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“EL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE Viernes 27 de Noviembre de 1953 SPANISH PAN-¿_¡ERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco. Entered as second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona, under the Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nuestros colaboradores. Para precio de anuncio diríjase a las ofi- cinas situadas en So. 3rd. St. Teléfono 3-4948. Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subscriptor desee que se cambie el envío del periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de 10 centavos. SUBSCIPTION RATES Per Year $3.00 Six Months $2.00 Al out-of-town subscriptions must be paid in advance for at least a period of six months. All payments must be made to the Editor. Post Address P. Ó. Box 1448. Phoenix, Arizona. RUTAS DE EMOCIÓN Por ROSARIO SANSORES ¿DEBEMOS CONFIAR NUESTROS SECRETOS? El que sabe tu secreto, es tu amo. Este sabio proverbio persa, lo oí siendo niña. Y cuando crecí, escuché de labios de una mujer muy inteligente estas palabras que nunca he olvidado: —Secreto que no cabe en tu pecho ¿cómo cabrá en el ajeno? Todos hemos sido débiles alguna vez. Todos hemos sentido ese impulso irresistible de volcar en otro corazón la angustia que nos atosiga. El ansia de que nos den un consejo a veces. Nadie podría, en realidad, conocer a fondo por qué hacemos ciertas cosas. Pero si algo difícil de hallar en el mundo conozco, es la discreción. Poquísimos tienen esta vri- tud. Y poquísimos, tratan de olvidar el secreto que les fué revelado como un legado sagrado, que no se tiene el derecho de tocar o disponer de él. Hay confidencias que carecen de gravedad. Pero las hay que, quien Ja recibe, la cambia a su modo, la altera y la extiende. Y aquello que creímos guardado, sale a la publicidad. Antes de confiarle algo íntimo a la mejor amiga que tengamos, pensemos primero si podremos estar seguros de su silencio. Nadie lo está. La vida da vueltas y vueltas, Y muchas veces las amigas de hoy son las enemigas de mañana. Y en- 3 tonces, rota la amistad, se rompe el compromiso, Nadie puede adivinar lo futuro. Por lo tanto, lo mejor es callar. Callar siempre aquello que un día puede volverse contra nosotros y convertirse en tortura. . La amistad, ese dulce tesoro que no tiene precio preci- samente porque es demasiado valioso, no dura toda la vida. En los buenos tiempos de antaño, sí existían las amigas. Yo recuerdo haberle oído decir a mamita: —Nuestra amistad tiene más de veinte años. Pero, las mujeres de entonces, estaban acostumbradas a callar. En ellas, era como un mandato. Ninguna desplegaba los labios para revelar los secretos. Eran herméticas y silenciosas para ciertos hechos. Cuando la libertad llegó para la mujer, y tuvo el derecho de alzar su voz, estallaron sus pasiones. Incapaz de reprimirse por más tiempo dió rienda suelta a lo que la llenaba de an- siedad. Juana de América desbordó en poemas llenos de paganía sus intimidades. Dijo lo que ella creía su verdad, y sus pa- labras saturadas de belleza fueron como el toque de alerta. Otras la imitaron. Y la dulce virtud del silencio, se extinguió. Hay secretos tan íntimos y a veces dolorosos, que tocar- los simplemente, producen la sensación de abrir una herida mal cicatrizada. Cuando todo duerme en el reposo de la noche, nuestros secretos son como gnomos inquietos que abandonaron su cárcel. Y comienzan a saltar en nuestra memoria. Hechos que nos parecían ya borrados, surgen otra vez claros y limpios. Después, el sueño llega. Y nos hundimos en ese mundo de olvido donde todos los dolores morales y físicos se des- vanecen. El sueño es la bendición del hombre. Todos esos secretos deben volver al recinto de nuestro corazón y lo prudente es darle una vuelta a la llave y cerrar de nuevo el arca para que no deje escapar su contenido. De muchas de las penas que a veces nos agobian, somos culpables nosotros mismos por no haber sabido callar aquello que jamás debió ser revalado. Si nosotros somos incapaces de guardarlo, ¿cómo vamos a esperar que otro lo haga? Nuestros secretos deben quedarse con nosotros. Sólo así podemos estar seguros de que nadie habrá de conocerlos. DR. LEON HERBERT 15 al Norte de la Calle 4. — Teléfono AL 3-3806 TELEFONO DE CASA: AL 2-2605 Consultas: de 10 a 12 y 2 a 6. — Domingos: de 10 a 2 El Dr. LEON HERBERT anuncia a sus amigos y a sus clientes que está nuevamente a sus órdenes en su consultorio para servirlos. Listo para ejercer la práctica de la Medicina y Cirugía. El Dr. LEON HERBERT habla español perfecto y tiene mucho gusto en servir a la colonia mexicana. POPOPIOOODIODIODIDIODIDIDIDIDIDIDIIIADIDIAIIIIADIIIIDADADIDIDIDDADADAÓRASS DE MUJER A MUJER Por ENRIQUETA DEL CARMEN ENSEÑAR Aun antes de haber profundi- zado el significado de la pala- bra “enseñar”, ya podemos des- cubrir en ella la belleza mani- fiesta del bien que entraña. De la misma manera que en el tiempo el hoy aprende del ayer, los jóvenes actuales, apren- den de los que fueron jóvenes en otros días. No existe una sola de noso- tras, que no recuerde, siquiera sea de vez en cuando, a los vie- jos maestros que pusieron luz en la mente. A aquellos abnegados maestros, que, mientras nosotras eaminábamos de frente al en- cuentro del porvenir armadas con sus consejos, fortalecidas con su ejemplo, ellos siguieron el elegido camino de viacrucis de la enseñanza, cosechando indi- ferencia, ingratitud y olvido. Mas no por haber sido ingratas, no por haberlos olvidado, dejamos de recibir con hondo regocijo la presencia de su recuerdo, cuan- do suele venir a visitarnos. Con regocijo. y veneración profunda, acogemos dentro de la mente, dentro del alma misma, la-mar- chita imagen de aquellos que supieron enseñarnos; de los que abrieron los ojos de nuestra men- te a la luz. Ya dijimos quela palabra “en- señar” es bella” de belleza pro- pia, pero desgraciadamente sólo lo comprendemos así, cuando al- guien nos lo dice o nos lo re- cuerda, sin pensar en que cada una de nosotras, precisamente de nosotras las mujeres, estamos ca- pacitadas en mayor o menor es- cala, para aplicarla. Los padres orientan a los hijos, los maestros a los discípulos, nosotras... nos- otras podemos enseñar al que no sabe, lo que a nuestra vez apren- dimos de aquellos que supieron antes que nosotras. ¡Y hay tan- tas, pero tantas cosas que ense- far a los demás! ¡Hay, a la vez, tantos y tantos necesitados de aprender! Hermosa es la figura del sem- brador, cuya silueta se recorta en el azul del cielo y se alarga so- bre la tierra lista para recibir la simiente que pródigamente dis tribuye en su seno generoso. Pe- ro infinitamente más hermosa es la figura del sembrador de cono- cimientos, del sembrador de ideas de aquel que imponiéndose a sí mismo una misión bienhechora, fortalece los cerebros, aconseja a las almas; aquel que da a los demás la capacidad para ser útil, y que mostrándole el ho- rizonte prometedor, los lleva ha- cia delante, haciéndolos útiles para los demás y para sí mis- mos. Enseñar... palabra sublime que principiando a ser aplicada por el Redentor Divino,, se hizo una ley dentro de la conciencia de todos los humanos, que mu- chos nos hemos olvidado de cum- lir. É Todas y cada una de nosotras, no importa cuáles sean nuestras actitudes ni el tiempo de que podamos disponer, estamos ca- pacitadas para enseñar algo de nuestro haber, a aquellos que no saben y que necesitan saber, como se necesita la luz, como es preciso el aire, como la lluvia es reclamada por los campos yer- tos. Extraigamos, pues, de nuestro acervo, diariamente, aquello que podemos, de acuerdo con nues- tro medio y circunstancias, po- ner a disposición de los demás, y hagámoslo con alegría, con sa- tisfacción, con legítimo orgullo. Si no pudimos hacer otra cosa que dejar una letra, una sola en la mente de alguien que la lle- va oscurecida por la ignorancia, tengamos la seguridad de que ya con ello hemos hecho un bien, hemos cumplido siquiera sea en su mínima parte, el sagrado e importantísimo deber de ense- fiar... Es posible que esa letra dispersa, al parecer sin impor- tancia, unida mañana a otras varias, forme una palabra lumi- nosa que sirva de escalón ascen- dente para quien supo aprove- charla. Pocos son cuantos elogios pue- dan decirse enderredor de la mi- sión de los maestros, que disi- pando la oscuridad en que la- boran, llenan de claridad la in- teligencia de los que, puestos a su cuidado, llegan a saber. A saber, no importa qué sea lo que sepan; los conocimientos no tie- nen límite para el ser humano, pero mientras mayor número de ellos sea acumulado, más fácil les será llegar por el camino del éxito, a la realización de sus anhelos. No siempre debe ser para el (Sigue en la Pág. 4) DE TODO LO QUE PUEDA PARA SOSTENER SU RED FEATHER FUND! Cuando usted da para el Red Feather Fund, usted está ayu- dando a 23 agencias locales para sostenerla por todo el año. Usted está ayudando a los Boy Scouts y los niños de la Wayland Home, así como a las personas inválidas que tra- bajan en las industrias de Goodwill y a los centros de recreo para los soldados en el USO. De, manera que meta su mano Aa su bolsillo y dé generosamente. DE CON PLACER... INDESCIFRABLES MISTERIOS Por RASA SELDI Siempre he creído que en todo lo que acontece en la' vida del ser humano, influye en parte lo fatal e ineludible; pero ala vez, el libre albedrío que cada cual posee, labora incesantemente pa- ra la creación de causas, cuyos resultados son inevitables, Esa misma porción de fatali- dad no es sino el resultado de causas que se generaron con an- terioridad, y que una vez consu- madas, es imposible ya evitar! sus lógicos efectos. En realidad, nada es causal, ni injusto, ni desmedido, de lo que acontece a cada quien. Todo está perféctamente ajus- tado a la resistencia individual. Personalmente me parece ma- ravilloso cómo se desarrolla la vida y la experiencia humana. La comprensión y la /acepta- ción de que de uno depende en gran parte la construcción del propio destino, da una sensa- ción de fortaleza interna y de emulación para intentar en cada momento presente, el esfuerzo de aumentar nuestra capacidad mental y espiritual, ya que de ello dependerá en absoulto el logro de lo que anhelamos. Claro está que lo primero es la comprensión exacta de causa y efecto, para explicarnos por qué obtenemos, o no, lo que de- (Sigue en la Pág. 4) EN MESA Centro de Maquinas para Coser 108 SUR MACDONALD REACONDICIONADAS Y ELECTRIFICADAS Abonos tan Fáciles como $1.50 por Semana DEMOSTRACIONES GRATIS! EN SU CASA MAQUINAS DE COSER Garantizadas Reconstruídas Eléstricas O MOTOR NUEVECITO! O Control Nuevo de 5 Velocidades o5 Años de Garantía por Escrito El Estuche lo Obtiene con un Pequeño Pago Extra. Puede dar de Entre su Máquina Vieja. Le Acreditan Muy Buen Precio. VISITENOS HOY ¡MISMO —LLAMENOS POR TELEFONO PARA QUE LE VEAMOS EN SU CASA CENTRO DE MAQUINAS DE COSER 108 SUR MACDONALD — EN MESA COMO SE TRIUNFA EN LA VIDA Por el Prof. JUAN T. GONZALEZ Obra educativa de utilidad práctica que contiene veinte lecciones de la vida diaria.—Esta interesante obra se vende en la librería “EL SOL” 62 Sur Calle Tercera de Phoenix, Arizona. Ya sabes hasta dónde puede conducirte el pensamiento, también sabes que los puedes dominar por medio de la auto- sugestión, y que la voluntad lo gobierna todo, pues sólo se necesita querer para que desbarates el pensamiento que te dañe y para que te sugestiones en el sentido en que desees aprovechar tus pensamientos. Vamos, pues, a practicar qué es lo único real y verdadero. Lo primero que has de hacer es no querer hacer ton- terías, es decir, no quieras “enderezar la luna con un palo”, proponte querer hacer algo útil. Voy a enseñarte una cosa pequeñita que es de mucha utilidad y con ella puedes em- pezar a practicar la voluntad y la energía. Haz las cosas completas. Casi todos los hombres descuidan eso. Allí van algunos ejemplos, para que me comprendas mejor. Tú vas a beber agua, coge el vaso, toma el agua y deja el vaso en el mismo lugar donde lo tomaste. Has empezado el trabajo de cada día, pues cuando lo termines, deja cada herramienta en su lugar, y así haces tu trabajo completo. ¿Tienes un asunto pendiente que arreglar? Sigue con él hasta que lo dejes terminado. ¿Tienes que ponerte un botón? Adelante hasta que esté prendido y hayas vuelto la aguja y el hilo a su lugar. ¿Tienes que arreglar un zapato? Luego, luego, has- ta que quede arreglado. Que nada quede pendiente, que nada quede para mañana. Termina cada cosa completamente y quita de ti esa costumbre de decir “ahorita” cuando te man- dan que hagas algo. De esta manera educas tu voluntad y tu energía, y comienzas a notar que haces las cosas mejor que antes. y También educa tu voluntad en el trabajo diario, quiérelo y si no te gusta, sugestiónate diciendo: “me gusta mi trabajo” y aplica tu energía haciéndolo lo mejor que puedas y teniendo a la hora de trabajo tu pensamiento allí nada más. Practica esto mucho poniéndote a hacer alguna cosa, pensándola bien antes de resolver y una vez resuelta, adelante hasta que lo hagas. Comienza por cosas pequeñas y después sigue con cosas difíciles, con el estudio de alguna materia, con la co- rrección de algún defecto o de algún vicio. ALEGRIA, BONDAD Y OPTIMISMO Amigo mío, estudiaste con empeño las lecciones ante- riores, bien puedes notar que has dado un gran paso hacia tu mejoramiento, pues primero que nada comprendes que tienes dentro de ti mismo una hada capaz de hacer todo lo que quieras. Ahora bien, sabiendo dirigir las fuerzas interiores, va- mos a encaminarlas de modo que te vayas apropiando de todas las buenas cualidades que debe poseer el hombre que ha de tener éxito en la vida, del hombre de negocios, del hombre que no fracasa nunca, Muchos tienen la creencia de que para hacer fortuna es cuestión de suerte. Ese es un pensamiento lamentable por- que a muchos les desanima. La suerte se hace. Yo no he visto todavía a un hombre preparado conforme lo enseña este libro, que se haya arruinado en algún negocio. Pocas veces suceden desgracias, pero esas no son leyes, pues ocu- rren de siglo a siglo. ¿Has visto tú los garbanzos de a libra? Pues así verás a un verdadero hombre de negocios que fra- case. La primera cualidad que necesitas, es la alegría. ¡Vive Dios, que desde este momento, serás un hombre alegre! ¡Abajo las penas! ¡Abajo todo pensamiento que en- tristezca! ¡Viva la alegría! Que tu corazón sea una “fábrica” de alegres pensamien- tos. No estés triste jamás, porque la tristeza mata. La alegría multiplica el entusiasmo; y éste, la energía. Los mexicanos generalmente somos alegres, no necesi- tamos muchas lecciones sobre este asunto. La mejor manera de vivir, es vivir alegre, porque la alegría del corazón significa la alegría del Universo, puesto que el hombre contento lo ve todo alegre. Las penas son más llevaderas, el pan más sabroso, el trabajo se hace encantador y atractivo cuando hay alegría. Has notado tú esto; cuando te pasa algo que te ponga alegre; por ejemplo, que tu papá te regaló una bicicleta; que sales a un viaje a donde deseabas ir con empeño; que encuentras un antiguo amigo, que te pagan una cuenta que ya considerabas perdida, etc., ¿no has notado que no sientes hambre, ni frío, ni calor? Pues ese es el efecto de la alegría. Si entiendes por alegría burlarte de todo lo que pase, hacer travesuras, decir piropos, andar como un loco por la calle, aturdir a gritos cuando estás trabajando, reírte sin ton ni son, eso más que alegría es locura, y no debes con- fundirla. Estar alegre es estar de buen humor, tener un corazón contento para poder extraer de las cosas el jugo que puedan dar; ver todas las cosas sonrientes; ser siempre joven; gozar con la música, gozar con el sol, con el trabajo, con el deber, gozar cuando se ve gozar, cuando está uno luchando a brazo partido con la naturaleza. Mira al pajarillo en la enramada, canta sin cesar mien- tras busca su alimento; la flor en el jardín perfuma y en- galana a la vez que sonríe con su corola entreabierta, el sol que fecundiza y dora las mieses, cuando se levanta en el oriente parace dibujar en las nubes unos labios color de rosa que sonríen; el riachuelo va cantando sin cesar para llevar a la planta el líquido vivificante; y la luna y su cortejo de estrellas con los cirios de la noche que a la vez que alumbran, cantan la eterna canción de las almas soñadoras con el som- noliento parpadear de sus destellos, También el obrero canta el sonoro retumbar de su mar- tillo y el dependiente hace el coro con el alegre murmullo de los marchantes. Todo en la naturaleza se alegra. Tú tam- bién alégrate en el día de trabajo regocijando tu corazón en la eterna canción del amor a lo bueno y a lo bello que entona la naturaleza. —CONTINUARA)—