El Sol Newspaper, July 25, 1952, Page 2

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SPANISH PAN-AMERICAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco Entered as second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona under the Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas entendidas por nues- Los colaboradores. Para precio de anuncio diríjanse a las oficinas _situadas en 62 So. 3rd, St. Teléfono 3-4948, Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subs- criptor desee que se cambie el envio del periódico a otra dirección, deberá notificarlo y acompañar la suma de diez centavos. SUBSCRIPTION RATES - Per Year $3.00 Six Months $2.00 Al out-of-town subscriptions must be paid in advence for at $ least a period of six months. AM payments must be maás to the Editor Post Address P. O. Box 1448 Phoenix, Arizona. MMM A a e PP Pf o LOS NINOS AYER Y HOY LOS PRINCIPIOS ELEMENTALES de la conducta humana son semejantes a las señales que en el mar, las líneas férreas y en las calles de las ciudades dan indicaciones al piloto, al maquinis- ta o a los transeúntes. Si no brillan con claridad, si, sobre todo, no están siempre en el mismo sitio, viene la desorienatción y el pe- ligro, la confusión y el desorden. . Sobre la noción de la ley, norma de la vida, señal según la cual los hombres deben orientarse como se orienta el navegante por las estrellas, parece haberse tendido en nuestros días una den sa bruma. ¿Cuá? es la.causa de esa turbación? ¿Qué es lo que origina esa anarquía moral? Seguramente que este estado de cosas se explica, por lo me- nos en parte, porque vivimos en una época de transición, seme- jante a otras que la historia de la humanidad registra en sus pá- ginas. En todas ellas, la humanidad está como de mudanza; par- te. de sus cosas y de sus individuos están todavía en la antigua habitación, parte ha pasado ya a la nueva morada, en tánto que otra parte aun se halla dispersa por los caminos. Todo ese ajetreo no se lleva al cabo sin la consiguiente confusión, En tales circunstancias sería pueril decir que hubiera sido preferible no mudarse y dejar todo en el mismo sitio. Los cambios sociales son ajenos a nuestra voluntad. Nadie, hombre o institu- ción o sistema debe ser acusado de haber cambiado la faz del mundo. Por. la razón íntima de su desenvolvimiento, sucede como con los cambios que el crecimiento impone a cada criatura que la humanidad se ha visto obligada a crearse nuevos hábitos, nuevas costumbres. ¿Quién podría evitar que la evolución de la raza si- guiera su curso natural? Hemos nacido en un tiempo en que la autoridad, para ser a- ceptada, ha de empezar por justificarse ante la conciencia y la razón. Quiérase o no, el hombre de nuestros días, más que en otro tiempo, piensa y razona antes de someterse, bajo cualquiera auto- ridad. En esto todos los pueblos se parecen, cada cual invoca a ca da paso su derecho a la libertad de conciencia. á Inútil resultaría por todos conceptos propoyer permanecer es- taciongrios o retroceder a los tiempos idos. Hemos de ser conscien tes de nuestro tiempo y hemos de aceptarlo de corazón, con valen- tía, tratando de entenderlo y de juzgarlo con claridad. Examinando+de cerca, nuesro patrimonio ofrece incoherencias y contradicciones que deben ser corregidas. ¿Qué padre de fami. lia no se preocupa buscando la manera adecuada de mantener el orden en el hogar por medio del respeto a los jóvenes? En otros tiempos, el padre era el dueño absoluto; los hijos obedecían de grado o por fuerza. El les elegía la carrera, en caso preciso los desheredaba o los echaba de casa, si así lo juzgaba conveniente. Asímismo, casaba a las hijas, y era considerada como.mala la q' trataba de externar su opinión en este punto. Según se dice, todo esto ponía de manifiesto el respeto de los hijos hacia sus proge- nitores, todos vivían en paz, campeaba.en el hogar un orden en- vidiable, En nuestros días ya no podemos pensar en la misma forma. Nadie se inclina a aceptar de esa manera la autoridad. Pero ocu- rre con demasiada frecuencia, que tratando de corregir un mal se cae en otro mayor. De ahí que se haya concedido a los hijos ura exagerada libertad que les hace creer que son el centro a cuyo de- rredor todo gravita, y que, por eso, precisamente, imperen el des- orden, la insolencia y la indisciplina de la juventud. Sin duda alguna los derechos de la niñez y de la juventud son sagrados y deben respetarse, mas no hay que olvidar que a su la- do está el derecho al cual hay que conceder lugar preferente: el de los mayores a la firmeza, al deber de mantener una dirección firmé, una paternal y justa severidad, y la obligación de prepa- rar a las nuevas generaciones para gozar de libertad por la obe- diencia. La juventud que trate de substraerse a esa ley, será siempre caprichosa, débil, alocada. No habiendo sabido obedecer, nunca estará en aptitud de gobernar. GOBERNAR VIEJA DISCUSION jamás agotada es la que versa sobre la mejor forma de gobierno. vivimos en un país en el que la aspere- za de los antagonismos parece siempre nueva en este enojoso a- súnto. No obstante, no hay discusión más vana. El mejor gobierno es el que produce un máximum de orden con un mínimo de sujeción. Es el que más consigue sin que se sienta su acción. Las leyes fundamentales de una sociedad humana serán siem- pre las mismas. Ninguna forma de gobierno puede ser buena sin ellas, y no cabe que la despreciemos o nos rebelemos contra ella si son respetadas. De todos los bienes esenciales que un gobierno debe mantener, el crédito, tanto espiritual como material, es la piedra angular. El crédito se basa en la confianza y el respeto mutuos. Si es- tos dos requisitos están asegurados, todo lo demás se sigue natu- ralmente. Los ciudadanos pueden contar los unos con los otros. Quitad la confianza y el respeto, obrad o dejad de obrar en sentido que les sea contrario, e inmediatamente se acaba la confianza en todo, nadie puede ya contar con nadie. La confianza puede florecer y acabarse bajo las formas de go- “EL SOL”, SEMANARIÓ POPULAR INDEPENDIENTE bierno más distintas, si se quiere las más opuestas. Mas es pueril pensar que la forma de gobierno pueda por sí sola garantizar o comprometer los bienes esenciales de la sociedad, Los primeros cimientos de todo buen gobierno están en el go- bierno de sí mismo, y en el examen de sus acciones, de parte de los gobernantes. El hombre de gobierno de una república logrará mejor resul- tado si es flexible, si se cuida constantemente de la opinión públi ca. Pero, si al lado de ese cuidado, no conserva el sentimiento de la autoridad legítima, justificada e impuesta por el interés de to- dos; si ese sentimiento no le confiere la fuerza necesaria para en- caminarse a su fin y obrar, sea o no sea inmediatamente compren dido y aprobado, la autoridad decaerá en sus manos. El sentido de los poderes públicos, de la responsabilidad que entrañan, del ascendiente que confieren es, por tanto, esencial en cualquiera forma de gobierno. En parte alguna, el que tiene el poder puede hacer que pro- duzca buenos resultados si obra a capricho o lo pone al servicio de sus intereses personales. Todo el que ejerce el poder lo hará, pues, necesariamente con las buenas cualidades o con los defectos personales que a él lle- ve. Lo hará valer o desmerecer, según el espíritu con que lo apli- que. Si los conocimientos técnicos son necesarios, si las capacida- des intelectuales tienen su justo valor, si todas las formas de la previsión, de la sabiduría, de la ponderación son factores que in- fluyen en el espíritu del hombre de Estado, independientemente de las formas constitucionales, hay un factor de mucha más im- portancia todavía que los mencionados, y es el dominio de sí mis- mo, la disciplina personal. Ninguna elección de soberano, aun del mejor, ningún favor de la multitud mejor inspirada, podrá dispen sar jamás al hombre elevado al poder, de gobernarse a sí mismo antes que nada. Jamás se aprobará institución democrática, no se concederá nunca estatuto real, en que, por gracia del Estado, los hombres de gobierno se vean libres de esta primera preocupación. Si después de haber considerado a los que tienen en sus ma- nos el poder y mantienen la autoridad, consideramos a la masa del pueblo, las mismas reflexiones se imponen. Dirigir, vigilar, conducir hombres que no se examinan ni cui- dan de sí ni se guían ellos mismos, es empeño vano. No hay vigi- lancia eficaz para el que no se vigila a sí mismo ni podrá hallar- se jamás el guardián p' pueda sustituir con ventaja a la concien- cia, Nunca ha habido tantos vigilantes, inspectores, escrutadores, comprobadores, como desde que la honradez y la rectitud pasan por ser cosas viejas, buenas sólo para los tiempos idos, De nada servirán todos los sostenes exteriores, los partidos y las propagandas, si aquél que sea elevado al poder carece del for- midable sostén interior: ¡la conciencia! 'SÁN LUCAS Y LA MEDICINA MUCHO se ha discutido sobre el origen de San Lucas, uno de los cuatro evangelistas. Muchos, como el obispo de Cesárea, Jeró- nimo de Panonia y Eusebio, el célebre historiador eclesiástico, a- seguran que era natural de Antioquía. El primero, al referirse a San Lucas, le llama Lucas el Antioquense. El segundo escribe: “Lucas, el célebre genio de Antioquía”, y el tercero dice de él que era heleno y agrega: “perito en el arte de la medicina”, según lo indican sus escritos”. La tradición acepta que San Lucas era de Antioquía, pero la afirmación de Eusebio ha dado lugar a otra discusión, tanto más interesante que la referente al lugar de nacimiento del evangelis- ta, y ésta es la que se relaciona con la circunstancia de que San Lucas. hubiera sido médico. El Tarsiota, al referirse a la profesión de quien fué su más ín- timo colaborador, pone en la epístola a los colosenses esta frase: “Os saluda Lucas, el médico amado". Las numerosas citas que los contemporáneos del Santo hacen de su profesión, han interesado grandemente a los investigadores modernos, y de ellos Hobbert, tras de minuciosos estudios, ha sus- tentado la tesis de que San Lucas fué médico. Harnack, otro investigador menos convencido que Hobbart, manifiesta que ni acepta ni niega la profesión que se atribuye a San Lucas, pero que, sí tiene por cierto el hecho de que el Santo, si no fué médico, por lo menos estaba al corriente de los vocablos técnicos usados en los grandes tratados de Hipócrates, Dioscórides y Galeno. Esta aseveración la confirma Luís Pirou, el especialista en es- crituras sagradas, quien al estudiar el Tercer Evangelio de Lucas, encontró que su prólogo está escrito en los mismos términos del prefacio de la medicina de Hipócrates y que su texto contiene mu chos de los términos usados por Dioscórides en su tratado “Medi- cus Carisimus”., Parecen abundar los ejemplos de términos técnicos emplea- dos por San Lucas en-sus escritos, que pueden probar su profesión de médico. Al referirse al milagro del Tarsiota que vió la Luz de Jesús, dice Lucas: “Y luego le cayeron de los ojos como escamas y recibió al punto-la vista”. Según Pirou, el término “escamas” lo usaba Hipócrates para dseignar la costra producida por una que- madura, . San Lucas emplea también la palabra “paralítico” que es tér- mino técnico; la palabra “demonio” que en la medicina de los griegos de aquella época equivalía a los fenómenos epilépticos y en tocante a este mal, San Lucas pinta los síntomas admirable- mente y en el propio Tercer Evangelio escribe: “Y he aquí que un espíritu lo toma y de repente da voces y se retuerce y escha espu- ma y apenas se aparta de él, queda quebrantado”. En cuanto a terapéutica, San Lucas poseía conocimientos in- dudablemente, pues en la parábola del Samaritano, dice: “Lle- gándose a él vendó sus heridas echándoles aceite y vino”. Forma curativa que empleaba el propio Hipócrates. Moenner, un minucioso investigador, ha logrado descubrir en los escritos de San Lucas, cerca de quinientos vocables médicos, lo en contacto con el elemento científico de su época y familiari- zado con el lenguaje científico griego. Mister H. MacLachlan, gran helenista y profesor de la Univer- sidad de Mánchester, hablando del Santo, dice que fué un hom- bre de alto valor, un verdadero hombre de letras; más clásico que los otros evangelistas, que sabe variar las formas de su estilo se- gún lo exige el asunto. Conocedor de la literatura griega, su cro- nología es tan exacta como la de los historiadores de su tiempo y sus conocimientos sobre las costumbres de la época, son amplísi- mos. Sobre el propio Evangelista, Diego Carbonell ha dicho: “Esa gloriosa humildad que fluye cantando en el tercero de los Sinóp- ticos débase a la propia psicología de su autor, porque Lucas su- po traducir el encanto.de la buena nueva en períodos de la mag- na Grecia. Acogiéndose a la enseñanza de sus sabios y creadores. GABRIEL MARTINEZ MONTES DE OCA IAAPAAAIIIRAR ARA AD AODADADADODEPODODADADADaDNDDaDDDDDEDDEDNEIÚDIDIDDNDDIc Subscríbase Hoy a “El Sol” IANOIPOPIPCOSCPOCODADLOIOCODPOCADODONOORODADIDIEDODIDEODADEDIDEDEDEDDEDDIDAR Ralph Watkins, prominente hombre de negocios y ranchero del Condado de Maricopa, anun- cia su candidatura para Repre- Isentante en el Congreso, por el Primer Distrito de Arizona, con- sistente en el Condado de Ma- ¡ricopa, Un activo y enérgico partici- pante y líder del partido Demó- crata desde hace muchos años, Watkins presenta su nombre co- mo candidato y dice: “El Cen- tro de Arizona debe tener repre- sentación vigorosa, activa y a- gresiva en la Casa Baja del Con- greso para conseguir q los miem bros de este Congreso se den cuenta de las necesidades y pro- blemas y a la vez pará darnos a todos nosotros los beneficios de una legislación a la que tene- Imos justamente derecho”. “Yo creo que la oficina del Con- greso”, dice el Sr. Watkins, “es una oficina para la que se re- quiere ambas cosas, visión y a- plicación vigorosa de la ética en los principios de los negocios le- gítimos acoplando esto a los de- eos irrefutables de servir a la gente del Estado”, El Sr. Watkins dice que la pla taforma de su campaña será da- da a conocer en fecha próxima. Nació en Indiana en 1903, vi- no a Phoenix y al Valle del Río Salado hace 35 años y fué edu- cado en las escuelas de Arizona. Casó en 1924 con la señorita Ru- by Formby, la que pertenece a una de las más antiguas y res- petadas familias de Arizona. E- llos tienen dos hijos, Ralph, Jr., quien se graduó en el Colegio de Tempe y sirvió en el Ejército en la Guerra No. II, ahora es Te- niente de la Marina de los Es- tados Unidos. El otro hijo, Lee, fué educado en las escuelas pú- blicas de Arizona y en la 'Uni- versidad de Arizona, en Tucson. Ralph Watkins se ha dedicado al negocio de aceites y automó- viles al mayoreo desde hace 25 años y recientemente agregó la agricultura a sus actividades en los negocios. Es miembro de la Iglesia Bautista, y de las Orde- nes Masónicas de las que es Po- tentado de El Zarabah y tam- bién está afiliado a las Ordenes Fraternales de los “Eagles y de los Moose”. Es ex-presidente del Club de los Kiwanis de Litchfield Park, y de la Cámara de Comercio de Buckeye, Arizona, ha servido en el Cuerpo de Educación de las escuelas y en muchos otros gru- .pos cívicos y comités de Buckeye Phoenix, Condado de Maricopa y del Estado. Es miembro del Co mité de Seguridad Pública del Estado, de la Asociación de Bue- nos Caminos, del YMCA, del Co- mité Gubernamental del Estado y siempre es muy activo cada año en la campaña de la Mar- cha de los Dimes contra el polio. Desde hace largo tiempo ha sido. muy- activo en la política dentro del Partido Demócrata, vención Nacional Demócrata en 1948, fué presidente de los Clubs de Jévenes Demócratas y presi- dente general del Comité para la comida Jefferson- Jackson a través del Estado en 1952, la q' resultó ser un éxito rotundo. Recibió mención honorífica de parte del Pres, ROOSEVELT por su trabajo muy meritorio dentro del programa de defensa nacio- nal durante la guerra No. II, en 1946 formó parte del Comité de Consejeros del finado Goberna- dor Sidney P. Osborn. Todo esto y muchas otras actividades, le han ganado experiencia en los asuntos públicos y de gobierno. DR. PEASE DENTISTA Extracciones Sin Dolor Con ó Sin Gas 245 Fox Theatre Bldg. Teléfono: 4-3943 Se Habla Español PLACAS TRANSPARENTES Watkins fué delegado a la Con-¡ de Julio de 1952. Viernes Subscríbase al Periódico "EL SOL”, Semanario Popular Independiente Dr. A. 6. del Valle y Lugo Está a las órdenes de su nunierosa . clientela en el edificio "FOX THEATRE BUILDING”, 2do. Piso, No. 248 Teléfono: 4-4612 Phoenix, Arizona LEE LA SUERTE Y DA CONSEJO Dice el Pasado y el Presente -— Nombres Futuros e Iniciáles. — Asuntos de Negocios — Asuntos de A- mor — Herenicas — Todas las cosas que se relacionen con el bienestar. 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