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* Por: JOSE VASCONCELOS Todas las artes “son una aspiración al Verbo. Esta a- firmación se funda tanto en la vieja sabiduría como en la nueva ciencia derivada de la experiencia científica. En la Escritura se afirma la connaturalidad del Padre y el Verbo. En la ciencia de la experiencia se reconoce la aparición del bardo, que da voz y significación a los anhelos del Cos- mos, como uno de los primeros brotes del espíritu. El canto es manera porfúnda del arte y también inicio de significa- consciente, porque lo «acompaña el lenguaje. En la simple melodíá nos hacen competencia las aves. El canto del ruiseñor, limpio.de:palabras es sin embargo, sustancia de lo lírico, porque, »aun sin palabras, contiene el anhelo erótico sin el cual no sería otra cosa que vacía combinación de: sonidos y, por tanto, incapaz de belleza. Pero es dema- siado pobre en materia de significado. Lo que tenga de aní- mico es más bien su capacidad de despertar emociones en la conciencia humana. Puede, sin embrago, el canto ser bello aun cuando sea pobre de significancia. El canto sin paplabras del ruiseñor se queda en.la etapa de la música, y la música degenera en sonido cuando renuncia al signi- ficado. Puede dárse el caso de una música placentera, pese a que carezca de significaciones concretas, siempre y cuan- do sea el vehículo de una expresión genérica profunda. Así en el cañto del ruiseñor esplende el instinto. En la melodía espontánea de Mozart se descubre el juego del alma, rego- cijada porque asoma a lo eterno. Pero cuando sólo hay vir- tuosismo..sin contenido, el autor, enfermo de esterilidad, recurre a las disonancias y al contrasentido de cierta mú- sica ya cabalmente desprestigiada, En el otro extremo está la música de programa, que tampoco ha sido un éxito por- * que no se encuentra el acierto en la invasión de un arte en la zona de otro, El más eficaz resultado del arte se encuen- tra en su capacidad para provocar en nosotros una posibi- lidad de participación en el suceso artístico y su poder que renueva las cosas. En toda ocasión hace falta la interven- ción de la conciencia humana, sin la cual el mundo es si- lencio y páramo. Sin una conciencia que reconozca el color, el mundo es nebulosa de semisombra, claroscuro sin solu- ción. La luz especializada, que es el color, supone la exis- tencia de un ojo divino que diversifica el panorama de la creación, descomponiendo el blanco, que es el instrumento humano de. esta proliferación, que por otra parte, es tan incompleta como la de la música, si el pintor maneja sólo colores. Cuando el pintor añade al color el elemento supe- - rior del dibujo, su categoría crece, porque mediante el di- bujo se acerca a la precisión, que es propia de la idea, y al Verbo que es el elemento definidor de la existencia. El paso del colorido al dibujo es quizás equivalente al salto que me- dia entre el- ruiseñor que combina sonidos y el bardo que incorpora la palabra al sonido; operación que eleva la sus- tancia artística.a la categoría de la significación. Poetas, 0 pintores o músicos, que prescinden del significado, son San- sones que dan vuelta a la noria en la etapa de la esclavitud. Malogran los instrumentos de su oficio; así todo ese arte que se ha llamado a sí mismo social, a causa de que no sabe lo que quiere, ya que dentro de la sociedad cabe todo, pe- ro ella misma es nada. Nada sin los individuos, y éstos no poseen el don de la personalidad si no viven su pasión y su vocación. El arte en todas sus etapas es una tarea delicada a lo- grar expresiones, es decir, significaciones. Deja de ser arte y se convierte en' artificio, artesanía y virtuosismo, aquel ejercicio que pierde la exigencia varonil de la responsabi- lidad, implícita en la determinación de un significado. Las artes, por regla general, son incapaces de determinar por sí solas los significados. Pro eso siempre hán sido y seguirán siendo siervas del mecenas, que ese el definidor de los signi- ficados. El sacerdote de la sabiduría que formula los signi- ficados. El sacerdote de la doctrina, cambia según la his- toria y según las filosofías, pero siempre son éstas y no el artista quienes dan fisonomía a una era d eproducción ar- tística. Lo que viene a ser otra demostración de que no hay arte sin significado y de que todo arte experimenta, en su médula, el afán de progresión hacia el Verbo. En el principio la naturaleza se hallaba en silencio. El «impulso que puso a caminar la obra de la creación, fué una palabra: el “Fíat” divino. Hay en esta tesis bíblica una pro- funda anticipación, —que ahora anda queriendo confirmar la Física—. El “Fíat” no es una necesidad lógica, sino la prodigalidad de un albedrío infinito. El silencio es matriz de sonidos; en el silencio se encierran los colores del iris. El silencio es también armonía perfecta, que se rehace al retornar a. unidad la proliferación de los sones. Por eso la música perfecta, la armonía de las esferas, es sólo silencio. No melodía, inaudible, por lejana, como creyeron los pita- góricos, sino silencio augusto, fecundo, potente. De igual modo que, posiblemente, el movimiento perfecto, que con- quistó la armonía, es la quietud. De todas maneras es cu- riosa, sorprendente la coincidencia que junta en el “fiat” el sortilegio de la voz. Una voz de la conciencia suprema inicia el acontecer. El “fíat” divino extrae de las tinieblas la luz que lleva en su seno el germen de todos los colores, que ser- 2 MEL SOL” SEMANARIO POPULAR INDEPENDIENTE ESE _ —PERSONAJES— Pablo Sónehez Emiliano Zapata de la tierra caliente. GRAL. SANCHEZ. — Pero se Coronel. Guajardo Sargento | conoce, coronel Guajardo, que al Coronel Médrigal . Soldado li.¡Primer Jefe ya le anda por sacu. ¡Mayor Rosas Soldado 2o. | dirse a estos redentores del “a- Mayor Ortega Soldado 3o.| garismo”, porque eso de que Za- Capitán Sánchez Indio lo.|pata. se está insolentando mu. Ofigial Jo, - Indio 2o.|cho, como dice en su telegrama Oficial 20... *Tendero [nó es más que un pretexto para Oficial 30. Un Muchacho |urgirnos que terminemos con la iVejo camapña de un modo o de otro. ..€sa es la verdad. CORL. MADRIGAL. — No, mi general Sánchez, yo creo que lo que más le ha podido al Primer Jefe es 1 acarta abireta de Zapa- PRIMER ACTO LA DECORACIÓN REPRESENTA |ta donde lo pone verde.. y de pa UN ACHOZA-AL FONDO. ARBO|so... pues mi general a nosotros LES Y ROCAS A LOS LADOS. [nos pasa a molestar con aquello AL FRENTE, GRUPOS DE SOL. |que dice que usted es el del:Au- DADOS COMO EN UN VIVAC, tomovil Gris y que todos los ca ¡JUEGAN A LA BARAJA Y CAN-|rranclanes somos partida de ban TAN “LA VALENTINA”. APOYA DOS EN LOS LATERALES SE doleros. PABLO SANCHEZ. — (Con eno VEN LOS FUSILES Y AL CON-|jo) Esas ofensas me las paga Za CLUIR LA CANCION SE OYEN|pata como llamarme Pablo San. LAS VOCES DEL SARGENTO.) :|ehez... ¡No faltaba más, que un indio guarachudo quisiera pedir SARGENTO — (Gritando) Guar!mé cuentas á mi, un general en dia... a formar... (LOS-SOLDA_ ¡Jefe del Ejército Constituciona- DOS TOMA NSUS ARMAS Y SE|lista y enacrgado de las opera- ALINEAN POR EL LADO IZ. QUIERDO EN TANTO DESFI... LAN FRENTE A ELLOS EL GE. NERAL PABLO SANCHEZ, EL... CORONEL GUAJARDO Y EL:CO RONEL .MADRIGAL). Presenten: ss ATMAS... descansen,, Armas... Rompan..... filas.. (LOS SOLDA-. DO SVUELVEN A SU ANTE. .. RIOR ACTITUD, AL TIEMPO EN QUE SE ADELANTAN HASTA.. EL PROSCENIO EL GENERAL GONZALEZ Y SUS ACOMPA. ... NANTES) a GRAL. SÁNCHEZ. — Y todavía se extrañan de que tenga uno los nervios de punta. Estamos rendidos, casi-sin comer, tras un viaje de kilómetros para lle- var a feliz término la consigna, y en vez de palabras de aliento se me dice, (aludiendo a un te- legrama que lleva en la mano) ¡que la campaña no va conforme a los planes previstos. CORONEL GUAJARDO. — De veras, mi general, que no es jus to el Primer Jefe con ese tele, grama que le mandó. E sdema- siado exigente. Llegamos a un poblado y acaban de salir los za patistas; seguimos más adelante y resulta que han pasado por allí la noche anterior... ¿Qué es lo que quieren que hagamos para atrapar a esas liebres de calzonudos que andan a salto de mata y que nadie puede dar alcance. GRAL. SANCHEZ. — Es que las cosas, desde el Palacio Na- cional, se ven muy fáciles, coro_ nel. De todas maneras el Primer Jefe no debiera desconfiar de mi palabra... yo le dije antes de sa- lir que acabaría con Zapata y se lo cumplo... tueste lo que cues. de... CORL. MADRIGAL. — Yo veo en esto la mano de los envidiosos, mi general. Oserá esa carta a. bierta de Zapata que han publi cado los periódicos, y donde nos da una vapuleada concienzuda; del Primer Jefe para abajo, a todos los “carranclanes” nos po ne por los cochinos suelos. CORL. GUAJARDO. — Por lo que a mi toca, mi general, a usted lle consta que no he andado con contemplaciones y que he casti. gado con mano dura los pue. blos por donde he pasado.. Lo que si no he podido conseguir es saber donde está Zapata; hay una verdadera conspiración del silencio entre toda la indiada ciones en el sur..! SARGENTO — Usted dispense mi general,... pero unas viejas, acompañadas de un hombre quieren pasar a verlo y están muy necios; aunque hemos teni do que darles de culatazos para retirarlos del garitón... PABLO SANCHEZ. — ¿Unas viejas a estas horas? Verémos qué quieren. Que pasen. (Entran dos mujeres del pue. "blo y un indio) MUJER PRIMERA. — (Con a- |cento implorante) * Padrecito... hemos venido caminando todo el día desde Santa Gertrudis pa ra quejarnos del siñor general Vitoriano Bárcenas, que ayer en la tarde cayó en el pueblo con toda su gente y ha matado a mis dos muchachos cuando esta ban en la labor trabajando......... (Solloza.) MUJER SEGUNDA. — A mi me han robado mis animales... mi maiz... mi ropa., padrecito, y 'porque mi padre quizo defen. 'der nuestro alimento, lo han ¡agarrado a culatazos y le han “dejado moribunod... (Solloza.) VIEJO — Se han llevado mis hijas, padrecito, que apenas son unas inocentes criaturas.. por lo que más:quiera en el mundo, auxílianos, padrecito... ¿que va a ser de nosotros y de mis po. bres hijitas? MUJER PRIMERA — Mis her. manos, sifñor, los han matado... (Solloza) : MUJER SEGUNDA — Siñor, ¿donde voy a coger maiz para mis hijos, si todo me lo han qui tado? . VIEJO — Que me devuelvan a mis hijas, padrecito... tenga us- ted lástima de este pobre viejo. (En actitud contrita) PABLO SANCHEZ — Sargento trae cinco soldados de la guar. dia, y echar a estos indios de a- qui inmediatamente... Bueno es- toy yo ahorita para que me ven gan con chismes... Inmedaita_ mente esta gente fuera, sargen- to! > SARGENTO — Si mi general, (gritando) a ver... cinco solda- dos saquen aesta gente de aqui (Lossoldados con gritos y empe_ llones sacan a los indios, dándo les culatazos, entre el tumulto de los lamentos) PABLO SANCHEZ — Qué te parece nada más, Guajardo, ve- nirme con chismes cuando el Pri virán para vestir las formas, y éstas nacen de la conciencia divina y comienzan a estructurar cosas y seres. Sin la palabra no existiría el color, no se diferencia- rían los sonidos, el arte no operaría. Esta función del Verbo diferenciar, crear, proliferando lo homogéneo en la luz o en el sonido, se halla reconocida en el mito de la Revelación y en la estética moderna derivada de la experiencia cien- tífica. Síntesis de experiencia metódica y de revelación so- brenatural eso es la sabiduría, y el arte, una ambición de incorporar las cosas ala vida que encarna en el Verbo. Pero no sólo es el Verbo, para todo arte, una condición inicial. El Verbo también es fin y meta del arte. El Verbo no es arte porque está por encima del arte, tal y como está por encima del discurso. El Verbo es la cumbre de todo pen- sar, la ambición de toda filosofía. Un retorno de la inteli- gencia a la voluntad que la engendrara. Pero eso no debe decirse: en el prinicpio era la idea. Este fué error de casi todos los platónicos, aunque no de Platón; y tampoco es legítimo decir según ocurrió a un necio de genio, intoxicado de vanidad; en el principio era la acción; teutónica herejía. Se debe decir, y es la verdad, “en el principio era el Verbo”. Viernes 5 de Noviembre de 1948. O NR a los zapatistas porque hace fal Pero Pablo Sanchez ha dado su palabra que dará cuenta de Zapata por la buena o por la mala, y Pablo Sanchez cumple, aunque nos lle ve la tostada. CORL. GUAJARDO — Esto ha- brían de ver los jefecitos que se pasan perfumados en la ciudad, mi general... CORL. MADRIGAL — Pues si lo que quieren es la cabeza de Za. pata, mi general... pa'pronto yo me encargo de llevársela en las cantinas de mi silla., verdá bue na, mi general... PABLO SANCHEZ — Mira Gua jardo, he venido meditando un plan para capturar a Zapata y que me parece infalible; a ver qué te parece. CORONELES GUAJADO Y MA- | — Usted dice, mi gene- ral, que ya le estamos dando.... ¡ordene,mi general... PABLO SANCHEZ — Es cierto, mer Jefe cree que no sometemos coronel, voy a mi cuarto a des- cansar un poco. (Sale por la puerta del fondo) CORL. GUAJARDO — Coronel Madrigal ,tenemos que reunir a los oficiales desde luego. CORL. MADRIGAL — Voy por ellos, Guajardo. (Sale) CORL. GUAJARDO — (Hablan do para si) Esta es la oportuni_ dad que estaba esperando... ya verán como el nombre de Jesús Guajardo será pronunciado con respeto... que no me vengan con que no hay quien pueda con Za pata...(Rie) porque donde hay ; bueno hay mejor... de aquí sal go general o me lleva la triste. za..... (Entra 'el Coronel Madri- gal con el grupo de oficiales que intervienen en lá obra. Llegan cuadrándose ante Guajardo y pi diendo órdenes) CORL. GUAJADO — Mucha. chos, tengo órdenes del general de que salgamos desde luego ' con la gente a mis órdenes. (Di. rigiéndose al Coronel Madrigal) para qué negarlo, que la cam._¡Da parte al mayor Ortega que paña ha ido despacio y el Pri-!|disponga la salida del tercer es_ mer Jefe no está muy contento con los gastos, pero alguna ven taja se ha de obtener de andar metido en estos mitotes y por es tos rumbos que hasta parece que está uno en el infierno, con tan to calor... (Saca el pañuelo y se enjuga la frente) CORL. MADRIGAL L— Está claro, mi general... ¿Quién se fija en los automoviles y las mu jeres, y en los banquetes con q' se regodean allá en México los consentidos de la Revolución? PABLO SANCHEZ — Pero nos han mandado a campaña, coro- nel ,y aquí no hay más ley que l ade Herodes.. Este es mal plan ¡cijanas por estos montes... No muchachos, para darle gusto alj Primer Jefe; a ver ustedes que opinan. CORL. GUAJADO —Nada más nos dice de qué se trata, mi ge. neral. - PABLO SANCHEZ — He pensa do que tú, coronel Guajardo, si. múles rendición a Zapata para ver si cae en la ratonera. Y para esto, es preciso que te comuni. ques con él, que en estos momen | tos se dirige a Tepalzingo y haz le creer que estás furioso contra por cuestiones de dinero... a ver qué se te ocurre... CORL. MADRIGAL — Pero di_ cen que Zapata es muy descon. | fiado, mi general, y a la mejor iva uno por lana y sale trasqui. lado. PABLO SANCHEZ — Cierto, me han contado que sólo se deja ver de sus indios y que a la gen te de la ciudad le tiene mucha desconfianza. Puedes valerte del capitán Sánchez, que és un águi la descalza y es capaz de tan- tearse al mismo diablo. CORONEL GUAJADO — La co sa es peliaguda, mi general; pe ro no ha yotro recurso. Voy a es cribir una carta muy inspiráda a Zapata diciéndole.. que me ha enternecido la triste situa. ción de los peones y que he sen- tido que se me revela la con_ ciencai por la manera tan cruel con que el Gobierno trata a los que se han levantado para de- fender su piltrafa de tierra. PABLO SANCHEZ — Con en- tusiasmo) Eso €s.... eso es... se la corres larga, coronel, como que si tenemos éxito, ya te ima ginas la gloria de haber dado cuenta de Zapata.. el invencible el coco de los generalitos que han desfilado por aquí... “en fin, tú ya te haces cargo de la situa ción; obra con mucha cautela para dar el golpe en seco y yo vo ya contestar el mensaje al des de que esto llega a su fin. CORL. GUAJARDO — Enton- ces, mi general, Ya verá usted como no me falta pretexto y quedará usted satisfecho. PABLO SANCHEZ — Si como espero, se consigueque Zapata Caiga en la ratonera, hay que liquidarlo sin más trámite, dan. do cuenta a este Cuartel Gene. ral de los hehcos. CORL. MADRIGAL — Mi gene- ral, yo quisiera acompañar al coroneil, me gusta esta aven- tura. PABLO SANCHEZ Está bien, tú también irás, coronel Madrigal. CORL. GUAJADO — Entonces mi general, con permiso de us_ ted voy a dar órdenes y a dis- poner la marcha. PABLO SANCHEZ — Muy bien Primer Jefe dándole um. | cuadrón que irá conmigo, pero sin pérdida de tiempo ÉS CORL. MADRIGAL — Voy al momento, coronel. (Sale) CORL. GUAJARDO — Conque ya están enterados de 1 aórden, mucahchos, hay que salir esta” misma noche, dense prisa..(sale OFICIAL lo. — Pero ¿qué tie- nen estos hombres? ... Apenas acabamos de llegar de una jor-¡ sin que se hayan repuesto los caballos...sin descanso a la gen. te... y otra vez a salir. ...¡maldita OFICIAL 20. — Yo estoy enfer mo, Creo que he pescado las ter. justo que se nos haga salir sin un descanso siquiera... OFICIAL 3o. — Es el colmo. Nos han traído de aquí para a- Má...sin tregua.... órdenes y más Órdenes como si fuéramos de pa lo.... ¡mal rayo los parta!... (Ba_ GS RADA EA RADIOS AU , MUERTE DE IANO ZAPATA jando la voz)... Silencio que ahí viene el coronel... (Entra el C0. ronel Guajardo). CORL. GUAJARDO — Por €8= cuadrones... a formar... OFICIALES — A formar... a formar... a formar... (Van sa. lierido por la parte del fondo y continuan sus voces de mando. C ORL. GUAJARDO — .Primer escuadrón a la vanguardia... el escuadrón del mayorOrtega a la retaguardia... el escuadrón del mayor Rosas a lcentro. (Toque de atención de un clarín). Por el flanco derecho... derecha... de frente..... marchen. (El clarín to co la marcha. Los soldados des. filan en el espacio que queda en tre la puerta del forido y la cer ca de piedra que cierra la esce. na; hacen un movimiento de ro_ ¡tación por atrás de la cerca y 4 vuelven a pasar frente a la puer ta llevanddo sus armos y sus banderas. Se inicia el canto de la valentina que se va extin. — guiendo a medida que los solda dos se alejan.) Continuará la semana entrante DUNEDIN RASTAS 600D YEAR SHOEÉ SHOP Expertos en Reparación de Toda Clase de Calzado Operarios Competeniez 15 S. 1st Avenue DA ROSE —PALMISTA-— Contesta todas las Preguntas de su Pasado, Presente y Futuro en Español. 4025 East Van Buren Siempre Abierto Wagon Wheel y j eE TOMATICOS Avola Receso RADIO AHORA SE ENCUENTRAN en SOL "7 VICTROLAS AUTOMÁTICAS a muy bajo costo. Búsquenlas en DE