El Sol Newspaper, March 18, 1960, Page 4

PAGINA CUATRO “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE VIDA Y HAZAÑAS DE JOAQUIN MURRIETA . . . (Viene de la página 3) tumbrado, y quiso venir a San Francisco a procurarse algu- nas distracciones. —Está muy bien, objetó Valenzuela. Vamos a ver si logramos despertarlo. Y, aproximándose a la ca- ma, administró a su camara- da algunos puñetazos bien da- dos, que lejos de producir el efecto deseado, arrancaron solamente a Jack Tres-Dedos una sorda exclamación y ju- ramentos entrecortados, tales como el de caramba. Sabiendo Joaquín que no podía vigilar a García todo el tiempo que permaneciesen en San Francisco, trató de evitar su presencia cuanto fuese posible. Con este fin compró una tienda de campaña que man- dó clavar en una de las altu- ras de la ciudad, no lejos del hotel Frémont, es decir, cer- ca de la esquina de las Calles Battery y Vallejo. Todas las noches Joaquín y Valenzuela salían de su ca- baña para visitar la Bella U- nión, Diana, el Dorado y otras casas de juego. Perdían y ga- naban cantidades de oro con una: facilidad, una calma y tal: gracia, que excitaban la admiración de los asistentes y hasta de los mismos banque- ros, que son, como es sabido, los hombres más impasibles del mundo. Una noche, los dos bandi- dos entraron en la Bella U- nión, y ya se preparaban pa- ra sentarse en una mesa, don- ¡de se jugaba faro, cuando les ¡llamó la atención un gran nú- mero de curiosos que rodea- ban una mesa en la cual se acababa de iniciar una intere- sante partida de monte. Nues- tros hombres se acercaron y vieron a Jack Tres-Dedos, sentado casi frente de ellos, teniendo delante de sí, de cin- co a seis mil pesos. Acababa de perder una suma casi igual y el banquero arreglaba tran- quilamente los naipes, para comenzar una nueva partida. Por fin, éste dejó caer sobre la mesa un rey y una sota: Jack, sin titubear, colocó to- do su haber sobre el rey. El banquero siguió sacando nai- pes, y por fin llegó la sota: en pocos minutos hizo pasar las fichas de Jack a su lado, sin que en su fisonomía se no- tase el menor destello de sa- tisfacción. García pidió al sir- viente un vaso de Brandy, que apuró filosóficamente; luego salió del salón del juego, sin articular una palabra. Joaquín y Valenzuela, no habían sido vistos por su ca- marada. Todavía permanecie- ron una hora larga en la Be- lla Unión, yendo de una mesa a otra, ganando aquí, perdien- do más allá: después se reti- raron, sin haber tenido nin- 28 - 30 MILLAS POR GALON 60 Ford Falcon $295 al Contado y $58 al Mes FALCON DE DOS PUERTAS, SEDAN. USTED ENCONTRARA GENTE AMIGABLE EN: Read Mullan FORD 28 E Van Buren AL 2.6541 (ESQUINA DE CALLE PRIMERA Y E. DE LA VAN BUREN) A guna aventura desagradable. Al salir de la casa de juego, se encaminaron a un fandan- go mexicano que había en la calle de Jackson, donde halla- ron algunos compatriotas, hombres y mujeres que bai- laban en una atmósfera de polvo y humo, al sonido de un tamboril, y un mal violín y una flauta chillona, como un silbido. Los bandidos se mez- claron con la concurrencia, y pasaron allí parte de la no- che. Eran más de las dos de la madrugada, cuando salieron de la casa de baile, para vol- ver a su cabaña. Joaquín ha- bía perdido en el juego, una suma bastante considerable, al extremo que, después de registrados todos los rincones de su equipaje, sólo se halla- ron en posesión de cien pesos, entre él y Valenzuela. Esta suma era bien mezquina, pa- ra hombres que, en el espacio de una semana, habían gas- tado más de doce mil pesos. Valenzuela propuso a su je-! fe que fuesen hasta la Misión ¡ de San José, donde vivía uno de sus socios que no tendría reparo en prestarles algunos miles de pesos, mediante un interés suficiente. Joaquín rechazó la propues- ta, por razones que no juzgó prudente dar a conocer a su subteniente, prefiriendo vol- ver a Sacramento, donde ha- bían quedado los caballos ba- jo la custodia de un tal Pra- dillo. Al pasar por enfrente de una casucha de madera que estaba en el camino que con- ducía a la casa de Joaquín, los dos mexicanos oyeron rui- do de voces, en medio de las cuales se distinguía una que juraba violentamente, cuyos juramentos eran contestados con estrepitosas carcajadas. Nuestros hombres se pararon delante de la casucha men- cionada. —=Es la voz de García, dijo Joaquín que acababa de oír uno de sus habituales jura- mentos. El jefe se inclinó y miró a través de dos de las tablas mal clavadas de la choza: su compañero lo imitó. Entonces asistieron, sin ser vistos, a una escena muy interesante y bien difícil de describir. Al través de la atmósfera del cuarto, se destacaban los vapores del ron y del whis- key, unidos al olor acre de la humareda de las pipas. Varios grupos de hombres estaban sentados alrededor de media docena de mesas; su solo as- pecto indicaba los más depra- vados y viciosos caracteres; ¡ATENCION!! JOVENES, SEÑORITAS: ¿ESTAN USTEDES PROXIMOS A CONTRAER MATRIMONIO? Ordenen sus Participaciones Matrimoniales en: “EL SOL” 62 al Sur de la Calle Tercera (Entre Washington y Jefferson) Phoenix, Arizona En donde además encuentran ustedes, una gran variedad de: e Azahares e Coronas O Velos e Rosarios Libros de Oir Misa. en una palabra, individuos ca- paces de todo. Encima de ca- da mesa, había un juego de barajas, y en frente de cada hombre, un vaso de estaño que llenaban de cuando en cuando con el licor, o más bien dicho, con el veneno que contenía un barril colocado en un extremo de aquella ha- bitación. Una hoguera medio apagada, reflejaba en los sem- blantes de aquellos hombres de tan mala catadura, for- mando un contraste singular, con la única vela que alum- braba aquella escena. En la mesa más cercana a la hoguera, estaban sentados cuatro pillos de la peor ralea; uno de ellos no era otro que Jack Tres-Dedos, y los que lo acompañaban se llamaban Pe- dro Sánchez, Juan Borilda y Joaquín Blanco. Los tres per- tenecían a la pandilla de Mu- rrieta y tenían la ocupación de espías; Sánchez, en el te- rritorio de Sonora y Colum- bia; Borilda en Stockton y el tercero, en la Misión de San Luis Obispo. Los otros gru- pos, se componían de ingleses, irlandeses y americanos, y to- dos parecían que habían be- bido más de lo regular, lo que no era un obstáculo para que volviesen a empinar el codo. A despecho del tumulto que reinaba en aquella sociedad tan poco disciplinada, Joaquín y Valenzuela pudieron oír dis- tintamente ciertas frases lan- zadas acaloradamente por Jack Tres-Dedos y cuyo sen- tido en nada sorprendió al je- fe de bandoleros. —Ya habéis recibido vues- tra parte, vociferó de repente García, y no se os dará ni un solo peso más. En todo no ha- bía más que seis mil pesos, y cada uno de vosotros ha reci- bido mil. ¡Caramba! ¿creéis acaso que voy a daros la mis- ma parte que a mí, cuando sólo habéis tenido el trabajo de sacar al hombre, habiendo sido “yo *quien- le-'mató? «No, no, este es negocio concluído: en lo sucesivo trabajaré por mi cuenta. Después, para afirmar me- jor su aserción, el bandido dió un violento puñetazo sobre la mesa, que más bien parecía un golpe dado con una maza, tal fué el estruendo que hizo. Esto indicaba al mismo tiempo que no era convenien- te jugar con aquellos puños. (Continuará: la semana próxima) —— Se Presentó... (Viene de la Página 3) rre, su cuñado, el pianista E- duardo Lazo y la, esposa de Manuel. Que ante esta situación de- cidió irse a su domicilio, de- jando que su esposa se fuera a la casa de sus padres, pero como supuso que los parien- tes de su mujer le irían a re- clamar a su casa, salió en bus- ca de dos de sus amigos para que lo acompañaran, acostan- do a uno de ellos de nombre Arturo Martínez, en un sofá que colocó cubriendo la en- trada principal. Transcurrido algún tiempo —dijo— llegó su esposa a- compañada de sus (padres, de tres policías y de un señor que se dijo agente del Ministerio Público, que le pedían que les permitiera la entrada para practicar una inspección ocu- lar, a lo cual se opuso porque no llevaba dicho funcionario la orden de cateo, que se re- quiere en estos casos, dicién- dole que sólo le permitiría la entrada a su esposa. Señaló además a su suegra como causante de las dificul- tades con su esposa, diciendo que ésta interviene constan- temente en los asuntos de su esposa y de toda la familia. Recalcó que todos los car- gos que se le imputan son fal- sos y que él se encargará de demostrarlo durante el careo que sostenga con su citada es- Programas ..... (Viene de la página 2) gran Presidente de la nación norteamericana que es el por- taestandarte de la paz y pro- fundamente interesada en la defensa de la civilización del Hemisferio Occidental y de los principios de la dignidad humana y de las libertades. “Creemos que por medio de el esfuerzo personal, la com- prensión mutua y la coopera- ción, la discusión de nuestros problemas, y comprendiendo que las repúblicas de este He- misferio tienen relaciones en- tre sí, podremos llegar a so- luciones prácticas de un in- terés común. “Por las noticias llegadas pudimos seguir el itinerario de su viaje y ahora que ha llegado usted de regreso a su país y a su hogar, lo celebra- mos con usted y nos complace verlo de buena salud, opti- mista y feliz. “Le rogamos, señor Presi- dente, presentar nuestros res- petos a la señora Eisenhower, su noble esposa, que compar- te con usted sus preocupacio- nes y sus triunfos, y reciba, excelencia, el renovado testi- monio de nuestra sincera a- mistad y nuestros mejores vo- tos por la continuación de su éxito y la felicidad de su ho- gar. “Caballeros, bridemos por el Presidente de Estados Uni- dos”. Los invitados al almuerzo fueron los siguientes embaja- dores: Héctor David Castro, de El Salvador; Fernando M. Berc- kemeyer, de El Perú; José R. Chiriboga, de Ecuador; Celeo Dávila, de Honduras; Manuel G. Escalante, de Costa Rica; Juan Plate, de Uruguay; Mar- cos Falcón Briceño, de Vene- zuela; Ernest Bonhomne, de Haití; Antonio Carrillo Flo- res, de México; Luis F. Tho- men, de República Dominica- na; Walther Moreira Salles, de Brasil; Víctor Andrade, de Bolivia, y Carlos Sanz de San- tamaría, de Colombia. Los encargados de negocios de Panamá, Arturo Morgan Morales; de Cuba, Enrique Paterson; de Argentina Fran- cisco R. Bello; de Chile, Ho- racio Suárez Herrero; de U- ruguay, Jorge Barreiro, y de Guatemala, Angel Arturo Ri- vera García. Y los siguientes funciona- rios: Subsecretario de Estado, Livingston Merchant; Secre- tario Adjunto de Estado para Asuntos Interamericanos, Roy R. Rubottom; jefe del Proto- colo, Wiley T. Buchanan; di- rector ejecutivo norteameri- cano del Banco Interamerica- no de Fomento, Robert Cut- ler; el hermano del Presiden- te, doctor Milton Eisenhower; presidente del Banco Inter- americano de Fomento, Feli- pe Herrera, chileno, y los H. miembros de la Comisión A- Isesora Nacional sobre Asun- tos Interamericanos, Walter J. Donnelly, G. Kenneth Ho- lland, O. A. Knight, Charles A. Meyer y Dana G. Munro. Pa posa. Pidió, finalmente, que se ci- te a declarar a todos los tes- tigos que ha mencionado, ma- nifestando que por culpa de este escándalo acaba de per- der un empleo que tenía en el gobierno del Estado de Mé- xico, Hoy a las 12 horas se pre- sentará al juzgado la citada artistas Elsa Aguirre Juárez, a fin de ser careada con su esposo. Durante la diligencia estu- vo presente el Agente del Mi- nisterio Público adscrito a di- cho juzgado, licenciado Anas- tasio Peredo y Páramo. El sábado, a más tardar, el juez Rodolfo García Valdés resolverá acerca de la situa- ción jurídica del acusado Ar- mando Rodríguez Morado. Viernes 18'de Marzo de 1960 EL SEÑOR SCHWARTZ DICE: Qué tan bien puede Ud. oir? ¿TIENE USTED DIFICULTAD PARA OIRSE UD. MISMO, OIR A SUS AMIGOS, LA TELE- VISION O LOS SERMONES DE SU IGLESIA? AHORA USTED PUEDE OIR CON SUS PROPIOS ANTEOJOS PARA OIR SIN BOTON EN EL OIDO — SIN CORDONES MOLESTOS. EXAMENES AUDITIVOS GRATIS (DE SUS OIDOS) PAGOS FACILES Y MUY CONVENIENTES. NOSOTROS REPARAMOS TODA CLASE DE APARATOS PARA OIR. SIEMPRE TENEMOS un SURTIDO de BATERIAS FRESCAS ARIZONA HEARING AID CO. 39 OESTE DE LA CALLE ADAMS (ARRIBA) TELEFONO AL 2-4493 TODA CLASE DE TRABAJOS DE IMPRENTA "EL SOL” 62 AL SUR DE LA CALLE TERCERA TELEFONO ALpine 3-4948 PHOENIX, ARIZ. RI HERMOSISIMAS INVITACIONES PARA MATRIMONIO Y BAUTIZO, A PRECIO BAJO, SOLO EN: El Sol 62 al Sur de la Calle Tercera Teléfono AL 3-4948 Phoenix, Ariz. 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