El Sol Newspaper, February 15, 1957, Page 4

PAGINA CUATRO ITA AGIAGTANGTMTANTAMTz GT , ESCUCHEN: “SERENATA NOCTURNAL” Con: Humberto Uribe TODOS LOS DOMINGOS 10:00 P.M. a 12 p. m 1230 kc. “EL SOL”, SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE EL MAESTRO DE LA IRONIA Y DE LA PIEDAD (Viene de la página 2) bel no rezaba esta regla pues su técnica como la de Martí era la de depurarse interiormente: limpiando el fondo, la forma re- sultaba cristalina. Sus cláusulas era rotundas y musicales; su ademán sobrio y elegante; y su voz, aunque por lo general era poco quejumbrosa, solía dilatar- se heróicamente en los momen- tos graves, hasta cobrar tonali- dades sinfónicas de guerra. Pero en lo que nadie lo ha igualado en México es en la manera con que él manejaba la ironía y la piedad. Las dos hermanos de EJ) Grand Hotel para Mexicano-Norteamericanos UN HOGAR PARA USTED Y SU FAMILIA Cuando Venga a Phoenix, haga su casa en el “GRAND HOTEL” encontrará cuartos con buenas camas a precio muy razonable 502 EAST WASH. — AL 2-0041 — Phoenix que habla Anatole France. Don Ignacio Ramírez y don Jacinto Pallares, don Francisco Bulnes y don Trinidad Sánchez Santos, eran rispidos, brutales, sus gi- ros se retorcían coléricamente y pegaban como latigazos. Ola guí- bel era todo lo contrario: sus fle- chas no eran como las rutilan- tes del dios Apolo que prenden llamaradas en donde tocan sino como los dardos perfumados de Esros que desparraman ilusión y gracia sobre los mismos que tie- nen el privilegio de recibirlos en su corazón. Jamás podré olvidar el discur- so en que describió su campaña electoral de diputado. Los polí- Y EVE VE VE NENE EVE VE VEN III II =p !ATENCION!! Jovenes, Señoritas: ¿ESTAN USTEDES, PROXIMOS A CONTRAER MATRIMONIO? Ordenen sus Participaciones Matrimoniales en: “EL SOL” 62 Sur Calle Tercera (Entre Washington y Jefferson) Phoenix, Arizona En donde además encuentran ustedes, una gran variedad de: O Azahares O Coronas O Velos Xx = SA (¡2/2 ESCUCHEN “Cantares Rosarios ticos maderistas le presentaron como rival a un señor que se a- pellidaba Aguado, que había si- do reelecionista en 1910. Comen- zó el orador presentando el con- traste de su gira modesta a tra- vés del distrito electoral con la rumbosa de su contrincante que con un séquito numeroso de bu- rócratas y al son de la banda del Estado, avanzaban triunfal- mente por las calles de los pue- blos mientras los músicos toca- ban las melodías de la Viuda A- legre y el Soldado de Chocolate, operetas vienesas que estaban entonces de moda. Durante una hora estuvo derramando su in- genio y hasta don Gustave Ma- dero que hacía todo por repri- mirse estalló en una explosión de hilaridad. Pero el momento cumbre fué cuando Olaguíbel le- O Libros de Oir Misa. a... AL AMANECE con Efren Valenzuela LUNES a SABADO a de 5:00 a 7:00 A.M. KPOK 1440 Kilociclos $ yó varias cartas del señor Agua- do en las que les pedía encare- cidamente que presentaran su simpatía y su lealtad “a nues- tro don Ramón” —como llama- ban familiarmente al señor Co- rral— ¿Cómo no se habían de convencer los maderistas del dis parate que estaban cometiendo al corralista Aguado? En cuanto a la piedad, la sa- bía trasmitir Olaguíbel tan ma- gistralmente a quienes lo escu- chaban, que nunca produjo la grosera impresión del. melodra- ma. Sin nervios y en los muscu- los de sus oyentes “el pavor de lo divino” de que habló Manuel José Othón. Con esos dos 1ecur- sos que nadie igualaba —la iro- nía para herir con gracia y la piedad para atraer con llanto— se enseñoraban fácilmente de las muchedumbres y les impo- nía su verbo prodigioso. ¿Por qué la posteridad no lo recuerda como tiene presentes a Lozano y a Moheno? Procuraré explicar este fenómeno en el ca- pítulo siguiente, pero.en tanto, voy a relatar un episodio sin importancia que quizás conduz- ca a responder la interrogación. En un banquete nupcial. Tuve el gusto de encontrarme al lado de la esposa de don Luis Cabre- ra. Ella me preguntó que quié- nes, a mi juicio, habían sido los oradores máximos de mi tiempo y yo le contesté con los nombres de don Francisco Bulnes, don Querico Moheno, don José María Lozano. Y en seguida agregué: “el marido de usted no es pro- piamente un tribuno, pero con su dialéctica formidable podía cruzar sus armas con el mismo Cicerón”. Un caballero que se encontraba enfrente de nosotros, me reclamó con la siguiente ob- servación: “ha dejado usted en el tintero al más grande de to- dos, a Jesús Urueta”. Y yo le contesté: “tiene usted razón y doy todas las satisfacciones del caso; pero cuando la señora Ca- brera me hizo la pregunta, sen- tí la impresión de que hablaba de gallos y no de ruiseñores”. Olaguíbel era ante todo y so- bre todo, un ruiseñor. 4 p + Roy Campanella Está ya Listo Para Este Año Por HARRY GRAYSON NUEVA YORK, N. Y.— Al juz- gar por el furor causado por el retiro de Jackie Robinson, uno podría sospechar que el beisbol organizado iba a tener la muer- te de un muñeco de trapo con su partida. Pero Roy Campanella le ase- gura que los clubes de las Ligas Mayores estarán de nuevo en el negocio en las mismas grade- rías cuando llegue la Primavera. Una de las cosas más signifi- cativas que el siempre contro- vertible Robinson tenía que de- cir era que el Esquivadores se metería en dificultades si no sa- naba la mano de Campanella. Por lo tanto Campanella, el más próximo que cualquiera o- tro a ser el hombre indispensa- ble para el club de Brooklyn, tie- ne buenas noticias para su ban- do, que son malas para los otros tims que persiguen al campeón de la Liga Nacional. El corpulento catcher le estre- cha a usted la mano para de- mostrar que la operación del 21 de noviembre removió la causa de los dolores en torno de la base del pulgar de la mano con que hace los tiros. Para reforzar la V. entre el pulgar y el índice, hace ejercicios diariamente con dos bats en el almacén de su tienda de licores, en Harlem. Los más recientes años alter- nados de grandes actuaciorfÉs y, para él, años ordinarios son de- finitivamente atribuidos a ope- raciones en las manos. Un retor- no a su forma como jugador más valioso llegaría muy cerca de hacer que el Esquivadores ganara fácilmente el gallardete. Lesionado por fol tipo en un partido de exhibición y entrena- miento en Miami, Campanella sufría dolores cada vez que em- puñaba el bat con la mano. Un hueso astillado que fué removi- do le afectaba un tendón y un nervio, Campanella opina que Robín- son pudo haber disfrutado de cuando menos un año excelente más con el Gigantes, pero esta- ba seguro de que el primer ne- gro que jugara en el beisbol or- ganizado no estaría presente en- tre los que se reportan a la ba- se de Phoenix. —La amargura se desarrolló cuando el Esquivadores vendió a Roby, y si, bajo las circuns- tancias, usted sospechaba de q' pudiera cambiar su actitud acer- ca del retiro, entonces es que no conoce a Jackie. No se retracta fácilmente. Campanella no tiene' ningún interés particular en verse mez- clado en la controversia de Ro- binson con Buzzy Bavasi, pero debe decir que después de 11'a- fos de asociación, que opina muy favorablemente de Walter O'Malley y del vicepresidente encargado de prácticamente to- do en el 215 de la calle de Mon- tague. Las únicas declaraciones de despedida de Robinson con las cuales Campanella no está de acuerdo son los que se relacio- nan con la falta de seguridad en el beisbol y el comentario iróni- co de que —el beisbol quizás sea un deporte para muchas perso- nas, pero para mi es solamente un gran negocio. —¿A poco Robinson piensa que hubiera obtenido los 50,000 dólares de la revista y el em- pleo con la cadena de restau- rantes si no hubiera sido un ju- gador de beisbol? pregunta Roy Campanella. —Pero un tipo dice muchas co- sas que no siente cuando está disgustado. —Yo tengo 35 años de edad y tendría que arrancarme el u- niforme a pedazos. Nunca me sorprenderán hablando mal del beisbol. Sin el beisbol no ten- dría esta tienda de licores, la casa en Long Island y mi bote. Mi esposa y mis hijos la pasan mucho mejor gracias al rey de los deportes. Campanella se alborota cuan- do habla de los viejos y nuevos Esquivadores. Se hizo notar que Sal Maglie tendrá 40 años de edad cuando se inicie la siguiente temporada. —Cuando esos bateadores se paren en la caja de bateo —4i- ce Roy—, no estarán pensando, ese tipo que está allá tiene 40 a- ños de edad, sino, ese tipo tiene Una curva maravillosa. —Nunca ví otra como esa —di- ce para terminar Roy Campane- lla, quien ha desempeñado el puesto de catcher profesional du rante 20 años. Viernes 15 de Febrero de 1957. aaa e] nn zzz zzz zrozo zoo zo zo zoo zo Cuál de Ellas? zy y Lx: IL ... La Cerveza mas Grandiosa de ¿ SS E + E , AS DI El banco nacional más grande en Arizona e $e | | | | E ¿ F 3 . América con VERDADERO sabor a Pilsner! 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