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A y Viernes 30 de Marzo de 1945, Felicitaciones de Resurrección SMITHS RADIATOR SHOP 433 West Adams St. Teléfono 4-3604 Felicitaciones de Resu rrección de parte de todo el Estado mayor: S THEHALCO * SANITARIUM 367 N. 21st. Avenue .« Phoenix, Arizona. ... UN MENSAJE DE FE Y CONFIANZA EN LAS AMERICAS ! Liquor Stores 19 East Jefferson St. Teléfono: 3-1415 y 1621 East Van Buren St. Teléfono: 3-1296 Phoenix; Arizona. " SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Siempre fué Martina una mu- jer de mala suerte. Cuando muy ¡niña perdió a sus padres, quedó al cuidado de una vieja tía. ¡Y que tía! Adusta, mal encarada, |regañona y lo que es peor, pro- fundamente convencida de su sa ber y su valor. ¡Todo un desas- tre! Y al lado de aquel desastre humano vivió la pobre Martina varios*años, restados cruelmente a su juventud y a su gracia. Así, seguramente había vivido quién sabe cuántos más, a no haberse colado dentro de su alma asom- brecida un rayito de luz. La luz aquella partía de los ojos de nn ¡ himbre que trajo a su estéril exis tencia las desconocicidas dulzu-- ras del amor. La vieja tía se opu so al matrimonio, primero furio- samente pensando en el final de su inincua explotación. Después con menos bríos alentada con el considerando de que,, después de todo, no iba a tener q' mantener a la muchacha; accediendo des- pués, ante la esperanza de uno que otro regalito que-forzosamen te tendrían que hacerle los sobri- nos. Fué su época de casada, la ú- nica época feliz de su vida. Pero la condena era irrevocable. Esa época tuvo un violento y dgloroso final. Al año justo de casada, el esposo moría sin que los médicos lograran saber nunca el nombre ni el origen del extraño mal que en unos cuantos días lo llevó a la tumba, cuando apenas abrían a la vida un par de ojitos negros iguales a los suyos en la forma, en el brillo y en la expresión. Martina quedaba abandonada a sus propias fuerzas, empujada y retenida a la vez por la presen- cia del pequeño fruto dé su efíme ro matrimonio. La situación mo- ral y económica, se le tornó en- ltonces espantosa. Largos días pa- só sin comer casi, profundamente hundida en un extraño sopor de El Milagro de Semana Santa 1 que sólo lograba sacarla el llan- | vela, su cerebro y su alma absor- to de su hijo. ¡Cuántos días fue- |bían poco la poco la obscuridad ron esos? Nunca los contó, ni|Sobre la cama y cerea de su ma- imágenes aparecian cubiertas con lienzos morados. El niño lle- | gó ante el altar de la Dolorosa y viendo que se ocultaba a sus mi radas, no pudo soportar ya más. Su llanto estalló tumultuoso y| . Página 3. La Madre Divina la ponía a ella en el camino del huérfano para cumplir sus desiguios. Y los cum- pliría seguramente. Desde ese ins tante, el niño sería su hijo. Tardes después en el panteón desesperado, gritando: ¡Sus ma-|del barrio y sobre una humilde nitas se extendían hacia la Vir- [tumba blanca, donde se leía el nunca intentó averiguarlo des- | pués. Lo cierto es, que cuando, arrastrando un espíritu eh ago- | nía dentro de un cuerpo débil, | ¡cansado y enfermo, se lanzó a la lucha por la vida nadie hubie- ra reconocido la muchacha de a- yer. Era sólo un espectro del pasa do, de tántas ironías inlompren- sibles del Destino. El niño crecía lentamente, mal alimentado y mal cuidado. La ¡ mayor parte del día lo pasaba e- ¡lla en el taller y sólo por las tar- | des, después de dejar día a día | una buena parte de su existencia a cambio de contados centavos. podía dedicar unas horas al cui- dado del niño. Era entonces cuan Inaba tenazmente al niño en el amor de Dois, tratando de fijar len su alma la ieda de que la Do- lorosa que estaba a la cabecera del humilde lecho, era su propia | madre de la que todo debía espe- rarlo y a la que todo debía pedir En la iglesia misma del barrio, muy cercana a la casa, lo enseñó a conocer la figura de cuerpo en- tero de una Dolorosa, entre todas las demás imágénes, que eran adoradas por los fieles. Habían pasado cuatro años des ¡-de la muerte de su esposo. Cuatro largos años durante los cuales-no cesó de sufrir y llorar con un do- lor profundo, silencioso y recon- centrado, que unido al trabajo dió al traste con sus ya minadas energías. Y una noche, dentro "del miserable cuarto que le ser- vía de vivienda, Martina se mo- ría. Ese día, el primero desde a- ños atrás, no había podido levan tarse y ahora, entre las sombras do la asombrosa intuición propia ¡ de las almas que sufren, aleccio- | !Llévame contigo! -sus sollozos terrorificas de le noche, rotas ape nas por la miserable luz de una — E “ rando los tiros diabólicos que ustedes prend PA - de confianza en el Creador que nos abandona no entienden hoy pero entenderán mañana... TOLLESON TOLLESON PHARMACY 8 CAFE Comidas estilo de la Casa! | | | “Servicio Rápido'" Servimos con interés las necesidades de la salud de Tólleson. Da o o e e cm. Í i Í Í t Í ¡E E 0 ¿a o a DEAN 8: MC GAW MERCANTILE CO. Servimos con toda honradez y con todo en tusiasmo a todo mundo, desde ferretería durable, pinturas de las mejores, alimentos 11 frescos y carnes deliciosas! 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MENSAJE DE 5 S QUE lentonces la escena de la noche dre, el niño, a medio comer y a medio dormir,, se asía fuertemen | te a su mano como si quisiera retenerla, disputándola inocente- mente a la muerte que la recla- maba. En un esfuerzo supremo, Marti! na trató de enderezar al niño y obligarlo a que la escuchara. -Mira Juanito:- ¡amó con in- tenso trabajo- tu mamá se vá, hijo mio... -?Cuál. - interrumpió el niño inocentemente fijando sus gran- des ojos en la imagen de la Dolo- rosa apenas perceptible entre la -Yo, hijo móo,- continuó la en- penumbra. | gen oculta. En esa hora, la iglesia estaba casi desierta. Sólo una señora, de aspecto dulce y venerable, rezaba | ante el mismo altar donde el ni- | ño lloraba. Al darse cuenta de aquella extraña escena, tomó ca- si en sus brazos al niño, y llenán dolo de mimos, lo obligó a decirle el motivo de su pena. El pequeño, momentáneamente consolado, con esa facilidad que es atributo de la inocencia en los primeros años de la vida, contó a la seño- ra, como pudo, su tragedia. Ella lo tomó cariñosamente de la ma- no. -Anda, vamos a tu casa. Estaba profundamente interesa da en la historia del niño que se ferma cada vez con más esfuerzo. No mamá, tú no! No te vayas. hacían temblar la cama. -Ven, niño móo, no llores más. No te acuerdas de que si yo me voy, tendrás siempre a la Virgen contigo? Juanito * continuaba llorando prendido tenazmente al pecho ¡ enflaquecido y desnudo de la ma dre que se moría irremediable- ¡mente. Ella lo sabía, y al saber- lo, un cerco de hierro, profunda- mente torturante, se ceñía a la garganta seca, Poco a poco el niño fue quedán dose dormido, sacudido de vez.en cuando de inconscientes sollozos durante los cuales apretaba su manita sobre el pecho de su ma- dre, como poseído def miedo a la obscuridad, a la soledad y a la muerte, que agazapada en un rin cón lanzaba ya sobre ellos su te- rrible amenaza. Poco a poco tam bién, el fróo de la muerte fué! adueñándose de ella. Primero | los pies y las manos entraron en; el agua helada. Ya no podía mo- verse. Luego el agua fué subien- ido poco a poco hasta tocar su co | razón y su cerebro. Ya no distin- guía la luz de la vela. Quizás se había consumido. Ya no sen- tía sobre su pecho el peso de su hijo dormido. Tal vez había res- balado ,. . . Pero todavía pensaba y esto era lo espantoso. Una angustia indecible le estrangulaba entre helada subía, subía siempre. Lue go, una inexplicable sensación de hundimiento sin fín. . después . . nada. . Al día siguiente, los rayos del sol, penetrando por los vidrios ro- tos de una pequeña ventana, al posarse subre su cara desperta ron al niño. Lavantó la cabeza, mirando extrañado a su madre. Parecía dormida, pero estaba tán fría. . .la besó en la boca, como acostumbraba hacerlo todas las mañanas y un estremecimiento recorrió su cuerpecito. Su boca también estaba tán fría y tán quieta. . .Le llamó primero cari- foso, después angustiosamente. La madre no respondía. Entonces el niño, ante lo que imaginaba desamor e su madre, toda t ernu- ra hasta entonces se sintió ofen- dido y levantó sus ojos al cuadro en busca de amparo. La Dolorosa lo miraba fijamente como espe- rando que se acercara. El niño sonrió LEVEMENTE, recordando anterior. Su madre le había dicho que se iba. Tal vez quería irse de verdad y por eso no le prestaba atención. Pues bién, él se iría, entonces, con la Virgen. Lenta- mente yespiando el semblante de su madre, bajó de la cama y ca- minó hacia"la puerta esperando la reprimenda, pero ella nada di- jo. Juanito salió a la calle y se encaminó a la iglesia. Era el vier nes de una Semana Santa y las EL PASO BUFFET Calle Tercera y East Washington (En la Esquina) sus tentáculos de hierro. El agua ¡b) - le presentaba incompleta y confu yacía Martina muerta desde la noche anterior, la explicación no pudo ser más completa, más elo- cuente ni más dolorosa. nombre de Martina junto al de su' hijo, las manos inocentes de un niño depositaban su ofrenda de flores. Cerca a él, una señora de aspecto venerable y dulce, lo contemplaba conmovida mien- tras en 1 os últimos rayos del sol que caían sobre su frente, como encontrar la señal dé bendición de dos madres que allá en lo alto del cielo azul, sonreían satisfe- chas ante la misión religiosamen te cumplida. Y Felicitaciones de Resurrección SHOUP LUMBER COMPANY 600 E. Washington St. La madre humana había muer- E mas al entrar al cuarto donde to, dejando al niño abandonado. ciones de Resu- rección! GRAND /. ¿HOTEL —< El Hotel Hogar | )Sinceras Felicita Calle 5ta. y E. Washington Tel. 4-4187 1 , / E | | + Central 89 cuartos con aire fr 546 West Adams St. DUDAS D FS a NUESTRAS MUY SINCERAS FELICITACIO- NES EN LA PASCUA DE RESURRECCION + Light and Power Company PHOENIX, ARIZONA. PHOENIX, ARIZONA Teléfono: 3-3200 Phoenix, Ariozna. D ) IDORTAEA De Arizona Nuestras Felicitacio- nes de Resurrección para nuestros amigos Hispano- Americanos de aquí y para los com ponentes de la Típica Mexicana que se hos- pedó en este hotel! En el Distrito Come-cial de Phoenix lo, para una persona con baño $2.00; para 2 personas cuarto con baño - $2 y $2.50. — Sin baño $2.00. — Precio por semana de Es un buen Hotel, muy pacifico (como la propia casa) WILLIAM P. SMITH .00 $1.25 y 7.00 a $9.00 ( Gerente Tel. 3-9981