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SPANISH 62 So. 3rd. St. 'AN-AMERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco. - Entered as a second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona, under the Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nisestros colaboradores. * Para precio de anuncio diríjase a las Oficinas situadas en Teléfono ALpine 3-4948 Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscriptor desee que se cambie él envío del. periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de 10 centavos. SUBSCRIPTION RATES Per Year: $3.00 Six Months: $2.00 Al out-of-town subscriptions must be paid in ddvance for at least a period of six months. AM payments,must be made to the Editor. Post Address: P. O. Box 1448 Phoenix, Arizonú LA MUJER Y En los tres movimientos re- volucionarios que México ha vi- vido hasta la fecha por lograr su soberanía, las mujeres han participado en forma destacada, tal es el caso de la Independen- cia y de la Revolución de 1910. Su participación simbólica son Leona Vicario, Doña Josefa Or- tíz de Domínguez, Carmen Ser- dán y Doña Dolores Jiménez y Muro. Sin embargo en el movi- miento de la reforma tal parece que no hubo, mujeres destacadas que participaran en hechos que conmovieron a la nación y tu- vieron una resonancia interna- cional. Eso no es verdad. ¿Cuán es la actividad femenina en es- . ta época? Las mujeres aporta- ron su esfuerzo en la medida de su preparación y capacida- des, compartiendo la responsa- bilidad en la lucha con los hom- bres, como custodias del par- que que representaba el triunfo | de los liberales, o bien como correos para mantener la corres- pondencia de los caudillos. Cu- ando los líderes de la Reforma sufrieron prisión, destierro o en que la exigencia del mómento los obligó a dedicarse sólo a la lucha no podían allegar el sus- tento diariamente a a familia, fueron ellas las que sostuvie- ron el hogar afrontando la si- tuación económica, mantenien- do la moral del hombre. Ellas mismas sufrieron persecución junto con sus hijos; como ejem- plo de estas leales y abnega- das mujeres hemos tomado a doña Margarita Meza de Juárez y a doña Soledad Solórzano de LA REFORMA Régules. A los diecisiete años, Marga- rita Meza contrajo matrimonio con don eBnito Juárez; al unir su vida al Benemérito, fue la más entrañable devota y fiel compañera en las actividades de su esposo. Santa Ana se erige en díctador; Juárez se destierra; el hogar padece hambre y élla lo sostiene tejiendo y haciendo ropa para niños. En este período pierde a su hija Amada, de tres alos. No solo sostiene a su pro- le, sino que, haciendo mil sa- erificios, ahorrando centavos que enviaba “1 su esposo. a Nueva Orleans; él dió siempre las gra- cias en breves líneds; en una de esas misivas habla del dine- ro que le sirvió para ayuda de unos impres: Cuando el invasor mancilla el suelo mexicano; la señora Juá- rez encabeza la solidaridad fe- menina en apoyo a la causa li- beral presidiendo la Junta de Señoras que busca fondos para el sostenimiento de los hospi- tales. Elabora junto con sus hi- jos, hilos y vendas; trabajando sin descanso para ayudar a los que se hallan en los campos de batalla y a las familias de és- (Pasa a la página 4) SE NECESITAN OPERADORAS con experiencia en pantalones de muchachos. Favor de venir a ésta dirección: ARIZONA GARMENTS INC. 21 E. BUCHANAN. Phoenix A. con su SECADOR DE ROPA automático de GAS A MI Esposa esta Enamorada . Fue amoria primera vista y 3. con razón! 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Se encuentra detenida Lupe Mendoza, aynque aún todavía no se le han, hecho cargos for- males, Mary Antonieta Salazar murió a consecuencia de los disparos, y-su hermana, Janiel, se halla en situación muy crítica. Los dispatos tuvieron lugar frente a un edificio de apartamientos. Los detectives E. R. Beck y T. L. Baker, dijeron que Lupe Men- doza admitió haber hecho los disparos.Los agentes de la po- licía, H. L. Smith y J. R. Par- ker, « dijeron que la muchacha declaró que lá disputa se había originado en las rivalidades sur- gidas entre las muchachas de los distritos Little México y West Dallas en bailes y fiestas. La muchacha detenida dijo a la policía que Mary Salazar la había amenazado de muerte du- rante una pelea que habían te- nido el viernes por la noche. Little México es el barrio La- tino de Dallas. EL MUNDO CURIOSO Por Mauricio FRESCO Los trabajos que aparecen en la prensa científica inglesa a- cerca de las relaciones que tie- ne el tabaco con la aparición del cáncer del pulmón, susci- taron en los círculos médicos de este país una larga discusión. El asunto llegó hasta el parla- mento inglés y recientemente .el Ministro de Salubridad de aque- lla nación informó a la Cámara de los Comunes que el gobierno está decidido a tomar las me- didas necesarias para informar al público de los peligros del tabaco. Asímismo el Ministro, proporcionó a los Diputados los! siguientes datos: Dós substancias capaces de producir el cáncer han sido des- cubiertas en el tabaco. El número de “muertes en In- glaterra por cáncer de pulmón que en 1931 había sido de 2.286 ascendió en 1955 a la cifra de 17,271. Aunque no se tienen to- davía datos suficientes para a- barcar todo el problema, dijo el Ministro, salta a la vista la re- lación que existe entre la fre- cuencia de cáncer del pulmón y el hábito de fumar. Pero, el cáncer del pulmón no es el único mal qúe el tabaco puede provocar. En muchos ca- sos se le pueden atribuir las bronquitis crónica, las rinofa- ringitis y las faringitis. Varios científicos consideran que el tabaco también influye sobre el desarrollo de los gran- des enemigos de la humanidad, la arterioesclerosis y la hiper- tensión esencial. Igualmente se cree que puede desencadenar la tan temida angina de pecho. Estos y otros más inconvenien- tes del uso del tabaco han inci- tado, desde hace tiempo a mu- chos hombres de ciencia, a bus- car algo que ayude al hombre a quitarse del vicio del tabaco. Se han preconizado toda clase de remedios. Desgraciadamente con ninguno de ellos se obtu- vieron resultados apetecidos ya que unos no servían y otros e- ran demasiado tóxicos. Ultimamente, sin embargo, los hombres de-ciencia norteameri- canos, después de largos años de estudios y experimentos tan- to en animales como en hom- bres, lograron encontrar el re- medio tan buscado. Sus ensayos demostraron que dosis apropia- das de lobelina y una mezcla de antiácidos adecuados ayudan a los que quieren quitarse el vicio de fumar. —Gracias a este medicamen- to, miles de los que no deben fumar han podido dejar esta costumbre muchas veces malsa- na. Pe qe Itching Torture PROMPTLY RELIEVED A doctor's formula—soothing anti- septic Zemo—promptly relieves the itching, burning of Skin Rashes, Eczema, Psoriasis, Ringworm and Athlete's Foot. Zemo stops scratch- a 1118) III o 1 DA SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE HAZAÑAS DE PANCHO VILA - | Por JOSE M. FRANCES Interesante libro del que es autor José M. Frances, que trata de la vida y aventuras del famoso guerri- llero Pancho Villa, el Centauro del Norte, y que se vende en “EL SOL” 62 Sur Calle Tercera, Phoenix. - (Continúa de la semana pasada) Entre tanto, el flamante albañil, se vistió con trapitos de cristianar y visitó al carnicero, otro sujeto de tan buena pasta como Vega. Dió su beneplácito a la petición de mano que el joven le hizo, y adquirió estado oficial el compromiso, No sólo le encantaba ceder a su hija a aquel muchacho de quien Santos Vega le hablara muy bien, sino que haría euan- to estuviera en su mano, por proteger a su futuro yerno. 4 —Me alegra lo que usted me dice —confesó el maestro de obras al carnicero—. No sabe usted lo honrado que es Juan; es el primer trabajador que no me ha robado mate- rial, ni se emborracha, ni falta ningún lunes a la obra. Es una joya, vecino. Miel sobre hojuelas. Los novios se empezaban a querer entrañablemente y el ex-cabállista ya conseguía enlazar las consonantes con las vocales. Y su nervuda diestra, trazaba con insospechada energía, palotes y ganchos. El lobo de Gu- bio, iba a ser, definitivamente, el dogo pacífico, el perro guar-. dián que San Francisco le ordenó que fuera. Pero existen o- tro perros, resabiados e hidrófobos en potencia, que no se resignan a que un lobo se vuelva perro. ¡Se hallaba Santos Vega trabajando en su oficina, cuan- do entró en ella el jefe de policía de la ciudad. Y, sin muchos preámbulos, le puso en antecedentes de quién era su prote- gido. Nada menos que Pancho Villa. —Si no temiera faltarle al respeto, mi comandante, le diría que usted'ha bebido —dijo el maestro de albañiles—. Aquí no conocemos a Pancho Villa. Juan Gorizález es el me- jor obrero que nunca tuve, honrado a carta cabal; tanto, que pienso asociarme con él. Ñ —No se va a poder —refutó hosco el funcionario—, In- mediatamente pienso prenderlo. Se trata de una orden de la capital de la República, señor Vega. —Pero.... * za —No hay pero que valga. Hoy dormirá en la cárcel... Sigue un fuerte altercado; el policía no quiere malquis- tarse con Santos Vega, que es un influyente, como lo es el carnicero de “El Torito”. Pero le va el empleo en la demanda. Ambos gritan y se di Por fin el constructor, gru- ñe airado: —Espéreme tantito... Voy a traer Jos papeles de ese muchacho... Pero lo que hace es salir por una puerta falsa y correr a prevenir a González, en la obra, allí a cuatro pasos. —;¡Ya lo ves!.... ¡Qué modo de calumniarte!.... ¿Qué ga- nan con ello? Pero con gran estupor de su patrón, Juan González, no se inmuta. No palidece ni se sonroja..No acusa ni protesta.... ¿Será cierto lo ee dicen de él?.... Santos está ¡con el alma en un hilo... El acusado tira sus herramientas lejos de sí. En sus ojos arde una llama que Santos Vega nunca viera antes. —i¡Lo sabía que esto acabaría así!.... Sí, mi amado pa- trono, yo soy Pancho Villa y nunca olvidaré que ha sido pa- ra mí un segundo padre!.... Diga usted a Lupe y a don Sa- dás que quise ser bueno, pero no me dejan. ¡Adiós! Abrazó al pobre hombre, que estaba más muerto que vivo y desapareció por una zanja inmediata. No volvió a sa- berse de él, en Chihuahua, por el momento. Andando el tiem- po se iba á saber mucho. Desengañado de todo, menos de mi maestro, al cual me llevé en el corazón, fui en busca de mi rifle y de mi ca- ballo, al lugar donde me los guardaban, Y, muy a pesar mío, me incorporé a mi antigua vida de luchas y de sufrimientos”. Esta declaración, que sus biógrafos atribuyen al gue- rrillero, cae muy por su peso, dentro de su carácter y de las circunstancias que le impidieron ser honrado y feliz con su Lupe. El destino inexorable no admitió al Lobo de Gubio en la cofradía de los perros domésticos. Y el lobo volvió a la montaña, /y con su vuelta se desencadenó una sucesión de atroces efemérides que pudieron haberse evitado con igno- rar que el Dogo de Chihuahua era el Lobo de la Sierra. EPISODIO CUARTO ¡QUE VIENE VILLA! I El lobo volvió al monte y recorrió de nuevo sus barran- cas y sus vericuetos. Ya no era el mismo lobo de antes. Era mucho peor y más temible. Los hipócritas, los pudibundos y los ladrones de Jevita, no quisieron admitir en su seno al coloso, que no pedía otra cosa que reintegrarse a la sociedad, y ser un pilote más en el edificio de la vida estable. Otra vez atronaron las sierras los estampidos de fusi- lería. De nuevo los escarpados senderos, entre precipios, sa- cudieron el tedio de sus soledades, con el galope desenfrená- do de una partida de hombres, que empezó siendo de tres o cuatro y, muy pronto, reunió centenares de ellos. Pancho Villa no ha renegado de su condición de *ban- dolero generoso” y sigue ejerciendo su secreto respaldo en favor de los desheredados, que, en definitiva, son los suyos. Pero su odio a los ricos, a los almidonados y lustrosos, a los rurales y a los soplones, le sacan de quicio. Ni.aun las muje- res escapan a la brutalidad de su justicia neolítica. Sin que ella quiera decir que, en ocasiones, no sea capaz de tener ges- tos de quijotesca galantería, que no siempre merecen sus beneficiarias. d Cruza como una tromba por los poblados que se inter- ponen en su carrera. Si son humildes conglomerados de ca- ñas y lodo, nada les hace, a no ser que den asilo a algún es- pía, Esto puede ocasionar que arda el villorio como una tea. Donde la tropa villista, que todavía no es tropa, irrumpe con mayores bríos y peores intenciones, es en las grandes ran- Cherías, en las fincas poderosas, en los lugares de población densa y de burguesía acomodada. Si en uno de esos núcleos de población se oyera anunciar la llegada del diablo, el pá- nico no sería tan general como cuando resuena y retumba el temido grito de: se (Continuará la semana próxima) Viernes 22 de Febrero de 1957. - RICARDO WAGNER _ - e] Por “CARLOS DEL CASTILLO Puede decirse que Wagner te- nía por completo realizada su obrá. La colosal Tetfalogía ha- bía tenido un éxito formidable -a pesar de la oposición de parte del públieo y de la prensa; pero poco a poco se fueron disipando las nieblas que envolvían la o- bra artística de Wagner y su fa- ma estaba ya consolidada. Tranquilo y satisfecho, recor- daba serenamente los ya lejanos días de lucha, de miseria y de infelicidad. Amado por su espo- sa, que sabía comprenderle, pa- saba los inviernos en Venecia, donde le aguardaba, fatídica y negra, la muerte que había de arracnarle de un modo súbito. Poco después del estreno de Parsifal, Wagner alquiló el pa- lacio dé Vendramin, en la ciu- dad de los cannales y marchóse a pasar*aMí el invierno, comó tenía por costumbre desde 1879. Por aquella época estaba muy delicado de salud y en Venecia hacía una vida tranquilla y de- leitosa, pero. sin suspender por completo la labor. Pasaba las mañanas en su ga- binete de estudio, trabajando frente a las ventanas, por donde penetraban los tibios rayos del sol a depositar un beso de oro' en la cabeza gris: de aquel pen- sador, de aquel povta, nimbán- dola con una aureola de luz. Hacia las dos suspendía el trabajo para almorzar, quedáñ- dose de sobremesa un rato mi- entras tomaba una taza de café y Una copita de coñac. Luego dormía. la siesta, charlando des- pués con Liszt y con su esposa, hasta las seis de la tarde, o bien daba un paseo en góndola por él Gran Canal, sirviéndose siem- Detector de Radio en EU. Capta Ruido de las Estrellas LOS ANGELES, California.— La Bendix Aviation Corporation ha iniciado la producción de un aparato detector de radio tan sensible que se puede escuchar a estrellas invisibles y percibir ruidos de radio originados en el Sol. ' El aparato se llama 'Mini- track” y se usará para determi- nar la, situación exacta del sa- télite de la Tierra que será lan- zado el año próximo, como par- te del “Proyecto Vanguardia”. El receptor “Minitrack” fue perfeccionado en el laboratorio de Estudios Navales y es cons- truído para la Marina de Gue- rra por la Bendix. ' Una Lucha Hasta el Fin, se Organiza en Suelo Húngaro WASHINGTON.— Un portavoz de la oposición clandestina hún- gara declaró que su pueblo pre- para “una lucha hasta el fin” contra los soviéticos, a menos que el mundo libre vaya en su ayuda dentro de “un futuro próximo”. Deszo Fonagy, que vino el mes pasado a los Estados Unidos pa- ra defender la causa de su pa- tria, dijo ante la Subcomisión sénatorial de Seguridad Inter- na: “Vamos a comenzar el sa- botaje; lo volaremos todo y cre- aremos'tal caos en Hungría que los rusos tendrán que irse”.” La "Fundación Ford' Dona Un Millón de Dólares Servirá esa cantidad para ayu- dar a muchos estudiante hún- garos refugiados en E. U.' NUEVA YORK.— La “Funda- ción Ford”,'anunció que ha otor- gado un donativo de un millón de dólares para ayudar a los estudiante refugiados húngaros en Europa. El fondo lo administrarán ins- tituciones europeas durante los próximos dos años, para conce- der becas a más de 500 perso- nas. La Fundación Ford, organiza- ción filantrópica fundada por el Sr. Henry Ford, ha concedido a- demás, una donación de 76 mil dólares para auriliar a los estu- diantes refugiados húngaros que vienen a los Estados Unidos. pre de la misma embarcación y del mismo gondolero, un bre hombre a quien el día de la muerte de Wagner se le encon- y, tró llorando desconsoladamente en la gradería del palacio de Vendramin: “¡Pobre amo, tan bueno como era! ¡No volveré a encontrar otro como él”! excla- maba el buen hombre, deshecho en lágrimas. Wagner, a pesar de qué, a ve: ces, era insoportable, tenía un gran corazón y se granjeaba las simpatías de todo el mundo. El humilde gondolero veneciano no erítendía de música, pero tenía Corazón y por eso lloraba a “su amo”. A las siete y media cenaba, jugando después una partida de “whist” hasta las diez, hora en que se acostaba. Así, transcurría la existencia de Wagner en el palacio de Ven- dramin; que había pertenecido a la duquesa Du Barry, que con- servaba el aspecto del antiguo régimen principesco y estaba en " perfecto estado de conservación, de modo que Wagner no tuvo que hacer gastos de instalación, exceptuando el que le ocasiona- ron las chimeneas, que se en- contraban sucias y en un lamen- table estado de abandono. 'Una tarde, hacia las dos, llegó Joukowsky al palacio Vendra- min para almorzar, como de cos- tumbre, con Wagner; pero éste manifestó que tenía que acabar un trabajo, urgente y que no le esperasen para almorzar. Apenas terminada la comida la doncella de la esposa de Wagner corrió én busca de su señora diciéndole que acudiese al lado del maestro, a quien ha- bía sorprendido, en pleno tra- bajo, un ataque. Avisaron al .doctor. Keppler, mas como el accidente había o- currido ya otras veces, todos lo creyeron pasajero. Ante la ventana del gabinete de trabajo de Wagner, éste a- poyaba su cabeza gris en el hom bro de su esposa. El semblante del músico revelaba una sereni- dad de lago,” apacible y manso, y esta dulzura, que era la es- peranza, animaba a Cósima. Abajo, la cólera del mar se propagaba por las aguas de los canales hasta la ventana del cuarto de Wagner llegaba el eco de las campanas de San Mar- cos —que tocaban a vísperas—, perceptible distintamente en el aire «cristalino y frío de aquella tarde de febrero. La palidez del genial músico iba en aumento y su esposa se desesperaba, Wagner se moría. El coloso que había desafiado al mundo, el titán que no desmayó ante las más atroces viscisitu- des, el genio de que a través de todos censuras consiguió impo- ner su arte, llegando a alcanzar la apoteosis; el músico inmor- tal, se moría.... se moría.... dul- cemente, de un ataque apoplé- tico, sin exhalar una queja; se moría pasando de la vida a la muerte de una manera insensi- ble; sus últimos momentos eran como un sueño tranquilo. Unos días antes, Liszt se mar- chó a Pesth, sin pensar que no iba a volver a ver a Wagner. Sólo acompañaban a éste su es- posa y Joukowsky. Cósima apoyó sobre sus rodi- llas la cabeza del coloso y besó su frente, bajo la cual nacieron páginas imperecederas. En el rostro de Wagner la muerte ha- bía impreso su sello. La nariz aguileña del músico se afilaba, el maxilar inferior señalábase profunddamente bajo las arru- gas de la piel; un sudor viscoso cubría sus sienes y.... un débil temblor agitaba sus piernas... El viento que moviera las ra- mas secas de los árboles callóse un punto, el canal enmudeció porque el océano debió de dis- minuir su furia, y el sueño de Wagner se hizo más tranquilo, más sosegado, más dulce... Joukowsky lloraba sigilosa- men; Cósima Liszt procuraba en vano no romper el silencio que se cernía sobre ellos y Wagner respiraba trabajosamente con u- na gran debilidad. En aquella habitación estaban reunidos el amor y la amistad, los dos sentimientos humanos más sublimes, para recoger el último aliento de un hombre... De pronto, Wagner lanzó un suspiro débil, un suspiro de paz. Después.... nada... Eran las cuatro de la tarde del 13 de febrero de 1883. _Dos días después los restos mortales del glorioso creador del drama lírico eran trasladados a Bayreuth, al jardín de la casita “Wagnfried”, donde repdsan ba- jo un gran bloque de mármol, sin ningún adorno ni inscripción alguna.