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'ANISH PAN-AMERiCAN WEEKLY NEWSPAPER .. Published every Friday by J. C. Franco Entered as second class matter March 20, 1940 at the Post Office at Phoenix, Arizona under the Act of March 3, 1879. No nos hacemos responsables de las ideas emitidas por nues- tros colaboradores. Para precio de anuncio diríjanse a las ofici- nas situadas en 62 S. 3rd St Teléfono 3-4948. Toda subscripción debe pagarse adelantada, y cuando el subs eriptor desee que sÉ cambie el envío del periódico a otra direc- Io aa, motificario y acompañar la suma de diez centuos. SUBSCRIPTION RATES Per Year $2.50 Six Months $1.75 AL out-of-town subscriptioms must be paid in advance fox at least a period of six months. AM payments must be made to the Editor Postal Address P. O. Box 2161 Phoenix, Arizona DEMOCRACIA NOMINAL Hace tiempo que el mundo entero lo sabe: la mano soviética, directamente o por mcdio de sus agentes más O menos encubiertos, mueve la marcha de acontecimientos que, sin esa intervención, no tendrían explicación alguna. Es comunista el origen de los disturbios que acabaron con la continuidad legal en Yugoslavia y con patriotas del ta- maño de Mikhailovic; comunista fue el movimiento que lle- vó al poder Gotwald en Checoslovaquia; pro soviéticos quienes se apoderaron del mando en Bulgaria y en Ru- mania y en Albania y en otras partes; comunistas las ma- nos que empujan a los mineros franceses a hacer armas contra el gobierno, y, según noticias muy recientes, en ello hay una-especial intervención de la Cominform; comunista el impulso y comunistas los medios que han hecho posible que las tropas de Chinag Kai-Shek se encuentren por con- quista y apoderamiento; pero cuando alguien incurre en el error de manifestar alguna sombra o realidad de influen- cia en otro país, entonces toda se vuelve denuestros contra los “imperialistas”, que, se dice, preparan la guerra. Y, por supuesto, estas actitudes encuentran en muchas partes gente dispuesta a servir de voceros suyos, listos a justificar aquellas intervenciones, al tiempo que cargan contra quie- nes algún motivo dan para que se les juzgue imitadores da la URSS. Pero esto que el mundo entero ha sabido siempre, pa- recía ignorarlo esa esfera. en que se definen técnicamente las cosas. Debe ser demasiado claro que los comunistas rusos o pro soviéticos son responsables de la situación planteada en Grecia, puesto que, según noticias que se pu- blicaron, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas se ha tenido que condenar, por mayoría abruma- dora, a tres de esos Estados aliados al sovietísmo a ultranza. LA CONTRAPARTIDA ; Por supuesto, ya se sabe cual es la situación de los países a los que se llama liberados por el comunismo: desde el momento mismo en que tal cosa se hace, pueden contar con que las libertades y los reconocimientos que todo hom- bre se merece, habrán desaparecido. Es de llamar la aten- ción lo distinto que se vive en un país en que, sin el am- biente de agitaciones multitudinarias, se piensa más en el hombre y en el pueblo y en la grandeza de la nación. Los Estados Unidos, tildados constantemente de “imperialistas” y de enemigos de la democracia por los partidarios de los estilos “libertarios”, ofrecen en estos momentos un espec- táculo realmente digno de ser imitado. Dos partidos pode- rosos se disputaron los votos públicos en las últimas elec- ciones presidenciales, Uno de ellos, precisamente el que se consideraba, ordinariamente, más fuerte, fué vencido y, en consecuencia hubo un hombre que recibió el apoyo ex- preso de su pueblo: Harry S. Truman. Y, lejos de engreírse con el triunfo, el señor Truman ha declarado que el trabajo que viene, o sea la responsabilidad de la acción y de la cosa pública, tienen que ser de todos, vencedores y vencidos en las cámaras electorales. Si bien se analiza esta actitud, se encontrará que, desde cualquier punto de vista que se en- tiendan las cosas del “estilo americano”, hay un valor central que en otros estilos suele menospreciarse: el valor humano, con todas sus implicaciones y con todas sus dig- nidades. Es la afirmación de que la sociedad vale mucho, pero nunca más que los hombres que la constituyen; y de que el Estado es poderoso, pero nunca tanto como la voluntad de quienes hacen posible su existencia y su funcionamiento normal. Cuando no es el hombre quien cuenta, sino que por encima de él se alzan banderas más o menos vistosas, y muchas veces falsas, el sentido del gobierno y de la acción común tienen que perderse, para caer en ese concepto de la libertad que equivale a la esclavitud, por más que se re- vista de apariencias o de proclamas de independencia. Dos Nuevas E . iad los invitados. Petrita Cristianas > hijita Yel Sr. Manuel vidal y El doming ofueron bautizadas de su esposa, la señora Isabel las niñitas Petrita Vidal y Tere-¡de Vidal y Terecita de Jesús es sita de Jesús Broadreap. Las mi. [hijita del Sr. Henry Broadreap y do por conocida orquesta .Re- frescos y pasteles así como toda clase de golocinas, fueron obse. rm. “EL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE q _AE-AAA >< €Eii mA A A e PX Viernes 19 de Noviembre de 1948. LA MUERTE DE EMILIANO ZAPATA TERCER ACTO ¡(La decoración es solamente de arbustos, árboles y rocas, Al frente, seniados sobre sillas tos cas, se encuentra Zapata, el ca_ pitán Sánchez y algunos hom- bres vestidos de manta. Al dar la voz de orden el sargento, los soldados forman valla. Zapata lee con atención un papel.) Sargento. — ¡Guardia! Tropa armada... (Los soldados toman| posiciones). ' CAP. SANCHEZ — (Se asoma precipitadamente por uno de los , lados y después se dirige a Zapa ta). Mi general Zapata, aquí lle ga mi coronel Jesús Guajardo. 'mejor a mi y no se hubieran lle vado a la inocente criatura...... (Sollozan). ZAPATA — Cómo estas quejas coronel, he oiod muchas contra Victoriano BBárcenas y ya que siento un ahorrible desespera. ción de no poder castigar como se merecen a estos asesinos en_ torchados. CORL. GUAJARDO — No sé có mo, general, pude haber pertene todas direcciones por la parte posterior, disparando sus armas y dando vivas a'Carranza y Pa blo Sanchez. El clarín toca repe- tidas veces la orden de fuego.) INDIO lo. — (Aparece con su veo su sinceridad quisiera pedir|cido, alguna vez a estos desalma le que si entre su gente viene dos. Pero, acompáñeme para que algú nculpable, sea dado de ba-¡vea un potro que le traigo; es ja por indigno de pertenecer al de lo mejor que se ha dado por Ejército Redentor del Sur. CORL. GUAJARDO — Tarda imás en decirlo, Jefe, que yo en aplicar el merecido castigo. No faltaba más que las tropas a mis órdenes cometan esas depre ¿estos rumbos, como para que lo ' monte un charro cabal, como us ted. Véngase por aquí mi gene- ral.( Salen Guajardo Zapata y Madrigal.) CAP. SANCHEZ — (Llega rápi pal por el fondo y se adelanta precipitadamente hasta el fren- te gritando...) Han asesinado es tos viles a Zapata por la espal_ da.... (Desaparece). INDIO 2o. (Aparece de la mis ma manera que el anterior.): Ya mataron al Jefe Zapata.. era el | 'daciones que venía tolerando Pa damente)) Muchachos, muy lis- blo Sánchez.. Esto es un verguen¡tos a lo que voy 'a decirles. único defensor de los pobres y nos lo han matado... “Viva Za- pata”!! (Desaparece y continua. se oyendo el tiroteo.) CORL. GUAJARDO — (Entra seguido del coronel Madriagl, del mayor Rosas y del Capitán Sanchez, todos llevando sus ar. mas en la maon). Ja.. ja... ja... ¡ Ahora sí que se me paró el águi ¡la en el sombrero, muchachos... ¡Viva el Primer Jefe! Vivxa el general Pablo Sanchez!! a CORL. GGUAJARDO — (Seguido za!! (Gritando) Capitán Sán. - “de un grupo de hombres entra l chez, separe de la tropa la gen_ ¡y se descubre ante Zapata). Ge-¡te de Bárcenas y fusílelos inme- neral Emiliano Zapata: aqui me|diatamente como castigo ejem. tiene usetd incondicionalmente |plar. ¡Par aluchar a sus órdenes por el leriunfo del agrarismo. Hemos lle gad ode Chinameca con el áni_ mo entero de ofrecerle nuestra | sincera adhesión y estamos dis- puestos a luchar como los bue. nos, a su lado..... ¡Viva el gene_ ral Emiliano Zapata!... (Vitores ja Zapata y a Guajardo.) ZAPATA — Deme un abrazo, 'coronel Guajardo, y en nombre de los agraristas lo felicito a us. ted sinceramente. (Se abrazan y es repiten los vivas). CORL. GUAJARDO — Me sien to gustoso, mi general, de con. ¡tarme ya entre los suyos. Vea us [ted a mi gente con qué entusias .mo lo reciben. (Nuevos vitores a Zapata y a Guajardo.) ZAPATA — Gracias coronel, su actitud me complace y entu- siasma su lealtad. Ya aquí el ca pitán Sánchez me puso al tanto de sus sentimientos para con no sotros y su inquebrantable deci. sión de reconocer la causa de los indios. CAP. SANCHEZ — Siéntese mi¡ general siéntese, mi coronel; mientras disponen la comida, he mandado traer una copa para celebrar este feliz acontecimien- to. (Dirigiéndos e aZapata) A-| quí con mi coronel vienen unos muchachos que “deatiro” se las traen para eso de las canciones.. (Gritando a los cancioneros) A ver; muchacohs, vayanse echan do una tonada para festejar a nuestro Jefe, (Se sientan Zapata y Guajardo, los cancioneros se disponeen a tocar, un oficial sir ve copas. CORL. GUAJARDO — (Ponién dose de pie y levantando su co- pa): Compañeros... brindo por la salud del gran Jefe Emiliano Za pata y por el triunfo de nuestra bandera que ahora es la de “Tie rr ay Libertad”... (Zapata da las gracias y hay vitores para el y para Guajardo; los cancioneros cantan una melodía popular in- terrumpida de vez en cuando por alardos de los soldados.) (Di rigiéndose a Zapata) Ahora que ya me puedo contar como un sol dado en el Ejército Libertador del Sur, yo le revelaré a usted, cuáles son los planes de ese ban dido Pablo Sánchez. Hay quee cuerearle muy duro, porque an da saqueando las haciendas y los ingenios y nos querían an_ dar trayendo sin consideeración de día y de noche. CAP. SANCHEZ — (Entra con! CAP. SANCHEZ — A sus órde. nes mi coronel, voy a reunirlos. (Gritando desde la puerta hasta el fondo) Capitán Badillo, desar me a esos hombres y que se ali. nieen allí junto a los sauces. : (Los presentes contemplan la escena que se supone ocurre en la parte exterior de la pieza, De pronto interrumpe en la escena ¡un grupo de soldados con excla maciones de... ¿Por qué se nos “va a matar? Nosotros no somos culpables, Coronel... Esta es una! ingusticia, Coronel... algunos im Cuando Zapata se retire a su campamento, toda la escolta de_ be formar aquí en la entrada, mientras la tropa toma posicio. nes estraeégicas en las ventanas y las azoteas. (Exclamaciones de.... está suave mi capitán... nos cansamos de darle en la crisma a ese comevacas). MAYOR ROSAS — Ya saben cual es el consigna: primero “lla mada de honor”, presentando armas la escolta y cuando este ya saliendo Zapata, disparar so bre él y sus acompañantes sin esperar órdenes de nadie, y sin miedo, pues si alguno de uste. des no se siente con los calzones suficientes, que lo diga de una vez para cambiarlo por otro más HELLO - - HELLO! . ABIERTA PARA NEGOCIO PRIMERA LABANDERIA Y LIMPIA DE ROPA 138 al Sur de la CALLE PRIMERA Sastres Expertos y Remendadores Servicio Rápido Precios Económicos — EL PASE BEAUTY SHOP plora ndesesperadamente, de ro-|hombrecito.. (Exclamacionse de ldillas, asidos a las ropas de los|los soldados de... no. mi mayor.. oficiales y jefes.) nos cansamos de romperles la CORL. GUAJARDO — Fusíla. |crisma a esos calzonudos.. ya ve los sin más tardar capitán Sán-!rá usted mi mayor, como le da. chez y no les hagas caso y delan” te de la tropa como escarmeinto ¡ CAP. SANCHEZ — Está bien, | coronel, en el acto procedo a la ejecución. (Gritando) Cuardia, Saquen a esa gente de aquí (La ¿guardia casa a los soldados des- armados a empellones: después de un breve instante se escucha ¡el traqueteo de una ametralla_ dora.) f ZAPATA — Tal vez el castigo sea demasiado duro, coronel; pe, ro por primera vez se hace justi. ¡cia a las familias de los peones, mancilladas sin misericordia por la gente del Gobierno. CORL. GUAJARDO — Ya le de mostraré más adelante, Jefe, q' nunca estuve de acuerdo con los procedimientos sanguinarios de esos generales que sól ohan ve- nido a enriquecerse sin concien. cia....ya Verá... ZAPATA — Créame, Coornel, que la rendición de usted viene; a dar un nuevo aliento a la lu mos en la mera torre.) CAP. SANCHEZ — Y no se les olvide que al que 1 etiemblen las corvas a la mera hora, ya se entenderá. con el coronel des. pués. ¡Listos muchachos que ya viene de vuelta!(Movimientos precipitados de los soldados to- mand osus armas. Entran Zapa ta, Madrigal y Guajardo. ZAPATA — Tiene usted razón, coronel, no deja de ser triste pn sar cuántos hombres nos odian y nos han causado males incal_ “culables engañados por los ma- los gobiernos que han traiciona do sus propios principios, o ante el halago de los parásitos de la capital que todavía son los a- mos a pesar de la Revolución. . CORL.M ADRIGAL — Si, mi general, yo he visto en México, cómo se banquetean los jefes con los encopetados de Don Por ¡firio.- Así es el dinero, corrompe hasta los mejores. ZAPATA — Perseguido sin tre a PIS GO na / 245 E. Washington Otrece abora garanticidos a da perfección los famo..s y modernos permanentes: PEN Sotumente Pol. 12.50 y Dal. 15.00 TRES OPERADORAS GRADUADAS: Helen Baray — Paulita Palomo — Estefanita Torres Permanentes de todos precios. desae: $3.50 haste $7.50 CORTESIA, EFICIENCIA, 7KAEAJO GARANTIZADO CURL” Teléfono: 4-4893 E) 3 ) 1 ») s ? K : RADIOS AUTOMATICOS cha que con tanto sacrificio sos|gua, calumniado, sin descansar tiente el Ejército Redentor del¡nunca, contemplando las injus_ Sur. Pienso que si todos los hom !ticias que se cometen en los pue bres que nos combaten fueran ¡blos, pienso, coronel, que nunca sinceros como usted y pudieran alcanzaremos nuestro sueño de ver de cerca la miseria de los peones, recificarían su camino, reconociendo la justicia de nues testigo de la crueldad con que se nos ha tratado y desde hace ¡ya nueve años que se nos persi_ 'gue con una ferocidad como si fuéramos perros rabicsos.*!! CORL. MADRIGAL — Sí, gene ral, hemos hecha la revolución para beneficio de los pobres, pe. ro a veces engañados, nos apar tamos del camino que nos se. fiala nuestra conciencia. ZAPATA — Vinieron los rura.. ! tra causa. Usted ha podido ser, : libertad de pan y tierra para los indios, y que moriré seguramen te dejando mi obra sin concluir. CORL. GUAJADO — (Dando palmadas en la espalda a Zapa- ta):No se preocupe general, = verá como esto se acaba... veng odecidido a que les demo a estos carranclanes duro y pe. | rejo y habrán de sentir la q de Jesús Guajardo..... Ya verá... general... ya verá... (Dirigién. ¡ dose a los cancioneros): ye chós, échense otra tonada, A esas de por estos rumbos para | ¡que nos retoce el gusto... (Diri- dos mujeres del pueblo) Estas¡les que mandó Díaz para some-;¡giéndose a Zapata): Trango a es viejas, mi coronel, lo vienen si. guiendo y quieren hablar con us ted. CORL. GUAJARDO — (A ver... a ver... ¿de qué se trata? MUJER la. — Vinimos buscan do a su mercé, siñor coronel, por que sabemos que ya se puso us ted con el Jefe y queremos que- jarnos del general Bárcenas que apenas anoche pasó por nuestro pueblo y lo quemó, dejándonos si nnada y todavía fusiló a mi padre porque no le supo decir donde estaba el señor Zapata. (Solloza). MUJER 2a. — Yo no siento mi casa; siñor, que la quemaron y se robaron todo lo que teníamos pero se llevaron a mi muchachi ta qeu es una niña inocente. (Solloza). MUJER la. — ¿Qué les hacía_ fiitas fueron bautizadas en Gua- dalupe. Los padrinos fueron el Sr. J. Miranda y su esposa, la señora Doña María de Miranda, quienes echaron la casa por la ventana, en el rancho de su pro piedad, situado en el pueblo de Guadalupe, se sirvió una sucu_ lenta cena de guajolote y cer- vezas heladas, terminada la ce. na se verificó un baileameniza. de su esposa, la señora Delfina | mos, siñor, para que fueran tan Baca de Broadreap. malos con nosotros, si ya no hay Las dos niñitas nacieron el hombres, si todos andan meti- día 19 de Octubre próximo pa-!dos en la bola? ¿Porque no tie- sado, Petrita nació a la una y |nen siquiera compasión de las media de la mañana pesando |mujeres? .. No es justo, siñor, ocho libras y un cuarto y Tere_ sita de Jsús nació a las cinco de la mañana, pesando ocho li. bras. o no es justo. (Voces de dos mu_ jeres de: compadezcase usted de nosotros, siñor Guajardo, solo me quedaba mi niña y se la han llevado.... Me hubieran matado ter a los puebols levantados en armas contra los abusos de los hacendados y no escatimaron ¡los ultrajes para nosotros; ¡ cuántos crímenes permanecie. ron ignorados!! CORL. GUAJARDO — Yo era chamaco, general, pero recuerdo que en mi pueblo se llevaron a las mujeres, el maíz, y las galli nas y todavía de leva a los que se defendían y ya no regresaron nunca. ZAPATA — Cayó el tirano y porque pedimos al señor Madero [que cumpliera con las promesas quehabí ahecho en el Plan de San Luis, de devolver las tierras despojadas a los puebluos, acon sejado seguramente por gentes sin conciencia, nos mandó a Ju_ vencio Robles con más de diez mil hombres para aplastarnos y|nor. tuvimos que sufrir los horrores de una lucha implacable y feroz CORL. MADRIGAL — Pobre señor Madero. Al final fue víc- tima de sus propios errores... ZAPATA — Y todavía después de esto, Carranza, nos manda a Pablo Sanchez, que ha venido a arrasar los pueblos indefensos cometiendo tantas crueldades que, créame, coronel, a veces tos muchachos para que nos ale gren un poco la vida, mi gene- ral.... de cuando en cuando si po demos descansar un poco. (Los cancioneros cantan otra canción popular.) ZAPATA — Bieno, yo me reti_ ro, coronel, a mi campamento, voy a dar algunas órdenes. Hoy mismo en la noche nos reunire- mos para hablar largo sobre la campaña (Dirigiéndose a los in dios que lo acompañan): Vámo nos, compañeros, ya tuvimos el gusto de conocer al coronel... CORL GUAJARDO — Gracias general. En la noche iré a bus. carlo para hablar ampliamente; hasta la vista... (Le estrecha la mano. Después, levantando la voz: guardia... presenten.. armas El clarín toca la llamada de ho. .. El general Zapata se diir- ge a la puerta seguido de sus hombres. En el momento en que esta ya p aradesaparecer, Gua. jardo hace una señal a los solda dos que forman la guardia para que sigan a Zapata.Cuando este ha desaparecido todos llegan precipitadamente hasta la puer_ ta y disparan sus armas sobre el lo que va seguido de confusión en que los soldados corren hacia sola ZRecesrost RADIO AHORÁ SE ENCUENTRAN en EL SOL VICTROLAS AUTOMATICAS a muy bajo costo. Búsquenlas en EL SOL