El Sol Newspaper, December 3, 1948, Page 2

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SPANISH PAN-AMERiCAN WEEKLY NEWSPAPER Published every Friday by J. C. Franco Eñitered: as second class matter March 20, 1940 at the Post Office e at Phoenix, Arizona under the Act of March 3, 1879. Xx * ¿No mps hacemos responsables de las ideds emitidas por mues- A o cbr nas sltuadas-en 62 S. 3rd St Teléfono 3-4948. Toda subscripción . debe pagarse adelantada, y cuando el subs criptor desee que s« cambie el envio del periódico a otra diree- 5 TIA E (SUBSCRIPTION RAYES . Per. Year $2.50 Six Months $1.75 KN cutol-towa subecriptio.a must bo polá ln advance (or et least a period of six months. AM payments must be made to the Editor Postal Address P. O..Box 2161 Phoenix. Arizong ALGO MAS SOBRE EL TERRORISMO DE LOS. EXPERTOS NUEVA YORK — Alguien tomó demasiado en serio un artículo sobre los técnicos y sus informes. Me escriben que acaso es ésa una de las razones por qué el mundo se va poniendo neurótico. La prédica sobre los peligros que nos amenazan estaría creando una psicosis de miedo en esta era en que, según la Carta del Atlántico, la humani- dad iba a estar libre de él. , Enel campo de la psiquiatría los expertos norteameri- canos tienen a media población sobre brasas. Dicen que el millón de norteamericanos aislados, o sea locos de atar, no. representa sino una mínima proporción de los que pueden llegar a, serlo. Según el doctor Miller, de la Escuela de Medicina de la Universidad de George Wáshington, hay diez millones de incapacitados. para una vida normal a cau- sa de desarreglo nerviosos. Seis de estos diez millones de- berían estar en tratamiento en alguna clínica. Otra esta- dística igualmente experta revela que son treinta millones los que viven en la línea de demarcación entre la sanidad y la insanidad mental. Cuando uno piensa en lo que esta mi- llonada da cuasi locos ha hecho con este país, no puede menos, quedesear que otras naciones se vuelvan un po- quito locas también. Los expertos médicos dan la nota alta, sobre todo las instituciones filantrópicas que se ocupan de combatir de- terminados tipos de enfermedades y por lo tanto mantie- nen una publicidad atemorizante acerca de sus estragos. Según estos informes, siete millones de norteamericanos se enferman cada día... La Sociedad del Cáncer asegura que diecisiete millones de los habitantes del país, son can- didatos potenciales a víctimas de la terrible plaga. “Un norteamericano muere de cáncer cada tres minutos,” dice el más popular y repetido de los anuncios de esa sociedad de filántropos. Según el doctor Edward L. Berzt, de la Sociedad Mé- dica de los Estados Unidos, los norteamericanos enfermos del corazón suben de cuatro millones. El doctor Andrew Ivy, de la Universidad de Illinois, informa que la mitad de los estadounidenses que nacieron en 1940, van a parecer víctimas de su corazón. Una estadística oficial asegura que mientras en la Segunda Guerra Mundial murieron menos de 400,000 norteamericanos, otros dos millones murieron fuera de los campos de batalla debido a enfermedades cardiácas que siguen siendo el “Matador No. 1” e nel país, con una cuota superior a las tres causas de muerte que le siguen. Este año morirán del corazón otros 600,000 norte- americanos. La presión arterial alta constituye, según el doctor Eli Oschowitz, la más grande amenaza que se ciefne sobre este pueblo. Los expertos empeñados en combatir la tuberculosis no gastan menos celo que sus colegas antes, mencionadas. Hay un millón de tuberculosos comprobados y muchos más millones. de potenciales. Modestamente esta asociación oculta del público los comprobantes del éxito de sus pro- pios afanes o.sea que este país es el que tiene ya la menor cuota de tuberculosos, la cual descendió de 47 a 37 por 100,000 sólo en los últimos ocho años. Para los norteamericanos que temen viajar por-los trópicos debido a la malaria, los expertos norteamericanos tienen malas noticias; más de un milló nde estadounidenses han contraído la enfermedad y no por contagio traído del sur por los 22,000 aviones que llegan de esas tierras, sino por infección local. La cifra de los ciegos es igualmente alarmante, pero peor es la de los mediociegos que consti- tuirán casi un tercio de población. Un. especialista acaba de exclamar que hay veintiún millones de americanos que necesitan espejuelos, pero que no tienen medios para ad- quirirlos.... Hay en este país 7,500,000 sordos o semisordos, según otra asociación de expertos médicos... En este cam- po de enfermedades menos graves los técnicos parecen echar de lado toda moderación en sus cifras. Sabemos así que hay diez millones que padecen “alergias” de una u otra clase. En cuanto al “athletic foot”, (hongo de los pies) la molesta y no del todo perfumada plaga, la estadística es rotunda: e 90 por ciento de los norteamericaons pade- cen de ela. Si uno hubiera créer a las asociaciones y sus expertos que tratan de ayudar a los lisiados, habría cerca de tres millones de norteamericanos inválidos, que usan o requie- ren ayuda ortopédica. La cifra llega a veintitrés millones, según escribe Miss Betsy Barton en el “New York Times”, si' se incluye a los encapacitados por parálisis infantil, he- morragias cerebrales y sobre todo por accidentes. Este úl- timo aspecto del problema llega hasta la alta política. El Presidente Truman calificó este capítulo “un desastre na- cional” y prestó el manto de su prestigio a la estadística aterradora: 100,000 murieron een acicdentes en 1946 y 10.400,000 fueron heridos. Ya sabíamos que los automóvi- les matal al año no menos de 35,000 norteamericanos. ¡casi en dispersión. Brito, Azo. | “EL SOL* SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE . Pero si uno ha de salir con temor a la calle o los caminos por esta razón, está bueno que sepa que es mucho más pe: ligroso quedarse en casa. Hay 4,850,000 accidentes en los hogares norteamericanos, muchos mortales; el baño y. la cocina son sitios peligrosísimos, mucho mas que todas las fábricas, co nsus monstruosas maquinarias, donde sóol ocurren 1,200,000 accidentes ¡meciltca er año. año. Y el viejo siguió marchando. Y pasó desfiladero de Piñones, y vió los palmares del Puerto de Carneros .enrojecer el hori. zonte todo con sus llamaradas de incendio, y por fín, un alto. Estaban en la-hacienda de A. gua Nueva. Un aleteo. de victo- ria volaba sobre las tropas. Los americanos se retiraban, y la caballería mexicana había des, pedázado a la retaguardia ene miga, que huía dejando aban- donados -carros, atalajes, gra_ guas, caballos... Ahí estaba * Santa Anna, cubierto de polvo, en medio de su Estado Mayor, y a pesar de ese rumor de triun fo que corría, párecia furioso. Un ayudante del General Mora y Villamil, comandante gene- ral de ingenieros, decía al capi_ tán de zapadores, cerca de tio Lupe, que Santa Anna había intentado sorprender a Taylor cortándole sus. comunicaciones con Saltillo, pero > qe Taylor ha bía sido informa: de esto, y agregaba que se había sabido que un sargento de coraceros, en una borrachera een el cam pamento de Encarnación, había dicho a sus camaradas que se iba para su tierra, el Saltillo, q' iba a tener mucho dinero y q' más valía vivir bien que no quedarse en el campo comido por los zopilotes; que este sar- gento se había desertado en. la Encarnación, yéndose con un prisionero americano. y que su nombre era Francisco Valdés. (El hecho y el nombre ¡infames han quedado en la historia). Y al oirlo, tio Lupe, esbozaba un gesto de amenaza. Pero la noticia del triunfo lo grado galvanizaba ya a las tro pas. La esperanza parecía ven cer al fin al desaliento; los co_ razones, otrora vacilantes, rena cían valerosos. A lo lejos, a derecha e izquier daa, recortábanse ásperar serra Inías, que se cerraban más y ¡más... 'un desfiladero flanquea do por crestas inaccesibles.. adi vinábanse barrancas - profundas. Porentre esas cumbres metíase trabajosamente, el camino.. un caserio lejano, ¡¡La Angostura!! En esta formidable posición aguardaba el enemigo, fuerte, descansado, vigilante. Y «ahí fué a darle batalla, ese día 23 de fe brero de 1847, aquel pobre ejér cito: nuestro, diezmado, ham. briento, jnsomne, fatigado por dias y dias de marcha agobian tes. Pobláronse las cañadas de retumbos de artillería y crepi_ tar de fusiles, relampaguear de sables y báayonetas. Por aque. llas escarpadas laderas - trepa. ron, como lobos, nuestros sol. dados, hallando en su heroismo y el valor las fuerzas que las privaciones y el cansancio les restaran; riscos y despeñadores fueron senderos de gloria v sa crificio para sus corazones en ardecidos. Cada matorral escon día un fusil enemigo y cada pe fiasco un cafión, y bajo la me_ tralla que segaba cuerpos co- mo mieses, tus hijos, ¡oh Patria avanzaban... avanzaban.. Márquez y Osollo ¡ganan las primeras posiciones, Lombardi_ ni, Ampudia, Mora y Villamil Blanco, se lanzan, por distintos rumbos el ataque. Santa Anna al caer herido su caballo, mon ta en el de un húsar de la es- colta. Un contraataque enemi_ go es rechazado por el general Pérez que ha substituido en el mando a Lombardini herido Las baterias americanas se multiplican y redoblan su furia y su huracán homicida; pero ya la Victoria, en el épico clamor delcombate, sopla su aliento abrasador. El trágico lugar se va cubriendo de muertos y de heridos, bajo el cielo azui, pero las cornetas mexicanas, en glo- rioso halalí, y los gritos de gue rra, suenan cada xez más den_ tro del angosto pasb y cada vez más arriba en lag cumbres hos tiles. Ya los invasores han per- dido banderas y cañones; la ca ballería del general Tavera ha puesto en fuga a los dragones azules de Kentucky y Arkansas los coraceros de Guitián han atravesado la línea totalmente y han llegado, revultos con los deshechos escuadrones de Mar shall, más allá del campo de combate; los regimientos de In diana y de Illinois se retiran caído, marcando con su espada y su sangre el camino del ho_ nor, y cuando el crepúsculo lle! ga, el sol poniente aureola, .con luz de oro, nuestras banderas desgarradas que ondear al vien to de la: noche que llega, en a- quellos mismos riscos donde e) mismo sol, al nacer ese día, ilu minara las orgullosas y ahora prisioneras fugitivas banderas de las franjas rojas! Tío Lupe, arrebatado por ia vorágine del combate había su bido, con la columna de Noris, hasta la altura defendida por la batería de O'Brien y había vis to cuando éste se retiraba, cues ta abajo, dejando uno de sus” cañones. Y ahí- había caído; y ahí estaba aun chorreando san_ gre por la abierta herida que un artillero americano le causara con su sable; y oía en el silen. ¡elo creciente que iba sucedien_ do al estrépito del combate, le aa el quejido lúgubre de los heridos incontables. Y veía la la luz de la luna, luna de in- Ivierno, como las tropas mexica nas se iban retirando.. se iban? ¿De qué había servido entonces tanta sangre, tanta vida, derro chada en aquel esfuerzo herói_ co? ¿Se esfumaría esta victoria en las brumas de una victoria más? ¿Por qué, por'qué se iban "por qué? Incorporóse, sangrante, y transido de frío, y comenzó a ba jar la ladera, tratando de alcan zar a los que se iban. No que- ría quedarse ahí, escuchando aquel inmenso quejido formado por mil quejidos angustiados que se levantaba lastimero, del campo... Otras sombras como él, bajaban también, trastabi_ lleando, inplorando a gritos des esperados un auxilio, por las vertientestrágicas. Y el miedo, el miedo a la soledad, al aban insatisfecha en aquel “Hacel- dama”, infiltrábase paralizante en su ánimo, y en su decaimien to moral y físico, todos sus re. cuerdos, sus pensamientos to- ¡dos de amor, de odio, de hogar, su mujer. San Luis Potosi, Ma_ ¡riquita, y aun el mismo Valdes obscurecíaríse en su mente y sólo una idea brillaba en esa nublazón, una sola, tenaz, ava- salladora, absorbente: ¡Vivir.... vivir!! Una de aquellas Sombras, un ¡lamentabde espectro que vaga ¡ba como él, entre tanto dolor y tanto ser caído que no se levan taría ya más, se le acercó, co_ jeando horriblemente, con la pierna destrozada. No llevaba uniforme ningu”) —¡No puedo más... Ayúdeme, —35 años de experiencia PRALL SERVICE Toda clase Je reparaciones de Máquinas de Coser y * Vacuum Cleaners También partes para cual- quier marca. Todo trabajo garantizado 351 N. 4th Avenue Tel. 46710 — Phoenix, Ariz. EL TIO. hi terior... dono, a la muerte que rondaba. — e A A, PP a a A A A ÁS É ¡Qué país” tan lleno de amenazasgy peligros resultaría | ción. Y era que con Tío Lupe uno proyecta juntos, , mosaico, éstas cuadros fatídicos! Pero, o los expertos se ¡palfvocan O: a humanidad está equivocada, ya que no so-| los, 145. ¿millones de norti “aquí sino que los otros 2,000 tierra querrían venirse a esta tierra apocalíptica. ¡Estados Unidos si Viernes 3 de Noviembre de 1948. en un sólo|había muerto. —violeta nacida [entre los brefñales de su rude- za—, una aromada flor de cari. dad!!! mericanos se sienten bien illones de habitantes de la FIN AAA AS del A como una campana da formidable, despertando de su letargo su decaído ánimo. ¡El 'Conocía esa voz! Sólo una vez “la había. escuchado.. sola una: vez... y fo podía olvidarla! Se; volvió ¡a mbirarlo, y bajo el bárro que; cubría :el róstro co mo una máscara, a pesar del gesto te terror y angustia que deformaba 'la línea, lo Tecono- ció: —i¿Tu;- Pranglen: Vardés, as ¿Uted? arti2 culó, espantado; el “sargento, co mo ante una aparición. Y los dos hombres, ajenos al gran drama que flotaba en re_ dedor suyo, se: miraron. El sargento, desfallecido, apoyó en.un peñasco. . —¡Tio Lupe... mue muero... tengo miedo..... no me deje! El zapador,, limpiándose la sangre que le escurría por la frente lo contemplaba en silen- cio. Por fin, al verlo resbalar de la roca donde se apoyaba,. dijo gravemente: —¿Tú aquí?.. ¿No te huiste con ellos. al Saltillo? —Sí... pero creen que lós ea. gañé.. me Jlevaron arriba, a las baterias... En la huida, un ca. fión me pasó por encima. ¡Me muero... tengo miedo, tío Lupe! —¿Y Mariquita? _El coracero no respondió.. Pa recía no haber escuchado... Su respiración tornábase ez, su mirar se empañab .. Tío Lupe se inclinó sobre él... ¿Y era este pobre cuerpo sucio, harapiento, inerte, aquel arro- gante .coracero que. una maña_ na pasara ante él, desafiante y soberbio, sable al sol, entre el polvo dorado que levantaba el regimiento? —¡Se muere!, murmuró, y ha ciendo un supremo esfuerzo, do minando sus propios sufrimien se 'tos, se lo echó a la espalda, y tropezando y cayendo, con su lamentable fardo a cuestas, con tinuó bajando, hablando com»: go en voz bajísima, como si se diera a sí mismo una excusa O impetrara a su misma con. ciencia un: perdón por 18 que hacía... Tres Años de Servicios A LA GENTE MEXICANA | VENTA DE tAaPaTos eepanqpos 17 S. Irá St Phoenix, Ariza > -BOLERIA- Willie: Crisp- — Todos Colores — " WILLIE -CRISP. 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Debía de quer r lo mucho el viejo cuando lo tra jo hasta esta cueva y lo orropó y abrigó. con tanto esmero. El pobre “viejo. sí esta muerto. Su herida: no era muy grave, pe > tal vez el esfuerzo que hizo lo agotó hasta la muerte. Un herido mexicano, que ayu daba a los camilleros, al verlo excuamó; —¡Es el tío Lupe! ¡Siempre fué igual, igual de bueno! Y con piadoso gesto le ce r5 los ojos, para el sueño sin fín. e EN La siniestra cañada, los ris_ cos agrios, las cumbres enhies- tas y el cielo mismo, parericron suspensos, en una muda o:41_ WASH. — México depositó an te la Unión Panamericana, la ratificación del Tratado Inter. americana de Defensa Mutua. El pacto que tiene por objeto conservar la paz, se espera que se ponga en vigor dentro de po Co. Se necesita sólo una ratifica_. ción más para llegar a las 14 naciones o sea las dos terceras partes de las 21 naciones que firmaron el tratado. Los funcionarios de la Unión [Panamericana declararon que muchas otras naciones han in- dicado que tienen intensiones de ratificar el plan en fecha próxima. Al mismo tiempo, México de positó ratificaciones del tratado | para el arreglo pacífico de las disputas, la Carta de Togotá y el documento básico para el sis tema inteamericano. A A a DIENTES POSTIZOS Alineadas y ajustadas en 20 Mimnmtos SIJO poi al Ma 11 W. dam: (uribe) Reline Laboratory Cuarto 221 Tes. 2-11414 A A A e mo. Se Pintan Carros Buen Trabajo y a Precio Razo. nable - Servicio de Guardafan- gos y Carrocería - Tapiceria y Soldaduras de Todas clases! SE AFILAN Y SE LES COMPO- NEN DIENTES A ZERRUCHOS También ponemos DIENTES NUEVOS a los Zerruchos 1417 So. Calle 3ra. Tel. 4-4412 SE ARREGLA: INCOME TAX. y Contaduría Servicio de Negocios en Phnx Precio Razonable Desde las-5 P.m. 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