Varón estu- dioso, doctor en teología y cate- drático de filosofía, era en- deble de cuerpo y estaba aquejado de bronquitis crónica. Una pierna lesionada, le hacía caminar trabajosamente pero ello «no fué óbice a que recorriera 10 mil kilómetros, calzado con toscas sandalias, para llevar a cabo su obra de misionero. Trata: ba su cuerpo con rigor: dormía en el suelo, se alimentaba de raíces y semillas. Su ascendiente sobre los naturales era enorme, pues, mientras soldados e indios * se mataban unos a los otros, él pasaba desarmado y inerme por entre sus “hijos paganos”, como acostumbraba llamarlos. El gobierno del rey Carlos III de España no había enconmen- dado a Portolá la exploración y defensa de la Alta California con el objeto primordial de sal- var las almas de sus paganos habitantes, sino para anticiparse de San Antonio de Padua. ¡ Rústica morada, en verdad. Por ¡que las “iglesias” de aquellos ¡ primeros. años de valerosa lucha distaban mucho de ser las bellas y sólidas construcciones actua- les con sus muros espesos de dos metros, puertas artísticamente ta lladas, techos de pintadas vigas, fontanas rumorosas, jardines rientes, campanas musicales y claustros de grata frescura. ASÍ son las misiones que sofió el pa- dre Serra, pero rara vez alcanzó a ver terminadas. Las primeras “misiones” que fundó eran sim- ples albergues de ramas y jun- cos. Sin embargo, las actuales misiones se levantan cerca de los lugares donde el padre y sus sucesores clavaron la Cruz; por- que la elección de su emplaza- miento no-fue hija del capricho. Antes bien, el franciscano com- prendió que elegía lugares desti- nados a futuras colonias, y puso cuidado en escogerlos abundan- tes de agua, con suelo bueno y clima benigno, próximos a bos- ques que proporcionasen madera de construcción, y cercanos a la carretera costeña que tuvo el acierto de adivinar. En los em- COMPRE MAS BONOS DE GUERRA ¿Quiere Usted Verdaderos Antojitos Mexicanos? Sólo los encuentran en: LA CASITA La 1021 S. Central Avenue Taquitos a 10 centavos, Burros, Comida Limpia y Ape- titosa — — — — — CHITO Y MELLY, Props. Casita No.1 A! Lasuén, que fundó nueve misio- nes, entre ellas, la de Santa Bár- bara, la Purísima Concepción; la Soledad, cerca del Carmelo; San José,, cerca de la bahía de San Fracnisco; San Juan Bautis ta, cerca del Carmelo; San Mi- guel, en la California central; y San Fernando, en el valle de igual nombre. Después de haber terminado ¿sus trabajos el padre Lasuén, só- Vo se fundaron tres misiones: San ta Inés, cerca de SantawBárbara; San' Rafaél, al otro lado de la [bahía de San Francisco; y So- lano, en la región que ahora se llama “la tierra del vino”, en los soleados pagos alejados de la costa. Ante la sorpresa gene- ral, los rusos enviaron ,saludos y regalos a los padres que funda- ron las dos últimas misiones “más próximas al norte.” El padre Lasuén que era to- davía mejor administrador que el mismo padre Serra, elevó el sistema de las misiones al más alto grado de eficacia, influen- cia, y prosperidad. Aspiraba a que cada misión se bastase a sí misma, e hizo enseñar a los in- dios más de cincuenta oficios, para que hiciesen trabajo de car- pinteros, zapateros, canteros, ca irreros, vaqueros, pastores, etc,, que cada una de ellas requería. Las indias aprendían las artes de hilar, de tejer y de hacer ves- tidos. Se producían sebo, cuero, visijas, cestos, mantas, sillas de montar, jabón, velas y vino. En los huertos se cultivaban muchas legumbres. Se plantaron naran- ( jos, limoneros, olivos, almendros, nogales, higueras, palmeras y pa rras. Se araron extensos campos en los que se sembró trigo, ceba- da; maíz y avena. Los franciscanos crearon sis- temas de irrigación. Represaron ríos y construyeron embalses y acueductos. Bellas fuentes sirvie- ron de ornato a muchos de los jardines. También utilizaron. el agua para mover molinos de gra SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE no y aceituna. Muchos de los sistemas hidraulicos que instala- ron siguen utilizándose parcial- mente en pueblos y estancias de California. Las misiones, separadas apro- ximadamente por una jornada de viaje, fueron hospitalarios alber gues para los viajeros de aque- la época. Limpias, tranquilas, frescas, al amparo de la hos- tilidad de los indios, debieron de parecer refugios celestiales a la gente fatigada que llamaba a sus puertas. Una vez en su recin- to, el viajero podía conversar con los frailes, hombres educados e instruídos, o pasar el rato le- yendo en la biblioteca. El emplazamiento de las mi- siones decidió en gran parte el trazado del camino real, que co- menzó siendo un sendero, hecho por los activos franciscanos, y fue luego ensanchándose para permitir el paso a los trenes de carretas que venían de Méxi- co, Cuandos los Estados Unidos ¡emprendieron la conquista de California, hallaron que las hue- la única línea de comunicacio- nes militares. En la actualidad, tanto la carretera No. 101 como la línea de costa ferrocarril Sou- thern Pacífic, siguen aproximada mente la ruta del antiguo ca- mino real. En tiempos del padre Lasuén, la mayoría de las iglesias misio- nales empezaron a tomar el as- pécto que hoy tienen las mejor conservadas. Los franciscanos, q' no eran arquitectos avezados, hu bieron de resolver los problemas de construcción y arte que se les iban presentando. Una triste ex- periencia les enseñó que nada gra tan propenso a desplomarse por efecto de los temblores de tierra como una pared de blo- ques de piedra o de adobe. De ahí vienen los muros de dos me- tros de espesor, sostenidos a ve- ces por contrafuertes, que dan a las misiones su aspecto de soli- dez. Frecuentes incendios se en- cargaron de demostrar el peligro de los techos de paja, y los frai- les enseñaron a hacer tejas a los indios. El campanario, o a falta de esto, el arco que sostenía la cam pana era una de las caracterís- ticas más salientes de las misio- nes. Gustaba a los frailes hacer uso de las campanas y se,compla cfan en tocarlas para veneración y delicia de los indios que, co- mo todo el mundo, comprendían su vibrante lenguaje universal. Así fue comp las campanas se convirtieron en el símbolo de las misiones californainas. El tiempo no ha hecho más que dulcificar su voz. Su repique me despierta todas las mañanas y, hasta para un protestante como yo, tiene la gracsia de acompa- sar los primeros momentos de cada día al ritmo de la vida. Las iglesias misionales dieron ocasión a que se ejercitase en sus interiores el arte de los in- dios. La mayor parte de las pri- mitivas puertas de las misiones están talladas con líneas profun. das, paralelas y onduladas— el simbólico 'río de la vida” in- dio. Los discretos franciscanos permitieron a los artistas indios emplear sus formas peculiares para ofrecer a Dios lo mejor de sí mismos. Así fue como frailes y neófitos se unieron para crear un estilo característico de arquitectura y decoración. Las líneas suavemen te onduladas y el delicado colo- rido de las misiones están en per Xecta armonía con el ambiente que las rodea, Aparecen gratas, tranquilas, hospitalarias y fuer- tes. Han servido de inspiración y modelo al estilo distintivo de California, cuya carencia ocasio- llas del padre Serra eran casi| nal de mérito no es en modo al- guno achacable a los originales. Precisamente cuando las mi- siones habían alcanzado el más alto gado de utildad y belleza, convirtiéndose en la sola fuerza civilizadora que mantenía la u- nión delas comunidades fronte- rizas, asestoles un golpe mortal, primero el gobierno de España, y luego el gobierno independien- te de México. Las misiones fue- Iron secularizadas, esto es, reduci idas a simples parróquias con un Isolo sacerdote, y despojadas de cuanto tenían, salvo el edificio imismo. En muchos casos, a los ¡padres de la orden fundadora, ¡hombres instruidos y de ideales |elevados, los sustituyeron frailes | menos escogidos, algunos de los ¡cuales no pecaban por exceso de inteligencia y de piedad. Las ¡tierras de los indios, que bajo la administración de los frailes habían llegado a ser sumamente |productivas, pasaron a conver- ¡tirse en latifundios concedidos la los rancheros colonizadores de |México. Los indios, que habían labandonado su primitivo sistema de vida para adoptar el que les ofrecían los blancos, faltos aho- ra de uno y de otro, se vieron condenados a la mendicidad o la violencia. Cuando, perdida ya to- da esperanza, las misiones fue- ron abandonadas, el gobernador Pío Pico las vendió en públiea subasta, de la cual derivó pin- gues comisiones. Cuando llegó el ejército norte- americano el año 1847, las misio- nes se hallaban en el estado más lamentable, convertidas algunas en establos o bodegas de licor o destinadas a otros usos profa- manas. Algunas misiones que se ha- bían librado del descuido y el pi- Jlaje, sufrieron los excesos de una solicitud equivocada por parte de párrocos y congregaciones lo- cales que, creyendo embellecer- Viernes 20 de julio de 1945. LA PRESIDENCIA REORGANIZACIÓN DE FONDO * Poco antes de lag 11 a.m. del lunes 2, del actual, las cornetas las, las desfiguraron, añadiéndo. y los tambores de una banda les campanarios de madera, ras- de guerra de 21 salvas de arti- gando las paredes para colocar |llería anunciaron la llegada de horribles vidrieras de colores, CU ¡Don Manuel Avila Camacho a la briendo con capas de cal magní- Escuela Superior de Guerra. Iba ficas pinturas murales indias. 'a entregar placas, cordones y di- Con la mejor intención, se come ¡plomas de EM a 32 generales y tieron en ellas todas las atroci- jefes militares graduados en ese dades imaginables, que era nece plantel o en escuelas de «Francia sario deshacer. Todavía no se Bélgica, España e Italia a ha completado la tarea | Durante la ceremonia el Pri. La misión de San Rafaél había ' mer Magistrado pronunció un desaparecido sin dejar huellas. discurso cuajado de conceptos Soledad es un lamentable mon- Expuso su convicción de que los tón de adobes que se deshace día por día. Sonoma está con- vertida en museo local lleno de reliquias de la guera civil y los primitivos exploradores. Pero en la época anterior a Pearl Harbor se contaban por millónes los tu- ristas que acudían a visitar lo que aún resta de la obra misio- hal, siguiendo una ruta, marca da por el estado de California en que las señales son campanas de las misiones. Cada misión tie ne sus bellezas y encantos, pero algunas de 'ellas— Santa Bárba- ra, el Carmelo y San Juan Bau- tista por ejemplo, — se han vis- to, de tiempo atrás, especialmen te favorecidas a causa de su gran parecido con lo que fueron ¡en mejores días, tanto por el buen estado de su construcción loriginal como por seguir siendo “empresas en marcha”, bajo la dirección de los franciscanos, con hermosas bibliotecas, bellos jardines y edificios espaciosos; nos. Solamente la misión de Santa Bárbara no sufrió ni dejó de estar bajo el gobierno de los franciscanos. Cierto es que sola- mente se había permitido que permanecisen allí dos frailes; pe ro la religiosa pareja continuó viviendo en el descuidado capa- razón y conservando los precio- sos archivos de toda la obra mi- sional. Hacia 1888, los nabitantes del sur de California estaban ya con vencidos de la herencia de belle- za que suponían las misiones, y tan indignados contra la negli- gencia que había causado su ruína, que formaron una asocia- ción para la conservación de las misiones bajo la dirección de Car los F. Lummis, escritor brillante y sabio historiador. Con el prin- cipal objeto de salvar las misio- nes norteñas, se organizó en San Francisco el año 1902, la liga de monumentos californianos, a la que se unieron muy pronto las sociedades de “Hijos del País” e “Hijas del Pais”, en una cam- paña que se extendió por todo el estado para recoger las cuen- tas diseminadas del rosario del padre Serra. Volvieron a levantarse los mu ros, y a cubrirse con nuevas te- chumbres que los resguardasen de la lluvia, y el polvo de los altares que estaban a la intem- perie. Se limpiaron de objetos profanos los edificios misionales y, donde fue posible, las inme- diaciones de los mismos, Los ob- jetos sagrados, propiedad un día de las misiones, hoy en manos de particulares, fueron restituí- dos a quéllas, en su mayoría, ya por compra, ya por donacio- nes. No pocos protestantes se su- maron a la obra de salvamento, y algunos queno podían dar di- nero, se ofrecieron a trabajar gra tuitamente, Una pandilla de va- gabundos, que errabundeaba por las cercanías de Santa Inés, se sintió contagiada por la fervoro- sa cruzada de restuaración y a- portó su esfuerzo a la obra co- mún durante unas cuantas se- | YA Ocurra al AS ho COMPRE MAS BONOS DE GUERRA DESEA USTED VESTIR ELEGANTEMENTE ? ¡Y ROYAL BARGAIN STORE | en donde podrá vestir y calzar a toda su familia más económicamente Somos vecinos de EL SOL - 58 S. 3rd. St. - Phoenix, Ariz. Limpiamos y Planchamos ropa. — Se habla español. 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Dijo, en parte: “Sólo en contacto íntimo con el pueblo ,sintiendo al pueblo, ex- ¡presando “al pueblo. . ., puede un ejército nacional defender ¡fielmente las instituciones y ser, escudo contra la agresión de las tiranias y contra la codicia de los imperialismos. “La imagen del caudillo que, con la mano teñida de sangre, empuña las riendas de la admi- nistración y toma la pluma del ¡gobernante, no es en la actuali- dad una imagen válida que im- presione ni seduzca a las demo- cracias. El ejército nacido de una re- volución tiene derechos que no recibe de los fusiles, sino del pue blo de que es intérprete. “El ejército que utiliza las ba- yonetas para intervenir en lides personalistas dimite la autori. dad de su. investidura. “Los hechos revelan que el combatiente más efectivo no es Serra de un árbol la campana jo] autómata que destruye por des que debía congregar a los indios | trujr, antes al contrario, el hom- con sus tañidos. a : Aún con las pocas facilidades actuales de viajar, todos los dias bre que ama la independencia, que entiende la independencia y que en su conciencia defiende 1. y oracion ho as grupo lla libertad con el mismo denuedo ante las puertas del “río dela que en las trincheras. vida”, en la misión de Santa Bárbara; lo componen, soldados de guarnición en California, o de paso por ella, y sus fami- “El estado de guerra no nos ha Pasa a la página 3. quiera que sea la religión en que lias. Este renacimiento sereno de |comulguen, nuevos alientos de la santidad de los exploradores | fé para proseguir la lucha par la no puede por menos de despertar | democracia cristiana. en pechos norteamericanos, cual COMPRE MAS BONOS DE GUERRA -———A——— | 7th Avenue Auto Parts 12 AL N. DE LA 7 AVENIDA Partes Nuevas y Usadas para toda clase de Automóviles - Nosotros podemos ahorrarle dinero en cada pieza que ustedes necesilan para su Carro Cambios en Motores - Transmisiones y Diferenciales Nuestros Radiadores usados están limpios a vapor E Damos garantía de que no se calientan . Estimamos altamente su Negocio ADS PLY>< PAS DAS PA”, DAS DS DS PDD BAS DAS PASADAS COMPRE MAS BONOS DE GUERRA CANNES NN NOSE DAD EL- TEATRO RAMONA . De Domingo 22 a Lunes 23 de Julio. "HERE COME THE WAVES" Con: Bing Crosby y Betty Hutton "DOUBLE EXPOSURE” Chester Morris y Nancy Kelly También el Tercero episodio de "THE MONSTER AND APE* De Martes 24 a Miércoles 25 de julio. 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